martes, 28 de mayo de 2013

ECOCIDIO EN BAHÍA DE ULLOA

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Del 26 de abril a la fecha suman 172 ejemplares marinos muertos
Investigadores dicen que el problema tiene 5 posibles causas: el cambio climático, la calidad del agua del mar, la reproducción excesiva de biotoxinas, la captura incidental de barcos pesqueros y el arrastre de cadáveres de animales que contaminan la zona. Ambientalistas acusan al gobierno estatal y federal de no tomar cartas en el asunto
Gerardo Zúñiga Pacheco
Alejandro Acuña Rivera

En la reciente mortandad de especies marinas registrada en el santuario de la ballena gris en Bahía Magdalena, un grupo de especialistas en flora y fauna marina y oceanografía comparte con ZETA cinco hipótesis que el 18 de mayo de 2013 comenzaron a analizarse en el comité científico integrado por académicos del Centro Interdisciplinario de Ciencias del Mar (Cicimar), Centro de Investigaciones Biológicas (Cibnor) y la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS). Los temas son los siguientes:

1.- El cambio climático que ha provocado el aumento en la temperatura del agua del mar en una escala regional y el cual se traduce en lo inmediato en una mayor evaporación que genera más cantidad de agua en la atmósfera e incide en un incremento en las precipitaciones pluviales.

2.- El parámetro físico y químico en la calidad del agua del mar, que no es otra cosa que el mínimo admisible de oxígeno disuelto en los estándares de agua, turbidez, resistividad, dureza y alcalinidad para garantizar la preservación de la flora y fauna marina.

3.- La reproducción masiva de toxinas o biotoxinas que son una sustancia venenosa producida por células vivas, como bacterias, plantas, organismos biológicos y animales, y las cuales son capaces de causar enfermedad, parálisis y muerte, cuando entran en contacto o son absorbidas por tejidos del cuerpo.

4.- El arrastre de especies marinas muertas desde Punta Eugenia hasta Laguna de San Ignacio a través de la llamada Corriente de California, y la cual corre de norte a sur sobre todo en la temporada de febrero a junio llevando consigo organismos que flotan en ese corredor oceánico y los cuales son depositados al norte de Bahía Magdalena por la forma geográfica de la península.

5.- La captura incidental de pescadores y barcos pesqueros.

El debate sobre la matanza de especies marinas en esa zona comenzó el 11 de abril, cuando el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda) envió una carta firmada por más de 60 mil personas al presidente Enrique Peña Nieto y al gobernador Marcos Covarrubias Villaseñor, así como a los titulares de Semarnat y Conapesca.

La organización, junto con Defenders of Wildlife de México, solicitó detener la cacería de tortugas marinas, porque “las tasas de captura incidental en el estado de Baja California Sur reportadas por el gobierno mexicano eran las más altas documentadas a nivel mundial y esto había generado tanta preocupación que pidieron detener la mortandad de esta especie en peligro de extinción”.

El director de programas de Defenders of Wildlife de México, Juan Carlos Cantú, expuso en el escrito que la petición se debe a que “durante la administración pasada se permitió la muerte de por lo menos 7 mil ejemplares de tortuga marina tan solo en Puerto Adolfo López Mateos, con conocimiento pleno de las autoridades pesqueras y ambientales sin que hicieran algo para resolver el problema”.

Y fue más allá. El directivo ambientalista recordó que “la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (Profepa) reportó que durante el verano del 2011 encontraron 842 tortugas muertas, derivado de la interacción con artes de pesca, lo que representó un incremento de 600 por ciento comparado con otros años, y un total de 2 mil 200 tortugas en el 2012”.

Las altas tasas de captura incidental “habían generado las condiciones para un embargo comercial pesquero de forma unilateral por parte de Estados Unidos hacia México”.

El coordinador de políticas públicas de Cemda, Alejandro Olivera, destacó que la única solución rápida y eficaz para detener el embargo pesquero era frenar o disminuir significativamente la mortandad de la tortuga porque “la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica –conocida por sus siglas como NOAA— ya había informado al congreso estadounidense sobre esta grave situación”.

Sin embargo, el coordinador del Fondo Marino (Fonmar) de la Secretaría de Pesca en Comondú, Gonzalo Alamea Camacho dice que esta postura “carece de sustento porque hasta hoy no existe un solo dictamen científico que determine las verdaderas causas de la muerte”, no solo de las decenas de tortugas marinas, sino también de delfines, manta rayas, lobos y elefantes marinos, así como miles de langostillas, abulón, langosta y sobre todo almeja mano de león en el corredor oceánico que va desde Punta Eugenia hasta Bahía Magdalena, considerado, hoy por hoy, como el punto crítico de alerta y zona de desastre ecológico.

De hecho, el presidente del comité de vigilancia de la Federación de Cooperativas Pesqueras (Fedecoop), Luis Camacho Manríquez, anunció el 26 de abril que los casi 500 pescadores de la zona sacaron sus lanchas, anzuelos y redes del mar, y las cuales permanecían fuera del agua, en protesta por las acusaciones de los ambientalistas y pretendiendo demostrar que “no tenían nada que ver con la matanza”.

Y efectivamente, tan solo del 26 de abril al 18 de mayo, y durante un recorrido diario por la zona de Bahía de Ulloa, la Secretaría de Pesca del gobierno del estado de Baja California Sur, contabilizó la muerte de 151 ejemplares marinos, pero del 19 al 21 de mayo –al cierre de esta edición– otros 21 ejemplares aparecieron muertos sobre el bajamar, lo que elevó a 172 el número de animales muertos.

Durante este lapso ZETA recorrió la zona de desastre ecológico y pudo captar imágenes de decenas de ejemplares marinos muertos, algunas ya marcadas por las autoridades y otras que estaban todavía flotando sobre el agua.

En un radio de 45 kilómetros fueron encontrados flotando y ya sobre la arena, delfines, tortugas, manta rayas, lobos y elefantes marinos y miles de ejemplares de langostilla y de almeja.

En el caso de los mamíferos marinos, no tenían marcas aparentes de redes y anzuelos, como se pudo observar en el resto. La mayoría de los especímenes estaban hinchados y presentaban signos de descomposición.

La zona de Bahía de Ulloa se encuentra localizada desde Laguna de San Ignacio a Bahía Magdalena sobre el océano Pacífico. Es de sobra conocida porque ahí coexisten los emblemáticos santuarios de la ballena gris; los puntos principales de avistamiento son Puerto Adolfo López Mateos y Puerto San Carlos, localizados dentro del complejo lagunar.

Las investigaciones

Las indagatorias sobre esta matanza prácticamente comenzaron el 18 de marzo de 2013 cuando el comité científico investigador del caso, levantó algunas muestras de los cadáveres de animales, mismas que fueron llevadas al laboratorio de ciencias marinas del Cicimar en La Paz.

Los restos de las especies muertas fueron sometidos a un estudio forense. De acuerdo al subdirector del Cicimar y uno de los integrantes del comité, Felipe Neri Melo Barrera, el protocolo de investigación abarcaría una revisión en el ecosistema de la zona para determinar las causas de la mortandad en un tiempo de 3 a 4 meses.

El integrante del comité científico expuso que la investigación partiría de las 5 hipótesis que hasta el momento se tenían consideradas como “lo más viable de lo que puede estar sucediendo en Bahía de Ulloa”.

No obstante, reconoció que “siguen apareciendo especies marinas muertas en la zona”, a pesar de que desde el 26 de abril pasado el sector pesquero sacó lanchas, anzuelos y redes, lo que de entrada –anticipó- “hace más interesante esta investigación”.

— En base a su experiencia y la sintomatología que presentan los cadáveres de las especies marinas ¿podría adelantar algún diagnóstico de lo que puede estar sucediendo?

“Te puedo hablar de un caso mucho muy similar de lo que sucedió en El Salvador en el año 2006. En aquel país, se tuvo un fenómeno altamente parecido a esta mortandad y casualmente estuvo involucrada la tortuga amarilla. Como aquí, allá se responsabilizó a los pescadores ribereños por la causa de la muerte, y entonces el gobierno de El Salvador empujó una investigación para obtener un dictamen en aquel año y lo que encontraron es que las tortugas estaban muriendo más allá de las 50 millas náuticas de su costa, y donde la pesca ribereña no opera, entonces la causa de la muerte era otra y tampoco estaba asociada a la pesca incidental en las redes de pescadores o barcos, y detectan, y hoy lo estamos viviendo aquí, exactamente el mismo síntoma que hemos encontrado en los ejemplares muertos en Bahía de Ulloa que son exoftalmia, enrojecimiento de la piel del tejido y deshidratación severa”.

Durante una entrevista con ZETA, Melo Barrera expuso que detectaron que la causa de la muerte era “la presencia de una toxina altamente paralizante en los cadáveres de las tortugas muertas (sic)”.

“Eso es posible, y quizá la principal hipótesis en esta mortandad de lo que puede estar sucediendo ahorita en Baja California Sur, porque seguramente tiene que ver con una muerte a gran escala que va desde Punta Eugenia hasta Bahía de Ulloa, y lo comento porque desde hace tiempo, investigamos la muerte de abulón y la almeja conocida como mano de león y lo que está teniendo un impacto negativo, sobre todo en la pesquería de la región Pacífico norte”, dijo textualmente.

Lo anterior –según el científico del Cicimar— “podría estar asociado a un cambio en el ambiente, no estrictamente en la pesca incidental, porque el abulón, la langosta y la almeja de mano de león, no caen en las redes y éstos son parte de varios grupos que están muriendo en la zona y no tienen relación con anzuelos o redes de pescadores”.

No descartó la posibilidad de que el cambio climatológico esté provocando una alteración en la flora y generando un mayor número de toxinas o biotoxinas que estén enfermando o matando a las especies marinas e incluso habló de “un escalamiento en la cadena trófica”.

“Es decir, la flora puede contener toxinas y es comida por algunas especies, y aunque para esta especie no puede ser sensible al siguiente eslabón de la cadena o pirámide alimenticia, afecta severamente y es exactamente lo que sucede con la marea roja”, comentó.

— Los ambientalistas hablaron primero de la mortandad de tortuga. Hoy, y después de un recorrido que hicimos en la zona de Bahía de Ulloa, vemos que están apareciendo muertas una serie de especies, como manta rayas, lobos y elefantes marinos y delfines, así como langostillas, almejas y langostas. ¿Cómo podemos tomar esta situación?

“Lo que científicamente te puedo decir es que todas estas mortandades indican un cambio severo en el medio ambiente, más que una incidencia en la captura de pescadores”.

El subdirector del Cicimar, Felipe Neri Melo, dio a conocer que el 28 de mayo próximo se habrá de formalizar la instalación de una comisión investigadora de la mortandad de especies marinas en Bahía de Ulloa y la cual estará integrada por científicos, expertos, representantes del sector pesquero, ambientalistas, así como los titulares de Sagarpa, Semarnat y Secretaría de Pesca del gobierno del estado.

Pero el varamiento de decenas de ejemplares en Bahía de Ulloa no solo podría centrarse en la muerte de ejemplares en la zona, sino también en una corriente de agua oceánica que viaja desde Canadá hacia Estados Unidos y México.

Según la hipótesis del responsable del departamento de Oceanología del Centro de Investigación Científica y de Educación de Ensenada (Cicese), Eduardo González, la corriente conocida como “California” podría haber arrastrado organismos o especies que hayan estado flotando sobre el océano Pacífico en un margen –de la costa al mar— de 50 millas náuticas y depositar todo el arrastre al norte de Bahía Magdalena por la forma geográfica de ese punto en particular.

El científico dijo que la Bahía de Ulloa va de Laguna de San Ignacio hasta Bahía Magdalena y el fenómeno del arrastre sucede con mucha frecuencia, pero es más marcado de febrero a junio de cada año, cuando la corriente de “California” corre de norte a sur y arrastra todo lo que flota en el mar. Incluso a lo largo de esa zona pueden verse tibores, restos de lanchas y de barcos.

Ejemplares muertos en números
Cantidad Especies
134 Tortugas Amarillas
8 Tortugas Negras
2 Tortugas Golfinas
7 Delfines
18 Lobos Marinos
2 Elefantes Marinos
1 Foca

Fuente: Secretaría de Pesca de BCS
(SEMANARIO ZETA BCS/  /

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