jueves, 7 de marzo de 2019

LOS NARCOS NO TIENEN PARTIDO NI COLOR NI CONCIENCIA



ALFONSO DURAZO. Perdido en la soberbia.

Dos semanas después de haber asumido el poder la autoproclamada cuarta transformación, el secretario de Seguridad Pública, Alfonso Durazo, dijo, afirmó, aseguró y hasta presumió, que en 180 días se estarían viendo los resultados en materia de seguridad; que ya se había derramado demasiada sangre, que se había puesto énfasis en la capacidad operativa de las organizaciones del crimen y que ellos se enfocarían en el dinero.

Ya pasó la mitad de ese tiempo fatal que él mismo se puso y hasta dijo, no sin presumir, que al presidente lo respaldaban 30 millones de votos —como si eso fuera garantía para que una estrategia de seguridad funcione.

Había euforia, acababan de asumir el poder y se sentía el secretario en los cuernos de la luna. Estaban en el Encuentro Nacional para la Construcción de Paz y Seguridad y se podía prometer hasta el desvarío. Pero el primer corte de caja fue rojo. Tuvimos más homicidios que en el diciembre anterior. Luego supimos que enero también y ahora que febrero. Es decir, que la violencia en vez de disminuir está creciendo en México; los cárteles de la droga siguen operando sin cesar, traficando al mercado norteamericano y para todo el mundo. Y, lo peor, reforzando sus redes criminales para regentear el mercado interno, que es el que más violencia produce. Crecen en todo el país los delitos del secuestro y la extorsión y las expresiones bélicas de los delincuentes son cada vez más pavorosas (como esa grabación que ellos mismos hicieron de un ataque a un taller mecánico de Guanajuato).

En conclusión, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador no ha resuelto en nada el grave problema de inseguridad que padece el país. Y lo peor, que éste se ha incrementado. La guardia nacional es una solución de mediano y largo plazo, conjuntada con otras acciones. Pero en el corto plazo, que es lo que nos está matando, el gobierno no ha hecho nada distinto de lo que hemos visto durante tres sexenios, al menos. Nada diferente. Por eso los muertos se amontonan en las esquinas y mantienen esa curva en ascenso, macabra y cruel. Los llamados de Andrés Manuel al “amor y paz” puede tocar algunas conciencias, pero no las de los narcos; esos no tienen madre ni color ni partido ni conciencia; los guía el negocio, el dinero, los dividendos y sus herramientas son el terror, la muerte, el soborno. Esta es la realidad, la que se vive y sufre en las calles y la que se refleja en las estadísticas.

Me pregunto qué dirán cuando el tiempo se les vaya acabando. ¿Seis meses? Fue un exabrupto pedante del secretario ¿en qué estaba pensando? ¿No habla esa actitud, en todo caso, de su ignorancia en el tema? Pues si es así que malo. En todo caso sería mejor una postura prudente, ecuánime, más de estadista que de político de banqueta, de esos a los que nos acostumbramos durante décadas de engaños y demagogia. ¿Pues no se trataba de acabar con eso?

No hay un tiempo contado para acabar con la violencia. Ni fechas para que inicie la cuenta regresiva de los homicidios. Todo dependerá de acciones eficaces del gobierno, de la coordinación con los estados, de la depuración de las policías, de la guardia nacional que asoma, de salvar brechas de desigualdad en el país, de oportunidades para los jóvenes. Sí, de todo eso. Pero no hay un tiempo contado ni habrá mientras a las redes criminales no se les combata de frente. Que no haya una bola de facinerosos atacando una casa y grabándose con aquel cinismo como si estuvieran filmando para una serie de NETFLIX. Esto es el colmo. Y si no hay aquí un estado criminal como trasfondo —como sí podía decirse en otros momentos—, lo que sí puede afirmarse es que hay un estado omiso e inepto.

“No somos iguales”, dijo esa vez el secretario sonorense. ¿Dónde escuché esa frase? Pues si no son ojalá que no resulten peores. Porque una cosa es tener buenas intenciones y otra no saber cómo hacer las cosas.

BOLA Y CADENA

HAY QUIENES PIENSAN QUE NO HAY MEJOR POLÍTICA de masas que preocuparse por lo individuos, pero eso no lo han entendido los que ahora nos gobiernan desde la cuarta transformación, cuyo centro de atención son ellos mismos, no la gente a la que deben representar sin distingos de ninguna índole ¿Qué está haciendo el Químico Benítez en Mazatlán, por ejemplo, para esclarecer el caso del joven desaparecido, Luis Roberto Ramírez Sandoval, y que había sido levantado por elementos de la policía municipal en una patrulla oficial? Un gobierno distinto se identificaría con actitudes distintas. Pero parece que aquí no hay ninguna diferencia.

SENTIDO CONTRARIO

DESDE QUE RAÚL ELENES FUE NOMBRADO titular de la Comisión Nacional de Pesca, la dirigencia estatal de Morena quedó acéfala. Entonces no hay un dirigente formal con quien los diputados locales, la militancia, los simpatizantes, puedan compartir esfuerzos, hablar, reñir, reclamar o tomarse la selfie. Otros estados están en la misma situación y el Comité Ejecutivo Nacional del partido ha estado resolviendo casos similares. En la pasada reunión del 19 de febrero, por ejemplo, resolvieron los casos de Puebla —donde habrá elecciones—, Aguascalientes, Durango, Quintana Roo, Tamaulipas, Oaxaca y Veracruz. Y hasta representante del INE se nombró. Sinaloa, al parecer, quedó pendiente para una reunión que se llevaría a cabo este fin de semana. Morena necesita institucionalizar su actividad, por ley y por conveniencia propia. Y es evidente que en Sinaloa, tratándose de línea política, los morenistas no tienen hacia dónde voltear.

HUMO NEGRO

MAZATLÁN HUELE A MEADOS, PERO NO IMPORTA: que la gente disfrute el carnaval y el miércoles expíe sus pecados.

Columna publicada el 3 de marzo de 2019 en la edición 840 del semanario Ríodoce.

(RIODOCE/ISMAEL BOJORQUEZ/ 5 marzo, 2019)

MALAYERBA ILUSTRADA: ANTECEDENTES PENALES


Cuando lo reconocieron fue porque lo tenían a cuarta y quemón. Pum, se escuchó la patada en la puerta. Entraron enfierrados y apuntándoles a todos. Se dirigieron al de dieciocho, un joven flacucho y muy serio. Te vas con nosotros, morro cagado. Él preguntó por qué. La madre preguntó por qué. Los demás hermanos gritaron por qué. Cortaron cartucho y entonces todos callados.

Lo sacaron de ahí mientras lo señalaban, con maldiciones que espinaban cada frase, que había matado a un pesadito y tenían órdenes de arriba. De muy arriba. Hay que detenerlo, vayan por él. Y ahí estaban, subiéndolo a culatazos a la camioneta y respondiendo a la madre búsquelo al rato en los separos de la ministerial.

La madre los correteó en guaraches y se tropezó y mordió el terregal y la polvareda que levantaron aquellos policías en su huida. Allá entre matorrales, lejos de los caminos vecinales, lo encapucharon y golpearon. Sangró por la boca y la nariz. Le cortaron con navajas las piernas y los brazos. Le decían firma, pendejo. Firma. Di que tú fuiste el que mató a fulano. Confiesa hijo de tu rechingada madre.

Hasta que bocabajeado aceptó. Le dieron una pluma y un papel en blanco, con una raya para que firmara. Le dijeron que se aprendiera la versión: lo mataste por celos, porque te quería bajar a la chava, lo citaste con engaños allá, y ahí mismo lo trozaste a plomazos. Balbuceó.

Yo ni novia tengo. Cachetada. Eso vas a decir, cabrón. Entendiste. Balbuceó de nuevo un tenue sí. Lo llevaron a los separos de la policía, luego lo subieron a una sala donde el jefe lo presentó junto con una chava que no conocía. El director dijo que habían detenido al fin a los homicidas de un joven que apareció muerto entre los surcos secos de un frijolar.

Frente a los reporteros, entre flachazos hirientes como dardos de veneno, dijo a todo que sí, que él era, que los celos. Que por eso le había disparado tres veces. Aquí, en el pecho. Y en la cabeza. Apareció su foto en los periódicos: posando, adolorido, con el rostro envejecido y junto a una chava que vio de reojo ese día, en la conferencia de prensa.

De un mes a otro interpuso solicitudes de amparo. Su abogado presentó pruebas a su favor y los dichos de la policía se cayeron como naipes disparados de la mano de un crupier. Salió libre porque así lo dictó el juez. Se supo después que lo habían detenido porque sabían que se estaba entendiendo con el otro bando: estar con el cártel enemigo, el no oficial, es sentencia de gatillo y sin juez.

Dieron con él porque el jefe, el de mero arriba, les había pedido que buscaran un culpable. En los archivos lo encontraron: joven, cercano a los malandrines enemigos, pobre y con antecedentes penales por robo en casa habitación y asalto.

Columna publicada el 3 de marzo de 2019 en la edición 840 del semanario Ríodoce.


(RIODOCE/ JAVIER VALDEZ/ 5 MARZO, 2019)

CELEBRAN EN MAZATLÁN EL TRADICIONAL COMBATE NAVAL



(RIODOCE/ 03 DE MARZO 2019)

PRESO DÁMASO, EL HOMBRE QUE QUISO SUPLIR AL ‘CHAPO’


De policía, Agente del Ministerio Público y Subdirector de Penales… a líder narco

De agente de la Policía Judicial del Estado, Dámaso López Núñez, el Licenciado, pasó a ser uno de los operadores más importantes del Cártel de Sinaloa y a ser considerado posible sucesor de Joaquín el Chapo Guzmán.

Para las autoridades es uno de los hombres más cercano al Chapo y uno de los responsables de la ola de violencia en Baja California Sur y en los municipios de Navolato y Culiacán, en Sinaloa.

El Licenciado estaba incluido en la lista de los 122 objetivos prioritarios del Gobierno Federal y era requerido por una corte de Estados Unidos.

Dámaso fue detenido cuando libraba una sangrienta pugna por el poder con Aureliano Guzmán Loera, el Guano; e Iván Archivaldo y Alfredo Guzmán Salazar, hijos del Chapo; y cuando buscaba aliarse con el Cártel Jalisco Nueva Generación para hacer frente a los Chapitos.

La lucha interna en el cártel ha dejado este año 208 asesinatos en Culiacán y 81 en Navolato. De acuerdo con la Fiscalía General del Estado, la mayoría de las personas asesinadas eran narcomenudistas o punteros.

Desde la sindicatura de Eldorado, López Núñez logró consolidar un grupo fuerte dentro del Cártel de Sinaloa con un  brazo armado, Fuerzas Especiales de Dámaso, comandado por su hijo Dámaso López Serrano, el Mini Lic.

De acuerdo con informes de seguridad, los Dámaso, desarrollaron capacidades propias al abarcar parte importante del brazo operativo del grupo de Sinaloa e incidir en el lavado de dinero y el control de algunas de las plazas importantes de la organización.
Además lo señalan como el encargado de conservar y buscar la relación con autoridades locales, estatales y municipales.

Al Licenciado también lo ubican como el artífice de la fuga del Chapo Guzmán del penal de Puente Grande, en 2001.

Incondicional y compadre del Chapo, con la detención y extradición del líder del Cártel de Sinaloa, el Licenciado empezó a reclamar lo que consideraba ganado y se desató una guerra intestina por el control del grupo.

“La ola de violencia, que está adquiriendo una forma de guerra civil sinaloense, se debe a que los cambios en el grupo dominante de Sinaloa, y específicamente la recaptura de Guzmán, abrieron la oportunidad para que se desataran los demonios tanto internos, como la guerra por territorios entre Archivaldo Guzmán y los Dámaso, y los Beltrán Leyva contra Aureliano Guzmán Loera”, señala un informe del Senado.

En una supuesta carta pública, los Chapitos acusaron a Dámaso de traicionarlos y tenderles una trampa para intentar asesinarlos a ellos y a Ismael el Mayo Zambada, el 4 de febrero pasado.

Los Menores señalaron que junto con el Mayo habían resultado lesionados en esa agresión.

Días después, Dámaso aseguró que no había cometido el ataque y señaló a los Chapitos de ser quienes lo están provocando a él desde hace más de un año.

LA PISTA DEL HACKER

De acuerdo con la Procuraduría General de la República (PGR), desde hace meses se mantenía seguimiento a Dámaso después de que se reunió con un hacker que había contratado, pero éste ya había sido contactado por las autoridades para obtener información del Licenciado.

De esa reunión, el hacker obtuvo un video de López Núñez grabado con dispositivo instalado en su celular.

La madrugada del lunes pasado, la PGR ubicó a Dámaso en un departamento de la avenida Ejército Nacional, en la colonia Nueva Anzures, en la delegación Miguel Hidalgo, de la Ciudad de México.

El Licenciado fue detenido solo y sin que se haya disparado un solo tiro, según la PGR.

De manera simultánea capturaron a Víctor Giovanni González Sepúlveda, alías el Chómpiras, quien formaba parte del primer círculo de confianza y era operador logístico y financiero en la Ciudad de México.

Durante los cateos aseguraron tres armas cortas, una máquina contadora de dinero, teléfonos celulares, dos computadoras portátiles y bolsas con metanfetamina.

El Licenciado tenía orden de aprehensión por delitos de delincuencia organizada girada en febrero de 2016 por el Juez cuarto de Distrito en materia de Procesos Penales Federales en el estado de Jalisco.

Un día después de la detención fue internado en el Centro Federal de Readaptación Social número 9 en Ciudad Juárez, Chihuahua, donde estuvo recluido el Chapo Guzmán antes de ser extraditado a Estados unidos.

Según la PGR, el Licenciado se reuniría con miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación para formar una alianza

ESTADOS UNIDOS LO QUIERE

El Gobierno de Estados Unidos puso la mira en Dámaso López desde el 23 de noviembre de 2011, cuando fue acusado por un gran jurado en la Corte de Alexandria, en Virginia.

Aunque cuenta con una orden de extradición, el Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, dijo que de momento no piensan extraditarlo.

El Licenciado, señaló, cuenta con información “fresca” sobre la logística y finanzas del Cártel de Sinaloa en los últimos meses.

Según medios de comunicación de la Ciudad de México, Dámaso declaró ante las autoridades que prefiere ser extraditado que permanecer en una cárcel mexicana ya que teme ser asesinado.

El Departamento de Justicia lo acusa de conspiración para distribuir cocaína y para cometer lavado de dinero.

De ser encontrado responsable, se enfrenta a una pena máxima de cadena perpetua.

El Gobierno estadounidense señala que el Licenciado obtuvo ganancias de 280 millones de dólares producto de la venta de drogas.

En enero de 2013, el Departamento de la Oficina del Tesoro de Control de Activos Extranjeros prohibió realizar cualquier transacción financiera con Dámaso y congeló sus bienes en ese país al considerarlo responsable del envío de toneladas de narcóticos de México a Estados Unidos.

EL LICENCIADO QUE VENCIÓ A LA PGR

El Licenciado estaba acusado de lavado de dinero desde 2009, pero la PGR falló.

Con un amparo, López Núñez logró revocar la orden de aprehensión que el Juez Primero de Distrito de Procesos Penales Federales había librado en su contra en 2011.

De acuerdo con el expediente de amparo, la PGR lo acusó de operación con recursos de procedencia ilícita y delincuencia organizada, después del decomiso de 5 millones 293 mil 750 dólares en Culiacán.

El dinero estaba en una casa ubicada en la calle Teófilo Noris, a un costado del Edificio Central de la UAS; y que hoy sirve como guardería para los hijos de los trabajadores de la Fiscalía General del Estado.

En el lugar supuestamente había dos hombres armados cuidando pero lograron huir cuando llegaron elementos del 94 Batallón de Infantería.

Dentro del inmueble localizaron una credencial a nombre de Dámaso, una libreta con los nombres de integrantes del cártel, una pistola calibre 38 súper con cachas doradas y piedras, una .9 milímetros, un búho y la leyenda LIC, y una camioneta Chevrolet Avalanche y una Lobo Harley.

En  2012, un Juez de Distrito concedió un amparo a Dámaso, debido a que la PGR no pudo acreditar los delitos por lo que estaba acusado.

El Juez ordenó dejar insubsistente la orden de aprehensión y la fiscalía de la nación presentó un recurso de revisión en el Tribunal Colegiado en Materia Penal del Décimosegundo circuito.

Los magistrados volvieron a dar la razón al Licenciado y ratificaron el amparo que ya había concedido el Juez de Distrito.

DE LA JUDICIAL AL NARCO

Graduado de la Licenciatura en Derecho por la Universidad de Occidente, ingresó a la Procuraduría General de Justicia del Estado en 1991, ahí fue agente de la Policía Judicial y agente del Ministerio Público.

En 1998 ingresó a la Dirección General de Prevención y Readaptación Social, donde fue subdirector de seguridad en el penal federal de Morelos.

Para ingresar a trabajar al Gobierno Federal, López Núñez presentó dos cartas de recomendación, una de ellas firmada por el entonces Secretario General de Gobierno, Francisco Frías Castro, candidato independiente a la gubernatura en el proceso electoral pasado.

Después, Dámaso llegó al penal de Puente Grande en Jalisco, donde orquestó la primera fuga del Chapo Guzmán, en 2001.

En el Centro Federal de Readaptación Social número 2  fue señalado de vender privilegios, permitir el ingreso de drogas, alcohol, prostitutas y objetos no permitidos.

Dámaso presentó su renuncia a la subdirección de seguridad a finales del año 2000 y en enero de 2001 ocurrió la fuga que ya había planeado.

Quince años después era considerado uno de los principales operadores del Cártel de Sinaloa y uno los posibles sucesores del Chapo.

DÁMASO Y LA ESCUELA DEL GRAN DADOR

 Cada navidad y día de las madres, una fiesta. Cada día del niño o aniversario de la comunidad en Eldorado y esa región cercana que pertenece al Valle de San Lorenzo, una fiesta. Y en grande: la banda, los chirrines, el cantante Napoleón y la banda El Recodo, Los Tucanes de Tijuana y Julión Álvarez.

La gente recuerda a Dámaso López Núñez, el Lic o el Licenciado, por esa generosidad propia de los capos viejos. En las pachangas había comida, dulces para los niños, regalos para las madres. Y música, mucha música y bebidas. En esas sí participaba su hijo, el mayor, llamado el Minilic, Dámaso López Serrano, de quien se dice es bueno para el cotorreo pero no para los negocios. Solo bebe las mieles que siembra y cosecha —o cosechaba— su padre.

El Minilic, narco de corridos por encargo y pistolero de utilería y de fin de semana, fue ubicado por agencias gubernamentales de Estados Unidos, como la Antidrogas (DEA), como posible sucesor de Joaquín Guzmán Loera, el Chapo. Lejos de la realidad, de las grandes operaciones de dólares y drogas, el junior se mueve con al menos veinte pistoleros, todos ellos con armas largas.

A él le gusta mostrar una que tiene cachas de oro e incrustaciones. Sabe de camionetas de lujo y de paseos y huateques. Su padre y su familia nacieron en Portaceli, una de las comunidades más grandes de la región, tienen negocios en la agricultura local y prácticamente todos los salones de fiestas. Nada qué ver con el capo en ciernes, el sucesor del Chapo o de su padre. Nada.

“Cuando hablan de él, es por las fiestas o por el cotorreo. Antes venía con su gente para acá, para los pueblos, pero ahora que se puso feo ya no vienen. Él solo anda en fiestas y gasta lo de su papá, pero no se dice que haga trabajos de esos, de los narcos. Nada de eso”, afirmó uno de los habitantes del Valle de San Lorenzo, quien por seguridad pidió el anonimato.

Muchos saben que ya no está aquí, que por órdenes del Licenciado, mucho antes de que fuera detenido, fue sacado de la región o quizá del estado o tal vez del país.

“No lo vemos como alguien que puede ocupar la posición de jefe, como su padre. Él anda de paseo”, manifestó otro.

Uno de sus hermanos menores juega futbol. Dámaso López lo ha respaldado a él y a sus compañeros de equipo para que tengan uniforme, balones y otros aditamentos. No son los únicos que reciben su apoyo para participar en competencias deportivas.

Pero la fiesta es la fiesta. Y ahí no escatimaron. Toda la noche y hasta la madrugada: derroche de baile, música y bebida, asistencia indiscriminada, regalos para los niños y las madres festejadas. Dámaso, el Lic o el Licenciado, no asiste siempre a estas pachangas. Pero en diciembre sí estuvo y fueron en grande y para muchos. A los vecinos y asistentes se les hizo raro que él acudiera. Ahora, con nostalgia, aseguran que algo presentía y que este diciembre fue su despedida.

“En diciembre comentamos que quizá ya sabía o presentía que le quedaba poco tiempo de libertad, porque hizo muchas fiestas y con grandes artistas y siempre estuvo él, cosa que antes no hacía”.

De las fiestas ahora solo queda el recuerdo. Y la añoranza. Viene el 10 de Mayo, Día de las Madres, y no habrá quien, en medio de la guerra entre dámasos y chapitos, les lleve comida, música y regalos. Nadie sabe si los caminos seguirán desolados o habitados por epitafios como cardos y retenes de civiles empecherados y militares blindados.

HERMANO DEL CHAPO, LIBRE TRAS CUMPLIR CONDENA

Miguel Ángel Guzmán Loera, hermano de Joaquín el Chapo Guzmán, salió libre este fin de semana del penal de máxima seguridad del Altiplano, tras haber cumplido la totalidad de una pena de más de 11 años de prisión.

El Mudo, como era conocido Miguel Ángel Guzmán, de 49 años, fue detenido en 2005 en Culiacán, Sinaloa y condenado a 15 años de prisión, acusado de lavado de dinero; sin embargo, gracias a que interpuso un amparo, su sentencia se redujo a 11 años, cuatro meses y 11 días en prisión.

Los hermanos Guzmán Loera, Joaquín y Miguel Ángel, coincidieron en ese penal cuando el Chapo fue detenido en febrero de 2014, hasta que el ex líder del Cártel de Sinaloa se fugó del penal en julio de 2015 a través de un túnel de kilómetro y medio.

Tras la fuga, autoridades ordenaron el traslado de varios internos del Altiplano, entre ellos distintos exjefes del narcotráfico, a distintos penales del país; por lo que Miguel Ángel Guzmán Loera fue enviado a Oaxaca, pero tras un amparo logró regresar al Altiplano, donde cumplió su condena.

El hermano del Chapo intentó obtener su libertad anticipada ya que no estaba acusado de delincuencia organizada, pero la justicia federal se la negó.

(RIODOCE/ ALEJANDRO MONJARDÍN / JAVIER VALDEZ/ EN 8 MAYO, 2017)

CON ASESINATO DE HERMANO DEL ‘LICENCIADO’, EXTERMINAN AL CLAN DÁMASO



Adolfo López Núñez, asesinado en Quilá, era el único del clan de Los Dámaso que estaba en libertad. En menos de dos años, todos quedaron detenidos o muertos.

Sus hermanos Dámaso y Álvaro, y su sobrino Dámaso López Serrano, están presos en Estados Unidos; y su cuñado, el ex síndico y ex regidor Luis Fernando Gaxiola Noriega, fue asesinado.

Adolfo, hermano del Licenciado y tío del Minilic, fue asesinado la noche del domingo 24, en la sindicatura de Quilá.

Los tres hermanos López Núñez eran los hijos varones de Dámaso López García, quien fue electo síndico de Eldorado en 2007 y en 2008 murió de un infarto.

Desde entonces, la Procuraduría General de la República (PGR) empezó operativos contra Los Dámaso.

En 2008, catearon y aseguraron propiedades de López García en la sindicatura de Eldorado; y en Culiacán una casa con 5 millones de dólares del Licenciado.

En 2015, Adolfo sintió que la PGR le pisaba los talones.

Tras una serie de operativos realizados en febrero de ese año en Eldorado, promovió un amparo contra una orden de aprehensión que no existía.

Adolfo reclamaba que lo estaban persiguiendo y acosaban a su familia y que él no se dedicaba a actividades ilícitas.

Se quejó de la integración de una o varias averiguaciones previas penales federales en su contra por delitos que desconocía y con imputaciones criminales que ignoraba, pues nunca lo citaron formalmente a declarar, por lo que no se le permitió ofrecer y desahogar pruebas a su favor.

Señaló que ignoraba el número de expediente de las indagatorias iniciadas por autoridades de procuración de justicia.

“Reclamo la ‘investigación’ fuera de todo procedimiento judicial y en usurpación de funciones, así como en exceso de sus atribuciones, de mi persona, mi familia, derechos y posesiones, estableciendo puntos de observación y vigilancia en los lugares en donde supuestamente se aduce yo me pueda encontrar, interrogando a las personas que circulan por la vía pública sobre mí, amenazando dicho personal mi derecho a tener una vida digna”, señaló.

La queja advierte: “No obstante que el suscrito no he cometido delito alguno, no teniendo ningún antecedente penal, ya se me tachó como delincuente lo que ha propiciado que no pueda estar en ningún lugar por temor a ser detenido, torturado, levantado, incomunicado, ausente de mi familia y amigos al temer que en contra de ellos también se de represalias”.

Los jueces federales y la PGR respondieron que no había ninguna orden de aprehensión en su contra.

En ese entonces, sus hermanos y sobrino ya tenían orden de aprehensión.

Informes militares ubicaban a Adolfo como uno de los hombres cercanos a su hermano Dámaso. Incluso daban cuenta de una detención en los Estados Unidos.

A principios de los 90, junto con Dámaso, formó parte de la entonces Policía Judicial del Estado.

Sus hermanos, Dámaso y Álvaro; y su sobrino apodado el Minilic, fueron detenidos y su cuñado asesinado en 2017.

El primero en caer fue Dámaso capturado en mayo de ese año en la colonia Anzures, en la Ciudad de México; y extraditado a Estados Unidos en 2018.

Un mes después, privaron de la libertad y asesinaron a su cuñado Luis Fernando, en la colonia Antorchista, en Culiacán.

En julio el Minilic se entregó de manera voluntaria a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, en la garita de Calexico, California.

En septiembre arrestaron a Álvaro en el puente fronterizo de Nogales, Arizona, cuando pretendía solicitar asilo político en Estados Unidos.

Durante ese año, los Dámaso libraban un pleito con los hijos del Chapo Guzmán por el control del Cártel de Sinaloa, tras la extradición del Chapo.

La noche del domingo pasado, hombres armados irrumpieron en la casa de Adolfo, en la sindicatura de Quilá y lo asesinaron.

De acuerdo con la Policía Investigadora del Estado, Adolfo intentó escapar pero los sicarios dispararon y cayó muerto.

Apenas en enero pasado, su hermano Dámaso declaró contra el Chapo Guzmán durante el juicio en la Corte de Brooklyn.

El Licenciado había sido sentenciado a cadena perpetua y a un embargo con valor de 25 millones de dólares en septiembre de 2018.

Artículo publicado el 3 de marzo de 2019 en la edición 840 del semanario Ríodoce.

(RIODOCE/REDACCION/ 5 MARZO, 2019)

RECUPERAMOS SANTA ROSA DE LIMA SIN UN SÓLO DISPARO; CONSTRUIREMOS ACADEMIA POLICIAL: GOBERNADOR DE GUANAJUATO



Diego Sinhue Rodríguez Vallejo mencionó que dos sobrinos del alcalde de Villagrán tienen órdenes de aprehensión por parte de la Federación por ser operadores del grupo delincuencial.

El gobierno de Guanajuato, con el apoyo de instituciones federales, ha logrado recuperar la comunidad de Santa Rosa de Lima, que era controlada por un grupo criminal, sin disparar una sola bala, afirmó el gobernador de ese estado, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo.

“Un operativo muy limpio, en el que no ha habido disparos, no ha habido heridos, ni una sola persona lesionada; se está actuando conforme a derecho”, dijo.

En entrevista para #AristeguiEnvivo, el mandatario comentó que “se ha concretado la recuperación de un territorio a través de la restitución del Estado de Derecho en Guanajuato”.

“Es un operativo en conjunto que hacen las fuerzas del estado, la Agencia de la Investigación de la Fiscalía y la Marina. Con el apoyo de la Fiscalía General de la República y de la Gendarmería logramos ingresar el domingo a las doce de la noche, entramos a esta comunidad más de mil elementos y hasta ahora no ha acabado el operativo, porque no sólo incluye la toma del territorio, sino la desarticulación de la banda completa. Incluye cateos, órdenes de aprehensión que se han ido ejecutando y vamos poco a poco recuperando”, destacó.

Explicó que el Cártel de Santa Rosa obtiene la mayor parte de sus ingresos ilegales a través del robo de combustible, pero luego de que en diciembre pasado el Gobierno Federal empezó a cerrar los ductos, sus integrantes empezaron a dedicarse a otras actividades como el robo de vehículos y el secuestro.

Sin embargo, dio a conocer que desde hace cinco meses, cuando tomó protesta como gobernador, su equipo instaló un centro de inteligencia para vigilar a ese grupo delincuencial, y en diciembre pasado, le pidió al presidente Andrés Manuel López Obrador que no retirara a la Marina de Guanajuato.


Foto: Cuartoscuro

“Empezamos el programa de inteligencia con la Unidad de Inteligencia Naval y empezamos a hacer un trabajo que lleva tiempo, un par de meses, de seguimiento, de escucha, de estar visualizando con drones el movimiento de los grupos criminales y al cabo de un par de meses, entre enero y febrero, se toma la decisión de ingresar”, porque empiezan a diversificar sus fuentes de ingreso con la comisión de otros delitos que impactaban directamente a la ciudadanía, expuso.

Derivado del operativo, Rodríguez Vallejo dio a conocer que se han liberado a seis personas que estaban secuestradas, se han recuperado más de veinte vehículos, se han decomisado armas largas y cortas, así como drogas que comerciaba el grupo criminal.

Asimismo, resaltó que entre las siete personas que han sido detenidas, se logró la captura de “La Chola”, quien fungía como operadora financiera del cártel, se dedicaba al trasiego de drogas e instigaba los incendios de vehículos en las zona para evitar la entrada de las fuerzas policíacas.

El gobernador confirmó que durante los cateos también se han detectado túneles, por donde pudieron escapar los delincuentes.

“Están conectados con varias propiedades, ahorita están los peritos en las casas cateadas haciendo los levantamientos y esperemos pronto dar a conocer imágenes al público en general de todo lo que ha ido encontrando. Queremos mandar un mensaje muy fuerte de que en Guanajuato no les vamos a ceder un centímetro de territorio a los grupos delincuenciales“, anotó.


Foto: Cuartoscuro

Sobre el ataque a la representación de la Fiscalía General de la República en Guanajuato, informó que el pasado miércoles, desde un vehículo en marcha, hombres armados dispararon hacia las oficinas sin que se reportaran personas lesionadas.

De acuerdo con el mandatario, el ataque a las instalaciones de la FGR Guanajuato tuvo la intención de evitar la permanencia de las Fuerzas Armadas, ya que hay evidencia de que en ocasiones anteriores el cártel repartía sobres de dinero a un grupo de personas para que se manifestaran en contra de las autoridades y quemaran vehículos en la vía pública.

“Los criminales buscan distraer la atención de estos operativos con acciones fuera de esta zona (Santa Rosa), por eso, estos disparos y la quema de vehículos en la carretera Celaya-Juventino Rosas, tratando de que salgamos de ese territorio“, precisó.

Sin embargo, el gobernador aclaró que su gobierno va por una recuperación total del territorio.

Incluso anticipó que destinará 120 millones de pesos para construir un instituto de formación de policías estatales, en esa localidad.

“La academia estatal de policías la vamos a incrustar justamente ahí en Santa Rosa con un éxito permanente, donde habrá establecidos dormitorios, base de operación y hasta escuela. Queremos hacerlo un símbolo de lo que es una recuperación del territorio del estado. Evidentemente vendrá acompañado de la reconstrucción del tejido social, de infraestructura, servicios, iluminación y apoyos a la comunidad”, agregó.

Sobre Juan Lara Mendoza, presidente municipal de Villagrán, Guanajuato, Rodríguez Vallejo mencionó que “ha salido a la luz que tiene dos sobrinos con una orden de aprehensión por parte de la Federación y que son operadores del grupo delincuencial, de apellido Lara”.



A continuación la entrevista completa:


(ARISTEGUI NOTICIAS/ REDACCIÓN AN / GV/MARZO 7, 2019 12:40 PM)

24 PISOS



Fotos: Internet

Es un enorme edificio. Viéndolo desde enfrente uno cuenta dos, tres y hasta 24 pisos. Está a tres cuadras de “La Placita”. Conocido así el corazón de San Diego, California. Frente al esplendoroso Horton Plaza repleto de las mejores tiendas norteamericanas e internacionales. Cruzando la calle Broadway el histórico hotel U.S. Grant. Muy cerquita Gas Lamp Quarter. Simpática mezcla de bares, discotecas y restaurante de categoría. Uno tras otro en varias manzanas. Cada fin de semana es jolgorio sin escándalo. A cuatro cuadras esa legendaria estación del ferrocarril Santa Fe. No muy lejos el nuevo estadio de béisbol Petco Park. La bahía enseguidita. Aparte una bola de rascacielos, titipuchal de oficinas, bancos y más hoteles. También el solemne, impresionante tribunal. Frontispicio de partenón pero edificio majestuoso. Sobre la misma acera terminal del tranvía. En auto bastan cinco minutos y ya está en el aeropuerto. O si quiere, sobre la autopista a Los Ángeles. Así por tierra y aire conexión a cualquier parte de Estados Unidos o del mundo. Total. El edificio de 24 pisos está en el mero centro de la ciudad. Son menos peatones y más automovilistas pasando por enfrente. No hay quien se quede a bobear. Tan enorme construcción de color café claro no tiene ventanas. Apenas unas rendijitas horizontales en cada piso. Anchor no más de cinco pulgadas. Grueso plástico. Irrompible.

Sandieguinos y muchos tijuanenses lo saben. Pero quien visita por vez primera esa ciudad ni se imagina. Es la cárcel. En inglés llamada San Diego Metropolitan Correctional Center. No hay policías rodeando el edificio. Ni encapuchados al frente. Ningún anuncio en las cercanías previendo de tal prisión. Tampoco está cerrada la calle para peatones o automovilistas. Ni siquiera patrulleros rondando en esquinas próximas. Cero alambradas de púas. De noche tiene iluminación normal. No aparatosos reflectores. El edificio es para durar. Ya tiene más de 25 años. Cuando lo construyeron no hubo protestas de los vecinos. Se les informó que sería prisión y no les molestaría. Por eso no hubo rechazo de comerciantes, empresarios, ciudadanos o partidos políticos. Tampoco manifiestos en los periódicos con “los abajo firmantes”. Luego ya funcionando, jamás una manifestación por alguien encarcelado. Cero amenazas de bombas o fugas. Harta tranquilidad.

El interior ni me lo imaginaba. Sólo una reja a la entrada. No hay celdas. Nada de barrotes. Son cuartos simples. Puerta con solo un visor. Cama, sábanas, cobertor y ropa limpia. Lavabo y baño. Buena comida. Cada nivel ocupa el espacio de dos pisos. Ocho para reos. Uno destinado a prisioneras y administración ocupa el resto. Esta es una prisión exclusivamente para procesados. Le caben hasta mil. Ningún sentenciado. Cuando alguien es detenido lo llevan al tribunal por un túnel. Está a dos cuadras más o menos. Zigzaguean. Los reos no ven la calle. Permanecen hasta terminar su proceso. Tres a cuatro o cinco meses. Fijada la sentencia inmediatamente son enviados a la prisión de San Bernardino en el norte californiano. Allí duran pocos meses. Forzosamente siguen al penal de Oklahoma. Igual tiempo. Luego cada dos o tres años a diferente prisión. Ni siquiera les avisan cuando el traslado. A veces en avión o autobús según la distancia. Pocos cumplen su sentencia en la misma cárcel. El movimiento tiene sus razones. Primero: Para no hacer amistad con los guardias. Segundo: Evitan grupos de poder entre reos. Tercero: Les dificultan estar recibiendo visitas de amigos y familiares. Sentenciados ya ni abogados les visitan. No tiene caso.

Pero supe de muchas de las prisiones donde se la pasan muy bien. Canchas de fútbol o tenis. Billares. Ping-pong. Gimnasio. Cine. Televisión. Maquinitas para comprar dulces, chocolates o sodas. En algunas penitenciarias hay venta de hamburguesas. Ropa limpia. Y hasta alimentación especial para diabéticos o con otras enfermedades. Platiqué con un amigo conocedor de todo esto. Me dijo: “Hay cárceles donde los internos dicen que las rejas son para evitar entrar a la gente de afuera”. Comentó cómo se la pasan muy bien allí. Lo único malo es no poder ver a los familiares si viven lejos de la frontera, o no tienen dinero para viajar. Pero me contó de prisioneros cuando recobran su libertad. Saliendo cometen otro delito. “No por maldad, de veras, es que viven mejor en la prisión y gratis.

Imagínese que construyeran en México cárceles como la de San Diego. En Almoloya cabrían por lo menos 10 con estacionamiento y juzgados. Cupo para 10 mil reos. Pero solamente funcionarían con un buen sistema de justicia. Que no sea tardado ni lleno de embrollos y papelería. En Estados Unidos no permiten periodistas con cámaras en los tribunales. Y ni siquiera la televisión transmite imágenes cuando los internan. Nunca he visto abogados en California litigando en la prensa cómo los de México. Tampoco juzgados retacados con cerros de papeles. Gasto inútil. Alimento para la burocracia. Tampoco hay procesados revueltos con sentenciados. Ni presos con teléfonos celulares y abogados todos los días.

En México estamos al revés. Fíjese nada más este sexenio. Se ha gastado más en instalaciones lujosas para las procuradurías y menos para construir penales. Hartos millones a cuerpos policíacos. Compra de equipo. Hasta aviones de pasajeros segundaclaseros. Un comparativo con Estados Unidos da tristeza. Es inexplicable. Me ha tocado ver de cerca los sistemas de uno y otro país. Por eso estoy seguro: Cuando en México el aparato de la justicia tenga recursos funcionará. Entonces habrá menos reos y mejores cárceles. Ahora cualquier juzgado está retacado de expedientes atrasados. Por eso tanto reo. Nada más un ejemplo: Hace dos años y medio capturaron a Benjamín Arellano y todavía no lo sentencian. Como él muchos. Y así de atrasados están nuestros cuerpos de vigilancia. Impreparados. Cualquier grupo de maleantes organizados llegan y se llevan a los presos. Seguimos teniendo la costumbre de mantener prisioneros en un sólo penal para procesarlos con quienes están cumpliendo sentencia. Los grupos de poder en las penitenciarias son tremendos. Me imagino próximos escándalos y grandes problemas. De veras.

Tomado de la colección Dobleplana de Jesús Blancornelas, publicado por última vez en noviembre de 2004.

(SEMANARIO ZETA/ DOBLEPLANA/  JESÚS BLANCORNELAS/ LUNES, 4 MARZO, 2019 12:00 PM)



EL DESCUIDO




Fotos: Internet
 
En Baja California, Sinaloa, Ciudad Juárez, Nuevo Laredo, Guadalajara y Distrito Federal, hay cientos de ejecuciones cada año. Casi todas conectadas con el narcotráfico. Una doble llamó sobrado interés de periodistas, ciudadanos y policías. Sucedió el lunes 23 de agosto, cuatro horas antes de la medianoche y 1999 para ser precisos.

Los cadáveres estaban en moderna camioneta Expedition. Quedó con el motor apagado y las llaves en el encendido entre las calles Jesús Sansón Flores y Colombia de la Colonia Cuauhtémoc. Cuando llegó la policía, un hombre estaba inanimado al volante. Tenía un rifle R-15 sobre los muslos. La otra víctima en el asiento trasero del lado contrario al chofer, traía una pistola casi nueva. Al primero le dispararon hasta cinco veces y a no más de diez centímetros. Directo a la cabeza. El segundo tenía huellas de catorce impactos. Todos de pistola calibre nueve milímetros. También muy de cerca.

Me imagino por lo menos a dos como los ejecutores. Y a otros tantos esperando en un vehículo en marcha. De lo que sí no tengo duda: Asesinos y víctimas se conocían. Por la forma del ajusticiamiento y hasta donde pude enterarme, no fue violenta. Mi hipótesis es que sucedió mientras platicaban. Se citaron en tal lugar, o fueron allí de acuerdo cada cual en su auto. El hombre al volante era Teniente Coronel. Tenía una tarea harto especial: Cuidar en Mexicali la residencia particular del entonces Presidente de la República, Doctor Ernesto Zedillo.

Se llamaba Rafael Ramírez Mogobrejo y tenía 41 años. Conducía la Expedition. Su compañero en desgracia era Arciel Acuña Varela. Recién rebasó los 26 años y sus andanzas eran como la de muchos jóvenes con avaricia: Aspirantes a Policía Judicial Federal. “Aspirinas” o “madrinas” les apodan. Traían equipaje en la camioneta. Las etiquetas de la línea aérea abrieron la puerta para investigar.

Uno salió del Distrito Federal. Otro de Guadalajara. Llegaron el mismo día a Tijuana. Tres antes de su ejecución. Se trasladaron por tierra a Mexicali. Debieron utilizar el mismo vehículo donde fueron asesinados. Pero la policía no dijo dónde lo abordaron. Me imagino que en el estacionamiento del aeropuerto internacional “Abelardo L. Rodríguez” de Tijuana.

No hay una referencia si este punto fue verificado. Pero sí algo tan significativo como sospechoso. La PGR y la estatal suspendieron la investigación. Al fin parte de la misma mafia, agentes de la policía estatal los identificaron: Asociados del Cártel Arellano Félix. Pero la suya no fue una información oficial. Simplemente “filtraron” la noticia a los periodistas. En lo personal creo que recibieron órdenes de la misma mafia para difundir su personalidad. Es una forma tradicional de reconocer convenencieramente las bajas. Pero también luz verde a los policías para investigar por su cuenta, mas no oficialmente, quiénes fueron los ejecutores. La regla es darles el mismo trato que dieron.

Curiosamente la policía no examinó los proyectiles. Tampoco los comparó para verificar si eran de una sola o dos pistolas. Jamás fueron paraleladas con otras ejecuciones de Sinaloa, Guadalajara, Juárez, Nuevo Laredo o el Distrito Federal. En cambio, alguien o algunos policías “les dieron la exclusiva” a la sorda a varios periodistas. Por lo menos el militar tomó parte en la matanza de marzo tres del 94 en Tijuana. Aquella cuando unos agentes estatales protegían a Benjamín Arellano Félix y otros federales a “El Mayo” Zambada. Sus convoyes de modernas suburbans se cruzaron en una calle muy concurrida, cerca de dos centros comerciales apenas anocheciendo. Fue un encuentro casual pero trágico.

Varios policías murieron. Naturalmente se salvaron los capos. Fotografías periodísticas mostraron cuando los del Estado alejaron del lugar al hermano menor de los Arellano. Uno de ellos sigue libre. Otro fue procesado. A los pocos meses de abandonar la prisión alguien se dio cuenta: Estaba muerto en su oscuro y destartalado departamento. Nunca se supo por qué. “Oficialmente”, un ataque al corazón.

El militar y su acompañante ejecutados aquel 23 de agosto del 99, fueron indudablemente convocados por los Arellano para reforzar la plaza de Mexicali. No para movilizar la droga. Allí se recibían constantes y grandes cargamentos de marihuana tapatía y michoacana. Esto no agradó a Gilberto Higuera “El Gilillo”, comisionado anteriormente para eso. No tenía las grandes habilidades de su hermano Ismael “El Mayel”. Operaba entre San Luis Río Colorado, la frontera noroeste sonorense con el noreste bajacaliforniano. Apenas a unos cincuenta kilómetros de Mexicali, antesala para el enorme contrabando de droga a Estados Unidos. Lo hacía no con la efectividad de su hermano y contrario a él, actuaba violentamente.

No tengo una referencia exacta si es adicto o no, pero le gustaba mucho divertirse a la vista de todos en los cabarets de San Luis Río Colorado. A Mexicali se movía muy protegido y casi siempre por algunos policías estatales. Casi ya no va. Ahora se sabe que “El Gilillo” es el principal sospechoso y casi seguro autor intelectual y/o material de este doble crimen. Que actuó por celos y en reclamo de su jerarquía en la familia mafiosa. Su problema fue tomar una decisión sin antes consultar a sus jefes. La suya fue una figuración. A contraparte pudiera existir la suposición confirmando la presencia del militar y su compañía para desplazar a “El Gilillo”. Pero la lógica apunta diferente: Un militar comisionado para cuidar la casa del Presidente, no podría estarse moviendo continuamente y atender la recepción y el despacho de la droga.

Pero en realidad, “El Gilillo” bajo esta sospecha que casi se confirma, queda en una posición difícil. Se “brincó” las órdenes de sus jefes. No los consultó. Tampoco les informó. Y las deslealtades solamente se justifican con la muerte. De paso, Ismael Higuera alteró los planes del Cártel Arellano Félix. Meses después de haber asesinado al militar y su compañía, siguió como si nada. Entonces tomó mucha confianza para movilizarse en Mexicali y San Luis Río Colorado, teniendo a las policías de su lado. Lo que nunca esperó sucedió: Policías judiciales federales militares lo estuvieron persiguiendo. Casi lo capturan. Se les escapó por la infortunada aparición de una patrulla municipal. Puso el alto a los miembros del Ejército. Encubiertos, les parecieron sospechosos.

Mientras los oficiales se identificaban, “El Gilillo” tomó ventaja. Pero con todo y eso lograron darle alcance al vehículo, cuando quedó inmóvil en un gran amontonamiento de tierra. Higuera bajó corriendo y se escapó. Pero su acompañante, drogado, también quiso hacerlo pero no pudo mantenerse en pie y por eso no correr. La detención de ese hombre provocó la de otros cinco. El cateo y confiscación de casas. Algunos vehículos blindados. Entre ellos varios de lujo. Aparte, dos millones de dólares escondidos en la casa de un funcionario del gobierno estatal panista. Y de allí se fue desmadejando una serie de grupitos asociados con los Arellano. Incluidos algunos mafiosos en el Distrito Federal.

Para infortunio de “El Gilillo” hubo entre esos detenidos dos que prefirieron ser testigos protegidos y no huéspedes de La Palma. No hay necesidad de preguntar a la autoridad para saberlo: Están dando muchos datos para capturar grandes decomisos de droga, traficantes y posiblemente hasta las cabezas del Cártel Arellano Félix. El pronóstico es uno y claro: Habrá más detenciones y ejecuciones en Tijuana, Guadalajara y el Distrito Federal.

Tomado de la colección “Dobleplana” de Jesús Blancornelas, publicado por última vez en agosto de 2002.


(SEMANARIO ZETA/DOBLE PLANA / JESÚS BLANCORNELAS /LUNES, 11 FEBRERO, 2019 12:00 PM)

HACE UN AÑO



Fotos: Internet/Joaquín "El Chapo" Guzmán

Joaquín Guzmán Loera “El Chapo”, estuvo en Puebla. Luego pasó un tiempo al sur de Veracruz. Supe de sus andanzas en un ranchito de Colima. Pisa-y-corre a Sinaloa entre ir y venir. En fin, lo cuento no porque lo ande siguiendo. Ya quisiera entrevistarlo. Pero de veras, casuales pero muy serios informantes me envían correos electrónicos. Rápidamente comunican cuándo lo vieron. Nunca arrastrando la angustia del perseguido. Ni siquiera queriendo esconderse. Tampoco misterioso. Cero fatiga. Siempre bien limpiecito. Buena ropa. Nada de trajeado. Casual. Fino. Clásica Versage o Giorgio Armani. Los informes recibidos de cada lugar armonizan en dos puntos: Uno, fue visto bajar o subir a una Suburban color vino con capacete negro. Naturalmente, vidrios polarizados. Y dos, siempre acompañado de una treintañera de muy, pero muy buen cuerpo y chula, chulísima. Maquillaje sin caer en la exageración. Pelirrubia. Vestido elegante. Tantean, de buena marca. Me dijeron que no llega a lo ceñido ni estrafalario para resaltar sus hechuras.

Este próximo 15 de junio es notable en la historia gubernamental, policíaca y mafiosa. Hace un año visitó la República de El Salvador el Presidente Vicente Fox. Lo acompañó el Licenciado Adolfo Aguilar Zínzer, entonces Consejero de Seguridad Nacional y antes del Ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, en su campaña presidencial. Como quien dice, tan convenenciero que si no era con Chana fue con Juana.

Era viernes. En uno de esos reposos a veces valor entendido, los periodistas rodearon al señor Zínzer. Con mucho protagonismo y poca sinceridad declaró: “Hay una investigación de fondo, muy detallada, a cargo de la Procuraduría, para llevar a cabo la detención de ‘El Chapo’”. Ni siquiera mencionó su nombre.

Estaba rodeado por la magia de las grabadoras y micrófonos. Recargadas en sus hombros. Pegadas al anguloso rostro. Cerquita de los oídos. Encima los reflectores de video y fotos. Debió sentirse lo máximo. Así, muy muy, soltó una frase refiriéndose a los funcionarios de la Procuraduría: “Estaban cerca de atraparlo…” Ya encarrerado subió enseguida el tono de voz corrigiendo: “¡Están cerca de atraparlo!”. Nada de pronunciar el nombre del Procurador Rafael Macedo de la Concha. Por lo menos de cortesía.

Semanas antes el Presidente de la República declaró casi lo mismo. Tal vez le salió lo eufórico cuando el Ejército Mexicano detuvo al ex-gobernador Mario Villanueva Madrid en Quintana Roo. Seguramente pensó “¡Sigue ‘El Chapo’ Guzmán”. Y entonces, como antes con Cuauhtémoc, Zínzer le hizo segunda a Vicente Fox.

Seguramente Joaquín Guzmán Loera supo de tales declaraciones. No me consta. Pero imagino que ni las tomó en serio. Debió soltar una risilla cuando vio la prensa o al señor Aguilar Zínzer en la televisión. Tal vez pensó “…cuando se me aparezcan los militares o anden cerca, entonces voy de ‘volada’ a confesarme y arrepentirme del mal hecho para no morir en pecado mortal”. Porque eso sí, es muy católico. No tanto como para ir a la Nunciatura Apostólica. Me contaron que “El Chapo” tiene más amigos sacerdotes en Sinaloa y no precisamente por darles buenas como Ramón y Benjamín en Baja California.

Antes de ser apresado en 1993, ya tenía bien medidos y sobornados a los policías. Ahora con mayor razón luego de fugarse en 2001 de Puente Grande. Por más faramalla en la Procuraduría es harto sabido: Solamente Francisco Javier Camberos “El Chito” le ayudó a escapar. Era empleado del penal. Afuera le esperó su hijo en un Volkswagen usado y los dos se fueron sin escolta ni convoy. Eso ridiculizó a las autoridades del penal primero y a la PGR después, que para lavarse las manos detuvo a 59 empleados penitenciarios inocentes. Se gastó un dineral transportándolos desde Guadalajara hasta el Distrito Federal. Otra gran billetiza arraigándolos y alimentándolos en un hotel cercano a la Procuraduría. Sus familiares hicieron el mismo viaje y contrataron abogados. Les costó una notable cantidad. Estuvieron cerca de ellos. Mientras, la PGR se zambutió en el ridículo. En lugar de organizar una efectiva persecución, embarraron a los empleados. Estoy seguro, todos ignoraban cómo un modesto empleado fue tan osado para sacar de la prisión a “El Chapo”. Joaquín se quedó pasmado cuando “El Chito” le dijo más o menos “…ahora o nunca”. Y al mafioso no le quedó más.

Ocho años se la pasó prisionero Guzmán Loera. Primero en Almoloya. Mucha vigilancia y pocas libertades. Pero actuó con inteligencia y prudencia. Logró su traslado a Puente Grande. Primero, para vivir mejor. Y segundo, con libertad para comprar su salida por las buenas o las malas. Tampoco corrió prisa en Guadalajara. Tuvo de todo. Mujeres con amor del bueno, comida casera y no del “rancho” inapetecible de la prisión. Ropa y tranquilidad.

“El Chapo” no se escapó por maldad. Estaba confiado en ser libre por obra y gracia de la justicia. Pero cuando vio el torcimiento de las leyes para jeringarlo, sus abogados le hablaron claro: Ni sobornando podría salir. Había consigna para mantenerlo encerrado. Fue cuando sus sentimientos y los de “El Chito” se encontraron. “No es justo”, debieron pensar y por eso la escapatoria.

Legalmente Joaquín las llevaba de ganar. No pueden acusarlo de haber participado en el asesinato del Cardenal Juan Jesús Posadas y Ocampo. Al contrario, a él lo perseguían y no andaba buscando matar a nadie. Y sobre el narcotráfico se cuidó mucho. Era y es cierto su mando en cultivo, cosecha, compra y venta de droga. También son ciertas las ejecuciones realizadas por los hombres de su cártel. Pero él nunca metió las manos. Solamente ordenó. Y de todo, no hay pruebas. Por eso el gobierno estadounidense no lo reclama tanto como a Eduardo y Francisco Javier Arellano Félix.

Joaquín sabe perfectamente: Si lo capturan jamás será liberado. La fama del narcotráfico es más grave que la culpa. Por eso creo que Joaquín hará hasta lo imposible por no regresar a las celdas. Estoy seguro: Lo dicho hace un año por Aguilar Zínzer no le preocupa. Solamente tiene una angustia: El Ejército Mexicano.

Tomado de la colección Dobleplana de Jesús Blancornelas, publicado por última vez en junio de 2002.

(SEMANARIO ZETA/DOBLEPLANA/ JESÚS BLANCORNELAS /LUNES, 18 FEBRERO, 2019 12:00 PM)

LOS LIBROS



Fotos: Internet

Era amigo del Presidente de la República, Licenciado José López Portillo. Por eso, Arturo “El Negro” Durazo fue jefe de la Policía defeña. De humor terrible. Vicioso. Pedante hasta colocar en su uniforme cuatro estrellas. Irrespetuoso, como si fuera General de División y Secretario de la Defensa Nacional. Abusivo. En lugar de evitar asesinatos, ordenó muchos. Cocaína, mujeres y oro eran infaltables en su despacho.

Terminó el sexenio de López Portillo (1976-82). El escándalo llegó hasta la indignación con tanto descuajaringue de Durazo. Entonces sucedió lo inesperado: José González era su secretario particular. Se dio cuenta de todos los desmanes, desfiguros y asesinatos. Escribió para revelar cuánto hizo su jefe. “Lo Negro del Negro Durazo”, se llamó el libro. En 1983, Editorial Posada vendió miles y miles de ejemplares. Reveló pecados morales al mayoreo. También las muchas y descaradas tarascadas a la ley. Fue de película. Tanto, que hasta filmaron una basada en el libro, y el autor terminó como héroe cuando en realidad fue cómplice. Directa o indirectamente, participó en los excesos.

Han sido siempre exitosos esos libros. Sobre todo, cuando los autores, como González, vivieron de cerca lo malo y bueno. Entonces, alguien les aconseja o se ofrecen a decir todo lo sabido. Así les interesa más ganar dinero y no tanto brillar como escritores. Hay otros empujados por reconcomia. “Yo Acuso”, de Mario Ruiz Massieu, es un ejemplo. Trabajó en la Procuraduría General de la República, antes en un Embajada. Cuando el destino le fue contrario, escribió para denunciar lo malo del Gobierno. No lo mencionó mientras cobró como funcionario.

Hay otros más escandalosos y no relacionados con la política o Gobierno. “Juan Gabriel y Yo”, las confesiones no solicitadas de un cercano al famoso cantante. El autor gozó con el artista de su fama y dinero, de los placeres. Cuando vino la separación, dijo hasta lo que no debía.

A “El Negro” lo encarcelaron. Ruiz Massieu terminó suicidándose. El amigo de Juan Gabriel, quién sabe dónde ande. Pero a un abogado le fue mal. Desapareció, seguramente lo ejecutaron: José Alfredo Andrade Bojorges, defensor de Amado Carrillo Fuentes, famoso narcotraficante motejado “El Señor de los Cielos”. Nada más se anunció oficialmente que murió este personaje, y el licenciado escribió para Editorial Océano. Publicaron el libro “La Historia Secreta del Narco: Desde Navolato Vengo”. Contó de las grandes negociaciones de Amado. Sus compinches. Hazañas. Alianzas y venganzas. Los mafiosos se sintieron traicionados. Con revelar secretos, les pagó la confianza. Se vendió tanto el libro que, seguramente, Andrade ni las regalías disfrutó.

Hay otro libro histórico en política: Adolfo Aguilar Zínzer colaboró con Cuauhtémoc Cárdenas. Le asesoró para llegar a la Presidencia de la República en 1994. Confianza tuvo para saber todo y a cualquier hora. Pero el hijo del General no ganó las elecciones, y entonces al consejero le dio por escribir. “Vamos a Ganar”. Reveló estrategias que aconsejó y las seguidas por Cuauhtémoc. En el Partido de la Revolución Democrática lo consideraron traidor. A los seis años, fue consejero del panista Vicente Fox. Con él sí conoció la victoria en las urnas. Lo zambutieron el gabinete. Ahora navega en las Naciones Unidas.

Son casos que se resumen en la vieja conseja popular: “Cuando las comadres se pelean, se dicen las verdades”.

Está de moda un libro: “Un Deber Real” (“A Royal Duty”). Lo escribió Paul Burrell, quien fue mayordomo de la Princesa Diana. Mientras sirvió a la inolvidable rubia, se dio cuenta del sufrimiento y gozo de la espigada mujer de tierna mirada. No la ridiculiza, pero sí explica cómo alguna vez escribió a su esposo: “Durante 15 años, el sistema me ha magullado y ha abusado mentalmente de mí. Gracias por ese infierno y por darme la oportunidad de aprender de las cosas crueles que has hecho por mí”.

En Inglaterra, los escándalos de la realeza son gran materia prima de la prensa. Pagan grandes cantidades por los chismes. Con este libro, el antes modesto mayordomo es ahora adinerado. Editorial Penguin le pagó casi cuatro millones de dólares. Nada más por recordar en blanco y negro algo de lo mucho vivido por la Princesa.

El criado sacó a relucir una carta de Spencer. Hermano de Diana. En ese mensaje puso en duda el estado mental de la famosa joven. También exhibe parcialmente otra carta firmada por el Príncipe Felipe. Maldijo los amoríos de Diana y su esposo Carlos fuera del matrimonio, pero, con sinceridad, comentó a la Princesa que “nunca nadie hubiera imaginado que nadie, en su sano juicio, te deje a ti por Camila”, refiriéndose a la amante de Carlos; querida desde siempre y ahora su compañera sentimental a ojos de todo mundo.

En Inglaterra, la Reina hubiera podido impedir la publicación, pero no tuvo los motivos. Podía acusarlo de violar derechos de autor al transcribir las cartas de Diana, pero el mayordomo indudablemente estuvo muy bien asesorado. Sólo hace referencias a ellas sin publicarlas tal cual. Aparte, Editorial Penguin negó a Palacio los originales del libro. No tenía derecho la Reina a esa reclamación. Además, el mayordomo llevaba gran ventaja: No firmó, como todos, cuando entran a trabajar con la realeza. Comprometerse a guardar silencio sobre cuanto vieron y oyeron mientras estuvieron en servicio.

Burrell está preparando un segundo libro. Se dice que será más fuerte. Por eso los hijos de la desaparecida Princesa actuaron. Ya pidieron al mayordomo que no lo haga, y están dispuestos a entrevistarse con él para convencerlo. Pero el hombre parece no dejarse convencer. Hace un año fue acusado, precisamente, de revelar secretos. Por eso comentó: “Cuando el caso contra mí se vino abajo el año pasado, nadie de la familia real contactó conmigo o dijo que sentí el innecesario calvario al que fuimos sometidos yo mismo, mi mujer y mis hijos”. Además, sabe bien: Referir públicamente a la Princesa es, en materia de libros, venta segura y gigantesca.

No hace mucho se publicó en México, sin éxito, “Yo me la jugué”, narrado por Lino Korrodi, amigo de Vicente Fox. Ahí se pinta y lo pintan como el cerebro del triunfo panista. Hombre que sacó dinero de todas partes para pagar todo lo necesario al candidato. En entrevistas (revista Gatopardo), habló de Marta. Que no se podían ver en la campaña. Sahagún quería todo el día a Fox para la prensa. Lino en juntas de estrategia. Tras la victoria, se distanciaron y ahora no se pueden ver ni en correo electrónico.

Por el momento, Korrodi solamente escribió sobre política y ligeramente trató a Marta. Aunque duda que siga casada con Vicente cuando termine el sexenio. Pero si por el fruto se conoce el árbol, podremos ver en el futuro libros más reveladores del foxismo. Se quedarán chiquitos los relacionados a la Princesa Diana y no será necesario esperar a terminar el sexenio del actual Presidente.

Tomado de la colección “Dobleplana” de Jesús Blancornelas, publicado por última vez en octubre de 2003.

(SEMANARIO ZETA/ Dobleplana/  Jesús Blancornelas /Lunes, 4 Febrero, 2019 12:00 PM)