Las víctimas fueron encontradas apiladas en la batea de una camioneta con placas del estado de Guerrero que los criminales abandonaron en la carretera Alpuyeca-Jojutla, a la altura de la colonia Los Pilares, en la ciudad de Jojutla.

De acuerdo con la Procuraduría morelense, los estudiantes son Jorge Soto Montalvo de 23 años, y José Juan Chávez Guzmán de 21, ambos con domicilio en el municipio de Jojutla.

Irving Jesús Parra Pastrana, de 24, cursaba el bachillerato también en Jojutla.

Las tres víctimas restantes respondían en vida a los nombres de son: Jorge Arteaga Domínguez, de 22 años, era chofer de transporte público; Alberto David Beltrán Ramos, de 25, trabajaba como vendedor ambulante; Francisco García Antúnez, de 32 años, estaba desempleado y era originario del municipio de Zacatepec; Cleivert Rodolfo Balmaceda Rodríguez, de 19, vivía en el poblado de Tlatenchi, municipio de Jojutla.

Junto a las cabezas cercenadas de las siete víctimas que fueron esparcidas en la parte sur del estado de Morelos, los sicarios dejaron mantas y cartulinas con el siguientes mensaje:

“Germán y Nico aquí es territorio FM, no importa que el Ejército esté contigo, tenemos ubicadas sus casas y laboratorios. Te doy tres días para que nos busques y nos arreglemos de lo contrario entraremos a volar todo y destazar a toda tu gente Atte. F.M.”

Este hecho violento se registró un día después de que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) informó sobre la detención del líder del grupo delictivo denominado Guerreros Unidos, Cleotilde Toribio Rentaría, El Tilde, quien mantenía una disputa con La Familia y los remanentes del extinto cártel de los Beltrán Leyva por la plaza de Morelos.