lunes, 14 de diciembre de 2015

EL BASURERO DE MURILLO


El Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (GIEI) colocó un clavo envenenado en el corazón del exprocurador Jesús Murillo Karam. Con fotografías satelitales, demostraron que la noche del 26 de septiembre del año pasado nunca hubo un incendio en el basurero de Cocula, por lo cual no pudieron haber sido incinerados los 43 normalistas en ese sitio, como aseguró Murillo Karam que sucedió, en lo que se ha convertido en el central del caso Ayotzinapa. La “verdad histórica”, que se convirtió en la versión oficial del Gobierno, es falsa, y quedó al descubierto que Murillo Karam alteró evidencias para ajustar los hechos a su imaginación y engañó al propio presidente Enrique Peña Nieto, quien ha pagado los costos de su extraña negligencia. Sorprende, por tanto, que siga en calidad de intocable.

El basurero de Cocula nunca figuró en las primeras indagatorias de la Fiscalía de Guerrero, que hizo el primer levantamiento de evidencias y declaró a los primeros involucrados en el crimen contra los normalistas. Murillo Karam llegó al basurero por la declaración del jefe de sicarios de la banda Guerreros Unidos, Felipe Rodríguez Salgado, “El Cepillo”, y capturado a principios de este año. La declaración no aportaba novedades a la investigación, pero el exprocurador la utilizó como el testimonio sobre el cual cerró la investigación el 27 de enero pasado, cuando afirmó: “Sin lugar a dudas… los estudiantes fueron privados de la libertad, privados de la vida, incinerados (en el basurero) y tirados al río San Juan. Ésta es la verdad histórica de los hechos, basada en las pruebas aportadas por la ciencia, como se muestra en el expediente”.

El basurero de Cocula siempre ha sido un tema polémico, aunque no el único dentro de todo el Caso Ayotzinapa. Murillo Karam chocó regularmente dentro de la PGR con los investigadores, cuyo trabajo descalificaba y les ocultaba información. Hubo fotografías y elementos que llegaban de otras dependencias federales, que Murillo Karam no compartía con sus subalternos ni incorporaba en el expediente hasta después de darlo a conocer a la prensa. La centralización de evidencia, aun a costa de sus propios investigadores, siempre dificultó el trabajo interno. También la soberbia con la que ejerció el cargo, como un funcionario sobrevaluado y confiado en la vieja amistad con el presidente Enrique Peña Nieto.

Murillo Karam fue destituido como procurador un mes después de dar a conocer la conclusión del Caso Ayotzinapa, sometido a una intensa censura cuyo desgaste estaba contaminando a Peña Nieto. El Presidente lo protegió al enviarlo como secretario de Desarrollo Urbano y Territorial, de donde también fue removido días antes de que el Grupo de Expertos diera a conocer su primer informe sobre la investigación, al volverse insostenible el mantenerlo en el cargo. Su destino final en el sexenio era Lisboa, como embajador en Portugal, pero la espiral de crítica por lo deficiente de su investigación, y la rectificación del caso por parte de su sucesora, Arely Gómez, hizo inviable el nombramiento.

Después de eso, Murillo Karam se escondió. Cercanos a él afirmaban que se encontraba tranquilo, hasta noviembre, cuando unos días después de que se publicara en este espacio una columna que preguntaba en dónde se encontraba, respondió en una entrevista en tres partes en Excélsior. En ella cambió por tercera vez su versión sobre el basurero de Cocula. En su primera conferencia de prensa sobre el caso el 7 noviembre del año pasado, Murillo Karam dijo que habían llegado a ese tiradero por las declaraciones de Patricio Reyes Landa, Jonathan Osorio Cortés y Agustín García Reyes, miembros de Guerreros Unidos. En la conferencia del 27 de enero señaló que llegó al basurero por la declaración de Rodríguez Salgado, “El Cepillo”. En la entrevista con el periódico aseguró que fue uno de los padres de los normalistas quien llevó a la PGR a Cocula.

En febrero pasado, el Equipo Argentino de Antropología Forense, que incorporó la Fiscalía de Guerrero a petición de los padres de los normalistas, como coadyuvante casi desde el principio de la investigación, aseguró que la versión del basurero de Cocula tenía irregularidades, y que no había “evidencia científica” para afirmar que se había llegado a la “verdad histórica”. En respuesta, la PGR afirmó que “actuó conforme a sus facultades y no acepta duda alguna en que la diligencia practicada y los indicios encontrados tienen validez jurídica dentro de la investigación, a pesar de no haber estado presente el EAAF”.

Las dudas no sólo eran externas. Dentro de la PGR varios investigadores insistieron en la posibilidad de que si bien se pudo haber incinerado a normalistas en el basurero de Cocula, no había nada que demostrara que los 43 habían sido asesinados ahí, e inclusive, que algunos de ellos podrían estar vivos, que es una hipótesis que aún mantienen. Murillo Karam nunca hizo caso. El resultado es que este año probablemente ha sido el peor de su vida pública, al haber recibido golpes permanentes sobre lo deficiente de la investigación. La incompetencia del exprocurador trasladó hace tiempo el costo político al Presidente, que lo ha cuidado hasta la ignominia. Esto tiene que parar en algún momento. Por ejemplo, que lo llamen a declarar para que explique por qué inventó tantas evidencias, falseó tantas evidencias y quiso manipular la historia. Si la justicia es ciega, un proceso penal es lo que procede.

rrivapalacio@ejecentral.com.mx / twitter: @rivapa


(ZOCALO/ COLUMNA “ESTRICTAMENTE PERSONAL” DE RAYMUNDO RIVA PALACIO/ 14 DE DICIEMBRE 2015)

LA CALDERA EN SINALOA


El líder del PRI, Manlio Fabio Beltrones, dice en privado que el próximo año su partido mantendrá al menos las nueve gubernaturas que tiene, aunque no necesariamente en los mismos estados que administra actualmente. Los priistas creen que uno de los estados con los que compensará pérdidas probables en Aguascalientes, o posibles en Veracruz, es Sinaloa, donde presumen que el renegado priista y gobernador por el PAN, Mario López Valdés, viejo amigo de Beltrones, que trabajará para que su sucesor sea del PRI. Pocos dudan que Malova, como llaman al Gobernador, quiera eso, pero la pregunta es con quién. Una mala decisión provocará el caos interno y una derrota para el PRI.

Hoy en día el único priista que ganaría la Gubernatura, de acuerdo con las encuestas, sería el empresario Jesús Vizcarra, que perdió con Malova, y que se vio involucrado en un escándalo donde lo vincularon con Ismael “El Mayo” Zambada, el poderoso jefe del cártel del Pacífico. Vizcarra, que tiene un emporio de carne que factura más de mil 500 millones de dólares al año, repite que no le interesa contender una vez más por la Gubernatura. Su problema es que el presidente Enrique Peña Nieto le tiene gran estima y quisiera que fuera el candidato. Si hubiera una petición presidencial, difícilmente podría negarse, pero en automático se rompería a alianza con Malova, que lo ubica como leal de su enemigo, el exgobernador Jesús Aguilar Padilla.

En las encuestas internas del Gobierno federal, sólo Vizcarra ganaría la elección por el PRI. Ninguno de los otros aspirantes, la senadora Diva Gastélum, el senador Aarón Irízar, el diputado David López, el exembajador y exdiputado Heriberto Galindo, y el secretario general de Gobierno sinaloense, Gerardo Vargas, están por arriba de los ocho puntos de preferencia electoral en los datos que tienen en el gobierno. Sin Vizcarra en el panorama, Malova podría condicionar su apoyo a que le entreguen la candidatura. El Gobernador se siente respaldado por Beltrones y debe creer que sin el preferido presidencial en el tablero, tendrán que apoyar desde Los Pinos a Vargas, su delfín.

No está claro que eso sucederá, pero el secretario de Gobierno de Malova lleva meses actuando como si la decisión estuviera tomada a su favor. Este año ha realizado 50 ferias de servicios –más de una por semana–, y tapizado las calles de Sinaloa con espectaculares, carteles en taxis, autobuses urbanos y en papel para envolver tortillas; organizado reuniones públicas de proselitismo político; compras de espacio en algunos medios de comunicación, y promoción en redes sociales, lo que podría hacerlo inelegible si es que lo acusan de actos anticipados de campaña.

Vargas piensa lo contrario. En noviembre negó al semanario Río Doce que lo que ha hecho es ilegal. Paralelamente, políticos y medios lo señalan como el autor de la guerra sucia contra sus adversarios en el PRI. Por ejemplo, lo han señalado como responsable de un audio difundido en YouTube donde mostraban la ludopatía del senador Irízar. También le acreditaron una campaña de desprestigio en contra de la senadora Gastélum, respaldada políticamente por el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, al difundirse sus propiedades y sugerir corrupción. El último afectado fue Sergio Torres, Alcalde de Culiacán, quien enfrenta un pleito legal en un tribunal local. Políticos sinaloenses afirman que nadie fuera de Vargas tiene los recursos para armar ese tipo de campañas, pero el secretario general de Gobierno ha rechazado todas las imputaciones. Cuando la prensa le preguntó hace unos días si se lavaría las manos ante esos señalamientos, respondió: “No tengo porqué lavarme las manos si no me las he ensuciado”.

La lucha interna por la candidatura del PRI para la Gubernatura de Sinaloa rompe por completo la percepción de que la elección en el estado será un día de campo para el partido en el poder. No basta ver los datos generales sobre preferencias electorales, donde el PRI supera sólidamente al segundo lugar. La encuesta de encuestas de preferencias partidistas que publicó Parametría en noviembre, le daba 53% de la votación al PRI, 41% al PAN, y 5% al PRD. Un análisis de las elecciones en 2016 sin fecha de realización, difundida por Buendía&Laredo, mostró la misma tendencia con números diferentes: 43% de la preferencia para el PRI, 22% para el PAN, 5% para Morena y 4% para el PRD. El problema de fondo es quién será el candidato.

Con Vizcarra que no desea contender ante la posibilidad de que las acusaciones sobre sus presuntos vínculos con “El Mayo” Zambada vuelvan a emerger, el PRI se queda sin opciones electorales con posibilidad de ganar. En situaciones como éstas, el apoyo y trabajo del Gobernador es indispensable, pero con Malova está condicionado. En el entorno presidencial, donde han cruzado todas las variables, saben que si el PRI opta por Vargas y le regala la Gubernatura a Malova, habrá un quiebre. ¿Dos renegados del PRI se quedan con la candidatura del PRI?

El Gobernador sabe que entre más tiempo pase, menores las posibilidades de que imponga sucesor. Peña Nieto y Beltrones se encuentran en una encrucijada, frente a un Malova que actúa como si los tuviera estratégicamente secuestrados. El estado de compensación del PRI ante eventuales derrotas, está en riesgo. No se ve todavía, pero Sinaloa es la realidad que enfrenta el PRI en el México profundo, revuelto en inconformidades internas y externas. Derrotas en 2016, son menos difíciles de lo que hoy parece.

rrivapalacio@ejecentral.com.mx / @rivapa


(ZOCALO/ COLUMNA “ESTRICTAMENTE PERSONAL” DE RAYMUNDO RIVA PALACIO/ 14 DE DICIEMBRE 2015)

EL ‘COMANDANTE ÁGUILA’


A cuatro meses de la segunda fuga de Joaquín “El Chapo” Guzmán, su nombre y la cacería que hay en su contra han pasado al asiento trasero del interés de los mexicanos. Entendible. La información sobre cómo lo están buscando es secreta y tampoco podrían desgastarla cotidianamente con un parte de actividades parcial. Pero no significa que no estén tras él. Funcionarios federales aseguran que hoy en día, desde que estuvieron a cinco minutos de capturarlo hace dos meses en Tamazula, en la sierra de Durango, sigue huyendo por las barrancas de la región. No tienen información de que haya podido salir del cerco, pero tampoco han podido tenerlo a distancia de captura o abatimiento desde el 6 octubre pasado.

Guzmán se escapó corriendo del rancho, tropezó en el monte y rodó decenas de metros hasta que lo detuvo una reja de alambre de púas. El perfil genético de la sangre encontrada en el lugar concordaba con la del prófugo, pero no se pudo determinar cuánta sangre perdió.

Por la forma como se ha ido escabullendo, Guzmán está en buenas condiciones para seguir corriendo. A diferencia de octubre, dijeron los funcionarios, “El Chapo” se encuentra mejor resguardado. Tras evadirse en octubre, se le ha integrado su principal escolta, compuesta por exmilitares de México y Estados Unidos. Según los funcionarios, entre ellos hay exinfantes de Marina estadunidenses, cuyos jefes ya fueron identificados por la Marina, quienes se presume están a cargo del primer diamante de su seguridad.

La cacería contra “El Chapo” Guzmán es la primera gran operación trinacional que se hace en México. Participan comandos de élite del cuerpo de Infantería de la Marina mexicana, con el apoyo de veteranos de los bloques de búsqueda de narcotraficantes en Colombia, que envió el presidente Juan Manuel Santos a petición del presidente Enrique Peña Nieto, así como de la DEA y la CIA, las agencias estadunidenses que aportan la principal información de inteligencia a las unidades mexicanas. La participación de extranjeros no es reconocible, dijeron funcionarios federales, porque utilizan uniformes militares mexicanos. Los agentes estadunidenses no tienen bases fijas en la zona de operaciones, no así los colombianos, que tienen varias en territorio nacional.

La operación contra “El Chapo” Guzmán está bajo el mando central de uno de los oficiales más respetados dentro de la Marina, un almirante al que se le conoce como el “Comandante Águila”, responsable también de la recaptura del narcotraficante en Mazatlán en febrero del año pasado. El “Comandante Águila” tiene bajo su mando a siete capitanes de las unidades de élite de la Marina.

La ascendencia que tiene el jefe del operativo sobre los comandos es absoluta, dijo un funcionario federal que lo conoce. “Se la ha ganado al encabezar personalmente los operativos en campo y dirigir a las unidades desde el campo de batalla”, agregó.

Los comandos mexicanos, el bloque de búsqueda colombiano y los agentes estadunidenses, operan de manera autónoma y la información completa la tienen el secretario de la Marina, Vidal Soberón, y un grupo no cualificado, pero muy reducido, dentro de las áreas de inteligencia naval. En paralelo, cada semana hay una reunión del Gabinete de seguridad al más alto nivel, encabezado por la Secretaría de Gobernación, donde intercambian información y coordinan operaciones. Ninguna de estas operaciones están directamente relacionadas a la cacería en la sierra de Durango, pero van en apoyo de lo que están haciendo las unidades de élite en esa región. La información táctica que guía a los comandos, dijeron los funcionarios, la proporcionan los estadunidenses.

De acuerdo con funcionarios, la operación trinacional no viola la soberanía mexicana, al existir convenios –que no ha visto quien esto escribe– internacionales que permiten este tipo de acción multinacional en acciones de combate al narcotráfico. Pero tampoco es fácil de explicar.

La evasión de “El Chapo” no ha sido de manufactura única mexicana desde su principio. En el túnel por el que se escapó de la prisión de El Altiplano el 11 de julio, por ejemplo, participaron zapadores europeos, de acuerdo con fuentes federales, que llegaron y salieron de México en vuelos clandestinos que organizó el Cártel del Pacífico.

Los socios de Guzmán en esa organización criminal movilizaron también a grupos sociales en la sierra de Durango para denunciar violaciones a los derechos humanos por parte de la Marina, y darle tiempo a Guzmán para poder huir.

Aunque desviaron una parte de la atención de la Marina, los comandos en la sierra no fueron frenados por los escudos civiles que les quisieron colocar. El problema que han enfrentado se da por las condiciones orográficas en la zona donde se esconde “El Chapo”, en la cual sólo se pueden mover a pie, en mula, o llegar en paracaídas.

Funcionarios federales admitieron que no hay una estimación del tiempo que les pueda llevar la captura de Guzmán, como tampoco existe la certeza de que no se les escape. Un alto miembro del Gabinete del presidente Peña Nieto ha dicho en privado que su recaptura es un hecho, sin precisar tiempos tampoco.

Ese optimismo no cuenta con toda la información de lo que hacen los comandos en la sierra de Durango, donde funcionarios federales dicen que una de las dificultades que han encontrado es que otras áreas del Gobierno federal involucradas en la operación no están tan comprometidas como las unidades de élite. O sea, la historia de siempre.

rrivapalacio@ejecentral.com.mx / twitter: @rivapa


(ZOCALO/ COLUMNA “ESTRICTAMENTE PERSONAL” DE RAYMUNDO RIVA PALACIO/ 14 DE DICIEMBRE 2015)

EL PAPA SE AUTOINVITÓ A MÉXICO


El papa Francisco fijó este sábado la fecha en que visitará el santuario de la Virgen de Guadalupe en la Ciudad de México y dio a conocer la agenda de un viaje que tomó por sorpresa al Gobierno mexicano cuando el jefe de la Iglesia católica se invitó a visitar este país. En efecto, la próxima gira de Francisco no estaba cocinándose en la estufa diplomática, que se había apagado desde el invierno pasado cuando el deseo de oficiar una misa en Ayotzinapa, para recordar a los normalistas desaparecidos, canceló la gestión. Si el Gobierno mexicano quería imponer las reglas, ¿qué pasaría si el dialéctico Francisco cambiaba los términos?

Eso hizo cuando viajaba de Santiago de Cuba a Washington en septiembre pasado. Acababa de tener una reunión con religiosos en La Habana, a donde acudieron los jesuitas mexicanos, hermanos de obra, con quienes habló sobre su país. Fuentes vinculadas con la jerarquía eclesiástica mexicana no precisaron si en ese momento tomó la decisión de autoinvitarse a México, pero en el avión, cuando la prensa le preguntó porqué se había saltado al país con el segundo mayor número de católicos en el mundo, justificó que haber ido a Ciudad Juárez, por donde quería entrar a Estados Unidos, y no visitar a la Virgen de Guadalupe, habría sido una cachetada para el país.

La dinámica cambió. Por oportunismo o sagacidad, la clase política mexicana asumió el gesto como una apertura, y rápidamente quiso quedarse con un trozo de la visita. Laicos y republicanos se convirtieron en siervos de Dios con lo que cualquier gestión discreta del gobierno para enfriar el lance papal y evitar la avalancha que les había causado Francisco los dejó en una posición débil en la negociación de la agenda.

Las fuentes religiosas dijeron que las negociaciones sobre qué lugares serían visitados, fueron constante fuente de tensión y presiones. El Gobierno federal dijo que a Guerrero no podía ir, y pidió que si lo iba a hacer, se refiriera a los desaparecidos en México, pero que no personalizara en los 43 normalistas de Ayotzinapa. Como mucho se han referido en el Vaticano y México al crimen en Iguala, y criticado al Gobierno, se aceptó la propuesta, pero sobre desaparecidos se espera que hable en Tuxtla Gutiérrez.

El Papa estará en la capital chiapaneca la tarde del 15 de febrero, tras haber estado en San Cristóbal de las Casas. En la capital indígena mexicana el obispo Saúl Vera, coadjutor del obispo Samuel Ruiz en San Cristóbal de las Casas hasta que por presiones del Vaticano, en los años del conservadurismo, lo trasladaron a Saltillo, quería que Francisco realizara ahí el tercer Encuentro Mundial de Movimientos Populares, que como se autodefinen, son “una alternativa popular a la globalización excluyente”.

Vera, el segundo mejor amigo en México de Francisco, que propuso el año pasado una constitución ciudadana cuyo punto de partida es la petición de renuncia del presidente Enrique Peña Nieto, buscó la continuidad de esa reunión con grupos antisistémicos que han sido realizados, por iniciativa de Francisco, en el Vaticano el año pasado –donde estuvo el líder de los electricistas, Martín Esparza– y en Bolivia en julio. El Gobierno dijo “no” y, además, pidió que se cambiara Chiapas por Campeche.

Las fuentes religiosas preguntaron la razón de ello y lo único que recibieron como respuesta era que “en Campeche el Gobernador lo iba a tratar muy bien”. Además, agregaron sin sentido, jamás un Papa había estado en ese estado. Tampoco, por cierto, en Chiapas. Los cambios de ciudades en la agenda no se limitaron a Guerrero y Campeche. Por petición de Los Pinos, pidieron que Francisco incluyera a Toluca como uno de los destinos para una misa. Ni siquiera se llegó a evaluar esa posibilidad. Las ciudades estaban prácticamente preseleccionadas desde antes de que llegaran los enviados papales para revisar la agenda. Juárez, que se quedó esperándolo en septiembre, sería una; Morelia, en donde nombró en enero cardenal a Alberto Suárez Inda, a quien tiene en muy buena estima, es otra. Y la siguiente de su rápida visita pastoral, sería en el Estado de México, pero Ecatepec.

La decisión sobre Ecatepec se tomó sobre dos factores sociales y uno personal. Los sociales es porque ese municipio conurbado de la Ciudad de México es punto de tránsito intenso de centroamericanos indocumentados presos en las redes de trata que manejan Los Zetas, que es uno de los temas de mayor preocupación de Francisco; el otro social es que es el emblema funesto de los feminicidios no sólo en el estado, sino en toda la nación. Pero la personal es la más importante. La Diócesis de Ecatepec pertenece a la jurisdicción de la Arquidiócesis de Tlalnepantla, que encabeza monseñor Carlos Aguiar, dos veces presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano y presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano. Aguiar es el mejor amigo del papa Francisco en México, aunque no lo es del Gobierno. En todo el sexenio el presidente Peña Nieto nunca le ha concedido una cita para que puedan hablar en privado.

Francisco llegará a México la noche del 12 de febrero y regresará a Roma el 17. Su visita será pastoral, pero no por ello menos política. El papa Francisco retó al Gobierno federal meses antes de llegar a México y lo doblegó. Progresista, abogado indómito de las causas sociales, Francisco es, además, jesuita, los religiosos que han sido fuertes protagonistas del movimiento antipeñista desde la campaña, cuando en su casa universitaria se inventó el movimiento #YoSoy132. Está lista la visita, de pronóstico reservado, como dirían los cronistas deportivos.

rrivapalacio@ejecentral.com.mx / twitter: @rivapa


(ZOCALO/ COLUMNA “ESTRICTAMENTE PERSONAL” DE RAYMUNDO RIVA PALACIO/ 14 DE DICIEMBRE 2015)

ATACAN INSTALACIONES DE PGR EN REYNOSA


Azteca Noticias | México, DF.- La madrugada de este lunes, un comando atacó las instalaciones de la PGR en Reynosa, Tamaulipas.

Las instalaciones de la Procuraduría General de la República se ubican en la colonia Vista Hermosa en donde tras el ataque, fuerzas federales llegaron al lugar para resguardar la zona.

Según los reportes la balacera se extendió en varias colonias; autoridades ya investigan el ataque a las instalaciones de PGR en Reynosa.


(ZOCALO/ Agencias/ 14/12/2015 - 04:01 PM)

CAE NARCOTRAFICANTE DEL CÁRTEL DE LOS BELTRÁN LEYVA, EN SAN PEDRO GARZA


Monterrey, NL.- Elementos de la Marina capturaron a “El Cochi” o “Comandante 19”, presunto líder del cártel de los Beltrán Leyva en San Pedro, en un operativo en un lote de autos en la Colonia Santa Engracia.

Fuentes cercanas a la acción federal revelaron ayer la detención del cabecilla, de quien no se dio nombre, y de otros siete cómplices, a los que tampoco identificaron.

El presunto líder es ex policía municipal de San Nicolás, aseguraron los  informantes.

El operativo fue manejado con hermetismo y trascendió que los ochos sospechosos fueron enviados de inmediato a la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), en la Ciudad de México para ser interrogados por sus supuestas operaciones en el noreste.

De acuerdo con las fuentes, la acción de la Marina fue efectuada entre el viernes y sábado en un lote de autos que está en la colonia Santa Engracia, en San Pedro, del que se negaron a dar la ubicación exacta.

Los informantes aseguraron que “El Cochi” tenía bajo su mando a un grupo de policías corruptos de ese municipio que le brindaban protección para que pudiera realizar sus operaciones criminales sin ser detectado.

Precisaron que varios de estos elementos coludidos con el presunto líder de los Beltrán Leyva fueron despedidos el 18 de junio, durante la Administración de Ugo Ruiz, por lo que la investigación en contra de este presunto capo llevaba casi más de seis meses.

Tres días después, el 21 de junio, tres hombres ejecutados fueron tirados en diversos puntos de calles céntricas de San Pedro y uno de los cadáveres fue dejado afuera de la casa de la mamá del secretario de Seguridad Pública, Marcial Herrera, como supuesta  señal de represalia.

DETENIDO

»”El Cochi” o “Comandante 19”, era señalado como presunto líder de una organización criminal vinculada con los hermanos Beltrán Leyva en San Pedro.

» La Marina destacó que el narcotraficante es un expolicía municipal de San Nicolás.

» Los capturados fueron trasladados de inmediato a la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), en la Ciudad de México.


(ZOCALO/ REFORMA/ 14/12/2015 - 08:14 AM)

EXHUMADOS POR EL VIENTO



En el norte de Sinaloa, denuncian, todos los días se pierde una persona

Los sepultureros clandestinos recorrieron una gran distancia para deshacerse de los restos de su víctima. Cruzaron tres sindicaturas: Central, Ahome e Higuera de Zaragoza.

En la parte más recóndita, entre la comunidad de San Antonio y el campo pesquero El Jitzámuri, doblaron hacia tierras arenosas. Recorrieron al menos ocho kilómetros hacia adentro de esa espesura.

Cuando estuvieron alejados de la vista humana descendieron de sus vehículos y bajaron su carga ensangrentada.

No trabajaron mucho. Cavaron a baja profundidad. Apenas lo suficiente para cubrir con tierra el cadáver. Y antes, para disimular el olor o para evitar que éste penetrara las llanuras frecuentadas sólo por vaqueros pobres, esparcieron cal sobre el cuerpo.

Sus tretas de preparadores de cadáveres no dieron el resultado esperado, porque al final, el viento que sopla en esas inmensidades de las tierras de agostadero fue desenterrando lo que se quiso ocultar, y que la autoridad niega: la existencia de personas privadas de la libertad por grupos armados que se pasean por toda la ciudad sin que ninguna policía los detecte. Maniobra harta sospechosa, dicen aquí.

El cadáver era de un hombre maduro. De unos 44 años. Estaba tatuado. Tenía ambas muñecas esposadas. Y las piernas juntas por un mecate que se lo ataron en los tobillos. Murió por un disparo.

A Ricardo Aguirre Gaxiola, un grupo armado se lo llevó a la fuerza de su casa, en la calle Revolución, en el ejido 20 de Noviembre, de ese mismo mes.

Junto con él, los sujetos habían capturado también a una mujer y a dos niños. Recorrieron pocos cientos de metros en la camioneta dorada en que viajaban y decidieron abandonarla a ella y a sus críos, pero a él se lo llevaron.

Esos serían los últimos minutos que Ricardo fue visto con vida. Su cuerpo fue reconocido por los tatuajes que desenterró el viento.

El mismo viento que a cinco metros de la tumba clandestina de Ricardo reveló la existencia de otros hombres, los cuales tendrían más tiempo de enterrados en forma clandestina. Estaban uno sobre otro. Ellos aún continúan en una funeraria local, pues nadie del desfile de adultos con personas desaparecidas los reconoce como suyos.

Mientras esto ocurre, mujeres adheridas a la agrupación Desaparecidos de El Fuerte continúan su búsqueda de tumbas clandestinas por distintos municipios del norte de la entidad.

Una corazonada y un aviso anónimo las envió a una búsqueda palmo a palmo en la sindicatura de Ahome. Rastrean a un joven, que meses atrás sencillamente se esfumó.

Escarbaron con sus propias manos en lo que parecía tierra removida. Nada encontraron. Pero no desisten, continúan en su andar, tocando aquí, palmeando allá. No desisten, aunque parece que a ratos se desinflan. Siguen caminando bajo el rayo del sol.

En sus cabezas ronda la promesa incumplida del secretario de gobierno, Gerardo Vargas Landeros, de darles recursos para pagar al operador y rentar una retroexcavadora, porque cuando lo llegaron a ocupar el político nunca se presentó, y no respondió las llamadas telefónicas.

“Es que son políticos”, se rendiría Mirna Nereyda Medina, líder y fundadoras del grupo que coloquialmente se conocen como “Las Rastreadoras”.

A ella poco le importan las promesas de los políticos, porque sabe que son ofertas de ocasión, que lo mismo se le dan para corromperla, callarla o menguar su afán crítico. E igual le responde. Con una sonrisa, y un silencio. Un vacío que después estalla, y como ahora, tampoco es la excepción.

“En el norte de Sinaloa, todos los días se pierde una persona, aunque la autoridad lo niegue”.

La prueba de esa marcha sorda, lúgubre, son los postes y los muros urbanos. En ellos están los papeles con las fotografías de los desaparecidos. De los que son buscados y que en ocasiones el viento los desentierra. Como le pasó a Ricardo, en San Antonio, Higuera de Zaragoza.


(RIODOCE/ COLUMNA “SIN CATEGORÍA” de Luis Fernando Nájera/ Los Mochis en 13 diciembre, 2015)

EL ENCARGO


Marido y mujer preparaban las cosas. Iban a la sierra, a casa de los padres de él. Habían crecido en esos pueblos de siembra de frijol y maíz para consumo familiar, y de mariguana y amapola para el mercado nacional y más allá. Y ahí, entre el caserío modesto, con antenas parabólicas y plantas de energía solar, los esperaban hermanos, padres y primos.

Vieja, prepara todo. Ya casi nos vamos. Era una pareja joven, chambeadora, que apenas habían terminado la escuela y se esmeraban en salir adelante. Ella lo adoraba. Se le notaba en la mirada: le encajaba los pétalos de las rosas no más de verlo y se le derretían los hombros para quedar a los pies de él. Pero él era más sobrio y callado. Le decía que la amaba cuando andaba pedo y entonces metía la lengua en esa boca de fresa carnosa y se desbarataba amándola.

Eran felices. Niños, todavía no. Planeaba en dos o tres años, mientras se dedicaban a saciar sus jugos y repartirlos en todos sus cuerpos, en la sala igual que en el lavadero y la cocina. Apúrate, vieja. Ahí está la yelera. Mete la carne para asar, las cebollas, esa salsita que tanto me gusta, tortillas no porque las de mi amá son las mejores. Ah, y no se te olvide el encargo de mi compadre. Tú sabes dónde guardarlo. Siombre, ya deja de preocuparte. Está todo casi listo.

Montaron la carcacha, una Chévrolet vieja y destartalada, que rugía como si siempre tuviera tos y flemas atoradas. Pero no se raja la cabrona, repetía él. Y reían. Iban subiendo los cerros, escoltados por los pinares, cuando se encontraron a un viejo conocido: sus huaraches lodosos lucían al lado de una camioneta nueva, de rines de lujo y llantas todavía limpias.

Qué pasó, güé. Nada, que no prende. Válgame, tan nuevecita y batallosa. Se asomó al tablero y vio que el encendido tenía un sensor que debía detectar la llave, y ésta debería estar cerca. La traía en el bolsillo, pero no sabía que así prendía. Él le enseñó. Aplastó el botón que decía engine y también el freno, y arrancó. Ni el polvo le vieron cuando se perdió en el camino, cuesta arriba. Atrasito de él, llegó un convoy de polis. Se detuvieron y les preguntaron por un hombre así, con una camioneta nueva. Recién robada. No lo vimos.

Uno de los agentes se bajó. Se asomó a la camioneta vieja y vio la yelera. La abrió y sin esculcar la cerró. Vámonos, gritó. Los agentes y su caravana siguieron de frente, y en un parpadeo se perdieron entre los vericuetos. Él tragó saliva y ella sonrió, pícara. De qué te ríes, dijo él. Nada. Oye, y el encargo de mi compadre. Preguntó. No te preocupes: ahí viene. Dónde. La mujer acercó la yelera y la abrió. Encima estaba la verdura, unos recipientes con salsas, y abajo la carne. Dentro de una bolsa de plástico. Y entre los filetes una Smith and Weson nuevecita.


(RIODOCE/ COLUMNA “MALAYERBA” DE Javier Valdez/ 13 diciembre, 2015)

SANGRA LA FAMILIA ZAMBADA


Detenidos, extraditados, muertos, perseguidos, crece la historia de un clan del narco

Un grupo armado mató a balazos a José Vicente Zambada Reyes, sobrino de Ismael Zambada García, el Mayo, quien junto con Joaquín Guzmán Loera, el Chapo, es uno de los líderes del Cártel de Sinaloa.

Vicente Zambada, de 28 años, era hijo de Reynaldo Zambada García, hermano del Mayo, quien fue extraditado a los Estados Unidos en abril de 2012.

El joven fue asesinado a balazos junto con otras dos personas, identificadas como Lino Gastélum Urquídez y Oswaldo Antonio Avilés Benítez, en un ataque perpetrado en la colonia Hidalgo.

Al parecer, los homicidas iban en otro vehículo y sin descender, les dispararon a corta distancia con armas automáticas. No hay indicios de que las víctimas hayan repelido la agresión.

En la refriega una persona fue herida y permanece hospitalizada, pero su identidad no ha sido revelada; al parecer, los cuatro iban en una camioneta de modelo, marca Ford, color blanco, cuando fueron atacados.

El ataque fue alrededor de las 17:30 horas, por la avenida Fernando Medina, a pocos metros de la calle Juárez. En el lugar, agentes investigadores de la Policía Ministerial (PME) encontraron alrededor de 100 casquillos calibres 7.62, para fusil AK-47, y .9 milímetros.

El padre del hoy occiso, conocido como Rey Zambada fue detenido en octubre de 2008, en la Ciudad de México, junto con 15 personas, entre ellos uno de sus hijos, identificado como Jesús Zambada Reyes, de 21 años, quien en noviembre de 2009 fue encontrado ahorcado en una casa de arraigo de la Procuraduría General de la República (PGR). La autoridad federal informó que se había tratado de un suicidio.

Las autoridades federales señalaron que el Rey Zambada fungía como uno de los cuatro jefes principales del Cártel de Sinaloa, junto con su hermano Ismael, el hoy extinto Ignacio Coronel y Joaquín Guzmán Loera. Además, informaron que controlaba el mercado de las drogas en el centro del país, y más específicamente en el Aeropuerto Internacional del Distrito Federal.

Luego de su detención, el entonces titular de la Procuraduría General de la República, Eduardo Medina Mora, señaló que a Zambada se le relaciona con el estallido de una bomba en Chapultepec, cuyo objetivo era un jefe policiaco, en febrero de 2008, y también con el asesinato de Édgar Millán Gómez, coordinador de Seguridad Regional de la Policía Federal, en la colonia Guerrero, de la Ciudad de México, en mayo de 2008.

El capo era dueño en Acaxochitlán, en el estado de Hidalgo, de dos ranchos: Los Alpes y Quinta Paloma, donde llegó a tener alrededor de 150 empleados y ambas propiedades, de unas 60 hectáreas, estaban valuadas en cerca de 25 millones de pesos. En estos terrenos, de exuberante vegetación, Zambada tenía cebras, camellos, caballos pura sangre, jirafas y canguros, además de una alberca con pirañas y cocodrilos, de acuerdo con testimonios que un empleado dio a la PGR.

Ahora, luego de su aprehensión en 2008 e incautación de los bienes, éstos permanecen abandonados, y según el alcalde Érick Sosa Campos, en la región empezó a darse un fenómeno muy raro y “la delincuencia comenzó a surgir”.

Antes, dijo el edil en 2014, “le tenían miedo al presunto narcotraficante, por eso ni se metían al municipio, hasta que se enteraron de que ya no estaba y que había sido capturado”.

Vecinos del lugar lo calificaron como “buena gente”, porque les dio trabajo y eso les permitió obtener ingresos.

Jesús Reynaldo Zambada García fue extraditado en abril 2012 a Estados Unidos, donde permanece bajo custodia del gobierno federal, aunque otras fuentes lo ubican como testigo protegido de las autoridades antidrogas de ese país, ya que no aparece en los archivos del Buró Federal de Prisiones de ese país.

Fuentes extraoficiales informaron a Ríodoce que Vicente Zambada Reyes no vivía en Culiacán, sino que estaba asentado en la ciudad de México, donde pretendía controlar, como lo hizo su padre en su tiempo, los movimientos de drogas a través del Aeropuerto Internacional de esa ciudad.

De los destacados integrantes de la familia del Mayo Zambada, está sus hijos Vicente Zambada Niebla, el Vicentillo, quien está sujeto a proceso en la Corte de Chicago, Illinois, y Serafín Zambada Ortiz, detenido en la garita de Nogales, Arizona, y preso en San Diego, California, además de Ismael Zambada Imperial, conocido como el Mayito Gordo, encarcelado en México, cuyas autoridades autorizaron su extradición a Estados Unidos.


(RIODOCE/ Javier Valdez/  13 diciembre, 2015)

ASALTO CRIMINAL DE LA MARINA


El sospechoso asesinato del empresario del Évora y tres personas más en Guamúchil

No quedó evidencia en el motel. En el cuarto 51, en donde todo sucedió, ya no quedan rastros de que ahí fueron asesinadas cuatro personas; en la pared blanca solo se ven unas manchas de cemento que ocultan los huecos que dejaron las balas esa madrugada, cuando entraron los marinos en busca de dos camionetas que supuestamente los habían atacado momentos antes.

Del supuesto enfrentamiento quedaron muertos Carlos Humberto Barroso Ceceña, empresario en el ramo de radiocomunicaciones; los menores de edad Óscar Alonso N y Daniel Eugenio N; el otro fue identificado como José Guadalupe Arreola Rangel.

De las primeras versiones que se conocieron de manera extraoficial es que los dos menores y Arreola Rangel pertenecían a una célula del Cártel de Sinaloa, comandada por Orso Iván Gastélum, conocido como el Cholo Iván, quien controla los municipios de Salvador Alvarado, Mocorito y Angostura; días antes habían “levantado” al empresario y a uno de sus empleados, Daniel Montoya, de quien hasta el cierre de esta edición no se sabe nada.

De lo que sucedió en el municipio de Salvador Alvarado la madrugada del pasado 7 de diciembre hay versiones distintas; sentados en la misma mesa el gobernador del estado Mario López Valdez y el procurador de justicia Marco Antonio Higuera, se han contradicho.

En Guamúchil hay empresarios indignados. La propia alcaldesa Liliana Cárdenas Valenzuela ha manifestado su desacuerdo con la versión que dio la Armada de México, donde se señaló a Barroso Ceceña como un delincuente.

Carlos Humberto Barroso Ceceña fue un reconocido empresario de 53 años de edad, nació en Mochis pero radicaba en Guamúchil; por nueve años presidió  el  Patronato de Bomberos, y el año pasado aspiró para la presidencia de la Cámara Nacional de Comercio de la localidad.

Actualmente se desempeñaba como Tesorero de la Asociación de Ejecutivos de Ventas y Mercadotecnia de Guamúchil, que en 2009 le entregó el galardón como el “Ejecutivo del Año”.

Barroso Ceceña egresó del Instituto Politécnico Nacional de la ciudad de México como ingeniero en Comunicaciones y Electrónica, fundó en 1991 la empresa Radiocomunicaciones F.M. de Guamúchil, S.A. de C.V., conocida comercialmente como RAGUSA y ubicada por la calle Rosales.

La empresa aparece en registros de la Subsecretaría de Administración, Dirección de Bienes y Suministros del Gobierno de Sinaloa como proveedor en el 2012, con el número PR02623, con la dirección ubicada en Guamúchil y con el giro de radiocomunicaciones.

En la relación de proveedores de gobierno de este año, Radiocomunicaciones FM de Guamúchil aparece con el registro PR03786, ubicado por la carretera a Navolato en la colonia Alto de Bachigualato en Culiacán. Sin embargo, se registra con el giro de fabricación y venta de productos de limpieza.

RAGUSA también cuenta con un contrato de prestación de servicio por mantenimiento de equipo de radiocomunicación privada y telefonía con el Ayuntamiento de Salvador Alvarado por alrededor de 17 millones de pesos.

Radiocomunicaciones F.M. de Guamúchil, S.A. de C.V. instalaba antenas y sistemas de radiocomunicación en ciudades y comunidades de la zona serrana.

El gobernador Mario López Valdez, en rueda de prensa, dijo que tenía antenas en tres cerros. Una fuente de manera extraoficial informó que las antenas abarcan la zona conocida como el Triángulo Dorado, compuesto por Chihuahua, Durango y Sinaloa y que entre su padrón de clientes se encontraban algunos miembros de la delincuencia organizada.

Además de vender los sistemas de radiocomunicación y programar la radiofrecuencia de los sistemas móviles y fijos, daba el servicio de instalación de sistemas de video vigilancia.

En la página de internet www.ragusa.com.mx, que fue dada de baja el 8 de diciembre, un día después de que mataron al empresario, dice que la empresa se dedica a la “asesoría, venta, mantenimiento e instalación de equipos y redes de telecomunicación, integrador de soluciones troncales, convencionales, digitales y Banda Ancha”.

“Ragusa Telecomunicaciones le lleva los servicios de internet donde usted los necesite, abarcamos los municipios de Cruz de Elota, Culiacán, Navolato, Badiraguato, Angostura, Mocorito, Salvador Alvarado, parte de Guasave y parte de Sinaloa de Leyva”, se leía en la página de internet de la empresa.

Una fuente cercana informó a Ríodoce que el empresario fue buscado por la Marina Armada de México para solicitarle que cortara la comunicación en la zona serrana como parte de las estrategias de la recaptura de Joaquín Guzmán Loera, haciendo caso omiso la primera vez y obligándolo a hacerlo en una segunda visita por elementos de la Semar.

La fuente manifestó que el empresario fue advertido por la Armada para que saliera de la ciudad de Guamúchil, por lo que estuvo algunos días fuera de la ciudad junto con su familia, pero posteriormente regresó.

Vecinos de donde se encuentra ubicada la empresa de Barroso recuerdan que era muy común que el empresario pasara mucho tiempo ahí, y verlo salir a la calle era común, informaron que ya había pasado un tiempo desde que no se percataban de su presencia en sus oficinas.

Luego de su muerte se supo que en noviembre llegaron unos hombres a la empresa y delante del ingeniero Barroso se llevaron de manera forzada a uno de sus empleados del que hasta el momento no se sabe nada, posteriormente el día primero de diciembre se llevaron al empresario, aunque fuentes extraoficiales indican que seguía manteniendo comunicación con su familia.

“Debo decirles que nosotros no tuvimos ningún registro de denuncia con respecto al hecho relacionado con el empresario; hoy sabemos dentro de la investigación que fue privado de su libertad en su negocio el día primero de diciembre, pero antes el día 23 fue privado un empleado en su presencia; tampoco tenemos denuncia, no hubo petición de dinero, no hubo nada”, manifestó el procurador del estado, Marco Antonio Higuera a los medios de comunicación.

El Procurador informó que el día 7 de diciembre los agentes de la PGJE encontraron cuatro personas muertas, dos rifles AK-47 conocidas como “Cuerno de Chivo”, un AR-15 y una pistola calibre 45, además de diversos cartuchos en las habitaciones 51 y 52 del motel Las Fuentes, ubicado en la carretera México 15 en el municipio de Salvador Alvarado.

LA VERSIÓN DE LA MARINA

Luego de que se dio a conocer que uno de los fallecidos en el motel “Las Fuentes” era Barroso Ceceña, la primera versión que se manejó en los medios de comunicación fue que había sido una operación fallida por parte de elementos de la Marina que intentaban rescatar al empresario.

Ese día Malova estuvo en Guamúchil acompañado por la alcaldesa Liliana Cárdenas en una comida con representantes de cámaras empresariales de la localidad, donde presentó su quinto informe de gobierno, pero ninguno de los empresarios mencionó nada.

Al finalizar  la comida, Malova fue abordado por los reporteros y manifestó que esperaría los reportes oficiales, manifestó su pésame a las familias de los cuatro muertos y reconoció las labores y apoyo por parte de la Marina  en las labores de seguridad.
“No adelantemos juicios, esperemos los reportes oficiales, ya hay una carpeta de investigación, se están haciendo las diligencias para ver cómo es que se presentaron los hechos”, dijo.

Ese mismo día en la noche la Marina, a través de su cuenta oficial de Twitter, desmintió la primera versión que indicaba que se trataba de la privación de la libertad de empresario donde intervinieron.

“Personal de la Armada de México repele agresión con armas de fuego en Guamúchil, Sinaloa. Cuatro agresores pierden la vida”, ante ese mensaje el empresariado manifestó su indignación, pero el Gobernador siguió manteniéndose firme en la versión de la Marina.

Posteriormente a través de un boletín, la SEMAR informó que “personal de la Armada de México que realizaba recorridos de disuasión en la ciudad de Guamúchil, Sinaloa, fue agredido con armas de fuego por lo que los elementos navales repelieron la agresión”.

El boletín explica que la agresión se llevó a cabo cuando los elementos realizaban un recorrido por Guamúchil y “avistaron a un grupo de personas armadas que viajaban a bordo de un vehículo”, por lo que ante la posible flagrancia de delito empezaron a seguirlos.

Según el informe las personas armadas al darse cuenta de que los seguían empezaron a disparar, emprendiendo la huida e iniciándose la persecución que terminó en el interior del motel donde continuaron con la agresión.

Como “resultado del intercambio de disparos, cuatro agresores perdieron la vida y en el lugar fueron asegurados cuatro armas de fuego (un arma corta y tres armas largas), así como dos vehículos”.

Según fuentes de Ríodoce, las dos camionetas entraron al motel Las Fuentes alrededor de la 1:30 de la madrugada del día 7 de diciembre. Como cualquier huésped pidieron dos habitaciones ubicadas al final y se les asignaron los cuartos 51 y 52; momentos después entraron  dos unidades de la Marina y elementos a pie, resguardaron a los empleados en la oficina y empezaron los disparos.

El cuarto marcado con el numero 51 tenía dos camas, entre las que quedó uno de los muertos, adentro de la cochera quedaron dos más y en la entrada otro más, el portón estaba abierto con algunos impactos de bala en la parte posterior.

La camioneta que habían metido de reversa tiene impactos en el cristal delantero, y la pared del cuarto es la que resultó más dañada; en dirección a donde estaban los marinos solo había un hueco en una pared.

Los videos de vigilancia del hotel fueron tomados como evidencia; dentro del cuarto no quedó ningún rastro de sangre, el agua que brotaba del tubo del lavabo del baño limpió cualquier rastro que pudo haber quedado en la alfombra y la cochera; dos días después, en el cuarto numero 51 ya no quedaba rastro, se hacían labores de remodelación.

RECUADRO 1

ERA SOBRINO DE HERIBERTO GALINDO UNO DE LOS MENORES MUERTOS

Oscar Alonso N de 15 años, quien falleció en el supuesto enfrentamiento con la marina del motel Las Fuentes, resultó ser sobrino segundo del ex diputado federal Heriberto Galindo, quien negó conocer al joven y tener alguna relación con él o su padre que de manera extraoficial se supo que era uno de los principales encargados de narcomenudeo de la zona del Évora.

“En primer lugar no conozco al joven ni su nombre, ni lo conozco físicamente, nunca lo he visto en mi vida, él es hijo de un sobrino al que no veo hace cuarenta años, lamento mucho lo ocurrido, es una pena, es un dolor porque la persona que tenían secuestrada era amigo mío y era un hombre de bien, entusiasta, un hombre muy útil y  muy positivo para Guamúchil”,  dijo  Heriberto Galindo.

“Solamente puedo responder por mis actos, no puedo responder por los actos de ningún pariente porque vivimos en una sociedad abierta, el hecho de que se haya mencionado que tienen parentesco aunque sea lejano me obliga a dar esta explicación”, puntualizó.
RECUADRO 2

ATORA EL CHOLO A LOS INVESTIGADORES

Eran las diez de la mañana del miércoles, cuando tres agentes de la Policía Ministerial, adscritos a Salvador Alvarado, se dirigían a la base, por el circuito que lleva del casco urbano de Guamúchil a la carretera costera.

Iban en un auto del año Nissan Sentra, color negro, sin placas de circulación, cuando fueron interceptados por un comando. Eran cinco camionetas llenas de hombres armados. Al frente, Orso Iván Gastélum, el Cholo.

Los bajaron del vehículo y comenzaron a amedrentarlos. Los cachetearon y los golpearon con las culatas de los Cuernos de chivo. A uno de ellos le desfiguraron la cara.

Eran los agentes encargados de iniciar la investigación sobre el asesinato de los cuatro hombres en el motel, la noche del lunes. La averiguación ya había sido turnada a la PGR, pero ellos seguían recabando información.

Las fuentes que informaron a Ríodoce sobre la intercepción de los policías aseguran que les preguntaron si trabajaban para la DEA, les advirtieron que ya dejaran el caso del motel por la paz y que si no lo hacían les “partirían su madre”.

Aseguraron, además, que el mismo Cholo le habló al jefe de la Policía Ministerial, Jesús Antonio Aguilar Íñiguez, para decirle que si no sacaba a sus agentes del caso los iban a matar.

Antes de dejarlos ir les quitaron las armas que portaban, escuadras 9 milímetros Glock y sus credenciales.

Chuytoño fue entrevistado por Ríodoce al respecto y negó los hechos. Se le preguntó si se había presentado denuncia por el robo de armas y dijo desconocer que hayan ocurrido tales hechos, que de armas estaban bien, completitos.


(RIODOCE/ CRISTIAN DÍAZ/  13 DICIEMBRE, 2015)

LA COSTOSA CACERÍA DEL CHAPO


No son las primeras víctimas y es casi seguro que tampoco las últimas. Ya se sabrá si el empresario Carlos Humberto Barroso Ceceña, asesinado por elementos de la Armada de México en un hotel de paso de Guamúchil, se entendía o no con el crimen organizado a través de sus servicios profesionales. Lo cierto es que murió en una turbia operación de la Marina, sumando este caso a muchos más en los que esta dependencia ha estado involucrada, algunas de ellas con un propósito muy bien definido: recapturar a Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, el Chapo.

Se supo, con antelación a los hechos fatales, que la Armada le había solicitado al empresario que inhabilitara las antenas que tiene ubicadas en la región con el propósito de cortar las comunicaciones del jefe narco. Se desconoce si lo hizo o no. En un episodio posterior, uno de sus empleados fue levantado, no se sabe por quiénes. Luego pasó lo mismo con el empresario, según confirmaron las mismas autoridades. Y aunque mantuvo comunicación con su familia, es un misterio en calidad de qué se encontraba con malandrines a la hora de su muerte. Son cosas que el tiempo irá aclarando. No la policía, también secuestrada por el hampa desde los más altos niveles. Solo el tiempo y las verdades verdaderas que emergen siempre sobre la turbiedad y mentiras institucionales.

El escueto mensaje de la Marina sobre los hechos, a través de su cuenta de Twitter, refleja ese velo y esa opacidad con que esta dependencia maneja sus asuntos. El hecho de que sean una institución militar no los exime de la transparencia debida, en tanto entidad pública y sujeto obligado: “Personal de la Armada de México, repele agresión con armas de fuego en Guamúchil, Sinaloa. Cuatro agresores pierden la vida”. Solo eso dijeron. Pero testimonios recogidos por Ríodoce en el lugar de los hechos no refieren ningún enfrentamiento. Ni se aprecian huellas —heridos o muertos de la otra parte, impactos de bala en la parte contraria, vehículos dañados— de que hubo ahí una batalla. Los elementos de la Marina llegaron y atacaron al grupo de cuatro que se encontraba en los cuartos 51 y 52 del motel, sin que se tenga evidencia de que los hayan conminado a rendirse. Iban a matarlos y el objetivo se cumplió. Sin distingos.

Como lo ha hecho siempre, la Marina acaparó la escena del crimen. Los peritos de la procuraduría, también como siempre, llegaron tarde y ya cuando los federales habían movido todo. Los cuerpos, armas, utilería. Los vehículos. Nada dejaron como para que científicamente se determinara qué pasó ahí. Se fueron y desde las sombras enviaron un tuit lacónico que se resume en un aforismo algunas veces hasta cobarde: “en defensa propia”.

Algo parecido dijeron cuando asesinaron, en noviembre de 2014, en Eldorado, a un joven de 17años que viajaba en motocicleta. Uno de los marinos le disparó a dos metros con su fusil cuando el muchacho estaba tirado y herido de una pierna. Como a un perro. La CNDH abrió una investigación pero nunca se supo nada. Ningún castigo.

Lo mismo argumentaron después de que, hace un mes, dos policías municipales de Angostura los denunciaron por haberlos torturado en el intento de involucrarlos con el crimen organizado.

Los abusos de esta dependencia han quedado expuestos por decenas de crónicas y entrevistas en la prensa. En las ciudades, en los pueblos, en la sierra. Y hasta ahora nadie les ha puesto el alto. No se pueden esgrimir razones de Estado para convertir a una institución de este talante en un cuerpo de asalto criminal. Ya: ni la búsqueda del narcotraficante más poderoso de este país justifica tanto atropello a los ciudadanos, a las leyes, a las instituciones mismas.

Al final de cuentas, tanto abuso parece más bien un reflejo de su frustración. Al final de cuentas el Chapo ya se les escapó dos veces de penales considerados de “máxima seguridad”. Al final de cuentas puede ser que el capo se pasee en la ciudad de Culiacán o haga fiestas en la sierra, conviva con sus familias y/o se entreviste con gente importante. Al final de cuentas, la Marina, el exponente más visible de esta búsqueda frenética, está cargando con el muerto que significa el fracaso. Al final de cuentas, esta dependencia puede ser solo la cara ñoña de un gran acuerdo cupular para que Joaquín Guzmán Loera nunca sea atrapado. Al final de cuentas es muy probable que los que nalguean policías, cachetean sierreños y matan a mansalva, no conozcan, ni por asomo, el verdadero trasfondo de esta película.

Por lo pronto, ellos representan la Ley. Y tienen con qué imponerse.

BOLA Y CADENA

EL PROBLEMA PARA EL GOBIERNO federal es que una vez agotada la credibilidad del Ejército Mexicano, debiera preocuparse más por la imagen de la Marina. No se pueden seguir echando las instituciones a hogueras que todo lo consumen. So pena de pagar muy caro el precio.

SENTIDO CONTRARIO

LA DESIGNACIÓN DEL CANDIDATO del PRI a la gubernatura de Sinaloa se fue hasta enero del año entrante y esto parece haber bajado dos o tres grados la calentura de los aspirantes. Por lo menos públicamente. Porque, por abajo, nadie para.

HUMO NEGRO

POR EL CONTRARIO, LOS QUE parece incrementaron los niveles de fuego son los grupos de narcotraficantes que pululan en Culiacán. Las ejecuciones no cesan y ahora hasta miembros de las prominentes familias de los narcos caen abatidos por pleitos domésticos. Cuidado. Podemos estar en el umbral de una guerra tan funesta como la que se vivió a partir de 2008 y que nadie quisiera ver repetida.


(RIODOCE/ Redacción/  13 diciembre, 2015)

DOS MUERTOS Y UN HERIDO DURANTE TIROTEO EN MAZATLÁN


Por las múltiples lesiones que recibieron de impacto bala, dos personas murieron la noche del domingo y una más resultó herida.

La agresión se registró en el estacionamiento del centro comercial Plaza del Mar, ubicado en la colonia Jacarandas en el puerto de Mazatlán.

 Alrededor de las 22:40 horas, según testigos, se escucharon las detonaciones, y algunos alcanzaron a observar que, los agresores viajaban a bordo de un taxi, desde donde dispararon y huyeron con rumbo desconocido.

Uno de los muertos fue agredido a balazos al momento de abordar una camioneta Nissan blanca, sin placas de circulación, por el lado del copiloto, el otro atrás, al momento se desconoce la identidad de ambos.

 La persona herida fue trasladada a recibir atención médica.

En el lugar se encontraron casquillos de 9 milímetros, ‘cuerno de chivo’, y dos cargadores útiles del arma de grueso calibre.


(RIODOCE/ Nelda Ortega/  14 diciembre, 2015)

EJECUTAN A DOS EN CAJEME; CAEN SICARIOS


Fuertemente resguardada la USSI Sur tras el arribo de los sicarios detenidos.

En impresionante operativo policiaco-militar los coparon en Jardines del Valle

Tras ser acribillados a corta distancia por dos sujetos en la zona urbana de la Comisaría del Tobarito, una persona perdió la vida en el lugar del violento suceso mientras que una más dejó de existir mientras recibía atención médica al resultar gravemente lesionada tras el sangriento episodio registrado alrededor de las 17:00 horas de ayer.

De manera extraoficial los ahora occisos fueron identificados como Pedro Cortés Alcalá, a quien le conocían con el apodo del “Gordito”, de 32 años, así como Cuauhtémoc Valenzuela Gastélum.

Se dio a conocer que los sujetos agredidos se encontraban departiendo por dentro de la barda perimetral de una vivienda ubicada sobre la calle Jesús García entre 18 de Marzo y 6 de Abril, en la citada Comisaría.

Hasta ese sitio arribó una vagoneta de la marca Jeep, línea Cherokee, color gris oscuro, de donde descendieron dos individuos que se aproximaron a sus víctimas y abrieron fuego con arma corta en repetidas ocasiones.

Posteriormente, abordaron el vehículo en el que llegaron al lugar y se dieron a la fuga a toda velocidad hacia el poniente de la población rural con rumbo a esta ciudad.

De inmediato los atemorizados testigos dieron aviso a las autoridades, instrumentándose impresionante despliegue policiaco-militar por diversas colonias del sur de la ciudad, a la vez que el hombre lesionado era trasladado a recibir atención médica a un nosocomio local a bordo de un vehículo particular.

Fue a la altura de las calles Fresno y 600, Valle del Yaqui, que personal de la benemérita institución realizó el transbordo de Valenzuela Gastélum, quien ya había perdido bastante sangre tras el ataque, produciéndose su deceso al poco tiempo de haber ingresado a la institución de salud.

De manera simultánea, el intenso operativo en el que participaron elementos de las policías Municipal, Estatal Investigadora (PEI), Estatal de Seguridad Pública (PESP), militares del Ejército Mexicano e infantes de Marina, se desarrolló inicialmente por las calles 600 y Norman E. Borlaug, por donde presuntamente se habían dado a la fuga los sicarios.

En menos de una hora, en calles del fraccionamiento Jardines del Valle, los presuntos gatilleros fueron copados y capturados, logrando el aseguramiento del vehículo utilizado para escapar, así como un arma corta.

Seguidamente, los tres sujetos, de los cuales no se proporcionaron sus generales, fueron trasladados mediante impresionante caravana a las instalaciones de la Unidad de Seguridad y Servicios Integrales (USSI) Sur, inmueble que permaneció sitiado por espacio de media hora, cerrando autoridades el tráfico de las calles Michoacán y Ejército Nacional, en la colonia Óscar Russo Vogel, para después ser llevados al Centro Integral de Procuración de Justicia, donde se realizarían las investigaciones correspondientes.

Aunque no se estableció el número de casquillos localizados en la escena del crimen, trascendió que el calibre utilizado por los victimarios al parecer era .45, evidencia levantada por personal de Servicios Periciales de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), además de trasladar los restos mortales al departamento de Medicina Legal, bajo mandato del agente del Ministerio Público del Fuero Común, para las diligencias de ley correspondientes.





(DIARIO DEL YAQUI/ Francisco Romero/14 DE DICIEMBRE 2015)

ACUMULA MÉDICO 60 DENUNCIAS ANTE PGR POR TRÁFICO Y VENTA DE ÓRGANOS


Da a conocer públicamente el presidente de FIND

Hizo un llamado a las autoridades de la Procuraduría de Justicia de Sonora para que investiguen a Luis Carlos Rodríguez Sancho que trabaja en el HGES

HERMOSILLO, Sonora.- El presidente de la Fundación Internacional de Niños Robados y Desaparecidos en México (FIND), Juan Manuel Estrada Juárez denunció públicamente que el doctor, Luis Carlos Rodríguez Sancho quien trabaja en el Hospital General del Estado de Sonora tiene 60 denuncias ante la Procuraduría General de la República por tráfico y venta de órganos.

Comentó que las denuncias son procedentes de las víctimas y sus familiares de San Luis Potosí pues el galeno empezó con dicha práctica en esa entidad.

“Espero que esta persona no venga a engañar ni quiera aprovecharse de los sonorenses. Sé que está operando en el Hospital General (del Estado)”, expresó.

Hizo un llamado a las autoridades de la Procuraduría de Justicia de Sonora para que investiguen a Rodríguez Sancho.

“Éste es un  tipejo. Es un traficante de órganos. Es el único caso documentado en México de tráfico de órganos, y hoy, está operando aquí en Sonora. Hago una denuncia pública para que se investigue a esta persona”, aseveró.

Sobre este caso, dijo que ya le informó al presidente de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, Raúl Ramírez Ramírez, y que se comprometió a averiguar en el tema.


(DOSSIER POLITICO/ Tomado de: Alan Rubio / Uniradio/ 2015-12-14)