Agueda Barojas Ontiveros
Si
la temperatura en este bello puerto de Guaymas estuvo insoportable este
día, el que conoció el infierno cuando el sol a penas se ocultaba es el
dirigente del PAN, Omar Núñez Caravantes, quien hoy dejó el cargo de
delegado regional de la SEC y pasó la estafeta a un inexperto en esa
materia cuyo único mérito es ser su amigo.
El
dirigente panista decidió dejar ese cargo para ocuparse al cien por
ciento de las tareas del Partido Acción Nacional (PAN) pero resulta que
al parecer la decisión no fue su mejor apuesta ya que en el partido no
lo quieren.
Desde hace semanas se ha venido gestando un movimiento para tumbarlo. Las razones son muchas.
Hoy la inconformidad tomó forma, hoy ardió troya y al dirigente panista le fue como en feria.
A
los de sangre azul no les importó el sacrificio que hizo Núñez
Caravantes, dejando un buen sueldo y los privilegios que conlleva ser
funcionario estatal.
De
poco le sirvió al ex funcionario demostrar congruencia al dejar una
cachucha y desmotrar su amor por el partido, miren que no es cualquiera.
En
la reunión de este miércoles, cual si fuera una asamblea perredista,
los panistas demostraron una vez más que también son rijosos.
Todo
comenzó con la inconformidad de Ana Cecilia Ramonet, panista y empleada
de la SEC, pero a la lluvia de reclamos le siguieron el ex alcalde
Bernardino Cruz Rivas, José María Cházaro y otros.
A
Omar Núñez le reclamaron que haya dejado en su cargo a Francisco
Manzanarez, quien no cuenta con el perfil que se requiere para el cargo.
Los panistas sacaron todo lo que traen dentro y le echaron en cara a su dirigente que solo a su grupo le consigue trabajo.
Si
bien es cierto, Francisco Manzanares es amigo de Omar Núñez, los
panistas deberían de saber que el cargo de encargado de despacho de la
SEC que le dieron obedece a la bendición de Adrián Espinoza, Secretario
General del PAN.
José Luis Ibarra Mendivil, el Secretario de la SEC, tenía otra propuesta, ganó la política, como siempre.
Los panistas ya se cansaron de ver pasar, mientras el grupo de Francisco Bueno y Omar Núñez se enriquece.
Para muestras un botón, Paco Bueno.
Se
cansaron de ver como Omar Núñez sostiene a los de su grupo a pesar de
que ha quedado comprobado que han traicionado la confianza del proyecto,
a pesar de sus actos de corrupción.
Luis Alberto Gastélum Pardo, director de Regulación Sanitaria, es otro de los ejemplos claros de que ese grupo salió muy chafa.
Ahora
Francisco Manzanares, quien por mucho tiempo disfrutó con su amigo
Gastélum Pardo de comilonas que conseguía extorsionando a restaurantes.
Pero no solo eso, con Adrián Espinoza, también ha disfrutado las mieles del poder. Se lo llevó con gastos pagados a Europa.
Pero si abrió fuego ese tema, lo cerró otro. Fuera! Fuera! Pinocho, ni creas que vas a ser diputado local, le dijeron.
Algunos, muy pocos, dos, intentaron defenderlo pero corrieron con buena suerte, también les llovieron catorrazos.
Justo
hoy que el dirigente panista se decidió por el partido y no por el
cargo estatal, los panistas le dejaron en claro que no lo quieren, justo
hoy que es más débil le mostraron su rechazo, le cobraron las facturas
pendientes.
El
debilitamiento de su grupo al interior del partido es de preocuparse.
Las fuerzas en el PAN comienzan a devorarse y la división es la prueba
palpable de la falta de oficio y trabajo político, pero también de la
ausencia de liderazgo.
Omar
Núñez representa un liderazgo cuestionado. La incursión de su grupo en
la esfera gubernamental ha dejado mal sabor de boca, todos han salido
cuestionados y no por poco.
(EL PORTAL DE LA NOTICIA/ Agueda Barojas Ontiveros/ Miércoles, 14 de Agosto de 2013 21:51)