viernes, 18 de octubre de 2019

INFIERNO EN CULIACÁN


Aclaración: esta columna se terminó de escribir a las ocho de la noche, hora de la Ciudad de México, cuando el túnel en el que se encontraba Culiacán seguía en la oscuridad, la confusión y la incertidumbre.

Lo peor que sucedió ayer en Culiacán es que la noche llegó y para muchos, la certeza de despertar al día siguiente se había perdido. Desde 1975 cuando en el velorio de un hermano de Miguel Ángel Félix Gallardo, el último de los grandes barones de la droga, se desató una balacera que se extendió por la ciudad, no se había vivido lo que este jueves sufrió Culiacán. Pero mucho peor. Cuando menos hasta la hora del crepúsculo, amplias zonas de Culiacán estaban bajo el control del las milicias de los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán, que bloquearon cada una de las salidas de la capital de Sinaloa y el aeropuerto en manos de criminales. Los sicarios llegaron por decenas a Culiacán para defender a sus patrones y realizaron acciones quirúrgicas contra las fuerzas de seguridad, atacando las instalaciones del Ejército, la Fiscalía, la policía estatal y la policía municipal.

Testimonios de habitantes de Culiacán narran lo inenarrable. Los ejércitos del narcotráfico golpearon al Ejército y le arrebataron la capital a las autoridades. El gobierno, al menos durante la mayor parte del día, quedó en manos de los paramilitares de Guzmán, pero la confusión no permite llegar aún a ninguna conclusión. Lo único claro es que la única autoridad real en Culiacán durante las horas de luz de este jueves, eran los narcotraficantes, ante el repliegue del Ejército. Controlaban todo. En la periferia de Culiacán establecieron tres retenes en cada carretera, de acuerdo con personas que lograron escapar de la capital, para frenar algún ataque del Ejército, al que pusieron a controlar las casetas de peaje.

Comenzó todo a media mañana. Según un culiche que estaba tomando café en la zona comercial de Culiacán, conocida como Tres Ríos, donde la batalla campal inició. Alrededor de las 11 y media (una hora  menos que en la Ciudad de México), recordó que trascendió que habían detenido a uno de los hijos de El Chapo Guzmán. “La confusión era si efectivamente había sido el Ejército o los rivales de los Guzmán”, dijo al recordar las primeras horas de un día que terminó para él siete horas después, cuatro que estuvo encerrado en el restaurante porque era imposible salir a las calles por las balaceras, y tres más en llegar a su casa, no muy lejos de ese lugar, por tantos vehículos bloqueando las calles, incendiados y procurando evitar los puntos de mayor violencia. Como todos los que han aprendido a vivir en el riesgo, su vehículo llevaba los vidrios abajo para que pudieran observarlo y ver que no era policía, militar o sicario.

La operación era para detener a Ovidio Guzmán López, de 29 años, apodado El Ratón, buscado por el gobierno de Estados Unidos, lo que añade confusión a lo que realmente sucedió ayer. Agentes de la DEA presumiblemente fueron los que presionaron al gobierno federal y participaron en la pésimamente planeada  operación, que provocó la toma de Culiacán por parte de los paramilitares de los Guzmán. Las grabaciones de quienes participaron en la detención, a las que tuvo acceso esta columna, muestran la desesperación.

“Están parapetados con el 75 (que significa ‘detenido’ en las claves policiales). No les llega el apoyo”, dijo uno de los agentes que estaba buscando apoyo.

“¡Dile a los putos que suban los Blackhakws; tienen autonomía de vuelo”, dijo otro, que sabía que sus compañeros estaban rodeados.

No sabían que ni el Ejército ni la Secretaría de Seguridad Pública Ciudadana ordenaron a los Blackhawks, poderosos helicópteros artillados, volar para apoyar a sus compañeros, porque temían que los derribaran con los Barrett, el fusil de alta potencia que utilizan los grandes cárteles de la droga. La unidad que detuvo a Guzmán López quedó a merced de los paramilitares. La forma como salieron con vida y el detenido no está nada claro. Grabaciones obtenidas por fuentes cercanas a los federales de varios jefes de sicarios, proporcionadas a esta columna, tienen diálogos inexplicables con la información conocida hasta este momento.

“Pendiente plebada”, dice uno, “ya rescataron al patrón”.

“Por favor, pongan atención”, dijo otro, “ya no tiren bala. Ya no tiren bala. Ya todo bien. Díganle a la plebada. Ya no vamos a ir por el muchacho, ya todo se arregló”.

Una versión que no pudo confirmar María Idalia Gómez, editora de Eje Central, es que Iván Archivaldo Guzmán, el hijo más conocido de El Chapo Guzmán, fue detenido, pero lo liberaron.

“Paren todo, paren todo”, grita uno más de los jefes operativos paramilitares. “El patrón ya se entregó. Paren todo”.

En otra grabación, los paramilitares hablan por radio sobre lo que planeaban hacer. “Seguimos matando guachos, no siguen matando gente. Vamos por unas personas. Métanse a la guarda, saquen mujeres, lo que sea, niños”. Otro dice, aparentemente a militares que capturaron: “Se van a morir a la verga. Métanse. Van a mamar un vergal de niños, de señoras y todo a la verga. Mire compa. Deje de pedir apoyo al gobierno. Desafánese y a la verga”.

Los paramilitares liberaron a decenas de prisioneros del penal Aguaruto. Las autoridades dijeron que no eran más de 30, pero hay indicios que fueron muchos más. Hay un número indeterminado de civiles muertos, y muchos más se salvaron porque se encerró en sus casas. El saldo de muertos y heridos es desconocido, pero es un evento activo. Nunca se había visto nada así en una ciudad del tamaño de la capital de Sinaloa. Nunca imaginamos que esto sucedería en México.

(EJE CENTRAL/ ESTRICTAMENTE PERSONAL/ RAYMUNDO RIVA PALACIO/18 DE OCTUBRE 2019)

SEÑOR PRESIDENTE, ¿ASÍ O MÁS CLARO?


El crimen organizado se está burlando del presidente Andrés Manuel López Obrador. Ha convertido sus frases coloquiales y sus amenazas a criminales de acusarlos con sus mamás y abuelitas, en un búmeran que pone en entredicho su compromiso de garantizar la seguridad de los mexicanos. Tendrá que aprender a no hablarles así a los criminales –porque la realidad lo empuja al ridículo-, y que tampoco se les extiende un salvoconducto de impunidad con la promesa de que no los combatirá, porque lo que sucedió en Coatzacoalcos y Minatitlán, en Aguililla y en Iguala, que revivieron las matanzas en este país, se incrementará en tanto los delincuentes vayan tomando mayor conciencia que su único enemigo es la organización criminal rival, porque el gobierno les cedió la plaza.

La matanza de policías estatales en Aguililla puso al gobierno federal en una crisis originada por su incompetencia. Más de 30 personas armadas emboscaron a 42 policías y les dispararon con R-15 y AK-47, fusiles de asalto que no tienen los cuerpos de seguridad civiles. Los R-15 son de uso reglamentario del Ejército; los AK-47, no los usa ningún cuerpo de seguridad en el país. Por definición, la Fiscalía General debió haber atraído el caso de manera automática, al haberse utilizado ese tipo de armamento. No lo ordenó el presidente y nadie se movió. Un día después, otra matanza, pero ahora realizada por militares, se dio a 670 kilómetros, en Iguala, donde abatieron a 13 presuntos delincuentes de una manera, cuando menos, oscura.

La decisión presidencial de no confrontar a los grupos criminales, menos aún combatirlos sistemáticamente -en Iguala se cruzaron con ellos-, se va a convertir en el misil contra su popularidad y aprobación. A López Obrador le importan mucho las encuestas –quizás es el presidente que más apegado a ellas ha gobernado-, pero las está leyendo mal. El que los mexicanos no quieran violencia y critiquen las estrategias de los gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, no lo debe llevar a la esquizofrenia.

Se queja de las dos formas de enfrentar a las organizaciones criminales, pese a que sus estrategias fueron totalmente distintas. Calderón las enfrentó y se elevó la violencia hasta mayo de 2011, cuando comenzó su inflexión y caída. Peña Nieto se benefició de la inercia, pero al no confrontarlos, en tres años la violencia creció a niveles nunca antes vistos, otra tendencia alcista que heredó al nuevo gobierno. López Obrador critica a los dos y escoge el camino de Peña Nieto. Su gobierno se parece mucho al que le precedió, donde la seguridad está en manos de quien no sabe nada de seguridad.

Pero está peor que el de Peña Nieto. Alfonso Durazo, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, tiene la responsabilidad de la Guardia Nacional, pero el mando operativo, la doctrina y sus integrantes, dependen de la Secretaría de la Defensa. Pero el secretario de la Defensa, el general Luis Cresencio Sandoval, no está a cargo de la estrategia, o mejor dicho, de la ausencia de ella. Es decir, quienes saben operar en campo, ponen la gente, las armas y el prestigio, están al margen del diseño de la estrategia, y quienes les ordenan qué hacer, desconocen cómo hacerlo.

El Presidente no sabe nada del fenómeno, pero habla todo el tiempo de él. No se involucra y exige, correctamente, que los responsables den buenos resultados. Pero en estos momentos, no se sabe cuáles son los resultados que quiere. Su definición de victoria para revertir el estado de cosas en el tema de la seguridad, es devolver la paz y la tranquilidad a los mexicanos, mediante dos acciones: prevención y actos de fe. La primera carece de recursos. No hay dinero para construir una Guardia Nacional –sólo hay salarios presupuestados para siete mil guardias-, ni tampoco para equipamiento. El dinero para programas sociales para incorporarlos a la vida legal, se ha reducido en el presupuesto porque no hay recursos. La segunda es una broma. “Abrazos, no balazos”, es una frase bonita que no tiene nada que ver con una política pública de seguridad.

López Obrador ha dicho que no han podido hacer las cosas como querían hacerlo de rápido porque les dejaron un tiradero en el tema de seguridad. Es cierto, y lo supieron durante la transición, pero aún así optaron por tirar todo lo que se construyó en el pasado, como lo que quedaba de Plataforma México y los servicios de inteligencia civil, para sustituirlos por nada. Incurrió el presidente en el mismo error trágico de Peña Nieto, al pensar que todo lo pasado era falso, estaba podrido y debían tirarlo a la basura. Las únicas armas reales que tiene el presidente en sus manos son la retórica y su discurso amable, eficiente en la gradería, pero calamitoso para bajar la inseguridad. Debe recordar que hoy, los muertos ya no son de Calderón ni de Peña Nieto. Los muertos son de él, de su gobierno y de su incapacidad para desarrollar una estrategia de seguridad.

La soberbia, la marca del nuevo gobierno, está cobrando su cuota. Hasta hace unas semanas, varios de los colaboradores más influyentes de López Obrador decían que todo estaba bajo control, el plan de rescate de Pemex, la economía y la seguridad. Hoy vemos que al plan de rescate de Pemex le han tenido que seguir inyectando recursos porque no sale, la economía está estancada y en el umbral de entrar en recesión, y la seguridad, como lo peor de todo. La ineptitud se convirtió en el lastre que lo está hundiendo en un mar que desconoce, aunque el presidente siga pensando que su política de palabra cristiana es suficiente para parar las balas y las matanzas. Así, no va a poder con la violencia.


(EJE CENTRAL/ESTRICTAMENTE PERSONAL/ RAYMUNDO RIVA PALACIO/ 17 DE OCTUBRE DE 2019)



NADA DE QUÉ PRESUMIR


Se agradece que el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, reconozca que no hay nada de qué presumir en el combate a la delincuencia. Que bueno que se desterraron los discursos triunfalistas del periodo de la transición y entramos al terreno de la realidad. Frenar la violencia y revertir la tendencia no iba a ser nada fácil, después de seis años de una estrategia de seguridad fallida, equivocada, y pensaba más en la construcción de una candidatura presidencial -la del senador Miguel Ángel Osorio Chong-, que en la protección de los mexicanos. El gobierno del presidente Enrique Peña Nieto claudicó en su función prima, por incompetente, ignorante y ambicioso, y la misma ruta parecía que seguiría el del presidente Andrés Manuel López Obrador. En este primer corte de caja, vemos con agrado, que no es así. Pero no todo es bueno.

Durazo dio a conocer un informe de 95 páginas llenos de datos y cuadros estadísticos, cuyo trabajo de arqueología permite sacar unas primeras conclusiones. A nivel nacional, como dijo el secretario, se logró una contención en homicidios. Durazo dijo que el máximo histórico se alcanzó en julio del año pasado, con tres mil 74 homicidios dolosos, y que en los primeros meses del año se estabilizó en 0.4. De acuerdo con las últimas cifras del Secretariado Ejecutivo Nacional de Seguridad Pública, publicadas el 20 de septiembre -en seis días vendrá la actualización mensual-, durante agosto de este año hubo tres mil 54 asesinatos, lo que explica su “estabilización”. Sin embargo, el total de personas asesinadas durante los primeros ocho meses de 2019 fue de 23 mil, lo que significa un incremento de 35% respecto a 2018, cuando se registraron 22 mil 891 muertes en el mismo periodo.

Estos datos también tienen que ser analizados con otra gráfica que fue dada a conocer por el general secretario de la Defensa, Luis Cresencio Sandoval, quien afirmó que el índice de letalidad se redujo en 88% este año, al registrar 123 muertes de personas presuntamente vinculadas al crimen organizado que se enfrentaron con las fuerzas de seguridad federales, contra 230 muertes de agresores en el mismo periodo de ocho meses de este año. Estos datos tienen una explicación: el gobierno de López Obrador no está combatiendo a los criminales. Las muertes se registran cuando son agredidos y responden el fuego, o cuando actúan en flagrancia, no por operativos especialmente diseñados para enfrentar a la delincuencia organizada.

A nivel local, el informe muestra un dato espectacular, por lo negativo del mismo. Una gráfica ilustrativa (página 14) menciona el número de efectivos de la policía por entidad, que incluye una columna sobre el déficit y el superávit de las policiales en el país. Por cuanto al déficit, las cinco entidades que presentan el mayor rezago de policías por habitante son Tamaulipas (-76.79%), Veracruz (-64.75%), Coahuila (-59.86%), estado de México (-59.79%), y Zacatecas (-58.95%). Con respecto al superátiv sólo aparecen cuatro: Yucatán (4.46%), Colima (14.12%), Tabasco (14.46%), y Ciudad de México (191.52%). Si usted piensa que leyó mal el porcentaje de policías por habitante en la capital federal, no lo hizo.

La Ciudad de México tiene un superávit de tres dígitos. El número de policías por cada 100 mil habitantes supera en 70% el estándar internacional y, sin embargo, la seguridad es un desastre. De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo Nacional de Seguridad Pública y la consultora GLAC, entre enero y agosto la Ciudad de México se colocó como la cuarta entidad de mayor incidencia delictiva, con mil 874 incidentes por cada 100 mil habitantes, superada sólo por Colima (dos mil 375), Querétaro (mil 955) y Aguascalientes (mil 917). Por cuanto a homicidio doloso, Colima se mantiene en el primer lugar, con 56 asesinatos dolosos por cada 100 mil habitantes, y la Ciudad de México en el lugar 19 con 11.4 asesinatos dolosos por cada 100 mil habitantes, casi igual que Veracruz (11.6 por cada 100 mil habitantes), que se encuentra en el imaginario colectivo como uno de los estados más peligrosos del país.
Durazo fue cuidadoso y en ningún momento mencionó a la Ciudad de México, cuya jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, es la funcionaria más protegida por el presidente López Obrador. El secretario habló de la percepción de inseguridad que se vive en el país, sobre la base de la Encuesta nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública del INEGI, dada a conocer en septiembre, donde el 78.9% de los mexicanos dice vivir con inseguridad. Cuando se analiza la encuesta por estados, 14 entidades superan la media nacional, donde la Ciudad de México figura en el segundo lugar de mayor sentir de inseguridad con 89.23%, 10% más que la media nacional, y solo superada por Tabasco, con 90.24%.

El mensaje de Durazo se alejó positivamente de su discurso triunfalista durante el periodo de transición, derivado -por confesión de parte- que el estado desastroso que dejó Peña Nieto en cuanto al tema de la seguridad, fue corroborado en los hechos por este gobierno una vez que entró en funciones. Usar la estadística de una manera particular para proyectar la imagen de que se va avanzando, como lo hizo el secretario, no es una manipulación particular. Todos los gobiernos lo hacen, que hizo algo distinto: ocultar la cifra de la inseguridad y la violencia hasta que la realidad lo atropelló. Durazo expresó la preocupación del gobierno y lo mucho que les falta mucho por hacer para mejorar la seguridad, el tema que más preocupa a los mexicanos. Tienen que revertir la tendencia, porque los primeros nueve meses del gobierno de López Obrador, fueron los más violentos en los tres últimos gobiernos.

(EJE CENTRAL/ESTRICTAMENTE PERSONAL/RAYMUNDO RIVA PALACIO/15 DE OCTUBRE DE 2019)

MILITARES DETIENEN EN CULIACÁN A OVIDIO GUZMÁN LÓPEZ, HIJO DE “EL CHAPO”


Fuentes gubernamentales de alto nivel confirmaron al semanario ZETA que Ovidio Guzmán López, de 28 años de edad, uno de los hijos del capo sinaloense Joaquín Archivado Guzmán Loera, “El Chapo”, fue detenido por elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y de la Guardia Nacional, este jueves 17 de octubre en el el sector Tres Ríos, de Culiacán, Sinaloa, a 200 metros de la Fiscalía General del Estado.

Por su parte, el presidente Andrés Manuel López Obrador que más tarde de este mismo día, el Gabinete de Seguridad federal dará detalles de lo sucedido en la capital de Sinaloa, donde varios grupos de hombres armados y encapuchados bloquearon y detonaron sus armas de fuego de uso exclusivo del Ejército.

Sara Pablo Nava
@sarapablo1
El gabinete de seguridad está reunido ante lo ocurrido en Culiacán, Sinaloa, informó el presidente @lopezobrador_

Comprometió que más tarde habrá información

El pasado 21 de febrero, el Departamento de Justicia estadounidense informó que el ahora detenido, y su hermano Joaquín Guzmán López, de 34 años de edad, fueron acusados un año antes, por la Fiscalía del Distrito Este de Nueva York, de conspiración para traficar cocaína, metanfetaminas y marihuana a Estados Unidos entre abril del 2008 hasta el mismo mes del 2018.

Brian A. Benczkowski asistente del Fiscal General de la División Penal del Departamento de Justicia, y el Agente Especial a Cargo, Scott Brown, de la Oficina de Campo de Arizona, de las Oficinas de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos, hicieron el anuncio del caso que está asignado al Juez de Distrito, Rudolph Contreras.

Los hermanos Guzmán López, que se encontraban prófugos y las autoridades estadounidenses creían que residían en México. Su madre es Griselda López Pérez, la segunda esposa de “El Chapo”, con quien el capo procreó a cuatro hijos: Ovidio, Grisella Guadalupe, Joaquín y Edgar, el único hijo fallecido del ex líder del Cártel de Sinaloa. En 2002 fue asesinado en un estacionamiento en Culiacán, lugar se encontraron más de 500 casquillos de bala.
Por su parte, “El Chapo” fue condenado el pasado 12 de febrero por un jurado en la Corte del Distrito Este de Nueva York, por 10 cargos relacionados con el narcotráfico, entre estos, su papel como líder del Cartel de Sinaloa.

-INFORMACIÓN EN DESARROLLO…

(SEMANARIO ZETA/Destacados  Carlos Álvarez/jueves, 17 octubre, 2019 04:54 PM)

CIENTOS DE HOMBRES ARMADOS BLOQUEAN CALLES Y DISPARAN CONTRA LO QUE SE MUEVA EN CULIACÁN

Varios grupos de hombres armados y encapuchados bloquearon y detonaron sus armas de fuego de uso exclusivo del Ejército, este jueves 17 de octubre, en diversas zonas de Culiacán, Sinaloa, entre estas, el sector Tres Ríos, a 200 metros de la Fiscalía General del Estado.

Los presuntos miembros del Cártel de Sinaloa bloquearon cruceros. Después cerraron calles principales, entre ellas Álvaro Obregón, a la altura del centro de la ciudad, donde hombres que se trasladaban camionetas y con armas tipo Barret, dispararon al aire.

En un video difundido a través de las diversas redes sociales, se observa el momento exacto en donde comienza una ráfaga de disparos sobre el Boulevard Enrique Sánchez, hasta llegar a la avenida Universitarios, en el primer cuadro de la ciudad.

En otra grabación se pueden ver personas huyendo cuando suenan detonaciones de armas de alto calibre. Además, en un video más, se aprecian militares moviéndose entre vehículos de familias atrapadas en fuego cruzado de las balaceras.

Las detonaciones de armas y bloqueos también sucedieron en casetas de algunas carreteras, donde colocaron camiones doble remolque y tráileres. Otros lugares donde reportan detonaciones es en la Novena Zona Militar de Culiacán, en el área de estacionamiento.

El periódico local Noroeste difundió un video que muestra el momento en que elementos del Ejército rodean una residencia en la capital sinaloense, “donde habrían detenido a un personaje importante, que provocó la movilización de grupos armados”.

Según el medio digital Línea Directa, todos los accesos a la capital sinaloense están siendo cercados por elementos del Ejército, Marina y Policía Estatal, tras la intensa balacera que aún continúa.

-Información en desarrollo…

(SEMANARIO ZETA/ DESTACADOS  CARLOS ÁLVAREZ/JUEVES, 17 OCTUBRE, 2019 03:52 PM)


OPERATIVO EN CULIACÁN FUE “FALLIDO, DEFICIENTE E IMPROVISADO”, RECONOCEN; TAMBIÉN DETUVIERON A IVÁN ARCHIVALDO: NYT

Alfonso Durazo Montaño, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), y el general Luis Cresencio Sandoval González, de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), informaron sobre el operativo para capturar a Ovidio Guzmán López, alias “El Ratón”, hijo del capo Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, “El Chapo”, fue fallido, deficiente e improvisado.

“No hay pacto con criminales […] no hay estado fallido, lo que hubo fue un operativo fallido”, reconoció Durazo Montaño en conferencia de prensa en Culiacán, donde aseguró que se realizará una investigación para castigar a los responsables.

El funcionario federal informó, además, que no fueron informados a tiempo de la orden de captura que se tenía sobre el hijo del ex líder del Cártel de Sinaloa. Por su parte, el titular de la Sedena reconoció, también, que se realizó un operativo deficiente en Culiacán en el que no se consideró la magnitud de la reacción de los criminales.

Reveló que Guzmán López no fue detenido formalmente debido a que los efectivos que participaban en la operación no contaban con una orden de cateo. “Fue un operativo precipitado en el que no se consideró la reacción de los delincuentes […] iban entre 30 y 35 elementos de la Policía Federal Ministerial, División Antidrogas y personal militar”, aseguró el general.

“Ingresaron al domicilio donde estaban cuatro personas entre ellas sobre quien pesaba la orden de aprehensión [Ovidio Guzmán López] pero fueron rodeados […] En esta ocasión fue un error generado por un personal que se precipitó en su acción, que buscó también lo mismo, la seguridad de la sociedad, la seguridad de todos ustedes, pudimos haber tenido más muertes”, afirmó Sandoval González.

El titular de la Sedena recalcó que se abandonaron las acciones ante las agresiones a la población, ataques a unidades militares y ocho soldados retenidos. Asimismo, dijo que el día de ayer, grupos criminales realizaron 19 bloqueos a vialidades, 14 agresiones con arma de fuego a personal del Ejército y la Guardia Nacional en Culiacán.

Debido a las agresiones hubo 7 elementos del Ejército y Fuerza Aérea heridos por arma de fuego, un oficial y 8 elementos de tropa retenidos que fueron luego liberados, 68 vehículos militares con impactos de arma de fuego. Además hubo agresiones al Cuartel Militar en Culiacán y a la sede del C4 estatal, abundó el general.

TAMBIÉN DETUVIERON A “EL CHAPITO”: NYT

“Actualización sobre el arresto de Ovidio Guzmán: el ejército mexicano lo capturó a él y a su hermano mayor Iván en un momento también. La gente de Iván lo sacó de la custodia, de acuerdo con personas informadas sobre el asunto. Luego secuestraron a familias de funcionarios mexicanos para forzar la liberación de Ovidio también”, escribió la mañana de este viernes 18, Alan Feuer, corresponsal del diario estatounidense The New York Times, quien cubrió todo el juicio de “El Chapo”.

“Iván [Archivaldo Guzmán Salazar, alias ‘El Chapito’] es un jugador mundial de drogas mucho más serio que su hermano menor, Ovidio, y parece haber tomado medidas extremas para liberarlo. AMLO estaba muy intimidado por la demostración de fuerza de Iván en Culiacán”, abundó el periodista en su cuenta de la red social Twitter.

FUERZAS DE SEGURIDAD SE REPLEGARON EN CULIACÁN, PERO ANTES DETUVIERON A OVIDIO GUZMÁN LÓPEZ, HIJO DE “EL CHAPO”: DURAZO

Alfonso Durazo Montaño, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) del Gobierno Federal, informó que este jueves 17 de octubre, a las 15:30 horas, una patrulla conformada por 30 elementos de la Guardia Nacional y la Secretaría de la Defensa Nacional se encontraban realizando un patrullaje de rutina, cuando fueron agredidos desde una vivienda ubicada en el sector Tres Ríos, en Culiacán, Sinaloa.

Según el funcionario federal, el personal que integraba la patrulla repelió la agresión y tomó el control del domicilio particular, localizando en su interior a cuatro ocupantes, entre ellos Ovidio Guzmán López, hijo del capo Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, alias “El Chapo”.

“Lo anterior generó que varios grupos de la delincuencia organizada rodearan la vivienda a una fuerza mayor a la de la patrulla. Asimismo, otros grupos realizaron acciones violentas en contra de la ciudadanía en diversos puntos de la ciudad, lo que generó una situación de pánico”, dijo Durazo Montaño en un video publicado en la red social Twitter de la SSPC.

“Con el propósito de salvaguardar el bien superior de la la integridad y la tranquilidad de la sociedad culiacanense, los funcionarios del Gabinete de Seguridad acordamos suspender dichas acciones. Igualmente, tomamos la decisión de trasladarnos a la ciudad de Culiacán, para conducir las acciones correspondientes”, indicó el funcionario federal.

Durazo Montaño aparece en el video acompañado del general Luis Cresencio Sandoval González, titular de la Sedena; así como del almirante José Rafael Ojeda Durán, de la Secretaría de Marina (Semar); de Luis Rodríguez Bucio, comandante de la Guardia Nacional (GN); y de Audomaro Martínez Zapata, director general del Centro Nacional de Inteligencia.

AMLO CONFIRMA LIBERACIÓN EN CULIACÁN DE OVIDIO GUZMÁN LÓPEZ, HIJO DE “EL CHAPO”
Al iniciar su conferencia de prensa matutina de este viernes 18 de octubre, el presidente Andrés Manuel López Obrador advirtió a los periodistas que no hablaría sobre los hechos acontecidos ayer jueves en Culiacán, Sinaloa.

Sin embargo, al abrirse las preguntas y respuestas, el mandatario nacional confirmó que el Gabinete de Seguridad Federal habría sugerido liberar a Ovidio Guzmán López, alias “El Ratón”, hijo del capo Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, “El Chapo”, razón por la cual se habían suscitado enfrentamientos en la capital sinaloense.

Desde Oaxaca, capital del estado homónimo donde realizará una gira todo lo que resta del fin de semana, el mandatario nacional abundó que será Alfonso Durazo Montaño, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), junto al general Luis Crescencio Sandoval González, titular de la Sedena; así como del almirante José Rafael Ojeda Durán, de la Secretaría de Marina (Semar), quienes informen al finalizar la conferencia matutina, respecto a lo que sucedió en Sinaloa.

“Tomaron decisiones, que yo respaldo, que yo avalo, porque se tornó muy difícil la situación, y estaban en riesgo muchos ciudadanos, muchas personas, y se tomó la decisión de proteger la vida, porque no se trata de masacres, eso ya se terminó. No puede valer más la captura de un delincuente, que las vidas de las personas”, dijo el titular del Poder Ejecutivo Federal.

“Ellos tomaron esa decisión, y yo la respaldé. También decirles, que se trató de un operativo, que llevó a cabo el Ejército, a partir de una orden de aprehensión de un presunto delincuente, pero como ya lo expliqué, hubo una reacción, muy violenta, y se ponía en riesgo la vida de mucha gente”, abundó el presidente de la República.

“[…] esta decisión se tomó para proteger a los ciudadanos, es que no se puede apagar con el fuego, esa es la diferencia con lo que han hecho anteriores gobiernos. Nosotros no queremos muertos, no queremos la guerra. Eso les cuesta entender a muchos. Pero la estrategia que se estaba aplicando en gobiernos anteriores convirtió al país en un cementerio”, indicó López Obrador.

“No es fácil, no es sencillo, se dejó avanzar mucho el problema. Tenemos que enfrentar dos mafias: la delincuencia de cuello blanco, que se arraigó, también dañina, que estamos combatiendo. Y la delincuencia, llamada organizada, de las mafias”, señaló el político tabasqueño.

Ayer, Durazo Montaño informó que a las 15:30 horas de ese día, una patrulla conformada por 30 elementos de la Guardia Nacional y la Secretaría de la Defensa Nacional se encontraban realizando un patrullaje de rutina, cuando fueron agredidos desde una vivienda ubicada en el sector Tres Ríos, en Culiacán, Sinaloa.

Según el funcionario federal, el personal que integraba la patrulla repelió la agresión y tomó el control del domicilio particular, localizando en su interior a cuatro ocupantes, entre ellos Ovidio Guzmán Salazar, hijo de “El Chapo”, del cual tampoco confirmó su liberación.

“Lo anterior generó que varios grupos de la delincuencia organizada rodearan la vivienda a una fuerza mayor a la de la patrulla. Asimismo, otros grupos realizaron acciones violentas en contra de la ciudadanía en diversos puntos de la ciudad, lo que generó una situación de pánico”, dijo Durazo Montaño en un video publicado en la red social Twitter de la SSPC.

“Con el propósito de salvaguardar el bien superior de la la integridad y la tranquilidad de la sociedad culiacanense, los funcionarios del Gabinete de Seguridad acordamos suspender dichas acciones. Igualmente, tomamos la decisión de trasladarnos a la ciudad de Culiacán, para conducir las acciones correspondientes”, indicó el funcionario federal.

Durazo Montaño apareció en el video acompañado del general Luis Crescencio Sandoval González, titular de la Sedena; así como del almirante José Rafael Ojeda Durán, de la Semar; de Luis Rodríguez Bucio, comandante de la Guardia Nacional (GN); y de Audomaro Martínez Zapata, director general del Centro Nacional de Inteligencia.

(SEMANARIO ZETA/ DESTACADOS  CARLOS ÁLVAREZ/ VIERNES, 18 OCTUBRE, 2019 05:57 AM)