“Oficialmente ya no hay guerra [contra el
narcotráfico]. Nosotros queremos la paz, vamos a construir la paz”, afirmó este
miércoles el presidente Andrés Manuel López Obrador, durante su conferencia de
prensa matutina, donde abundó que el Gobierno que encabeza promueve una nueva
política de lucha contra el crimen organizado.
El mandatario nacional señaló
que en su administración no se ha detenido a grandes capos “porque esa no es
nuestra función principal”, sino la de “garantizar la seguridad pública”, que
“es lo que me importa: bajar el número de homicidios, el número de robos, que
no haya secuestros”, dijo.
“Eso es lo fundamental, no lo
espectacular. Se perdió mucho tiempo en eso y no se resolvió nada […] Ya no es
la política de los operativos para detener a capos. Lo que buscamos es que haya
seguridad y que podamos disminuir el número de homicidios diarios”, indicó el
presidente.
López Obrador agregó que
durante la reunión de este día con su gabinete de seguridad recibió el reporte
de que sólo hubo 54 homicidios durante las últimas horas a nivel nacional,
cuando el promedio al inicio de su mandato estaba por encima de ochenta.
LOS CAPOS DETENIDOS EN EL GOBIERNO DE EPN
Según una investigación de
este reportero, la administración del presidente Enrique Peña Nieto capturó a
108 de los 122 “objetivos prioritarios”, supuestos criminales que fueron enlistados
por ser considerados de alta peligrosidad y los principales generadores de
violencia en el país, entre ellos, Ismael Zambada García, alias “El Mayo”.
Todos ellos forman parte de
la estructura de seis cárteles del narcotráfico, dos bandas de secuestradores,
una de trata de personas y una de tráfico de personas, por los que se ofrecían
recompensas que iban desde los 10 a los 30 millones de pesos a quien brindara
información para su localización o captura.
Entre los supuestos
criminales más buscados que fueron detenidos o resultaron muertos durante la
pasada administración Federal, están: Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, alias
“El Chapo”, ex líder del Cártel de Sinaloa; y Vicente Carrillo Fuentes, alias
“El Viceroy”, ex líder del Cártel de Juárez.
Otros detenidos o abatidos
son: Luis Fernando Sánchez Arellano, alias “El Ingeniero”, ex líder del Cártel
de Tijuana; así como Héctor Beltrán Leyva, “El H”, de la organización homónima;
Miguel Treviño Morales, “El Z-40”, de los Zetas; y Nazario Moreno González, “El
Chayo”, de Los Caballeros Templarios.
Además de Gonzalo Inzunza
Inzunza, alias “El Macho Prieto”, del Cártel de Sinaloa; Pablo Jaime Castrejón,
“La Marrana”, de la Familia Michoacana; y Dioniso Loya Plancarte, “El Tío”, de
Los Caballeros Templarios.
También, Mario Armando
Ramírez Treviño, “El X-20”, del Cártel del Golfo; el sinaloense Juan José
Esparragoza Monzón, “El Negro”; y Francisco Javier Hernández García, “El
Panchito”, miembro del Cártel de los Beltrán Leyva, a quien se le adjudicó una
alianza con Los Zetas para enfrentar a otras organizaciones criminales.
Además de la detención de
Dámaso López Núñez, alias “El Licenciado”, y de Dámaso López Serrano, “El Mini
Lic”, padre e hijo que disputan el control del Cártel de Sinaloa a los hijos de
“El Chapo”, los hermanos Guzmán Salazar: Jesús Alfredo e Iván Archivaldo.
O captura de Samuel Lizárraga
Ontiveros, alias “El Tortillero”, presunto líder de Los Mazatlecos, entre otros
tantos capos. Pero aún falta la de “El Mayo” Zambada.
LOS CAPOS QUE FALTAN POR DETENER
Las detenciones durante la
administración de Peña Nieto fueron mayores a los 25 de los 37 capos que se
propuso al Gobierno antecesor, el de Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, quienes
fueron aprehendidos por las fuerzas federales o Fuerzas Armadas.
Sin embargo, aún falta la
detención de otros capos, sicarios u operadores financieros de los grupos
criminales. Entre ellos, la del sinaloense Ismael Zambada García, alias “El
Mayo”, uno de los líderes del Cártel de Sinaloa; o la de Nemesio Oseguera
Cervantes, alias “El Mencho”, del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
O la de Juan José Esparragoza
Moreno, “El Azul”, que aunque se especula que falleció en un accidente de
tránsito, el Gobierno Federal lo sigue buscando. Y la de Rafael Caro Quintero,
fundador del Cártel de Guadalajara, a quien ahora la Administración para el
Control de Drogas estadounidense (DEA, por sus siglas en inglés), lo considera
un líder del Cártel de Sinaloa.
O la detención de José
Antonio Cueto López, ex funcionario público, a quien testigos de la llamada
“Operación Limpieza” lo identifican como el hombre clave en el caso de sobornos
a elementos de la Procuraduría General de la República (PGR) por parte del
cártel de los Beltrán Leyva.
También falta la detención de
Fausto Isidro Meza Flores, alias “El Chapo Isidro”, otro supuesto líder de Loz
Mazatlecos, célula criminal formada del resultado de una escisión del Cártel de
Los Beltrán Leyva, principal rival del Cártel de Sinaloa.
O la detención de Juan Pablo
Ledezma, alias “El JL”, quien tras la detención de “El Viceroy”, asumió el
control del Cártel de Juárez. O la de Juan Pablo Guijarro Fragosa, “El Mónico”,
principal líder de la célula del Cártel fronterizo, La Línea, encargado de la
plaza de Chihuahua.
Y la detención de Homero
Cárdenas Guillén, alias “El Orejón”, supuesto líder del Cártel del Golfo, de
quien se especula fue traicionado y ejecutado en Matamoros, Tamaulipas, aunque
todavía no se confirma su deceso.
Así como la detención de
Maxiley Barahona Nadales, alias “El Contador”, de Los Zetas, encargado de la
plaza de Veracruz, y presunto responsable de masacres, asesinatos, secuestros y
ataques con granadas a corporaciones policíacas.
(SEMANARIO ZETA/ DESTACADOS CARLOS ÁLVAREZ/ MIÉRCOLES, 30 ENERO, 2019
09:17 AM)