lunes, 8 de julio de 2019

FERROCARRILERO: UN TRABAJO DE ALTO RIESGO



+ La inseguridad se ha apoderado de las vías del tren en Sonora 
+ Exigen a Ferromex reinstalación de tripulaciones bajo estatus de investigación

Javier Velázquez Peña
En medio  del monte bajo la oscuridad de la noche se para el tren. Le sacaron el aire. Se escuchan balazos. Gritos de migrantes y “trampitas”, corriendo hacia la locomotora. Niños y mujeres llorando. Gritos amenazantes alrededor de la bestia. Varias camionetas con gente armada buscando gente debajo y los alrededores de los furgones, góndolas, carrotanques y plataformas. Los que eran descubiertos, eran subidos a punta de pistola y armas largas  a un tráiler de caja refrigerada. No había piedad para nadie.

En esta ocasión la tripulación del tren, queda atrapada dentro de la locomotora. La rabia, la impotencia y la frustración, se apoderó de ellos, que como mudos testigos observaban lo que estaba pasando a su  alrededor. Delante  del tren estaba una camioneta con gente armada vigilante para que no se moviera la locomotora ni se bajara la tripulación  de la misma.

Qué subieron o qué bajaron del tren, nadie lo sabe. Y sobre el destino de los migrantes capturados, mucho menos. Si hubo muertos o heridos, nadie tuvo conocimiento de los hechos.

Desde el momento en el que se paró el tren hasta que se fueron,  pasaron más de  cinco horas. Nadie acudió en su auxilio, a pesar de tener contacto directo con la empresa, desde el primer momento, incluso el personal de seguridad privada de Ferromex, estuvo enterado del incidente, pero inexplicablemente se perdió contacto con ellos, cuando aseguraron que harían acto de presencia en unos minutos.

Afortunadamente en esta ocasión, la tripulación del tren no fue agredida físicamente, como ha ocurrido en otros incidentes, donde incluso, trabajadores han perdido la vida, pero ahora fueron verbalmente amenazados por gente armada, que actuaba impunemente en contra de los migrantes que viajaban a bordo de la bestia.

Las diferentes corporaciones policiacas entre ellos los Federales, Gendarmería, Policía Estatal e incluso municipal, brillaron por su ausencia. El ejército llegó seis horas después, porque se equivocaron de camino.

Después del “incidente” al llegar la tripulación a la estación, inmediatamente son enviados a un motel a “descansar” mientras se realizan las primeras pesquisas e investigaciones.

Y en calidad de mientras, a la tripulación se les saca de la cadena o rol de trabajo, porque ahora los tienen bajo “estatus” de investigación, por haber “parado el tren”.

Cabe recordar que el tren tiene un sistema de localización satelital, que al momento de realizar una parada no autorizada, inmediatamente se comunican con la tripulación por radio para preguntarles sobre la causa porqué está detenida su locomotora.

Asimismo, tienen las coordenadas exactas de ubicación del tren en ésos momentos, por lo que les resultaría ocioso preguntarles sobre la ubicación en dónde se encuentran

Y del año pasado a la fecha, hay ocho tripulaciones en  estatus de investigación, por este mismo hecho.  Cada caso tiene su historia y Ferromex, se voltea para otro lado, cuando sabe que estas acciones las realiza la delincuencia organizada, no solamente en las vías sino en los patios de Guaymas, Empalme, Obregón,  Hermosillo, Sufragio y Nogales.

En pocas palabras, la inseguridad rodea a los trabajadores ferrocarrileros de la Sección Ocho, que abarca de Sufragio, Sinaloa hasta Nogales, incluyendo el ramal a Nacozari y Caborca, durante las veinticuatro horas.

En los casos de Guaymas, Empalme, Obregón y Sufragio, es “normal” encontrarse en los patios, con gente desconocida armada entre los trenes a plena luz del día, aumentando la inseguridad en la noche cuando se realizan los cambios de vía de las locomotoras de patio.

La incertidumbre de los ferrocarrileros de camino, es que las amenazas en su contra como a sus familiares, es constante, que no solamente les envían mensajes vía Whatsapp sino que  lo hacen a través del sistema de comunicación que tiene Ferromex.

De todo esto, ha habido denuncias, pero no hay ninguna respuesta por parte de la empresa. Solo les dicen que van a investigarlo, pero hasta la fecha, solamente  se le contesta a los trabajadores con el silencio.

El estado de indefensión en el que estuvieron por seis años los trabajadores ferrocarrileros  de la Sección Ocho del STFRM en Empalme, ha calado muy profundo, que ahora le ha explotado a la reciente  representación sindical que del año pasado a la fecha, se han “castigado” a ocho tripulaciones.

Aún se recuerda a  la tripulación que fue bajada en Benjamín Hill y fue enviada detenida hasta Tepic, Nayarit, quedando presos por 4 meses y 20 días, saliendo absueltos.
La empresa no ha pagado el tiempo que duraron presos ni se responsabilizó  de los gastos del abogado que llevó el proceso.

Y el último incidente, fue la gota que derramó el vaso.  Ahora, no solamente se han organizado para exigir a la empresa Ferromex las garantías laborales contempladas  dentro del Contrato Colectivo sino  la reinstalación de las ocho tripulaciones “castigadas” además la seguridad de su integridad física durante la realización de su trabajo, tanto en el camino como en los patios.

Se avecinan tiempos de lucha en el gremio ferrocarrilero, donde no están en juego sus prestaciones sociales y económicas contempladas en su Contrato Colectivo de Trabajo sino sus propias vidas al realizar su trabajo en patios y camino, que por ende les da su identidad como ferrocarrileros.