Unas gotitas de limón sobre
las heridas aún abiertas en el desarticulado y confrontado panismo sonorense,
fueron las declaraciones de Ramón Corral Ávila durante su comparecencia ayer
con los colegas y amigos de la famosa Mesa Cancún que preside el empresario
Carlos “Kaly” Rodríguez.
El fuego amigo en el PAN ya
está tomando visos de incendio forestal y el principal damnificado puede ser
Damián Zepeda.
Veamos. El virtual candidato a senador por el
blanquiazul tuvo para todos, pero fue especialmente crítico con quien
coordinara su campaña a gobernador en 2003, nada menos que Guillermo Padrés
Elías, a quien acusó de “robar la esperanza de los sonorenses” y dijo conocer,
pero como el hombre que fue antes de llegar a la gubernatura en 2009: “si
quieres conocer a una persona, dale poder”, sentenció.
Sus declaraciones no cayeron
nada bien entre el diezmado padrecismo sonorense y entre otros, le replicaron Adrián
Espinoza, Juan Manuel Armenta y Teresa Lizárraga, extrañados y molestos.
En justicia, hay que decir
que Ramón Corral Ávila no dijo mentiras y hasta se quedó corto, pero sus dichos
encendieron los pocos focos rojos que faltaban en el tablero panista que ya
parece árbol de navidad, pues se infiere que su campaña, una vez que validen
oficialmente su candidatura girará sobre un eje de crítica a la administración
padrecista, al propio ex gobernador aún encarcelado y a varios de sus cercanos,
a quienes por cierto conoce muy bien.
Y el rancho blanquiazul luce
hoy bastante apedreado desde otros frentes, como para aguantar también los proyectiles pétreos que
sus iguales le están lanzando desde dentro.
Por cuestiones de agenda, me
resultó imposible asistir a la Mesa Cancún, pero pude observar un video en el
que aparece un Ramón Corral desencanchado tras su largo retiro de la política,
y bastante suelto de lengua y le pega un rozón hasta a Damián Zepeda, de quien
dice es muy amigo suyo, pero no es su candidato, pues si así fuera, eso no lo
favorecería. Su comentario no admite lecturas equivocadas: el virtual candidato
está diciendo que la carga negativa al único que no alcanza es a él.
Y ya encarrerado, reveló que
a Agustín Rodríguez lo corrió de Conapesca, por un lío de faldas y también a
Moisés Gómez Reyna; de Luis Serrato también habló muy mal, diciendo que su
especialidad son las encuestas a modo y de una vez manifestó su preferencia por
Mirna Rea para que sea la candidata a la alcaldía de Hermosillo, lo cual debió
pisar fuerte los callos de Héctor Larios.
Trascendió que hay mucho
malestar en ese sector del panismo al
que pertenecen los aludidos, y la candidatura de Corral podría complicársele a
Damián Zepeda, pues no se entiende con quién hará equipo si se soltó dando
mandarriazos a todos.
Por otro lado, tampoco debe
minimizarse la incorporación del senador
Javier Lozano al equipo del precandidato priista José Antonio Meade, como
vocero. Al ex panista se lo han acabado en las redes, pero como hombre rudo que
es, se encuentra en su ambiente ya que lo suyo, lo suyo, es repartir y recibir
madrazos. Claro que desde su nueva trinchera, Ricardo Anaya y Damián Zepeda
serán sus objetivos predilectos.
Es explicable, por tanto, el
nerviosismo de éste último, quien ayer salió a declarar que la Fiscalía
Anticorrupción de Sonora está integrando un expediente “con datos falsos” sobre
un presunto desvío de 700 millones de pesos para su campaña a la alcaldía.
Mencionó que esos datos fueron proporcionados por el ex alcalde Alejandro López
Caballero, a quien siempre ha culpado de su escandalosa derrota en 2015.
El ex presidente Felipe
Calderón se sumó a la cargada, escribiendo en su cuenta de tuiter que “si fuera
falsa la información no tendría de qué preocuparse. No tendría por qué
arroparse en su cargo ni con la dirigencia del PAN. Es público y notorio cómo
se manejaban las cosas en Sonora”, puntualizó.
El fuego amigo en el PAN,
pues, como escribió un lector de El Zancudo, ya parece incendio forestal.
II
Hace días se venía rumorando
sobre la renuncia del doctor Gilberto Ungson a la Secretaría de Salud estatal,
y ayer se concretó el relevo. En su lugar entra el hasta ayer mismo director
general del Issssteson, Enrique Claussen Iberry y su lugar será ocupado por
Pedro Contreras.
El doctor Ungson deja un
excelente saldo en la secretaría, donde prácticamente tuvo que comenzar de cero
debido al tiradero que le dejó su antecesor, el prófugo de la ley Bernardo
Campillo García. Ungson es un reconocidísimo médico cirujano bariatra y sacó
bien la chamba encomendada por la gobernadora, y seguramente lo veremos en el
futuro haciendo lo que más le gusta, ejerciendo la profesión que es su vida
misma. Pero sobre todo, lejos de intrigas palaciegas y grillas de grupos.
Claussen por su parte, deja
también el Isssteson encaminado a su relanzamiento, aunque tampoco será una
tarea sencilla, considerando el ya muy conocido desfalco por más de 5 mil
millones de pesos que le heredó Teresa Lizárraga, entre otras cosas.
Por su parte, Contreras es un
avezado especialista en temas financieros y de gestión pública. Se le recuerda
como cabeza del equipo de transición nombrado por Claudia Pavlovich al ganar
las elecciones 2015, para el proceso de entrega recepción.
III
Bueno, y como en ningún lado,
por estos días, todo es miel sobre hojuelas, resulta muy interesante el
posicionamiento emitido ayer por un importante grupo de priistas cajemenses que
están cerrando filas en torno al diputado federal Abel Murrieta Gutiérrez. Este
grupo es encabezado por Ricardo Bours y en él se integran poderosos personajes
de la empresa y la política.
Su consigna es evitar lo que
llaman una imposición en la candidatura a la alcaldía, lo cual sería
considerado así en caso de no resultar Abel Murrieta el elegido.
El tema no es menor por
tratarse del segundo municipio más grande de Sonora, de donde sus nativos
sostienen, salieron los votos para hacer ganar a la actual gobernadora.
Una rebelión de priistas en
aquella región podría reconfigurar el escenario político-electoral de todo el
estado. Habrá que estar pendientes.
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(DOSSIER POLITICO/ ARTURO SOTO MUNGUÍA/ 2018-01-12)