Óscar Parra Aispuro “El Tekolín” es el
presunto responsable de los ataques contra el ex Subdirector de Inteligencia de
la Policía Estatal Preventiva, Fabricio Ruiz Valenzuela, y contra los hijos del
ex Comandante de la Policía Ministerial, Adán Uribe Herrera. El capo de San
Felipe está prófugo y con orden de aprehensión por asesinar a un militar, pero
-refiere la investigación- protegido por policías municipales y estatales
Mario Ibarra Lugo “El Piri”,
y otros dos hombres identificados con los apodos de “El Jarocho” y “El Wily”,
integran el brazo armado de Óscar Parra Aispuro “El Tekolin”, quien de acuerdo
a investigadores del Estado, está detrás del intento de ejecución de los hijos
del ex Comandante de la Policía Ministerial, Adán Uribe Herrara, y es probable
responsable del asesinato de dos
estadounidenses en Bahía de los Ángeles.
Además, Parra Aispuro es
señalado de atentar contra la vida de Fabricio Ruiz Valenzuela, subdirector de
Inteligencia de la Policía Estatal Preventiva (PEP), quien junto al ex ministerial
Uribe Herrara, conformó en 2017 un equipo para investigar y aprehender a
miembros del Cártel del Mar, entre ellos a Gastón, hermano de Óscar Parra
Aispuro.
“El Tekolín” controla
criminalmente desde San Felipe hasta Bahía de los Ángeles, incluso se le señala
de haber ejecutado a un militar el 30 de diciembre de 2017. Parra está prófugo,
y según información de los investigadores, se habría sometido a una cirugía
plástica para cambiar su fisonomía y evadir a la justicia.
Con relación al asesinato de
los norteamericanos Ray Ball, de 72 años de edad y Jo Anne Butler, de 69, pese
a que las primeras investigaciones señalan que se trató de un robo, información
recabada por ZETA podría vincular a sicarios cercanos a Parra Aispuro, luego
que los norteamericanos intentaron alertar sobre la pesca ilegal de totoaba en
la zona.
Pese a que en la zona
proliferan solo machos de totoaba que tienen un menor precio en el mercado, la
pesca ha ido bajando hasta Bahía de los Ángeles, debido a los operativos en las
cercanías de San Felipe.
ATENTADO CONTRA MINISTERIAL
El viernes 31 de agosto, por
lo menos tres individuos atentaron contra los hijos del ex Comandante de la
Policía Ministerial, Adán Uribe Herrera, cuando viajaban en el vehículo de su
padre, un Chevrolet Aveo color azul modelo 2014.
El joven Adán Alejandro Uribe
Méndez, de 18 años, salió de su domicilio alrededor de las 11:30 pm hacia una
tienda de autoservicio, lo acompañó su hermano menor de edad. Al salir de su
casa fueron seguidos por una camioneta Jeep Cherokee color rojo.
El vehículo se les emparejó
aparentemente para rebasarlos, sin embargo, cuando les dio alcance los
ocupantes dispararon contra el joven, hiriéndolo en el brazo izquierdo y en el
estómago.
Asustado por el ataque, Adán
Alejandro dio vuelta en Avenida La Encantada, retornado a su domicilio a toda
velocidad para resguardarse en la cochera. Allí fue rescatado por familiares,
quienes pidieron apoyo policiaco y lo llevaron a un hospital de la ciudad.
El vehículo utilizado por los
agresores fue localizado incendiado sobre la carretera Islas Agrarias.
Unas ocho cámaras de
vigilancia lograron captar la agresión al joven, quien sospechan, fue
confundido con su padre al viajar en el vehículo de este. Las investigaciones
en la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) no han avanzado mucho
con relación a la información contenida
en las cámaras de seguridad o declaraciones de los vecinos. Fuentes policiacas
que ZETA entrevistó, ubican en la escena a tres sicarios del “Tekolín”, quien
mantiene el control del tráfico de totoaba en San Felipe.
AMENAZAN A MINISTERIALES Y MUNICIPALES
Desde el número telefónico
(646) 947-6927, el C4 recibió una llamada de amenaza contra policías
ministeriales y municipales de Ensenada la madrugada del lunes 3 de septiembre,
según consta en un reporte al que ZETA tuvo acceso.
El mensaje fue el siguiente:
“QUE VAN A CHINGAR A SU MADRE LOS
POLICÍAS SI SIGUEN CON LO MISMO, VAN A MADREARSE A LOS POLICÍAS Y VA A PONER
VARIOS EXPLOSIVOS, EN COMANDANCIA Y ESTO VA A PASARLE A LOS MUNICIPALES Y
MINISTERIALES”.
De acuerdo con datos del
grupo nocturno de la Policía Ministerial y del C4, la llamada se recibió a las
00:34 am del lunes y quedó registrada bajo el número de incidente 590498/2018,
con el concepto “Amenazas a servidores e instituciones públicas”.
Tras identificar el número
telefónico del que se hizo la amenaza, autoridades regresaron la llamada y
mandó directo al buzón, según consta en el mismo reporte. Fuentes de seguridad
consultadas cuestionaron la versión de que se haya llamado de regreso, cuando
se supone que C4 y las autoridades investigadoras pueden rastrear con mayor
profundidad la localización e identidad del agresor.
Un policía ministerial
consultado por este Semanario comentó que la información de la llamada llegó a
los agentes a través de los comandantes, pero no ampliaron datos ni ordenaron reforzar
protocolos de seguridad. “Nada más pasaron el dato, quiere decir que sí es
cierto”, apuntó el elemento.
ZETA cuestionó al vocero de
la Procuraduría General de Justicia del Estado si derivado de este hecho se
había iniciado una carpeta de investigación. La respuesta fue que se revisaría,
sin embargo, al cierre de esta edición no se informó más.
Desde la Dirección de
Seguridad Pública Municipal, personal indicó que la información estuvo
circulando en redes sociales y en este medio, pero tampoco hubo nuevas órdenes.
De marzo de 2017 a la fecha,
por lo menos tres agentes de la Policía Municipal de Ensenada han fallecido en
ataques a balazos, mientras que en julio de este año, un agente ministerial fue
acribillado en el puerto.
El 29 de marzo de 2017 fue
asesinado Sergio Enrique Echavarría, comandante de El Mármol, en una emboscada
sobre la Carretera Transpeninsular, entre El Rosario y Cataviña; en el atentado
resultaron heridos los agentes Ulises Ceballos y Galed Angulo.
El 7 de julio del mismo año, hombres
armados atacaron la delegación de Camalú, matando al comandante Antonio García
e hiriendo de muerte al agente Nacoa Gutiérrez, quien falleció tres días
después.
Mientras que el 26 de
diciembre de 2017, el agente Josué Ángeles fue herido de gravedad cuando
realizaba una intervención de rutina sobre Gastélum y 12. El agresor fue
abatido por otro oficial.
El 29 de marzo del presente
año, fue baleado el Comandante de la Estación Oriente, Pablo Granados, quien
aún no se recupera de las lesiones.
El 1 de junio, fue ultimado
el comandante de Inteligencia de la Policía Estatal Preventiva en el puerto, de
nombre Francisco Ibarra González, cuando salía de su casa en Villas del Real 6.
Y el 12 de julio, fue atacado
a balazos el agente ministerial Raymundo Muñoz Villalobos, conocido como “El
Rayo”, cuando salía de casa de sus padres en el fraccionamiento Buenaventura.
Dos días después murió en el Issstecali.
Entre los involucrados en el
atentado se relacionó a Mario Ibarra Lugo “El Piri”, “El Jarocho” y “El Wily”,
quienes aparentemente habían acechado por horas a Uribe Herrera, quien al
momento no contaba con escoltas.
Adán Uribe Herrera fue jefe
de grupo de la Policía Ministerial desde julio de 2017 hasta enero de 2018,
según datos de las corporaciones policiacas, fue uno de los que detuvo a Adrián
Rivera Castañeda “El Chata de la Sierra”, quien era empleado del Ayuntamiento
de Mexicali y el enlace de Óscar Parra con policías municipales.
En la misma detención,
ocurrida el 27 de julio del año pasado, también fue apresado Arnoldo Castañeda
Romero “El Nono”, quien era el contador y mantenía en su poder libretas con
decenas de pagos para pescadores, policías municipales, ministeriales e
inclusos miembros de Fuerzas Armadas.
Ese mismo día, agentes
ministeriales realizaron una persecución contra Parra Aispuro, cuando al fin lo
tenían al alcance, llegaron agentes de la Dirección de Seguridad Pública
Municipal y lograron rescatarlo de los ministeriales, quienes minutos después
se percataron que los municipales fingieron su arresto para sacarlo de la zona
y liberarlo inmediatamente.
Desde entonces el agente
ministerial, junto con el ex subdirector de Inteligencia de la PEP, Fabricio
Ruiz Valenzuela, empezaron a recibir amenazas de muerte, desde mensajes de
texto, WhatsApp e incluso llamadas telefónicas.
Al día siguiente de las
detenciones del “Nono” y “El Chata de la Sierra”, el 28 de julio de 2017, José
Alberto Castellanos González, asesor de la procuradora de Justicia, Perla
Ibarra Leyva, pidió a Uribe Herrera su arma de fuego y que se retirara del
cargo. Sin embargo, gestiones de un miembro del Ejército, Teniente Coronel Juan
Manuel Nolasco, impidieron el movimiento y se mantuvo en el cargo.
Información de inteligencia
militar indica que Parra Aispuro pidió la remoción del agente ministerial
ofreciendo un pago de 200 mil dólares, y por correrlo de la corporación, 50 mil
dólares adicionales, dato que no han podido corroborar, pero continúa en
investigación interna.
Posterior a ello, hubo trece
operativos fallidos por parte de Inteligencia de la PEP y de la Policía
Ministerial para detener a Parra Aispuro, sin embargo, por complicidad de
municipales, estatales y fuerzas federales, logró escapar.
Los operativos se trasladaron
desde San Felipe hasta San Luis Gonzaga. El 12 de octubre del año anterior fue
detenido Gastón Parra Aispuro, en un primer momento se pensó se trataba de Óscar,
pero finalmente fue identificado como el encargado de suministrar las armas al
cártel del Mar.
A Gastón le encontraron
droga, cartuchos y dinero en efectivo, sin embargo, en la captura proporcionó
varios nombres de los integrantes de la organización criminal, vinculando a
agentes municipales y ministeriales; actualmente está en libertad, al tiempo
que reiniciaron las amenazas contra Ruiz Valenzuela y Uribe Herrera.
A la salida de Daniel de la
Rosa Anaya de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, su sucesor, Gerardo Sosa Olachea, no ha dado
continuidad a los operativos en San Felipe, además, desmantelaron la unidad de
persecución contra Parra Aispuro.
El 30 de diciembre de 2017,
Óscar Parra Aispuro mató a Esaú Saldaña Ramos, miembro del Ejército que en ese
momento se encontraba como civil. Esa madrugada de domingo, el militar se
encontraba en la calle Mar de Cortés realizando labores de reparación de su
vehículo. Se enfrentó verbalmente con Parra Aispuro, éste sacó un arma y
disparó contra el soldado.
“El Tekolín” se refugió en su
domicilio, donde cámaras de seguridad captaron la llegada del capo acompañado
de su esposa, quien de hecho bajó el arma por el lado del copiloto. Limpiaron
el vehículo para eliminar cualquier huella.
El video que cayó en manos de
los agentes ministeriales fue la prueba para girarle la orden de aprensión a
Parra; el 5 de enero de 2018, la Secretaría de la Defensa Nacional ofreció una
recompensa por quien dé información sobre su paradero, mientras que el 18 de
enero fue retirado de San Felipe el agente ministerial Adán Uribe Herrera, y
trasladado a Mexicali.
Fue hasta el sábado 16 de
junio que el ex subdirector de la PEP, Fabricio Ruiz Valenzuela, volvió a San
Felipe. Acudió sin escolta, ya que el viaje fue por motivos personales.
Días antes Uribe y Ruiz
habían sido amenazados nuevamente por WhatsApp por Parra, quien los acusó de
costarle “mucho dinero”. El agente ignoró la amenaza. Al salir de una tienda de
autoservicio fue interceptado por un vehículo 4 Runner color gris.
Debido al mal estado del
camino, Ruiz sospechó al ver el vehículo a toda marcha tras él. Aceleró hasta
un alto en las calles Mar de Japón y San Felipe, frenando de repente, lo que
sacó de balance a los sicarios que abrieron fuego contra Fabricio.
El agente policiaco reaccionó
y dio reversa, logrando esquivar la mayoría de las balas. “Era un comando
negro, de esos que ya no había”, fue la declaración de un investigador que
recabó datos a través de testigos de la zona.
Inmediatamente llegaron
policías municipales, quienes decidieron no perseguir a los agresores. El
comando, aparentemente protegido por los municipales, estaba integrado por
sicarios y elementos de diversas corporaciones, incluso -señala la
investigación- el detective adscrito a Unidades Foráneas, Luis David Valdez
Meza, quien se encuentra bajo investigación por el atentado.
2 MIL 087 HOMICIDIOS EN BAJA CALIFORNIA
Hasta el cierre de esta
edición, en Baja California han sido privadas de la vida 2 mil 087 personas,
derivado de diversos ataques armados. Tijuana registra la cifra más alta, con
mil 693 crímenes, seguido de Ensenada (158), Mexicali (110), Rosarito (65) y
Tecate (62).
En los primeros días de
septiembre se han documentado 39 homicidios en Tijuana. Aquí los hechos
suscitados del domingo 2 a las primeras horas del jueves 6 de septiembre.
DOMINGO 2. Christian
Noé Torres Sosa, de 25 años de edad, fue asesinado al interior de la tienda de
abarrotes Álvarez, en la colonia Alfonso
Ballesteros. En un lote baldío en Mineral de Santa Fe, fueron encontrados
restos humanos. De un tiro fue asesinado
un hombre de 35 años en Terrazas del Valle. En el Hospital General falleció
Christian Alfonso Olmos Herrera, de 41 años, quien recibió tiros en región
cefálica y tórax, en el fraccionamiento Soler. Sobre una cobija color guinda y
bajo un árbol fue localizado el cuerpo de un sujeto en Lomas de la Presa. En la
Anexa 20 de Noviembre, una persona fue encontrada sin vida; al parecer fue
golpeada con un objeto contuso.
LUNES 3. En Urbi Villa del Prado II fue encontrado
muerto un hombre tras recibir un tiro en el abdomen. En la colonia Cortés, Delegación San Antonio
de los Buenos, se reportó un bote de plástico color azul con el cadáver de un desconocido
de alrededor de 25 años. En un cerro en Urbi Villa del Prado II fue hallado el
cadáver de un masculino, de aproximadamente 25 años; tenía heridas por disparo
de arma de fuego. El cadáver maniatado y calcinado de un masculino fue
encontrado en Natura Sección Amanecer.
Con tiros en la región cefálica y brazo derecho fue reportado el cuerpo
sin vida de un masculino, de 35 años, al interior de un domicilio en Colinas de
la Presa. En Valle de las Palmas fue localizado el cadáver de una persona en
estado de putrefacción, al parecer familiares reportaron su desaparición tres
días antes a las autoridades, y al no obtener noticias, iniciaron una búsqueda,
hallando el cuerpo bajo escombros. En el interior de la tienda de abarrotes
Lolita en Los Laureles, fue asesinado un hombre. Con marchas pardo-rojizas fue
hallado el cadáver de un hombre de entre 35 y 40 años en Pedregal de Santa Julia.
MARTES 4.
Una persona con visibles huellas de violencia y envuelto en una bolsa y lona
fue localizada en la Zona Norte. En un
baldío en la Simón Bolívar fue encontrado el cuerpo de un sujeto con lesiones
por arma de fuego; tenía alrededor de 45 años. Luego que elementos de Bomberos
sofocaron el incendio de un vehículo sobre el Bulevar 2000, a la altura del
fraccionamiento Paseo Santa María, al interior de la unidad se halló el cuerpo
de un hombre. En Villas del Campo fueron ubicados los restos de un masculino
maniatado y con lesiones por arma de fuego; la víctima, aún sin identificar,
tenía aproximadamente 25 años.
MIÉRCOLES 5.
Un sujeto no identificado falleció en el Hospital General tras lesiones
producidas por arma de fuego en la cabeza. Luego de una denuncia por privación
ilegal de la libertad, agentes de la Policía Estatal Preventiva arribaron a un
domicilio en Calle Pescara en el fraccionamiento Santa Fe III Sección, donde
fueron recibidos a balazos por presuntos secuestradores. Cuatro de ellos fueron
abatidos y la víctima liberada. Solo uno de los hombres ha sido identificado y
responde al nombre de Israel Arias Hernández, de 35 años. En Presidentes, un hombre
fue asesinado de varios tiros en el abdomen. En un lote baldío de la colonia
Mariano Matamoros, se localizó un cadáver putrefacto cubierto con una cobija
color gris.
JUEVES 6. En
las instalaciones de la Clínica 1 del IMSS, feneció un joven de aproximadamente
25 años.
(SEMANARIO ZETA/ EDICIÓN IMPRESA / INVESTIGACIONES
ZETA/ LUNES, 10 SEPTIEMBRE, 2018 01:00 PM)