lunes, 18 de marzo de 2013

MADRES SOLTERAS CRECEN EN COAHUILA



Paola A. Praga/Revista Visión
Saltillo.- Cuando Dulce se enteró que estaba embarazada estuvo segura de que no repetiría su historia. Aunque su ex pareja, un soldado que cuestiona su paternidad, la dejó sola, ella no entregaría a su hijo a un albergue, no sería capaz de dejar desprotegido a un pequeñito.

El rostro de la chica de 19 años es de tez morena, con pecas y con una boca que no deja de sonreír, a pesar de los tragos amargos que le ha dejado la vida. Ahora vive en la Casa de la Misericordia, donde con paciencia, espera el momento de dar a luz a su hijo.

Al bebé ha decidido llamarlo José Emilio. El nombre lo eligió haciendo caso a la vida que se gesta en su vientre. “Le dije: ayúdame a ver cómo te voy a poner, entonces yo le dije Emilio y pateó, y pues Emilio tiene que ser porque sí le gustó”.

En la estancia de la casa de las hermanas de la Misericordia, ha encontrado la calma que necesitaba. Llegó al lugar en noviembre de 2012, luego de que la familia a la que fue canalizada cuando tenía 16 años, le sugirió ir al albergue para que recibiera atención y orientación vocacional.

“Yo no sabía que estaba embarazada, hasta los cinco meses una de las muchachas que vivía en la casa me dijo, oye a ti te está creciendo esa panza media rara y me llevaron a hacerme los exámenes de sangre y salieron 100% positivos”.

Meses atrás, había conocido en una iglesia cristiana al papá de su bebé. El soldado, nacido en Saltillo es nueve años mayor que ella. Entonces estaba cursando el cuarto semestre en la preparatoria, en el Colegio de Bachilleres. Tuvo que dejar la escuela para comenzar la nueva etapa de su vida.

Dulce no pronuncia la palabra mamá. Recuerda que cuando tenía 4 años, una mujer fue a entregarla a un albergue en Torreón. Ahí creció hasta cumplir los 15 y entendió que la vida no iba a ser tan sencilla, como para otros niños.

“Crecí en albergues, me canalizaron hasta Saltillo, en el albergue del Chapulín me canalizaron con una familia cristiana y me fui con ellos a Ramos Arizpe, a los 18 me salí de ahí porque ya eran muchos conflictos y no me sentí a gusto”.

Siempre creyó en Dios, aunque a veces se sintiera sola. “Me fui a rentar un cuarto, me sostenía con la beca, pero era una vez al mes, falté en los exámenes finales, y se me hizo un poco difícil, me apoyó una señora que yo le decía mi tía Érika, y ella me ayudó a buscar el cuarto”.

Del papá de José Emilio no sabe desde hace un mes. “Él quiere una prueba de ADN, duda que sea su hijo, pero me dijo que le dolía la cabeza, que tenía mucho sueño y que a veces le daban agruras y eso es una poquita cosa de lo que me pasa a mí, y se estaba quejando y le dije: ‘¡ay no, qué bárbaro!’”.

El apellido paterno se lo dará si confirma que es su hijo. Dulce no sabe de él desde hace un mes, pero no tiene miedo de ser madre soltera. Sabe que vendrán cosas difíciles, se trata de educar y hacerse responsable de un niño que no pidió venir al mundo.

Las cicatrices del pasado las lleva en el corazón, pero no la detienen en su camino. Planea dedicar un año al bebé, luego quiere estudiar idiomas y cumplir su sueño de ser azafata.

Le gusta el inglés y el japonés. Antes, soñaba con viajar en avión por el mundo, pero ahora sus planes, están enfocados a su hijo. “Ser madre soltera tiene sus ventajas, porque voy a ser madre y padre a la vez, voy a saber qué le va a gustar al niño, desde los colores, hasta las chicas verdad, ya cuando crezca”.

Dulce suspira y sonríe. Los ojos se le comienzan a hacer agua. “Al bebé no lo abandonaría, no voy a ser como la que me parió a mí, no me gustaría ser como ella, yo sé que va a ser difícil, pero voy a seguir adelante, por el niño, no me voy a aferrar a su papá, tengo que ver por mi hijo”.

Su situación actual es llana: dará a luz en el Hospital Ixtlero de Ramos Arizpe, luego regresará a la Casa de la Misericordia, donde las hermanas, Siervas de la Divina Misericordia la apoyarán con techo y comida.

“Ahorita estoy viviendo aquí, gracias a las madres he tenido fuerza y fortaleza para ver que quiero para mí, pero más que nada para el bebé, me tengo que buscar un trabajo”, asegura.

“Sé que va a ser difícil, porque aquí en la panza no siento que llore o que esté enfermo, ya cuando estÉ afuera ya voy a tener que reconocer cada cosa que me está pidiendo, que si le duele la cabeza, o algo, ya tengo que saber reconocer cada cosa”.

Se ha puesto a pensar qué le va a responder a su hijo cuando él le pregunte por su padre. “Yo espero que se haga responsable y si no, pues no importa, yo voy a ser su mamá y su papá a la vez, lo voy a cuidar mucho”.

A sus 19, entendió que si hay puertas que se cierran, otras se abrirán. Sabe que el camino de su vida apenas comienza, que no está sola, que como ella hay más, que no es imposible seguir adelante.

‘Cometí el error de enamorarme’

A Mariana le hubiera gustado ser invisible por un tiempo. La noticia del embarazo le cayó de sorpresa, luego su ex novio le dijo que no podía con la responsabilidad de ser padre, la corrieron de la empresa en la que trabajaba y su familia se encontraba lejos, no quería contarles lo que pasaba.

Pensaba ser madre cuando terminara la carrera de Derecho. “Cometí el error de enamorarme, pensé que él sí me iba a apoyar, al principio me dijo que sí, las cosas se fueron complicando, a él lo habían corrido también, se le cerró el mundo y no pudo con este paquete, me dijo: ‘los dos no podemos hacernos cargo, mejor piérdelo’”.

Por su mente no pasó la posibilidad de deshacerse de su bebé. Tenía 24 años, se sentía capaz de enfrentar las cosas, a pesar de que algunos de los amigos también le sugirieron perderlo.

“Claro que me pregunté ¿por qué a mí?... me enojé con Dios, había sentido que me dejó cuando más lo necesité, pero le pedí perdón por todas las injusticias que había hecho y que en cierta forma me había hablado, pero yo no escuché, porque estaba enamorada”.

Mariana es delgada, tiene las cejas grandes, las manos espigadas y lleva el cabello recogido en una coleta a la mitad de la cabeza. Tiene seguridad al hablar, no se esconde, no se avergüenza de ser madre soltera.

Durante los nueve meses y una semana que duró su embarazo, nunca tuvo vómitos, náuseas, ni dolor de cabeza. Luego de que perdió el empleo, decidió no demandar y buscar ayuda en los padres de su ex pareja.

“Tenía suficientes problemas como para tener otro, por eso le hacía como podía y decidí jugarme la última carta”.

“¿Cómo saber si ese niño es mi nieto?”, fue la respuesta que recibió. No aguantó las ganas de llorar y decidió irse. Días antes, un sacerdote le había propuesto internarse en una casa de apoyo atendida por religiosas.

“Llegué a la casa de la Misericordia, estuve tranquila me reencontré con Dios, después de que todo se me había juntado, y pensé, no sé cómo, pero voy a salir de esta, pero mi hijo va a nacer y voy a seguir adelante”.

Con videos, revistas y todo tipo de folletos, Mariana aprendió a ser mamá, meses después dio a luz en el Hospital General de Saltillo, con apoyo del Seguro Popular.

Llegó el momento, quería verlo. Algo por dentro le quemaba de la emoción. Cuando vio a su hijo supo que por él haría cualquier cosa, que no importaba ser madre soltera.

“Me tocó a mí, y dije ‘ahora con más ganas debo de apoyar a esas mujeres, si me tocó a mí, que estudié un poco, qué me puedo esperar de las mujeres que no saben defenderse porque no saben’, me entraron más las ganas de demostrar que sí se puede”.

Cuando su pequeño cumplió 6 meses decidió enfrentar a la familia, se creía lista para ir a decirles la verdad. Se enfrentó a la desilusión de sus padres, que no pudieron ocultar la decepción en sus rostros.

Escuchó decir a una de sus tías que su hijo era un bastardo. Entonces ella tomó sus cosas y decidió no volver, luego de dos años, sus propios familiares la buscaron para pedirle perdón y apoyarla.

“Todas esas cosas se te quedan grabadas y si te dejas te van a derrumbar, pero tú tienes que luchar por tu hijo, una tiene que entender que la prioridad es tu hijo y no conseguir una pareja o buscar que los demás te acepten o no, tienes a alguien a quien darle de comer”.

El hijo de Mariana ahora tiene 4 años. Ella trabaja y retomó la carrera de Derecho. Esquiva a los hombres que creen que por ser madre soltera está dispuesta a aceptar a cualquiera que le prometa dinero y seguridad.

“Yo me levanté, sigo fuerte y sé que voy a educar a un hombre, me veo muy bien en un futuro con mi hijo si Dios quiere”.

En aumento

En Coahuila uno de cada cinco hogares coahuilenses es sostenido por una mujer, que debe asumir los roles socialmente asignados a una pareja, según el INEGI 2011.

A la fecha, son 149 mil 765 familias que viven con el salario femenino. Las mujeres tienen que trabajar

Mientras que el número de matrimonios registrados en 2011 ascendió a 15 mil 551, el total de divorcios fue de 3 mil 261, este último dato es importante en la medida que significa, en la mayoría de los casos, que igual número de mujeres asume la jefatura de su hogar.

A nivel nacional hay 30 millones de mujeres que son madres. El 18 % de ellas, 5.3 millones, se encuentran con sus hijos/as sin que su pareja viva en el hogar, es decir, son solteras, separadas o divorciadas.

De acuerdo con datos del INEGI, 3.7 millones de mujeres solas con hijos tienen ingresos por trabajo, lo que representa el 70 por ciento.

El 14% de las madres solas no tienen ingreso monetario por ninguna vía, situación que se agudiza entre las madres solteras, ya que el 15% no cuenta con ingreso monetario, el resto recibe transferencias de Gobierno o apoyos familiares.

Del total de madres solas con hijos, el 35% recibe algún tipo de transferencias económicas, en el caso de las madres solteras este porcentaje es del 25%. Los apoyos provienen de programas sociales o becas gubernamentales y donaciones de otros hogares.

El 40 % de las jefas de hogar tiene estudios más allá de la educación básica. En cuanto a los servicios a su vivienda, actualmente persisten algunas carencias: el 5% tiene piso de tierra, el 1% carece de luz y un 9% no tiene agua entubada. Esto último implica usar tiempo para el acarreo del líquido, sin ayuda.

En cuanto al equipamiento de sus viviendas, la mitad no tiene ni lavadora ni teléfono y un 16% no cuenta con refrigeradores. Al carecer de esto, a las mujeres les implica utilizar más tiempo en el trabajo no remunerado del hogar, dejando poco tiempo para involucrarse en el mercado laboral y con ello limitan sus posibilidades de mejorar su situación económica.

En Coahuila la secretaria de la Mujer, Sonia Villarreal Pérez, durante su comparecencia ante el Congreso del Estado, informó que prevalecen las condiciones de inequidad en el ámbito laboral y dentro del hogar.

Las cifras proporcionadas por Villarreal Pérez fueron obtenidas de un diagnóstico de las mujeres en Coahuila, donde se resalta que el 17% de las coahuilenses que laboran reciben un sueldo menor al de un varón realizando el mismo trabajo y el 55% de quienes trabajan y tienen pareja, ganan menos que su compañero sentimental.

El 41% de las mujeres que trabajan reciben dos salarios mínimos o menos, mientras que la tasa de desocupación femenina es mayor en 7% con respecto a los hombres.

En el sector público también se ve disminuida la presencia de la mujer, ya que el 12% de las diputaciones locales es para ellas, mientras que 5.6% de las presidencias municipales y el 24% de las empresas son dirigidas por una mujer.

Además 38 mujeres de cada 100 sufren de algún tipo de violencia, física en 35%, psicológica en 20% económica en 19%, económica en 10% y 5.5% de tipo sexual.

Ante este escenario nada favorable para las condiciones de vida de las mujeres, Villarreal Pérez dijo que se han centrado en un programa de apoyo a la perspectiva de género en la administración pública, que toca los temas de igualdad jurídica, derechos humanos y no discriminación.

La funcionaria estatal dijo en entrevista que el Banco de las Mujeres es la mejor ayuda para las mujeres en la entidad, pues financia proyectos productivos con montos desde dos mil 500 hasta 30 mil pesos.

El 65% de las solicitudes corresponden a madres solteras, divorciadas o viudas, mientras que el 80% de las solicitudes corresponde a mujeres desempleadas.

Villarreal Pérez hizo mención del Programa de Apoyo a Instancias de la Mujer en Entidades Federativas (PAIMEF) mediante el cual se imparten talleres a docentes del nivel primaria, se crearon cinco módulos de atención fijos y un módulo de atención itinerante, 80 pláticas a 2 mil mujeres, y 40 pláticas dirigidas a menores y padres de familia.

¿Paternidad responsable?

En Coahuila, el Congreso del Estado mantiene “congelada” la Ley para Garantizar la Paternidad Responsable, presentada por el entonces diputado udecista Javier Fernández, el 20 de octubre de 2009.

La falta de protección legal no garantiza que el padre biológico se haga responsable de dar su apellido al bebé, independientemente de la relación que tenga con la madre.

Sin embargo, en el estado se mantiene vigente la Ley de Protección a la Maternidad, que pretende asegurar “la observancia y protección de los derechos de la mujer embarazada, resguardar su salud, la del producto en gestación y la infancia temprana”.

Con 34 artículos esta legislatura, se supone, debe apoyar a las mujeres durante la gestación, el parto, la lactancia y los servicios de salud que se requieran, especialmente para las madres adolescentes.

(ZOCALO/ Revista Visión Saltillo/ Paola A. Praga/ 18/03/2013 - 03:01 AM)

¡‘CAVERNÍCOLA’ MATA A NOVIO A BATAZOS!



Agencias
Tijuana.- Por un problema de novios, un violento joven de 19 años, tomó un bate de beisbol y golpeó en la cabeza de forma salvaje al que era su pareja sentimental hasta causarle la muerte, para luego robar objetos de valor y el vehículo de la víctima para darse a la fuga.

Abel Galván Gallardo, subprocurador contra la Delincuencia Organizada de la PGJE, informó que dicho crimen fue perpetrado el 9 de febrero del año pasado por Marcos “N”, “El Cavernícola”, siendo su víctima Gustavo Ríos González, de 48 años.

Basados en las investigaciones realizadas por los agentes ministeriales, concluyeron que ambos hombres eran pareja y su relación sentimental los llevó a discutir hasta desencadenarse una riña cuando se encontraban en el domicilio de la víctima.

Al sentir que tenía desventaja, el hoy detenido tomó un bate de aluminio y con éste golpeó al que era su amado hasta lograr derrumbarlo herido de muerte, donde lo siguió golpeando hasta que dejó de moverse, luego se supo que murió casi en el acto debido a un traumatismo craneoencefálico.

Posteriormente, el joven abordó el vehículo de la víctima, un auto Ford Escort modelo 1997, para retirarse de la escena del crimen, buscando que se ignorara su identidad en la autoría del crimen, pero el romance que sostenía con el caballero y que él creía secreto era sabido por varias personas.

El asesino abandonó el vehículo. A los días encontraron el cadáver de la víctima y el auto en las inmediaciones del fraccionamiento Villas del Colorado, por lo que al iniciar las investigaciones de inmediato, y al saberse su relación con la víctima, se perfiló como el principal sospechoso.

Los investigadores realizaron trabajo de campo en la escena del crimen y en el lugar donde se abandonó el cuerpo, así obtuvieron evidencia suficiente para identificar al hoy imputado.

“El Cavernícola” registra antecedentes penales por los delitos de robo de vehículo, robo a casa habitación y narcomenudeo. Los agentes pusieron a disposición de la representación judicial correspondiente al detenido para continuar el debido proceso por el delito de homicidio calificado y robo de vehículo.

(ZOCALO/Agencias/18/03/2013 - 05:00 AM)

LE DEJAN CAER BLOCK EN LA CABEZA Y LO ASESINAN



César Ramírez/Zócalo
Ramos Arizpe.- Trágica muerte encontró un albañil en la colonia Analco, después de que un sujeto con negros antecedentes y drogado lo atacara salvajemente con un block, tras sostener añejas rencillas.

El occiso fue identificado como Felipe Orozco Estrada, de 33 años, con domicilio en Federalismo 989, de dicho sector, quien terminó sin vida dentro de la cochera de una casa abandonada.

De acuerdo a los paramédicos de Bomberos, la víctima falleció de una probable fractura de cráneo a consecuencia de los golpes recibidos en la cabeza que le produjo el asesino con un block.

El criminal fue identificado como Jesús Reyna, “El Chuy”, de 20 años, quien según vecinos, estuvo varios años recluido en el Penal de Saltillo por el delito de lesiones graves y robo agravado cometido a casa habitación.

Trascendió que los hechos ocurrieron luego de que “El Chuy” se topó a su rival de antaño Felipe Orozco, y tras recordar algunas diferencias, se enfrentaron a golpes en medio de la calle.

El ex recluso aprovechó un descuido de Felipe para derribarlo al asfalto y propinarle puntapiés, pero no conforme con eso, tomó un block que había en la calle y lo atacó sin misericordia, hasta causarle la muerte.

Posteriormente el homicida arrastró a Felipe y lo introdujo a una casa abandonada, donde lo remató con el block, dejándolo bocabajo y en un charco de sangre, para enseguida darse a la fuga con rumbo desconocido.

Vecinos del sector al percatarse del hecho dieron parte a la Policía Municipal, arribando al lugar las autoridades, quienes, tras recibir la confirmación de muerte por parte de paramédicos, ordenaron el traslado del cuerpo al Semefo.
(ZOCALO/César Ramírez/ 18/03/2013 - 04:05 AM)

EXPEDIENTE: TERESA…



Rosendo Zavala
Saltillo.- Traicionado por el fantasma de los celos, Alberto arremetió contra su mujer pidiéndole una explicación de la realidad que advertía como absoluta, aunque lejos de reconfortar su alma se enfrascó en la reyerta marital que provocó su muerte.

Y es que decidida a terminar con la violencia familiar que le había desgraciado la vida, Teresa tomó el cuchillo que enterró en el corazón de su victimario dejándolo tirado en un charco de sangre, acabando con un capítulo de terror que había marcado para siempre su existir como esposa y madre de familia.

En cuestión de minutos, la mujer que luchó por sus hijos para sacarlos adelante como afanadora de una clínica se había convertido en asesina, tras cambiar la escoba del sacrificio por el puñal “de la libertad”, que usó como instrumento de sobrevivencia en un momento de peligro extremo.

Infierno conyugal

Desde que la casualidad se atravesó en su camino con forma de hombre, Tere imaginó que sus problemas existenciales terminarían y convencida de que el amor había tocado a su puerta tomó una decisión, dando un giro importante a sus ilusiones que la transformarían de niña en mujer.

Pero la familia que había creado junto al franelero nació con el germen de la maldad, sin que nadie pudiera advertirlo, porque el tiempo fue el encargado de dar un giro radical a la relación que se murió con las constantes disputas que generaba la pareja por la ausencia del dinero que nunca había en casa.

Al paso del tiempo, el patriarca dejó de lado sus consideraciones para exigir a la fémina el ingreso de recursos que pudieran mantenerlos en lo esencial, mientras las sombras de la tragedia comenzaban a tomar forma en el ambiente que se enrarecía al interior de la vivienda.

Y mientras los años pasaban con el desencanto de un matrimonio fallido, Teresa seguía tallando los pisos del sanatorio obsoleto, que pese a todo le brindaba el salario que con presteza entregaba a la casa en bien de sus pequeños.

Sin embargo, la avaricia de su cónyuge no tenía límites porque buscando tener el modo de vida que no merecía la obligó a trabajar en un bar de la zona roja, donde se desnudaba por algunos pesos y rentaba su cuerpo… todo para no despertar la furia de su hombre.

Con ese estigma que cargaría para siempre, la regordeta de cabellos largos y mirada perdida se había resignado a vivir su propia historia, en la que se había sumido callando ante su gente para no ser etiquetada como algo que no quería ser.

Aun así, la mujer que arañaba la decencia como una de sus prioridades intentó ignorar la realidad, esa que la había transformado en víctima de las circunstancias, tanto que su nueva faceta de trabajadora nocturna le había inculcado el hábito de embriagarse para soportar su presente.

Fue así como la profesional de la escoba se vio inmersa en el entorno que irracionalmente la llevó a cometer la peor bajeza de su vida, porque obligada por la situación perpetró la embestida que la dejó viuda en tan solo un movimiento.

Tarde de festejo

Aquel fin de semana, los Vallejo resolvieron olvidarse del conflicto marital que padecían y animados por la naciente llegada de la primavera idearon una reunión, así que emocionados prepararon el ambiente para hacer de ese domingo uno de los mejores del año.

Ya por la tarde, los vecinos se reunieron en la casita rosada de la calle Borrados, donde la música norteña retumbaba tanto en el ambiente, que lograba pasar inadvertidos los pasos de la muerte que para entonces ya rondaba el domicilio con sigilo.

Durante varias horas, los amigos nadaron en la estridencia de los acordeones que se mezclaban con el vino que corría a mares, mientras las anécdotas de una semana complicada fluían para darle sabor a las charlas triviales donde cada quien adornaba sus intervenciones.

Para dar importancia a sus actividades como franelero, Beto alardeaba sus quehaceres diarios en las afueras de la cantina donde trabajaba, denotando un liderazgo que no tenía porque intentaba suplirlo dando la imagen del hombre fuerte que en realidad no era.

Al igual que sus “amigos”, el cuidacarros intentaba amenizar el festejo con la maraña de historias huecas que se perdían entre el humo del cigarro que abrumaba el ambiente, mientras las horas corrían indiferentes para los fiesteros de ocasión.

Esto porque cuando más entretenida estaba la competencia de leyendas urbanas, la tarde cayó para cubrir el sur de Saltillo con el manto ennegrecido de la noche, mientras el final de la pachanga se acercaba para dar paso a la triste realidad.

Repentinamente la cerveza terminó, recreando el desconsuelo de los invitados que advirtiendo la sequía de cebada optaron por cortar la fiesta, dando gracias a los anfitriones para retirarse a sus domicilios con la frustración de no seguirse embriagando.

Al quedar sola, la pareja tomó el último sorbo de bebida que quedaba, mientras sus pequeños se desentendían sumidos en el mundo de la televisión con que se divertían, ajenos al momento que, por mucho, cambiaría el destino de la familia inevitablemente.

Celos mortales

Sin darse cuenta, Teresa y Alberto se sumieron en la humareda y el alcohol que se habían bebido, y al verse envueltos en la nublazón del momento se erizaron al percatarse que ya no había ninguna cerveza en el refrigerador.

Animados por el efecto de la comunión afectiva en que estaban inmersos, los esposos decidieron buscar el licor donde estuviera, aunque la “ley seca” estaba en pleno y sería complicado encontrar el sitio donde se pudieran proveerse de la mercancía que les permitiera sostener la felicidad ficticia.

Retando al destino, la pareja caminó hasta llegar al depósito donde compraron las cebadas que se convirtieron en el detonante de su desgracia, luego de que las diferencias del pasado escabroso que había entre ambos renacieran durante el trayecto de vuelta a casa.

Durante varias cuadras, los consortes rompieron la tranquilidad de la noche discutiendo sobre las infidelidades mentales que azotaban su relación, porque desde que Teresa se había convertido en “mujer alegre” la incertidumbre de su fidelidad amenazaba constantemente la tranquilidad de Alberto.

Con la idea fija de que estaba siendo engañado por su mujer, el golpeador implacable vociferó insultos hasta que la intimidad de su casa lo calló cuando ingresó con su amada, con quien se sentó en la sala para continuar la parranda que terminaría de la peor manera.

Entre el mundo de cervezas que seguían corriendo en la vivienda, la discusión renació subiendo de tono hasta que enfurecido, Alberto se paró del sillón donde pernoctaba y sin pensar en las consecuencias se abalanzó sobre su mujer, que cargaba a la bebé de ambos tratando de dormirla.

Sorprendida por la primera bofetada que le dieron, Teresa dejó a su nena en un mueble para soportar los embates de su castigador, y tratando de defender su integridad forcejeó con el individuo para sacudirse la paliza que le estaban dando.

Tras zafarse de los brazos de su “amado” la mujer corrió seguida por éste que tratando de agredirla nuevamente le dio alcance en la cocina, comenzando nuevamente el combate que dio paso a la tragedia que nunca hubieran imaginado.

En una habilidosa acción, la ama de casa se zafó de los brazos del franelero para tomar un cuchillo que estaba en la mesa y clavárselo en el pecho tan fuerte, que lo hizo derrumbarse con el corazón destrozado ante la mirada de su hijo que sobresaltado emitió un grito.

Afrontando la realidad

Aturdida por lo que acababa de hacer, la acongojada madre cargó con sus pequeños y salió corriendo del lugar, dejando a su victimario tirando en un pantano rojo que para ese momento ya había evocado a la tragedia de manera necesaria.

Segundos después, la familia incompleta se resguardaba en casa de sus vecinos mientras asimilaban los hechos del acontecimiento que habían destruido para siempre el proyecto de vida que falsamente se habían labrado.

Decidida a limpiar su imagen, Teresa pidió a su amiga que tomara el teléfono para dar aviso a las autoridades, siendo así como elementos ministeriales acudieron al lugar para tomar conocimiento y comenzar las averiguaciones en torno a lo ocurrido.

Ya con la policía encima, la intendente narró lo acontecido mientras la madrugada avanzaba espantando el sosiego del sector, que se había inundado con los mirones que pretendían saber los detalles de una muerte anunciada.

“Traía entre mis brazos a mi hija de 6 meses, mientras él me golpeaba; tomé un cuchillo para frenar las agresiones, pero no se detuvo. Se me fue encima manoteando y me defendí, nada más se lo enterré”, declaró llorando ante las instancias penales.

Alegando inocencia en todo momento, la homicida contó paso a paso el infierno terrenal en que se había convertido su vida al lado de Alberto, asegurando que constantemente era víctima de los maltratos de su eterno victimario.

Tras la reconstrucción de hechos fabricada por la Procuraduría y el testimonio de los vecinos que conocían la forma de vivir de la pareja, la justicia determinó sacar de su encierro temporal a la mujer que hasta entonces estaba retenida bajo el delito de uxoricidio.

Días después de los trágicos acontecimientos, la juez tercero penal dictó auto de libertad a la ama de casa, exonerándola de toda culpa luego de analizar los elementos reunidos durante las diligencias del expediente, confirmando que la desgracia se había derivado de un grave caso de violencia familiar.
Ahora, Teresa vive con el amargo recuerdo de una relación fallida que provocó su destrucción emocional, aunque pretende rehacer su vida al lado de los niños que quedaron como fruto del amor del hombre que irónicamente asesinaría… en defensa propia.

El detalle:

Durante casi una década, Teresa se convirtió en el claro ejemplo de la violencia que azota todos los sectores de la sociedad, en un problema que nunca ha dejado de existir y que hasta se agrava como muestra de la descomposición que veces se da al interior del seno familiar.

(ZOCALO/RevistaVisiónSaltillo/RosendoZavala/18/03/2013 - 04:08 AM)