sábado, 13 de junio de 2015

¿TE URGÍA LA VISA?, ESTADOS UNIDOS SUSPENDE EMISIÓN DE VISAS Y PASAPORTES




WASHINGTON, 13 de junio.— Estados Unidos suspendió ayer temporalmente la emisión de pasaportes y visas en toda su red consular en el extranjero, debido a una falla informática que promete reparar rápidamente.

Están retrasadas todas las peticiones de pasaportes estadunidenses realizadas y aceptadas en el extranjero desde el 26 de mayo, así como las solicitudes de visas realizadas desde el 9 de junio para entrar a EU, según un comunicado de la oficina de Asuntos Consulares del Departamento de Estado.

    La situación no tiene relación con algún país en particular, ni con una ciuda-danía o una categoría de visa en específico”, precisó el Departamento de Relaciones Exteriores de Estados Unidos.

    Trabajamos con urgencia para corregir el problema y esperamos que nuestro sistema vuelva pronto a estar completamente operativo”, aseguró el Departamento de Estado, al tiempo que se excusó con los viajeros estadunidenses y extranjeros.

La expedición de pasaportes en Estados Unidos no resultó afectada, y en el extranjero los consulados pueden emitir “pasaportes de urgencia” para ciertos casos, también especificados por esa dependencia norteamericana.

EU tiene la red consular más importante del mundo con unas 70 mil personas empleadas por el Departamento de Estado y sus diferentes administraciones.

La base consular de datos fue paralizada el año pasado por otra falla técnica que tuvo el mismo efecto, pero el Departamento de Estado aclaró que no están relacionadas.

Hasta el cierre de esta edición la embajada de Estados Unidos en México no se había pronunciado al respecto.

La Misión Diplomática de Estados Unidos en México adjudica alrededor de dos millones de solicitudes en más de 20 categorías diferentes de visas, cada año.

(EXCELSIOR/ AP y AFP / Foto: Archivo/ 13/06/2015 05:43)




El Departamento de Estado afirmó que la decisión es temporal y que se debe a una falla informática; tampoco hay pasaportes

JOVEN RUSA CONFIESA: DESMEMBRÓ A HERMANA Y MADRE PORQUE 'ERAN BRUJAS'




Anastasia Lechtchenko Masney declaró que las decapitó, le sacó el corazón a su mamá y los ojos a su hermana menor

TIJUANA, 12 de junio.- Anastasia Lechtchenko Masney declaró ser la responsable del homicidio de su madre y de su hermana de 12 años, cuyos cuerpos decapitó, desmembró y sacó el corazón a una y los ojos a otra, para tirarlos por el inodoro, ya que ambas eran brujas.

En su declaración ante agentes de la Unidad de Homicidios Dolosos de la Procuraduría de Justicia del Estado, la joven de 19 años confesó que a su madre, Yuliya Masney Safonchik, de 45 años de edad, la ultimó ahorcándola y apuñalándola con un cuchillo de cocina.

A su hermana menor, Valeria Lechtchenko Masney, autista de nacimiento, la mató de igual forma y la decapitó.

    El cuello, así la piel atrás del cuello estaba calientita y eso que ya no tenía la cabeza", confesó. Al terminar, sacó los ojos de la cabeza de la menor.

Apenas en febrero, Anastasia Lechtchenko Masney había escapado de su casa, por lo que el Centro de Apoyo de Personales Extraviadas y Ausentes (CAPEA), emitió una pesquisa para localizarla.

Posteriormente, la joven fue localizada en Sinaloa, a donde llegó por su cuenta propia, según asentó su propia madre en el perfil de Facebook de Anastasia:




La noche del miércoles, la Policía Municipal atendió el llamado de algunos ciudadanos que reportaron olores fétidos en la avenida Paseo Ensenada, de Playas de Tijuana, tras lo cual acudieron agentes de la Policía Ministerial.

    Reportan olores fétidos de un domicilio en la avenida Ensenada, acude la Policía Ministerial, confirma estos olores característicos de cuerpos descompuestos. Ingresan al domicilio y encuentran dos cuerpos" que con trabajos fueron identificados como los de Yuliya y Valeria Lechtchenko Masney, informó José María González, titular de la Subprocuraduría Contra la Delincuencia Organizada.

Aunque no se precisó una fecha para la comisión del crimen, vecinos de la mujer y de sus hijas reportaron haber dejado de verlas desde el pasado domingo 7 de junio, la fecha del proceso electoral federal.

De acuerdo al reporte de los agentes a cargo del hallazgo, los cadáveres estaban descuartizados y metidos en bolsas plásticas en la zona del garaje de la casa 2311 de la avenida Paseo Ensenada en la sección Jardines del Sol, en el fraccionamiento Playas de Tijuana.

Las primeras investigaciones apuntaron hacia la joven Anastasia ya que las cerraduras de la casa no estaban forzadas, y ella presentaba una conducta irregular.

Su padre, Igor Lechtchenko, un entrenador de gimnastas en la Universidad Autónoma de Baja California, llegó al lugar del crimen la noche del descubrimiento, tras ser notificado por las autoridades.

ABRE CORTE LA PUERTA AL MATRIMONIO GAY EN TODO EL PAÍS



Cualquier ley que prohíba el matrimonio entre personas del mismo sexo es inconstitucional, determinó; ordenó publicar en el Semanario Judicial una jurisprudencia

CIUDAD DE MÉXICO, 13 de junio.- Cualquier ley que prohíba el matrimonio entre personas del mismo sexo es inconstitucional, determinó la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).

Ayer la Corte ordenó publicar en el Semanario Judicial una jurisprudencia mediante la cual establece:

    La Ley de cualquier entidad federativa que, por un lado, considere que la finalidad del matrimonio es la procreación y/o que lo defina como el que se celebra entre un hombre y una mujer, es inconstitucional".

Precisó que la finalidad constitucional del matrimonio es la protección de la familia, por lo que calificaron como "no idóneo" que algunas legislaciones limiten su función a la procreación.

Calificó de discriminatorio vincular los requisitos del matrimonio a las preferencias sexuales, ya que éstas no constituyen un aspecto relevante en cuanto a la protección de la familia.

En cuanto a las legislaciones que definen al matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer, la jurisprudencia estableció que se trata de una "enunciación discriminatoria en su mera expresión".

El texto señala que "Bajo ninguna circunstancia se puede negar o restringir a nadie un derecho con base en su orientación sexual".

(EXCELSIOR/ REDACCION/ 13/06/2015 17:52)

HOMBRES ARMADOS CON RIFLES Y MACHETES ATACAN A UN GRUPO DE 100 MIGRANTES EN VERACRUZ



Ciudad de México, 13 de junio (SinEmbargo).– Un grupo de 100 centroamericanos que viajaba en el tren conocido como “La Bestia” fue atacado en la localidad de Tembladeras, Veracruz, por al menos 20 sujetos armados con pistolas, escopetas y machetes, quienes les exigieron una cuota para continuar su viaje.

De acuerdo con medios locales, unos 30 migrantes que lograron escaparse del ataque relataron al personal del Desarrollo Integral de la Familia (DIF) de Las Choapas que los hechos sucedieron la mañana del viernes cerca de la localidad de San José del Carmen y Tembladeras.

Mencionaron que los atacantes tenían acento de voz de mexicanos y les exigían 100 dólares a cambio de permitirles seguir con su viaje, de lo contrario serían golpeados o despojados de sus pertenencias.

En agosto de 2013 ocurrió una agresión similar contra migrantes centroamericanos en el mismo sitio, en esa ocasión hubo más de ocho muertos y más de 500 migrantes resultaron baleados y agredidos a machetazos por presuntos integrantes del cártel criminal de Los Zetas, quienes les exigieron una cuota para continuar el viaje.

El ferrocarril procedía de Palenque, Chiapas y se dirigía a Coatzacoalcos, Veracruz, lugar donde se concentran la mayoría de trenes que se desplazan a diferentes puntos del país.

Uno de los migrantes identificado como Alfredo Parras Emiliani, de 27 años, procedente de Tocoa Colón, Honduras, dijo en entrevista para Plumas Libres que a la mayoría de sus compañeros les quitaron su dinero y los golpearon para despojarlos de sus pocas pertenencias.

Otro de los migrantes que logró escapar tuvo que ser hospitalizado por un balazo en el pecho en el centro Médico Pedro Coronel, donde se reporta fuera de peligro.

Personal del Instituto Nacional de Migración arribó al lugar para trasladarlos a la base de Acayucan, donde finalmente pasarán unos días antes de ser deportados a la frontera sur de México.

(SIN EMBARGO.MX/ Redacción / junio 13, 2015 - 13:38h)

GOBIERNO DE GUERRERO BARRE MUERTOS BAJO LA ALFOMBRA

SINEMBARGOTV/ 15 DE JUNIO 2015

EL NIÑO DE LA GUERRA




Antonio encarna la historia de muchos niños y jóvenes que han cambiado su infancia por las armas en Michoacán. Fue testigo de la ejecución de su padre por Los Templarios y el muchacho de 13 años ha jurado vengar su muerte


Hasta antes del 18 de octubre del 2013, Antonio era un niño normal. Era uno más de la chiquillada que crecía corriendo y soñando por las estrechas calles de Tancítaro

En otros grupos de autodefensas de Tierra Caliente, Los reyes y la Costa también hay niños. A todos los menores armados también los mueve la venganza

"Más les vale que mueran en un enfrentamiento, porque si los agarro vivos, me los voy a tragar a pedacitos. Los voy a torturar para que paguen todo lo que hemos sufrido en la casa por la muerte de mi papá"

Antonio
autodefensa de 13 años

"Primero pensé en comprar una pistola y buscar a los asesinos de mi padre, pero luego supe de las autodefensas y me enlisté"

Antonio
Autodefensa de 13 años


Desde hace dos años se sumó a las autodefensas y ya ha matado a cinco Caballeros Templarios. Se sonríe. De alguna forma siente que está haciendo lo correcto. Asegura que no tuvo alternativa de escoger la vida que lleva.

“Cuando vi cómo mataron a mi papá”, confiesa, “supe que éste sería mi destino”.

No quita lo ojos del suelo. Cuando habla acaricia el AK-47 terciado sobre las piernas. Parece un niño que a punto está del llanto, pero se recompone. Le brillan los ojos y aprieta las quijadas. El odio se le desborda por el escuálido cuerpo de apenas 13 años, en donde ya se monta un hombre en pie de guerra.

No sabe cuándo vaya a terminar su participación en las autodefensas, los grupos de civiles armados que nacieron en Michoacán para protegerse de los cárteles de la droga.

Pero de una cosa está seguro: no se va a separar de su rifle hasta que haya cobrado venganza. Se juró matar a los tres que a quemarropa asesinaron a su padre. Como en adelantos de película intenta describir la noche en que un comando de Los Caballeros Templarios irrumpió en su casa. No alcanza a contar la escena del asesinato cuando le ganan los sollozos. Se muerde los labios hasta casi sangrarlos. Voltea hacia otro lado. Respira profundo. Se serena y retoma la conversación.

“A mi papá lo mataron solo porque no quiso irse a trabajar para los Templarios”.

Fue uno de los cientos de hombres asesinados delante de su esposa e hijos.

Después de la muerte de su padre, cuenta Antonio, la familia abandonó la casa. Dejaron el lugar porque nadie quiso volver a revivir la escena limpiando la enorme mancha de sangre que se quedó calcada en el piso de cemento. La viuda y los tres huérfanos se fueron a vivir con los abuelos maternos a otra comunidad cercana a Tancítaro. Desde ese día el más pequeño de los hermanos no ha dicho una sola palabra, y su madre enfermó de diabetes.

Solo en el cuerpo de Antonio bulló la venganza.

LE ARREBATARON LA INOCENCIA

Hasta antes del 18 de octubre del 2013, Antonio era un niño normal. Era uno más de la chiquillada que crecía corriendo y soñando por las estrechas calles de Tancítaro. Su vida transcurría, como la de muchos niños de esa zona de las montañas de Michoacán, entre los quehaceres de la casa y la obligación de la escuela. Le gustaba jugar por las tardes futbol y se pasaba largas horas viendo los programas de comedia en la televisión. Soñaba con ser doctor y por eso se esforzaba en la escuela con las matemáticas. El amor ya se despertaba en él, pero pudo más el odio cuando la vida le cambió radicalmente.

Es desconfiado. Solo después de varias intermediaciones cedió a contar su historia. En la escuela primaria a la que iba, su nombre está envuelto en un halo de fantasía y leyenda. Algunos de sus compañeros hablan de Toño… el niño que se fue a la guerra. Le atribuyen victorias ganadas sobre el cartel de los Templarios. Otros más lo recuerdan con la resignación del que saben lejos y perdido. Sus maestros no quieren hablar de él porque en esta región nadie nombra a los que tomaron las armas. Son solo héroes anónimos que luchan contra las células del cartel que una vez se adueñó de la vida de todos.

A la orilla del camino que va de Tancítaro a la comunidad de Pareo fue la cita. Es la zona que tiene asignada a su control. Es el corredor templario que comunica la montaña con Tierra Caliente. Es el principal punto de movilización de algunas células que se mantienen activas y escondidas en el cerro de Tancítaro. El niño autodefensa, con 12 hombres armados a su mando, se aleja del grupo para recibir al reportero. Reorganiza el retén. A unos de sus hombres los mueve a varios metros detrás de la barricada. Es un general en el cuerpo de un niño. No quita las manos del fusil de asalto que le cuelga a la altura de la cintura y que manipula como si fueran los manubrios de una bicicleta.

Con una sonrisa intenta suavizar el drama de la guerra. Escudriña atento los movimientos de la grabadora en la mano. El rostro se le torna serio cuando recuerda a su padre asesinado. Confianza que nunca se imaginó tener que vivir con un rifle en las manos, porque en su casa nunca hubo armas. Dice en sus palabras que la sed de venganza lo ahoga todas las noches. Supo que la guerra sería su destino cuando mataron a su padre.

“No lo pensé mucho”, cuenta. “Primero pensé en comprar una pistola y buscar a los asesinos de mi padre, pero luego supe de las autodefensas y me enlisté”.

DE ALTA EN LAS AUTODEFENSAS

Incorporarse a los grupos de autodefensas fue fácil. Dos días después de que mataron a su padre, apenas lo sepultó, se presentó en una barricada que estaba sobre la comunidad de Apo, en el camino a Los Reyes. Allí le platicó al comandante del grupo que quería ser parte de la resistencia al crimen organizado. Le preguntaron las razones y él argumentó la pesadilla de ver morir a su padre. Lo aceptaron en las filas, pero le dijeron que tendría que esperar turno para portar arma. Los fusiles son otorgados en función de los que pueden incautar a los templarios abatidos o detenidos. Otra alternativa fue comprársela al “Gringo”, uno de los que venden armas a los civiles alzados en todo el estado de Michoacán.

La edad no fue impedimento para sumarse a la guerra. En otros grupos de autodefensas de Tierra Caliente, Los Reyes y la Costa también hay niños. A todos los menores armados los mueve la venganza por la muerte de algún familiar directo. Se estima que entre los cerca de 3 mil elementos de las autodefensas que siguen activos en Michoacán, al menos unos 600 de ellos son menores de 18 años. Más de la mitad son niños con edades que oscilan entre los 9 y los 15 años. Todos los menores antes de sumarse formalmente a las filas reciben instrucción paramilitar básica. A todos los adiestran en el manejo del fusil AK-47. A Toño, la puntería se le da naturalmente.

Apenas a dos días de haber entrado a las autodefensas, con un arma prestada, lo asignaron a las rondas de vigilancia por las inmediaciones del Cerro de Tancítaro. Para no tener que esperar la dotación de un arma incautada, Toño optó por comprar un fusil. Vendió una motocicleta que era de su padre, por la que le dieron 4 mil pesos y con ello pudo pagar el Cuerno de Chivo que no suelta en ningún momento.

“Con este fusil ya he dado de baja a cinco templarios, pero todavía me faltan los que yo quiero”, presume el chico.

LA EBULLICIÓN DE LA VENGANZA

Él sabe bien quiénes son y por dónde se mueven los asesinos de su padre.

“Siguen activos, son los mañosos que luchan por sobrevivir, después de que cayó ‘La Tuta’”.

Desde hace dos años les sigue la pista. Asegura que sus perseguidos no se han ido del estado porque los tiene cercados en la montaña de Tancítaro. Confía en que pronto los pueda “dar de baja”.

La Policía Federal ha colaborado con el grupo de autodefensas al que pertenece Toño. Le entregaron fotografías y expedientes de Los Templarios que mataron a su padre, y por ello es que los tiene bien ubicados, a la espera de poder encararlos en cualquier momento.

No lo piensa mucho para decir lo que hará cuando se encuentre con los que mataron a su padre. “Los voy a matar de rodillas”. Se le hacen más profundos los ojos. “Ojalá que tenga la posibilidad de agarrarlos vivos. Ese sería mi mayor gusto”. El niño se llena de coraje. Habla como olvidándose de la entrevista y comienza un soliloquio que acompasa frotando el fusil que cuelga como una extensión de su persona.

“Más les vale que mueran en un enfrenamiento, porque si los agarro vivos, me los voy a tragar a pedacitos. Los voy a torturar para que paguen todo lo que hemos sufrido en la casa por la muerte de mi papá”.

Él ya sabe lo que es matar. Dice que no se siente nada. Que al principio da un poco de miedo de estar pensando, pero luego se quita.

“Se siente en las manos cuando con el cuerno (AK-47) bajas a alguien. Aunque no lo veas caer, hay algo que te dice que lo mataste, y a veces se siente bonito”.

Toño ha estado como 10 ó 12 veces en combate, ya perdió la cuenta de las que ha disparado su arma. Tenía apenas como tres meses de estar en el grupo de autodefensa cuando bajó a dos sicarios de los templarios en un enfrentamiento. En otra ocasión mató a tres y eso le valió para que lo dejaran como encargado de grupo. Sus hombres lo llaman por su nombre porque no quiere que lo ubiquen como comandante.

El grupo que comanda Toño está formado en su mayoría por adultos. Hay un hombre de 70 años que decidió tomar las armas para vengar a su hijo secuestrado y muerto por los Templarios. Don Pablo se ve extraño cuadrándose frente al niño de piel curtida por el sol.

“Es uno de los hombres más leales que tengo”, explica sin motivo, luego de darle permiso para dejar la guardia y comer.

Hoy en la barricada hubo puerco en sancocho y frijoles con tasajo de res. Las mujeres de la comunidad  de Pareo son las que llevan de comer a los hombres que mantienen la seguridad de esa localidad, donde los templarios violaron a decenas de mujeres y mataron al doble de los hombres.

EL NEGRO, SU FIEL COMPAÑERO

Vuelve a hablar de la sensación agradable que deja la muerte de sus enemigos. Dice que a los cinco templarios que lleva en su cuenta personal los mató a una distancia de más de 100 metros. “A todos me los bajé con el Negro”. Así le llama a su fusil. Casi todos los hombres de las autodefensas les tienen nombre a sus armas. Toño le puso “El Negro”, a veces le dice “Bonito”. Lo mira. Lo acaricia como a un niño. Hasta parece que le canta una canción de cuna. Los arrulla en sus manos. “Si viera que bonito cacarea cuando estamos en combate”. Dice que a veces siente que “El Bonito” le habla. “Me dice que me duerma cuando no puedo conciliar el sueño. Él es el que me recuerda que debo ir a ver a mi mamá cada domingo”.

Al “Negro” no lo suelta para nada. No lo deja ni para visitar a su mamá al rancho de sus abuelos. Le duele ver cómo su hermano menor lleva dos años sin poder hablar.

En las autodefensas no le pagan, pero es ley que se puede quedar con las posesiones que los templarios muertos tengan tras el momento del combate. Toño espera tener suerte con la próxima célula de sicarios que enfrenten para ver si de allí puede obtener unos centavos que le permitan llevar a su hermano al médico.

“Me da mucha tristeza”, confiesa. “Me parte el alma ver a mi hermanito sin poder decir una palabra y siempre con la mirada fija en la pared”.

Él sabe que es la consecuencia psicológica de haber visto cómo asesinaban a su padre y se le nota más el odio que tiene hacia el cártel.

‘MI NOVIA ES LA GUERRA’

No piensa en el amor. Hay una muchachita en Apo que le gusta, pero él se sabe destinado a otras cosas. “En la guerra no puede uno tener novia. Te descuidas y en un rato la dejas viuda”. No quiere que nadie le llore si lo llegan a matar, porque se sabe expuesto a todo. Por eso, como todos, Toño ha renunciado al amor. Muchos dejaron esposas, otros no quieren tener novia. Todos en el grupo de Toño son autodefensas solos. “Mi novia es la guerra”, dice. Entre ellos se ven como hermanos. Son la única familia que se tienen. Ser autodefensa es como un ministerio de fe, donde se comulga con balas.

El único amor que lo mueve es el de su madre. Le preocupa la salud de su mamá. A ella se le ha agudizado la diabetes en los últimos meses, a grado tal que a sus 43 años parece ya una anciana de 70. Cada domingo la visita y procura llevarle frutas del mercado. La gente ve con buenos ojos a los guardias y para ellos todo lo que quieran o necesiten comer es gratis. A Toño no le gusta abusar de esa condición, pero cuando se trata de llevar una fruta a su mamá sí acepta los regalos que le dan en el mercado a su paso. El domingo pasado le llevó higos, duraznos y mangos. Su madre se lo comió a besos y lo bañó de bendiciones.

“Lo más duro es cuando regreso de la casa para volver a la guardia. Se me queda un pedazo de vida al lado de mi mamá”.

No sabe cuándo se va a termina la guerra. “Esto va para largo. Los templarios son como cucarachas: se multiplican por todos lados. No podemos acabarlos, aunque ya hemos bajado a muchos”. Reflexiona. Una sombra de duda pasa por su rostro. “Esta guerra a lo mejor nos lleva toda la vida, pero ojalá que no”. Él tiene –muy en lo profundo- sus propios sueños. No quiere morirse en la barricada. Le gustaría seguir estudiando para llegar a ser médico. Quisiera despertar un día en su cama y saber que todo lo que ha vivido desde la muerte de su padre ha sido una pesadilla. Ese es el pensamiento con el que se duerme todos los días. Es el pensamiento que lo acompaña mientras se tiende sobre los cartones improvisados como cama, cuando clava sus ojos negros en la noche negra de Michoacán.

Cuenta que tarda en conciliar el sueño y por eso comienza a contar las estrellas que cintilan. Imagina que son de lumbre y que las puede ir apagando con solo soplarles desde acá. Antes de dormir, con el “Bonito” velándole el sueño, el niño sueña. Imagina que regresa con su mamá, que la abraza y que le dice que por fin vengó la muerte de su padre. Entonces su padre, desde la tumba, ya no clama venganza, entra también en un sueño de descanso. Sonríe. Le gusta imaginar el rostro de su padre que se sonríe sabiéndose vengado. Entonces “El Negro” deja de ser fusil. “El Negro” ya no dispara muerte. El negro es un perro con el que se anda silbando en el camino.

(REPORTE INDIGO/ J. Jesús Lemus /Viernes 12 de junio de 2015)