Con la llegada de Donald Trump a la
presidencia de Estados Unidos, el sector automotriz en México se encuentra en
vilo. Ford ya canceló la construcción de una nueva planta en San Luis Potosí
para instalarla en Michigan, y días después, el grupo Fiat Chrysler anunció que
habilitará una de sus plantas en Estados Unidos para que fabrique uno de los
modelos que actualmente se arma en México. Mientras, el magnate neoyorkino
advirtió que esto es sólo el principio, y que ahora quiere a las
farmacéuticas.13
La salida de esta industria de México
implica la pérdida de inversión y de empleos. Y no sólo eso, también un
“impacto ambiental bestial”. De acuerdo con organizaciones y académicos, la
industria automotriz -así como la maquiladora y minera- han dejado a su paso
por el país contaminación y la devastación de recursos naturales y tierras.
Todo, criticaron, gracias a laxa legislación en la materia que los gobiernos
les han brindado desde hace al menos tres décadas.
Ciudad de México, 19 de enero
(SinEmbargo).- Durante décadas, las industrias automotrices y maquiladora han
operado en México con diversas facilidades: beneficios fiscales, mano de obra
barata, terrenos a bajos costos e incluso regalados, además de infraestructura.
A ello se suma una vigilancia laxa en términos ambientales, con lo que han
dejado a su paso contaminación y han arrasado con recursos naturales,
denunciaron organizaciones civiles.
“Las ventajas que reciben las
empresas maquiladoras son tratos fiscales excepcionales porque se omiten pagos
por la importación de bienes o se omiten pagos fiscales en términos de envíos
por pagos de servicios. Es decir, hay un trato fiscal excepcional a diferencia
del que se le da a la producción local. También la industria automotriz tiene
trato fiscal excepcional en materia de comercio exterior”, dijo a SinEmbargo,
Roberto Constantino Toto, profesor-investigador del Departamento de Producción
Económica de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Señaló que “la facilidad
fiscal” con la que se han recibido a los conglomerados extranjeros ha generado
también consecuencias ambientales degradantes. “[El Gobierno] privilegia el
crecimiento económico y no el cuidado del medio ambiente. Una buena parte de los
efectos que vemos hoy en lo ecosistémico y lo social ha sido el resultado de
las decisiones de las autoridades mexicanas durante muchos años”, subrayó.
"Probablemente las automotrices
sean más contaminantes que las propias mineras", dijo Francisco Cravioto
de Alianza Mexicana contra el Fracking. Foto: Cuartoscuro
Con la llegada de Donald Trump
a la presidencia de Estados Unidos, el sector automotriz en México se encuentra
en vilo. Ford ya canceló la construcción de una nueva planta en San Luis Potosí
para instalarla en Michigan. Días después, el grupo Fiat Chrysler anunció que
habilitará una de sus plantas en Estados Unidos para que fabrique uno de los
modelos que actualmente se arma en México. Y el magnate neoyorkino advirtió que
esto es sólo el principio.
Ford llegó a México en 1925,
fue la primera empresa del ramo que vino a ensamblar sus autos, y una década
después lo hizo General Motors, de acuerdo con el artículo “La industria
automotriz en México”, del maestro Arturo Vicencio Miranda del Instituto
Politécnico Nacional (IPN).
En el caso de la maquiladora
de exportación, según el Consejo Nacional de la Industria Maquiladora y
Manufacturera A.C., nació durante los años sesenta, “como una respuesta
económica al encarecimiento de la mano de obra que tuvo lugar en Japón y
Estados Unidos, países altamente industrializados”.
Para Francisco Cravioto
Lagos, investigador de la Alianza contra el Fracking, tanto las maquiladoras,
como las automotrices y las mineras “son empresas muy contaminantes, sumamente
sucias”.
“Probablemente las
automotrices sean más contaminantes que las propias mineras, sobre todo por el
impacto ambiental bestial en términos de consumo de agua, de energía, en la
modificación de manchas urbanas y México le ha apostado al menos desde hace
tres décadas a este negocio”, detalló.
La tragedia del modelo mexicano: Quebrar
al país y darlo en oferta a extranjeros no fue buena idea
DAÑOS AL MEDIO AMBIENTE
La propia Secretaría de Medio
Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) señala, en su página oficial, que “el
impacto ambiental que las industrias tienen sobre el medio ambiente y los
recursos naturales ha sido considerable, no sólo como resultado del crecimiento
de la producción sino también gracias a que dicho crecimiento se concentró en
sectores de alto impacto ambiental”.
La dependencia federal
reconoce que los sectores industriales con mayor generación de residuos
peligrosos son precisamente el automotriz, además del químico, metalúrgico,
eléctrico y de alimentos.
No obstante, acota, derivado
de la desigual distribución geográfica de las empresas, los efectos ambientales
varían. Por ejemplo, considera a Chiapas, Guanajuato, Querétaro, Tabasco,
Tamaulipas, Tlaxcala y Veracruz como los “estados con una alta intensidad de
generación de contaminantes con relación a su producto”, mientras, el Estado de
México, Puebla, Jalisco, Nuevo León y la capital de país, “a pesar de su alta
concentración de industrias, presentan una baja intensidad de contaminación por
unidad de producto industrial”.
Un ejemplo de la devastación
ambiental que dejan a su paso estas industrias es el río Santiago, ubicado en
el El Salto, en Guadalajara, Jalisco. Este caudal es el más contaminado del
país.
A la automotriz toda, gratis, por años:
créditos, incentivos, caminos, tierra, agua tratada…
Un estudio llevado a cabo por
la Comisión Estatal del Agua y el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua
detectó 1 mil 090 contaminantes en ese río, entre ellos: arsénico, mercurio,
cromo y disruptores hormonales, causantes de tumores cancerígenos, defectos de
nacimiento y otros problemas. Cabe mencionar que El Salto alberga alrededor de
300 empresas de los sectores automotriz, químico, farmacéutico y de alimentos.
Los inversionistas
norteamericanos, aseguró el académico Roberto Constantino, tienen la
oportunidad de presentarse en países como México donde hay una “gran laxitud en
materia ambiental y laboral”. Ya que un beneficio, por ejemplo, son los bajos
salarios.
En entrevista para
SinEmbargo, Alejandro Calvillo Unna, director de la organización El Poder del
Consumidor, acusó que “toda la política que se siguió para impulsar la
industria maquiladora –especialmente en la frontera– se hizo bajo una promoción
de bajos estándares laborales y ambientales”.
En México, lamentó el
activista, se ha establecido una economía muy dependiente de la industria
automotriz. Aunque reconoció que ésta ha generado innumerables fuentes de
empleo.
“Bajo el Tratado de Libre
Comercio de América del Norte (TLCAN), todo se enfocó en abastecer a los
Estados Unidos a través de regulaciones ambientales más laxas y principalmente
salarios bajos. Las empresas aquí tienen una mayor ganancia”, detalló Calvillo.
Y explicó que los salarios aquí no se comparan con lo que se paga en Estados
Unidos.
“[Instalar automotrices y
maquilas] se volvió muy atractivo para industrias no sólo norteamericanas, sino
para otra partes del mundo, como Alemania o Japón. Más del 80 por ciento de la
producción automotriz se va al mercado exterior, principalmente hacia Estados Unidos”,
comentó.
La NOM-085-ECOL-1994,
elaborada con la participación de la industria automotriz, menciona que los
valores relacionados con la emisión de partículas, bióxido de azufre y óxidos
de nitrógeno podrán ser determinados con la elaboración de promedios ponderados
de las fuentes fijas, es decir, de las industrias.
No obstante, el artículo “Las
normas oficiales mexicanas ecológicas para la industria mexicana: alcances,
exigencia y requerimientos de reforma”, publicado en la revista Gestión y
Política Pública, puntualiza en la necesidad de “normar sobre la emisión de
partículas menores de 10 y 2.5 micrómetros (PM10 y PM2.5, respectivamente), así
como en lo concerniente a las condiciones para el intercambio de certificados o
bonos por emisiones a la atmósfera”.
Durante décadas, las
industrias automotriz y maquiladora han operado en México con una vigilancia
laxa en términos ambientales, criticaron organizaciones. Foto: Cuartoscuro
El libro El Medio Ambiente y
la Maquila en México; un problema ineludible, de la Comisión Económica para
América Latina y el Caribe (CEPAL) señala que entre las características
institucionales para aplicar la normatividad, se encuentra “la deficiente
estructura de sanciones por incumplimiento de la normatividad ambiental, la
cual es relativamente permisiva debido a la incapacidad de monitoreo por parte
de las agencias gubernamentales”.
En el mismo sentido, Calvillo
acusó que “en un país con altos índices de corrupción como México, la autoridad
ambiental, con algunas excepciones, se ha prestado para llegar a acuerdos con
la industria y sacar ganancias, se ha vuelto una herramienta de chantaje y los
recursos naturales se han entregado a la industria”.
Calvillo acusó que Estados
Unidos, con las industrias también ha traído al país “gente sobreexplotada y
devastación ambiental” y pronosticó que aún con la llegada de Trump al poder,
la industria automotriz no se irá, ya que en términos económicos “no es viable
para estas empresas trasladarse a Estados Unidos”.
“Creo que en el fondo esto es
una campaña publicitaria de Trump que ha usado a la industria automotriz.
Quiere demostrar que está cumpliendo lo que había prometido en campaña”,
remató.
La actividad minera en México es
considerada por organizaciones civiles como de las más depredadoras en materia
ambiental. Foto: Cuartoscuro
MINERAS ESTADOUNIDENSES EN MÉXICO
Hasta marzo de 2016, según
datos de la Red Mexicana de Afectados por la Minería (Rema), de las 294 mineras
extranjeras que operan en el país, 46 son originarias de Estados Unidos y la
actividad es considerada por organizaciones civiles como una de las más
depredadoras en materia ambiental.
El investigador Cravioto
Lagos consideró que la minería “es una actividad económica negativa”, pues
explicó, los metales pesados que se desechan por la actividad no se desintegran
por cientos de miles de años y al estar activos en el medio ambiente recorren
la cadena alimenticia de un extremo al otro, una y otra vez.
“No se descomponen estos materiales
dañinos y están provocando deterioros a lo largo de generaciones al interior de
los ecosistemas y de los seres humanos que habitan la región”, dijo. Además
lamentó que ante este problema, la legislación en México “es totalmente
permisiva [ya que] la Ley Minera permite que se solicite una concesión en aguas
territoriales, en Áreas Naturales Protegidas (ANP), en el mar, sobre áreas
urbanas y hasta sobre sitios arqueológicos”.
En el mismo sentido,
Constantino Toto agregó que la minería implica no sólo una modificación del
entorno en términos de las propiedades de los suelos, sino también una gran
cantidad de consumo de agua que se suele contaminar con los procesos de
transformación de la actividad.
“En un país donde la mayor
parte de las reservas de minerales se encuentran en las zonas desérticas, en
regiones donde no hay agua, el desarrollo de las actividades mineras compite en
términos de estabilidad ecosistémica de las regiones por el alto consumo del
vital líquido”, comentó.
Y así es. De acuerdo con el
estudio “Concesiones de agua para las mineras”, las 417 empresas mineras
enlistadas en el Registro Público de Propiedad de Agua consumen el mismo
volumen de agua que más de 3 millones de habitantes al año. El análisis
desarrollado por CartoCrítica y la Fundación Heinrich Böll detalla que Grupo
México, Goldcorp y ArcelorMittal consumen casi la mitad del vital líquido
destinado a la minería en el país, o sea, al menos 437 millones de metros
cúbicos anuales; esto cuando más de 13 millones de personas no cuentan con el
servicio en sus viviendas.
Miguel Ángel Mijangos Leal,
de la Rema aseguró que el consumo de agua por parte de las mineras es
“alucinante y terriblemente agresivo”, para ilustrarlo, mencionó el caso de
Carrizalillo, una de las minas de oro más grandes de América Latina, ubicada en
Guerrero, perteneciente a la canadiense Goldcorp, donde cada día se gastan
alrededor de 250 millones de litros del vital líquido.
(SIN EMBARGO/ IVETTE LIRA/ ENERO 19,
2017 - 12:03 AM)