miércoles, 10 de enero de 2018

HACIENDA PIDIÓ CONOCER “ALCANCE” DE INVESTIGACIÓN CONTRA SECRETARIO DEL PRI; PRESENTARÉ CONTROVERSIA: CORRAL


Respuesta "penosa" del presidente EPN, ante denuncia de que Federación cortó fondos a Chihuahua, considera el gobernador en entrevista para #AristeguiEnVivo.

La Secretaría de Hacienda pidió al gobierno de Chihuahua que explicara el “alcance” de la investigación que realiza la Fiscalía de ese estado en materia de corrupción, por lo que fue detenido en diciembre pasado el ex secretario general adjunto del PRI, Alejandro Gutiérrez.

“Lo que quieren saber es hasta dónde llega la investigación de la Fiscalía, quiere saber si andamos investigando a otros estados…”, expuso el gobernador de ese estado, Javier Corral, en entrevista para #AristeguiEnVivo.

En su reunión con el secretario de Hacienda, José Antonio González Anaya, le preguntó qué alcance tiene la investigación y qué estatus jurídico tiene Isaac Gamboa, titular de la Unidad de Política y Control Presupuestario de Hacienda, involucrado en la trama de corrupción.

“Detuvimos a la pieza clave del modus operandi de la corrupción política que toma recursos públicos para las campañas y están muy preocupados. Les dijimos que no podemos investigar a otros estados… ¿cómo es posible que a un estado se le deje de depositar porque el secretario de Hacienda quiere conocer el alcance de una investigación?“, preguntó.

El gobernador de Chihuahua denunció el lunes de esta semana que Hacienda frenó la transferencia de más de 700 millones de pesos, que ya habían convenido en diciembre, luego de que se conociera a nivel nacional la investigación sobre un desvío millonario a favor del PRI.

Jaime Herrera, ex secretario de Hacienda de Chihuahua en el gobierno de César Duarte, declaró que la Secretaría de Hacienda avaló la triangulación de recursos públicos a campañas estatales del PRI; el desvío fue de unos 250 millones de pesos en 2016. Por ello fue detenido Gutiérrez.

“Estamos ante un hecho escandaloso sobre todo por el nivel de respuestas que se han dado a la denuncia que presenté el día de ayer, informando de una represalia política del gobierno de Enrique Peña Nieto, derivado de la investigación que estamos llevando en la Fiscalía del estado en materia de combate a la corrupción, donde ha resultado detenido el ex secretario general adjunto del PRI, Alejandro Gutiérrez”, abundó.

Consideró que la respuesta del presidente de la República -quien calificó como un acto político la denuncia de Corral- es “tan penosa en términos de su contenido”, pues “sale a calificar el acto, a describir la asistencia, pero evade el fondo que es una acusación de un gobernador de un estado, que es la represalia del pueblo de Chihuahua“.

Para Corral, Peña “busca evadir su responsabilidad, distraer”, al darle un “tinte electoral” cuando “él sabe perfectamente que esto no es así”.

“Dice Peña Nieto que no tenemos diferencias, hoy tenemos una diferencia, me ha cancelado el depósito de 780 millones de pesos, no a mí, al pueblo de Chihuahua y esa sí es una diferencia mayor, no voy a permitir que al pueblo de Chihuahua se le castigue por una investigación contra la corrupción”, sostuvo. Adelantó que dará “una batalla jurídica” que contempla interponer hasta una controversia constitucional.

“Puedo ya anunciar en este momento que vamos a interponer una controversia constitucional en contra de esta discrecionalidad de la Secretaría de Hacienda para incumplir unilateralmente un contrato, un convenio con una entidad federativa, porque es muy grave lo que está sucediendo; ellos no pueden unilateralmente decir ‘no cumplo’”, dijo el mandatario estatal en entrevista con Carmen Aristegui.

Recordó que el 21 de diciembre, el propio Peña Nieto contestó una de sus cartas y le dijo que iba a “tener una respuesta satisfactoria de Hacienda”. Lo que nunca pensó es que “estuviera haciendo una broma o se estuviera burlando de mí”, ya que “la respuesta satisfactoria fue cancelarme los depósitos” por 780 millones de pesos.

El mandatario comentó que este caso muestra que “el régimen está agotado y son capaces ya de todo”, a través del presupuesto como “principal instrumento de control político de este país”.

Subrayó que “el gobierno de la República tiene toda la investigación desde septiembre del año pasado, este (el de Alejandro Gutiérrez) es uno de los casos que entregamos de las diez órdenes de aprehensión contra César Duarte”.

Aclaró que hasta ahora el único imputado formal por este caso de corrupción “es Alejandro Gutiérrez porque las investigaciones para eso han dado, no vamos a inventar ninguna responsabilidad de quien no tenga responsabilidad”.

No obstante, el ex dirigente del PRI, Manlio Fabio Beltrones, ya presentó amparos ante una posible orden de aprehensión, para no ser citado y para tener acceso al expediente.

Corral mencionó que “puede estar inquieto porque se le ha mencionado” en las notas periodísticas del tema, ya que él era dirigente del PRI cuando se dio el desvío.

El gobernador defendió la investigación pues “ya hay sentencias condenatorias y además se les ha impuesto la reparación del daño”; en total, puntualizó, hay 39 carpetas de investigación en curso sobre corrupción, asociadas al gobierno de César Duarte.

“Estamos investigando redes de corrupción y un entramado bien organizado por el ex gobernador para hacerse de recursos públicos de forma ilícita”, anotó.

Ve la entrevista:



(ARISTEGUI NOTICIAS/ REDACCIÓN AN/ENERO 9, 2018 11:06 AM)






#ARISTEGUIENVIVO 10/01: CORRUPCIÓN DE CÉSAR DUARTE; EL CASO BORGE; ACTOR EXONERADO POR FEMINICIDIO Y MÁS



Este miércoles también abordamos la investigación sobre cómo los socios del tesorero nacional del PRI, fueron beneficiarios de contratos de campaña.


(ARISTEGUI NOTICIAS/ REDACCIÓN AN/10 DE ENERO 2018)

EL JAQUE AL REY

Javier Corral ha puesto en jaque a Enrique Peña Nieto. La acusación por peculado por 250 millones de pesos en contra de su antecesor como Gobernador de Chihuahua, César Duarte, colocó al Presidente en el centro de la lucha por la sucesión presidencial. Peña Nieto no estará en la boleta, pero por él cruza el descarrilamiento de la campaña presidencial del PRI. Corral lo ha emplazado desde el fin de semana. Peña Nieto, dijo, tiene que responder a los mexicanos.

La estrategia detrás de él es clara, y la ha delineado Ricardo Anaya, precandidato del PAN, PRD y Movimiento Ciudadano: hay que eliminar al tercer lugar. Verbigracia, llevando la corrupción de Duarte al corazón de Los Pinos, inhabilitará la candidatura de José Antonio Meade y al final, la lucha será entre dos, Andrés Manuel López Obrador y él.
En tiempos de precampaña electoral, donde los aspirantes a la Presidencia no pueden pedir el voto ni hacer propuestas, Corral es el mejor instrumento de Anaya  para el ataque. La corrupción del neopriismo del nuevo siglo ha construido involuntariamente las condiciones para su vulnerabilidad. El Presidente reconoció la gravedad de las acusaciones de Corral, quizás no tanto por el fondo de su alegato, sino porque el ruido que ellas producen, impacta en su proyecto transexenal. Peña Nieto fue forzado por las imputaciones de Corral a pelearse con él en el fango, y buscar frenar el daño que les estaba infligiendo.

“El Gobierno de la República no puede ni merece ser descalificado, y menos señalado, por no estar respaldando al Gobierno de Chihuahua”, dijo Peña Nieto horas después de procesar las imputaciones. “Yo les pregunto a los medios de comunicación si ha habido otro momento en la historia política del País donde algún funcionario del más alto nivel que hubiese sido señalado con sustento o con presumible sustento a la acusación, no esté enfrentando un proceso judicial alguno”.

Improvisar en temas complejos no es el mejor ambiente para el Presidente. La respuesta es simple: se equivoca; sí ha habido otros momentos de esos.

Secretarios de Estado en regímenes priistas han ido a la cárcel por presuntos actos de corrupción; senadores priistas desaforados para poder ser juzgados por peculado, o gobernadores priistas por vínculos con el narcotráfico. Funcionarios en gobiernos estatales y municipales también fueron a prisión en el pasado.

Una diferencia de aquellos años con los tiempos actuales, es que nunca fueron tantos priistas ni con sumas de dinero tan extraordinarias generadaas por su presunta corrupción, los que habían enfrentado a la ley. Otra diferencia es que las percepciones otrora con las que se tienen ahora, es que nunca se concibió una corrupción tan rampante como la que se ha vivido en la era Peña Nieto, asociada intrínsecamente con la impunidad.

Las acciones de Corral en el proceso contra Duarte, su antecesor en Chihuahua, ya tienen una primera víctima de altos vuelos, Manlio Fabio Beltrones, quien ante la detención de Alejandro Gutiérrez, uno de sus principales colaboradores cuando era presidente del PRI, por el presunto desvío de 250 millones de pesos para campañas políticas del PRI, tramitó tres amparos ante un juez. Al hacerlo, automáticamente quedó inhabilitado para buscar un cargo de elección popular, porque la ley lo prohíbe al estar involucrado en un proceso judicial.

Corral no ha quitado el interés sobre el ex Secretario de Hacienda, Luis Videgaray, que aparece en las indagatorias del Caso Duarte de manera indirecta hasta ahora -por lo que se sabe-, por haber presuntamente autorizado la transferencia ilegal de recursos presupuestales para fines electorales. Si avanza sobre esa ruta y procede judicialmente contra Videgaray, el siguiente en la lista será su sucesor en Hacienda, Meade, el precandidato presidencial. De ser así, no tardaría en aparecer en el camino, como se adelantó en este espacio el martes, Luis Vega, el secretario de Finanzas y Administración del PRI, incondicional del Presidente Peña Nieto desde que era Gobernador del Estado de México.

Corral tiene en sus manos lo que quiere Anaya, descarrillar al candidato del PRI y tener un proceso electoral polarizado. La sangre que corre por las heridas abiertas de los priistas ha sido claramente olida por muchos. La fotografía de la conferencia de prensa que dio Corral el lunes paras acusar formalmente al gobierno de Peña Nieto de haber tomado venganza presupuestal contra Chihuahua por abrir el proceso contra Duarte, presentó a varias víctimas o denunciantes del priismo actual.

Entre ellos Santiago Nieto, el ex jefe de la Fiscalía Especializada para Delitos Electorales que inició el proceso contra Duarte, que fue cesado y presionado con fotografías que afectarían su vida personal para que desistiera que el Senado lo repusiera en el cargo, y Paulo Díez, el abogado de Infraiber que hizo de su denuncia de corrupción contra la empresa OHL y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes una cruzada personal. También Jacqueline Peschard, Mariclaire Acosta y Octavio López Presa, miembros del Comité Ciudadano del Sistema Nacional Anticorrupción, contra quienes El Universal, el periódico de batalla que ha utilizado el Gobierno federal para fines políticos, enderezó una campaña de desprestigio.
Tiene razón el Presidente Peña Nieto al decir que el montaje de Corral tuvo fines electorales. Pero hay matices. No todos los ahí presentes tienen ambiciones políticas o electorales, pero son luchadores probados contra la corrupción y por la transparencia. Estas dos variables son grandes déficits del gobierno peñista, que hoy ve en la suma de fuerzas, una alianza táctica y un piolet permanente contra la candidatura presidencial de Meade.

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(NOROESTE/ ESTRICTAMENTE PERSONAL/ RAYMUNDO RIVA PALACIO/10/01/2018 | 05:00 AM)  


LAS BOMBAS DE CHIHUAHUA

El caso abierto en contra del ex Gobernador de Chihuahua, César Duarte, es la explosión en las Torres Gemelas de Nueva York en cámara lenta. Comenzó hace 13 meses con una acusación contra él por un desvío de poco más de 14 millones de pesos para campañas electorales del PRI y se fue incrementando, en recursos para el partido en el poder y para personas de poder.

El último gallo tricolor en ser desplumado fue Alejandro Gutiérrez, quien era alto funcionario del PRI y responsable en 2015 y 2016 del Proyecto Zafiro, utilizado por el entonces líder Manlio Fabio Beltrones, para diseñar la estrategia electoral en las elecciones de aquél año. La Policía Federal lo detuvo en Saltillo en diciembre, por petición del gobierno de Chihuahua, como parte del proceso contra Duarte. La detención le pegó a Beltrones, y al entonces Secretario de Hacienda, Luis Videgaray. Pero esta nueva novela de altos vuelos que tanto prometía, a los pocos días se apagó.

 Beltrones declaró que era una infamia la acusación y tendrían que probar que Gutiérrez realmente había hecho lo que dijeron que hizo. Hacienda también negó que se dedicara a distribuir dinero presupuestal a campañas políticas. No se podía esperar nada distinto, pero ante una defensa tan débil y un beligerante e intrépido Gobernador de Chihuahua como Javier Corral, ¿por qué todo paró en seco? Si la convicción en el entorno cercano de Duarte es que el aliado de Corral en todo esto es el Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, ahí se podría encontrar, al menos como hipótesis de trabajo, la razón sobre la súbita parálisis. ¿Se estaba comenzando a salir fuera de control?

Las acusaciones que ha formulado la Fiscalía contra Duarte tienen un patrón criminal: el ex Gobernador ordenaba al ex Secretario de Hacienda, Jaime Ramón Herrera Corral, que dinero presupuestal fuera trasladado al PRI para ser utilizado en campañas electorales, y que se disfrazara bajo rubros distintos en diferentes dependencias. El caso escaló en diciembre con la captura de Gutiérrez, señalado de ser el ingeniero financiero del desvío de 250 millones de pesos en 2015, y que llevó todo a las más altas instancias del partido y el Gobierno federal.

El tema dejó de ser local y pasó a ser federal. En la declaración ampliada de Herrera Corral señala que “Gutiérrez (le) comentó que había un acuerdo con la Secretaría de Hacienda federal para que a través de tres estados, siendo estos Veracruz, Tamaulipas y Chihuahua, apoyaran con la operación electoral a nivel nacional del año 2016 para aquellos estados en donde no se tenían gobiernos priistas, y requerían recursos”.

La afirmación del ex funcionario chihuahuense refuerza los dichos del ex Gobernador de Veracruz, Javier Duarte, sobre 2 mil 500 millones de pesos que le habían dado dentro del presupuesto, destinados a campañas electorales -que decía haber usado para el PRI y Morena-, pero dejaba abierto el mecanismo que presuntamente utilizaron desde el partido en el poder y el gobierno mismo.

Pero el caso se detuvo en Gutiérrez, la más alta figura priista involucrada en un tema de presunto financiamiento ilegal de campañas, como si en ese momento se hubieran dado cuenta que el elefante en la sala podría empezar a ser visto. Para poder entender la trama, hay que observar cómo funcionaba el sistema de recaudación de fondos dentro del PRI, en el entendido de que el partido no se maneja de manera independiente a lo que se le indica en Los Pinos. Cada vez que el Presidente en turno es priista, el partido juega más como una secretaría de Acción Electoral.

En ese sentido, Gutiérrez no era responsable único o final del dinero dentro del partido. Quien lo es, Luis Vega, había sido colocado en la Secretaría de Finanzas y Administración desde antes iniciar el gobierno del Presidente Peña Nieto, por el entonces Gobernador del Estado de México.

Vega llegó al PRI en 2011, directo del PRI mexiquense donde hacía una función similar. Hombre de absoluta confianza de Peña Nieto, durante años ha sido el responsable de recibir y administrar los dineros y las aportaciones -legales y aquellas que no fueran registradas-, para redirigirse hacia donde le indicaran. Ese nombramiento fue parte de los ajustes que realizó Peña Nieto pensando en el futuro. Otro estratégico, Videgaray, a quien envió al Congreso para presidir la Comisión de Presupuesto, donde se encuentra el origen de algunas de las ampliaciones presupuestales a estados cuyos gobernadores han sido acusados de desviarlos a campañas priistas.

Si la acusación contra Gutiérrez es probada, será sólo un eslabón que conduzca a Vega Aguilar y al corazón del peñismo. Si esto continúa, salpicará también a Nuvia Mayorga, directora de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, que también ha sido uno de los conductos por donde llegan al PRI recursos para campañas, y es incondicional de Osorio Chong. Cercanos a Duarte comentaron que si Osorio Chong quiere saldar cuentas con el ex Gobernador y los tecnócratas que le quitaron la candidatura presidencial, está acotado porque el financiamiento irregular al PRI, también lo mancha.

Corral tiene en sus manos una bomba para hacer explotar la candidatura presidencial del PRI y romper el blindaje que hasta hoy tiene Peña Nieto. La pregunta es si Corral es real, si actúa por convicciones más allá de sus fobias personales, o si sus supuestos compromisos con Osorio Chong lo limitarán. Si no fuera así, el proceso contra Duarte puede ser, de comprobarse las acusaciones, el final histórico del PRI.

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(NOROESTE/ ESTRICTAMENTE PERSONAL/ RAYMUNDO RIVA PALACIO/ 09/01/2018 | 04:01 AM)