México, DF, (apro).-
En otro intento por compensar daños, Petróleos Mexicanos (Pemex) volvió a
recurrir a los tribunales de justicia estadunidenses, a pesar de pasados
litigios similares sin éxito.
Esta vez la “empresa
productiva del Estado” se querelló el 2 de diciembre contra la transnacional
estadunidense Hewlett-Packard y su filial mexicana por el pago de sobornos para
obtener contratos de la paraestatal.
Pemex acusa a la
corporación de violaciones a las leyes de Viajes y contra Prácticas Corruptas
en el Extranjero, el Código Penal de California, conspiración tipificada por la
ley sobre asociaciones delictuosas, competencia desleal, ayuda y complicidad
para cometer competencia desleal y ocultamiento fraudulento, según el folio
5:2014-cv-05292 de la Corte del Distrito Norte de California, consultado por
Apro.
Los acusadores
“sufrieron daños millonarios por la aceptación de perjudiciales términos
contractuales y el pago de sobrecostos significativos”, cita el documento, que
sindica a HP de incumplir al diseñar y aplicar un sistema inadecuado e ilegal
de controles internos, realizar registros imprecisos e ilegales en sus libros
contables y autorizar y pagar sobornos.
Pemex busca una
restitución financiera por daños y perjuicios, así como una declaración de
culpabilidad contra HP.
El escándalo deriva
de la decisión de Pemex de contratar en 2008 servicios de tecnologías de la
información por 6 millones de dólares, de los cuales la empresa tecnológica se
embolsó 2 millones 500 mil dólares en beneficios netos, de acuerdo con la
acusación.
Pemex argumenta que
durante 2008 y 2009 HP y HP México aseguraron contratos para vender productos
tecnológicos y servicios mediante el pago de una “cuota” a la consultora
tecnológica Intellego y a un intermediario no identificado en la querella.
La petrolera
nacional señala que Manuel Reynaud Aveleyra, entonces subdirector de
Infraestructura Tecnológica de la paraestatal, era el principal objetivo de HP.
El pliego indica que
HP solía ofrecerle “viajes lujosos, regalos y entretenimiento” al funcionario,
quien no está incluido en la demanda, para inducirlo a concederle contratos.
La corporación
también pagó a Intellego, una consultora mexicana en tecnologías de la
información con vínculos estrechos con Pemex y con Reynaud, porque HP México
“sabía desde el inicio de su negociación con Pemex que tenía que retener a
Intellego para ganar los contratos”.
En su acuerdo con
Intellego, HP México aceptó pagar una cuota de 25% de la licencia y los
componentes tecnológicos, los cuales sumaron un millón 600 mil dólares.
El texto, signado
por Melinda Morton -del despacho Procopio, Cory, Hargreaves & Savitch LLP-,
indica también que la filial mexicana convino con otra instancia -no nombrada-
para lavar los pagos a Intellego, a cambio de una parte de la comisión.
El 9 de abril
último, el Departamento estadunidense de Justicia anunció que la Sección de
Fraude de su División Criminal y la fiscalía de California llegaron a un
Acuerdo de No Enjuiciamiento (NPA, por sus siglas en inglés) con HP, mientras
que la Comisión de Comercio y Valores emitió una Orden de Cese y Desista. De
esa cuenta, convino en pagar 34 millones de dólares para resolver el caso y más
de 73 millones en relación con las investigaciones en Rusia y Polonia por pago
de sobornos.
VIAJES, CUOTAS…
El pliego,
presentado ante la corte del juez Nathanael M. Cousins, reconstruye la mecánica
de los arreglos alrededor de los contratos.
El 21 de abril de
2008, el gerente de Cuentas de HP México, Miguel Ángel Campos, invitó a Reynaud
a asistir a una conferencia y una cena en Orlando, Florida. Ese mismo día,
Campos lo convidó a presenciar otra conferencia en Mónaco del 2 al 4 de junio
de 2008.
El 6 de junio de ese
mismo año, Campos convocó a Reynaud a reuniones con ejecutivos de HP y a una
conferencia de cuatro días en Las Vegas, en relación con los servicios
tecnológicos.
Campos contactó el 3
de septiembre de ese año a Reynaud para organizar una cena con el
vicepresidente, director administrativo y exdirector de Servicios Financieros
de HP, Thomas Adams.
El 16 de septiembre,
Luís Maza, gerente de Ventas del Grupo de Servicios Tecnológicos de HP México,
envió un e-mail a Reynaud para confirmar que un representante de la empresa de
Miami estaría discutiendo los contratos con el funcionario y “estaremos al
pendiente de nuestra parte en Río”, en alusión con un viaje programado de
Reynaud a Brasil.
Campos y Maza
contactaron el 13 de octubre de 2008 a Reynaud para preguntarle si podía
entrevistarse con Félix Feddersen, vicepresidente de Ventas de HP, en Miami el
4 de noviembre. Los acusados le ofrecieron al funcionario el pago de
transporte, alimento y alojamiento. Reynaud, Campos y Feddersen se habían
reunido meses antes de esa comunicación.
El 18 de agosto de
2008, Reynaud vio a Eduardo Graniello, director de Intellego, durante las
negociaciones del trato. Graniello contactó también al funcionario para ponerse
de acuerdo sobre discusiones adicionales el 17 de septiembre, el 19 de
noviembre y el 18 de diciembre de ese año. La conexión entre ellos se remonta
al menos al 30 de enero de 2008, cuando Maza y un representante de Intellego se
aproximaron a Reynaud para calendarizar una junta.
Los acusados
trabajaron estrechamente con Intellego a lo largo de las negociaciones para
garantizar que la comisión se pagara y el soborno se completara exitosamente.
Felipe Labbé, alto ejecutivo de Intellego, era un exalto ejecutivo en HP México
quien, meses atrás, había supervisado a los gerentes de ventas de esa filial
sobre los contratos tecnológicos.
En septiembre de
2008, Labbé, quien estaba a cargo de obtener el contrato de Pemex, dejó a HP
para ocupar un cargo directivo en Intellego.
Intellego no era un
proveedor registrado por HP México y no había suscrito ningún acuerdo de
distribución. Entonces, los ejecutivos de la subsidiaria lograron que un
intermediario, que ya era un proveedor registrado, se uniera al negocio.
Los acusados
hicieron que ese intermediario -no identificado en los documentos- recibiera
fondos de HP México y los canalizara a Intellego y los ocultara al registrar en
la estructura del trato a un tercero, que ya había sido aprobado como proveedor
registrado.
Por esas fechas,
Raúl Livas Elizondo era director de Operaciones de Pemex. El periódico Reforma
reveló en junio de 2009 que Livas había laborado en Intellego como director de
Desarrollo de Negocios entre 2004 y 2006.
Por su cargo, Livas
no podía autorizar que el contrato se adjudicara a HP México por medio de
Intellego, por lo que lo autorizó uno de sus subdirectores: Reynaud.
Debido a que HP
México había acordado pagar a Intellego una comisión de 25% por las licencias y
los componentes tecnológicos de los contratos, el cual era la mayor permitida
sin tener que buscar aval adicional, se necesitaba más dinero para la porción
del intermediario de los recursos ilícitos.
En consecuencia,
hacia el 12 de diciembre de 2008 ejecutivos de la filial mexicana de la
corporación enviaron un correo a la administración regional en California para
solicitar permiso para incrementar la cuota a 26.5%.
Ejecutivos de HP en
California aprobaron los pagos a Intellego.
Hacia el 22 y 23 de
diciembre de 2008 HP México rubricó los contratos con Pemex y con Pemex
Exploración y Perforación. Reynaud estaba entre los suscribientes. Luís
Barraza, gerente de Ventas de Software, firmó por la compañía de computación.
“LABERINTO DE SOBORNOS”
El 20 de enero de
2009, HP México recibió una solicitud de pago del intermediario “por recomendar
una solución de HP a su cliente”. Ese mismo día, el segundo avisó a Intellego
de un pago programado de HP México. El 21 de enero, Reynaud se reunió con
Graniello y otros ejecutivos.
La subsidiaria
mexicana informó el 23 de enero al intermediario que la solicitud de pago había
sido aprobada. De hecho, los registros de los acusados reflejan falsamente que
se le debía una comisión al intermediario por los contratos tecnológicos,
cuando en realidad debieron indicar que ese pago era por el traslado de una
comisión ilegal para garantizar los contratos para HP.
El 28 de enero de
2009, el intermediario entregó una factura a HP México por el primer pago de la
cuota, pagada por la subsidiaria hacia el 10 de febrero. La filial admitió en
la NPA que había realizado el desembolso “vía transferencia en dólares a un
corresponsal bancario” en una cuenta en California controlada por HP y su
filial.
El intermediario
presentó el 5 de febrero otra factura por el segundo desembolso, pagado el 12
de ese mes. HP reconoció en la NPA que había realizado el desembolso “vía
transferencia en dólares a un corresponsal bancario” en Estados Unidos.
El 11 de febrero el
intermediario transfirió más de 517 mil dólares a Intellego. El día 23 trasladó
892 mil 493 dólares a la consultora. El intermediario retuvo 250 mil como
compensación por participar en el esquema.
HP invitó el 26 de
febrero de 2009 a Reynaud a asistir a un foro de tres días en San Francisco
para conversar con ejecutivos de la empresa. Luego, el 3 de marzo, los acusados
invitaron a Reynaud a una junta de cuatro días en Cupertino en relación con
servicios tecnológicos. En ese momento, Campos escribió para confirmar una
sesión con Reynaud y Rudi Schmickl, vicepresidente de Servidores Corporativos y
Almacenamiento, para la última semana de febrero con el propósito de hablar
sobre “la importancia de los proyectos que ha planeado”.
El 2 de marzo, unas
semanas antes de recibir la segunda cuota de HP México vía el intermediario,
Intellego entregó 30 mil dólares en efectivo a una empresa controlada por
Reynaud. Dos días después, el funcionario se reunió con Campos para revisar
“los avances” del contrato con HP.
El 30 de marzo,
Intellego realizó otros tres abonos en efectivo por un total de 95 mil dólares
a la compañía dirigida por Reynaud. Al momento de esas entregas, el funcionario
tenía una cuenta personal en el California Bank of Commerce, que tiene oficinas
en San José y Lafayette, en ese estado.
Reynaud se encontró
con Campos el 31 de marzo y el 6 de abril para discutir detalles adicionales de
los contratos y los planes de los acusados. El funcionario, Campos y ejecutivos
sostuvieron sesiones similares el 30 de marzo y el 1 de abril.
Esos contactos
prosiguieron durante algún tiempo. Graniello, de Intellego, sostuvo
intercambios con Reynaud el 13 y el 14 de mayo.
HP invitó después al
funcionario a asistir a un foro tecnológico de tres días con Randy Mott, el
vicepresidente ejecutivo y jefe de Información de HP, a partir del 3 de junio
en Chicago. La corporación le ofreció pagar el alojamiento y organizar una cita
con un piloto de carreras.
La compañía volvió a
invitar a Reynaud a un foro de cuatro días en el Venetian Hotel en Las Vegas, a
partir del 15 de junio, junto a Tom Hogan, vicepresidente senior de la división
de Software de HP, y otros ejecutivos y que incluyó un pase VIP con acceso a
clientes, recepciones, comidas, un tour guiado y una cena para ejecutivos.
Los recursos
obtenidos de Pemex regresaron a HP en Estados Unidos como ganancias.
“Los controles
internos de HP fueron ilegalmente deficientes y facilitaron el pago de sobornos
a funcionarios extranjeros y la corrupción de las instituciones gubernamentales
que los emplearon. Las violaciones a los controles internos causaron y
alimentaron un patrón de conducta criminal a lo largo de sus filiales”, asegura
la acusación, que describe el esquema como “un laberinto global de sobornos”.
El documento señala
también que los involucrados formaron “una empresa de facto” y funcionaron como
“una organización con el objetivo común de maximizar las ventas, las comisiones
y las ganancias, y asegurar contratos para HP”.
“HP es responsable
por lavado de dinero cometido por su filial mexicana”, concluye el pliego, que
arguye que los acusadores “carecen de una solución satisfactoria o práctica por
los daños causados en México, donde no tienen herramientas adecuadas bajo la
ley mexicana para recuperar una compensación por los embutes y otros hechos
ilegales”.
La Procuraduría
General de la República investiga los contratos asignados a HP.
El diario Milenio
dio a conocer el 10 de abril último que Labbé se deslindaba de haber firmado
algún contrato con HP y dijo que su única relación con esa empresa fue haber
sido uno de sus directivos durante 18 años.
Graniello, de
Intellego, precisó que su empresa no es “integradora” y, por lo tanto, “nunca
ha recibido ningún pago de HP ni de ningún mayorista de HP”.
Las revelaciones de
Reforma incluyeron que Intellego es desde 2004 socio de SAP, la multinacional
alemana especializada en diseños de productos informáticos para empresas y que
ha ganado contratos millonarios con Pemex.
Reynaud renunció de
Pemex por aceptar un viaje ofrecido por SAP a una carrera de la Fórmula Uno en
Mónaco.
En diciembre de
2012, Pemex otorgó a Intellego un contrato por casi 13 millones de pesos para
organizar 800 mil operaciones financieras de la paraestatal.
(PROCESO/
PRISMA INTERNACIONAL/ EMILIO GODOY/ 19 DE DICIEMBRE DE 2014)