A través de concesiones del Estado y
evasión en paraísos fiscales, seis empresarios mexicanos han seguido aumentando
su fortuna este año en un país con casi la mitad de su población en pobreza y
pobreza extrema.
Carlos Slim (América Móvil, antes
Telmex), Sara Mota de Larrea (Grupo México), Alberto Baillères (Grupo Bal),
Ricardo Salinas Pliego (TV Azteca antes Imevisión), Germán Mota Larrea (hijo de
Sara/Grupo México) y David Martínez (Fintech Advisory) volvieron a figurar en
la lista de Bloomberg de los 500 multimillonarios del mundo del 2017.
Grupo Bal aumentó 10 veces su valor en
cinco décadas gracias a los beneficios que el empresario recibió del gobierno,
reveló un estudio de la organización Poder. Dentro de su aglomerado está
Peñoles, una de las grandes compañías mineras mexicanas junto con Grupo México
de Larrea, heredada por su padre Jorge Larrea y concesionada en el salinismo.
Ambas son responsables de desastres ambientales.
Ciudad de México, 1 de enero
(SinEmbargo).– Mientras en el municipio Santos Reyes Yucuná, Oaxaca, el 99.9
por ciento de su población vive en pobreza, los empresarios mexicanos Carlos
Slim Helú (7), Sara Mota de Larrea (122), Alberto Baillères (126), Ricardo
Salinas (197), Germán Mota Velasco (425) y David Martínez (462) figuran en la
lista de Bloomberg de los 500 multimillonarios del mundo cuya riqueza en
conjunto aumentó este año un billón de dólares, un 23 por ciento más.
Al menos tres de ellos, Slim,
Baillères y Salinas Pliego, maximizaron sus fortunas en paraísos fiscales, de
acuerdo con una extensa investigación del Consorcio Internacional de
Periodistas de Investigación (ICIJ) denominada Paradise Papers.
“La debilidad de los sistemas
fiscales nacionales ha hecho que el peso tributario se haya trasladado de las
empresas a las personas, aunado a la reducción del presupuesto para servicios
públicos, lo que ha exacerbado aún más la desigualdad económica y social”,
expuso el economista especializado en desigualdad, Carlos Brown Solá.
Además, los negocios de los
seis multimillonarios corresponden a sectores como telecomunicaciones y minería
que fueron privatizados o están regulados por el Estado, lo que indica que “o
han sido otorgados en condiciones muy benévolas o regulados de manera muy
laxa”, consideró el economista Gerardo Esquivel cuando presentó su estudio
“Desigualdad extrema en México”.
Durante el sexenio de Carlos
Salinas de Gortari, Slim obtuvo la empresa estatal Telmex en 1990, Jorge Larrea
(esposo y padre de Sara y Germán) compró unas mineras que se convirtieron en
Grupo México y Ricardo Salinas Pliego recibió la concesión de Imevisión en
1993, cuando ya poseía las tiendas Elektra, fundadas por su padre Benjamín Salinas.
En la década de los 60 fue Raúl Baillères, padre de Alberto Baillères, quien
recibió la concesión minera para formar Peñoles.
En el país viven 53 millones
de personas en pobreza, casi la mitad de la población, y 9 millones en pobreza
extrema. A nivel municipal, 190 municipios concentran porcentajes mayores al 95
por ciento de mexicanos en situación de pobreza, una realidad desconocida para
ellos, los hombres y mujeres de negocios.
A pesar de que la tasa de
desempleo de 4 por ciento promedio es baja, más de la mitad de los trabajadores
laboran en la informalidad sin acceso a seguridad social y, con un salario
mínimo de 88.36 pesos, 50 millones de mexicanos tienen un ingreso por debajo de
la línea de bienestar, es decir, canasta alimentaria y servicios básicos, de
acuerdo con datos oficiales.
Para dimensionar la riqueza
de los multimillonarios en México, el economista Carlos Brown ejemplificó que
si se pone en los bancos la riqueza total de Carlos Slim (América Móvil),
Germán Larrea (Grupo México y Cinemex), Alberto Baillères (Palacio de Hierro) y
Ricardo Salinas Pliego (TV Azteca), cuatro de las personas más ricas de este
país, la tasa de interés de referencia de esas fortunas bastaría para darle un
salario mínimo a 2 millones de personas durante un año.
¿#SLIMPARAPRESIDENTE?
En alguna ocasión, el hombre
más rico de México, Carlos Slim Helú, vio la tasa de impuesto que pagaba su
secretaria, y descubrió que era más alta de la que él pagaba, relató Diego de
la Mora, investigador de Fundar.
El propietario del mayor
operador de telefonía móvil de Latinoamérica, América Móvil, obtuvo 12 mil 500
millones de dólares más este año hasta llegar a 62 mil 700 millones de dólares,
lo que lo colocó en el séptimo lugar a nivel global. Esto equivale a un millón
62 mil 403 veces el ingreso familiar promedio de los Estados Unidos, comparó
Bloomberg.
“El empleo es el único modo
para resolver la pobreza [no los programas sociales]”, dijo Slim en una
conferencia en la XV Cumbre de Negocios en octubre.
Sus millones los ha generado
a través de las telecomunicaciones, bancos, tiendas departamentales, museos,
fútbol, medios de comunicación, construcción e hidrocarburos mediante América
Móvil (Telcel, UnoTV), Grupo Carso (Sanborns, Sears, Condumex y Carso Energy), banco
Inbursa, constructora IDEAL y Minera Frisco.
Pero parte de la fortuna y su
imperio internacional de telecomunicaciones, el más importante de sus negocios,
se gestó desde el paraíso fiscal de Bermudas, sede del despacho de servicios
“offshore” Appleby, un aliado para ahorrarse el pago de impuestos.
De acuerdo con la
investigación Paradise Papers, en el 2000 América Móvil cofundó la sociedad
Telecom Americas junto con las firmas Bell Canada International y SBC
Communications, clave para extender su negocio en Sudamérica. En febrero de
2001, Telecom Americas compró 950 millones de dólares de acciones del gigante
Tess, que posteriormente se renombró Claro Brasil, y en julio del año siguiente
América Móvil compró las participaciones de Bell y SBC en Telecom Americas, y
se quedó sola al frente.
La privatización de Telmex lo
favoreció en la década de los 90 al monopolizar la telefonía en México hasta
que la Reforma de Telecomunicaciones permitió en 2014 la llegada de la
competencia de AT&T y Telefónica, a quienes Slim criticó por no invertir en
su propia infraestructura. Sin embargo, pese a la poca penetración que han
logrado, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) determinó en
noviembre que estas nuevas empresas deben pagar tarifas por conectarse a redes
ajenas al Agente Económico Preponderante (AEP) del mercado, es decir, Telcel.
Además, América Móvil obtuvo
los derechos de transmisión para 17 países de América Latina de los Juegos
Olímpicos de 2018 a 2024, así como de los Juegos Olímpicos de la Juventud que
transcurrirán en el mismo período.
Lo único que ha rozado a sus
empresas, de acuerdo con sus reportes financieros, es el Presidente Donald
Trump.
Sus firmas han estado alertas
por la incertidumbre que han sembrado las propuestas comerciales del
republicano. En la mañana siguiente a los resultados de las elecciones de
Estados Unidos, el nueve de noviembre, Slim perdió 5 mil 100 millones de
dólares, el 9.2 por ciento de su dinero, por la depreciación del 12 por ciento
del peso frente al dólar, reportó Bloomberg.
Una parte de los ingresos del
magnate están denominados en dólares, lo cual ha rodeado la competitividad de
las exportaciones, los costos de producción por las importaciones de materias
primas más elevadas y las deudas.
Después de la tormenta
electoral estadounidense, el ingeniero Slim inició el año con 49 mil 900
millones de dólares, registró Bloomberg. En la última semana de enero ofreció
una inédita conferencia de prensa sobre la llegada de Trump a la Presidencia,
quien lo había señalado de atacarlo a través del periódico New York Times, del
que en ese entonces era el mayor accionista (este mes vendió 250 millones de
dólares de sus acciones reduciéndolas al 8 por ciento). Luego los magnates
limaron asperezas en una reunión en Florida.
Frente a periodistas rechazó
postularse a la Presidencia (en Twitter lo pidieron), llamó a la unidad
nacional y expuso la necesidad de “volcarnos al desarrollo de la economía
interna” y “generar las oportunidades de empleos que no se han generado y que
desde hace 30 años obligan a la gente a salir del país”.
EVASIÓN FISCAL: BAILLÈRES Y SALINAS PLIEGO
La investigación
internacional de Paradise Papers reveló que Alberto Baillères, dueño de Grupo
Bal, y Ricardo Salinas Pliego, cabeza de Grupo Salinas, también se encuentran
en la lista de clientes de Appleby que les permite evadir impuestos.
Salinas Pliego es el
presidente y fundador de Grupo Salinas, que agrupa Elektra, Banco Azteca,
Seguros Azteca, entre otros servicios financieros, y TV Azteca, la televisora
que surgió luego de la concesión de Imevisión en 1993. Ahora, cerró este año
con 8 mil millones de dólares, 109 por ciento más que el año pasado.
Baillères, luego de la
herencia de su padre Raúl Baillères, controla Industrias Peñoles, un productor
de metal que opera en Chile, México y Perú, y es propietario de Grupo Palacio
de Hierro y de Grupo Nacional Provincial (GNP Seguros). Además ayuda a
financiar al Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), su alma máter
fundada por su padre y del que egresaron algunos funcionarios públicos del
gobierno federal.
A pesar de que el sector de
la extracción ha estado a la baja, en la lista de Bloomberg se encuentra en el
puesto 126 al poseer 11 mil 600 millones de dólares, un 7.5 por ciento más que
el año pasado.
El hombre de 86 años,
fanático de la tauromaquia, recibió en 2015 la Medalla Belisario Domínguez,
máximo galardón del Senado otorgado a personajes considerados un modelo para la
Nación. Ese año, la organización PODER reveló que Grupo Bal aumentó diez veces su
valor en cinco décadas, gracias a los beneficios que el empresario recibió del
Gobierno federal.
“Baillères ha demostrado
habilidad para explotar y administrar la riqueza en las más de dos millones de
hectáreas en concesiones, sobre todo de oro y plata, que desde los años 60 le
ha concedido el gobierno”, acusó.
En mayo de 2015 una mina de
Penmont, explotada por empresas de Baillères, derramó cianuro en Caborca,
Sonora y diez años antes la minera Sabinas de Industrias Peñoles derramó sustancias con metales pesados y químicos al
arroyo El Canutillo en el municipio de Sombrerete, Zacatecas y en Ascención,
Chihuahua, campesinos y ejidatarios acusaron a la Minera Bismark -subsidiaria
de Peñoles- de sobreexplotar los mantos freáticos y contaminar los pozos que
abastecen a las comunidades aledañas.
Germán Larrea y el Presidente Enrique
Peña Nieto, en una reunión de septiembre de 2014. Foto: Presidencia.
Por su parte, Germán Larrea
ha apostado por la minería con Grupo México –herencia de su padre a él y a su
esposa Sara Lara (11 mil 800 millones de dólares)– así como una línea
ferrocarrilera, Cinemex y la construcción. Posee 4 mil 650 millones de dólares.
El padre de Germán, Jorge
Larrea Ortega, adquirió parte de las propiedades de American Smelting and Refining
Company y la mina de cobre La Caridad, ubicada en Nacozari, Sonora. En el
sexenio de Carlos Salinas de Gortari la compañía minera se convirtió en Grupo
México.
A tres años del “desastre
ambiental más grande en la historia de la minería en México”, el Río Sonora
sigue contaminado a pesar de que lo niegue el gobierno estatal y la empresa
responsable del derrame de 40 millones de litros de tóxicos, Buenavista del
Cobre, filial de Grupo México, aseguró el abogado del caso, Luis Miguel Cano.
(SIN EMBARGO/ DULCE OLVERA/ ENERO 1, 2018, 12:00 PM)