viernes, 23 de noviembre de 2018

TRAGEDIA SEXENAL


Si alguien pensaba que el presidente Enrique Peña Nieto había tocado fondo porque prácticamente desapareció de la escena pública o se minimizó a sí mismo, se equivocó. Si desde 2013, aún sin terminar su primer año de gobierno le empezó a ir mal en la aprobación de su gestión, va a terminar peor. Repudiado por la mayoría de los mexicanos, nadie de sus cuatro antecesores habían tenido un final de sexenio más patético. Hace poco más de dos años, decía que no había mucho que podría hacer para cambiar la percepción de los mexicanos, pero quizás jamás pensó Peña Nieto que su descrédito, que arrastrará tras entregar el poder, fuera tan escandaloso. Tanto, que 40% de quienes habían votado por el PRI en el pasado, sufragaron por Andrés Manuel López Obrador el 1 de julio.

Cuando gobernaron Luis Echeverría y José López Portillo no había mediciones presidenciales, por lo que no se pueda saber el pulso mexicano al entregar el poder en medio de crisis financieras. En todo caso, los dos presidentes naufragaron ostensiblemente al final de su sexenio, a diferencia de Peña Nieto, que comenzó a hacer agua desde el verano de 2013, cuando la reforma fiscal provocó que sus niveles de aprobación y desaprobación se cruzaran, sin que pudiera volver a recuperarse. Entregarle el poder por anticipado a López Obrador, y dar instrucciones que se confunden entre colaboración y genuflexión, no le ganó positivos en el epílogo de su administración. Todo lo contrario.

Una encuesta telefónica realizada por Indicadores SC para ejecentral, revela los datos de la tragedia peñista. Sólo 12.5% de los mexicanos -se puede establecer en uno de cada 10- aprueban su gestión, mientras que el 67.8% lo desaprueba, una reducción dentro del margen de error de las más recientes encuestas de aprobación presidencial. En términos de confianza, su balance es más negativo. El 83.9% -equivalente a ocho de cada 10-, no le confía nada, y solo el 16.1% expresó tenerle confianza. Prácticamente nadie le daría algo a cuidar a Peña Nieto, que perdió su prestigio, su toque político, su futuro. Tanto que se esperaba del presidente más carismático desde Adolfo López Mateos en los años 60, y tanto que terminaron rechazándolo aún los propios.

Las mayores facturas que le cobró el electorado fueron el gasolinazo de enero de 2017, y la inseguridad. En el primer caso, fue una pésima operación política, derivada de la soberbia onomatopéyica de su equipo más cercano, que diagnosticó equivocadamente la reacción de los mexicanos ante la liberalización de los precios de gasolina, similar a la que había hecho el gobierno de Peña Nieto en su propio sexenio, o el gobierno de Felipe Calderón, por no haber tomado en cuenta de manera seria el humor social, creciente en negativos desde 2013, y que solían minimizar. En el segundo, fue la debacle de los incompetentes a quienes Peña Nieto, sin la capacidad cognitiva para tomar decisiones racionales, les permitió destrozar lo que se había construido por años porque, una vez más animados por su jactancia, descalificaron por reduccionismos rupestres.

La molestia con el presidente arrastró al resto de los candidatos presidenciales. Aniquiló a José Antonio Meade, la apuesta ciudadana para tratar de compensar el descrédito del PRI, pero lo hundió a él y a su partido, convirtiéndose en el enterrador prematuro de 70 años de historia tricolor. El corrimiento hacia el candidato López Obrador de cuatro de cada 10 de sus electores históricos y sus bases clientelares, cuyo mensaje de inconformidad ignoraron en las elecciones intermedias de 2015, fue la respuesta más sonora en contra de Peña Nieto y un gobierno que no supo gobernar, administrar ni defender la mayor conquista alcanzada en décadas, el Pacto por México que fue el crisol de las reformas estructurales del país. Pero no sólo fue él, como vector del descontento. Los mexicanos llegaron al hastío con el estado de cosas nacional.

No solo priistas votaron por López Obrador, sino también panistas. La encuesta de Indicadores SC refleja que el 20.2% del voto conservador le dio la espalda al candidato Ricardo Anaya, que compitió también con la bandera del PRD y Movimiento Ciudadano, y se fue a la bolsa del candidato de Morena que durante todo este siglo había sido su enemigo por antonomasia. El 15.2% del PRD tampoco votó por Anaya, que representaba mucho de lo que ellos combatieron históricamente, y contribuyeron con el 6.6% del voto total de López Obrador. El voto priista le dio 17.2% del total al moreno, y el PAN le dio el 8.7% de lo que se convirtió en un tsunami electoral.

“El 32% de los votos que logró López Obrador provenían de los votantes del PAN, PRI y PRD, y por ello la migración de votantes de otros partidos fue una condición necesaria para su triunfo, que sólo con el apoyo de los seguidores de la coalición Morena-Partido del Trabajo-Encuentro Social, hubiera sido imposible”, explicó Elías Aguilar, director de Indicadores SC. “El cambio que significó el resultado electoral que llevaron a López Obrador a la Presidencia, es ante todo un rechazo a las élites que han detentado el poder en este país”.

El representante de esas élites quedó impreso en la figura de Peña Nieto, que sigue siendo el pararrayos del descontento. Para su infortunio adicional, las élites, cuando se habla con algunas de sus figuras conspicuas, también lo ven con desdén por su incompetencia manifiesta, acentuada por lo que resulta incomprensible a propios y extraños, la rendición ante López Obrador. El próximo presidente lo podrá perdonar, pero la sociedad mexicana, está claro, nunca lo hará.

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(EJE CENTRAL/ RAYMUNDO RIVA PALACIO/ESTRICTAMENTE PERSONAL/23 DE NOVIEMBRE DE 2018)

JUICIO AL ESTADO MEXICANO


Si todas las afirmaciones que hizo Jesús El Rey Zambada en la Corte Federal de Brooklyn son ciertas, desde hace unas dos décadas México es un narco Estado. Según Zambada, el presidente Enrique Peña Nieto recibió dinero del cártel del Pacífico desde que era gobernador del estado de México, y el secretario de Seguridad Pública de Felipe Calderón, Genaro García Luna, también. Gabriel Regino, el brazo derecho de Marcelo Ebrard cuando era secretario de Seguridad Pública del gobierno de Andrés Manuel López Obrador en la Ciudad de México, igual. Gobernadores, generales, comandantes de la policía, con las manos llenas de dinero sucio a cambio de brindar protección a Ismael El Mayo Zambada, jefe de esa organización criminal, hermano de El Rey y compadre de Joaquín El Chapo Guzmán, a quien se juzga en Nueva York.

Bajo esa misma lógica declarativa, pronto aparecerían otros nombres que en algún momento tuvieron relaciones institucionales, al menos, con personas a quienes se ha investigado por presuntos vínculos con el crimen organizado. Entre ellos funcionarios de Los Pinos en la administración de Peña Nieto y de Vicente Fox, o futuros funcionarios en el gobierno entrante de López Obrador. Ex procuradores federales y estatales, periodistas y empresarios, jueces y religiosos también serían embarrados en el potaje de los Zambada. Pero son tan extraordinarios los señalamientos del criminal detenido en 2008 en la Ciudad de México, que habría que preguntar exactamente qué es lo que está persiguiendo la Fiscalía en Brooklyn, a la que se le sumaron para el juicio de El Chapo fiscales de la Corte en Miami y el Departamento de Justicia.

El caso rebasó a Guzmán. Todo el Estado Mexicano está a juicio en Nueva York. Pero también, inversamente, el gobierno de Estados Unidos. García Luna fue doblemente verificado por la DEA y revisado por los servicios de inteligencia de Estados Unidos tiempo antes que lo señalara Zambada de haber recibido dinero sucio, y el gobierno estadounidense le otorgó una visa extraordinaria de residencia que sólo dan a contadas personas en el mundo, además de que entre los socios de su consultoría figura José Rodríguez, quien como número 2 de la CIA fue el encargado de encontrar la pista que finalmente llevó a Osama bin Laden. Regino trabajaba con Ebrard y López Obrador, quienes a su vez contrataron los servicios de asesoría en materia de seguridad de Rudolph Giuliani, ex alcalde de Nueva York y actualmente el abogado personal del presidente Donald Trump. Si las cosas son como las plantea Zambada, ¿nunca estuvieron enterados de lo que hacían las personas con las que estrechamente trabajaban?

Todo esto no niega la infiltración de los cárteles de las drogas en instituciones mexicanas y la penetración que durante años les ha permitido operar con altos rendimientos. Habría que recordar al general Jesús Gutiérrez Rebollo, el zar de las drogas, quien 48 horas después de haber sido reconocido en la Casa Blanca por el general Barry McCaffrey, zar de las drogas en la Administración Clinton, fue detenido por su involucramiento con el Señor de los Cielos, Amado Carrillo. O la razón por la que el cardenal Juan José Posadas Ocampo iba al aeropuerto a recibir al nuncio apostólico Gerónimo Prigione aquél mayo de 1993 en que lo asesinaron en el aeropuerto de Guadalajara: para inaugurar una mueblería de Eduardo González Quirarte, un acaudalado empresario tapatío que era en realidad lugarteniente del Señor de los Cielos.

Lo que se propone en este texto es un ejercicio dialéctico para poder entender qué es lo que está sucediendo atrás del banquillo de testigos en la corte neoyorquina. ¿Por qué los testimonios de Zambada fueron filtrados? En cambio, los de Osiel Cárdenas, el ex jefe del Cártel del Golfo que inició el reclutamiento de militares que se convirtieron en Los Zetas, que se acogió al programa de testigos protegidos, se mantuvieron en secreto sin que la prensa supiera nada qué es lo que testificó y contra quién. Zambada actúa como Édgar Valdés Villarreal, La Barbie, ciudadano estadounidense que trabajó bajo sus órdenes y la de los hermanos Beltrán Leyva en la Ciudad de México, y cuando se presentó a juicio en Estados Unidos, habló como El Rey ahora, por lo que su testimonio fuera desechado porque no se sostenía en evidencias.

Las afirmaciones de Zambada hay que tomarlas con cuidado. Por ejemplo, ¿alguien se pregunta por qué afirma haberle dado seis millones de dólares a Peña Nieto y García Luna, en un restaurante a ambos, pero en momentos diferentes? ¿Alguien se cuestiona porqué en los dos casos dijo que hubo dos entregas? Puede ser una mera coincidencia, pero puede que no. Hace casi 20 años, dos ex agentes de inteligencia de la Marina vendían en un millón de pesos la “información” que Raúl Salinas, hermano del ex presidente Carlos Salinas, estaba vinculado al narcotráfico. La historia de los dos agentes, confrontada por este reportero, no se sostenía. La DEA los había acogido a su programa de testigos protegidos, pero a los seis meses los regresó a México. No servían para nada. Su “información” era falsa, pero un periódico capitalino la publicó, manchó para siempre el nombre de Salinas.

El testimonio de Zambada recuerda aquella historia de finales de los años 90. Una vez más hay que subrayar que no se plantea la inexistencia de vínculos con el narcotráfico de nadie de los expuestos, pero se tiene que probar con evidencia, como otros casos de alto impacto. De otra forma, estaremos ante una enorme cortina de humo para esconder a no sabemos quién o quiénes, de qué nivel y en qué lugar, con qué propósito ulterior.

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(EJE CENTRAL/ RAYMUNDO RIVA PALACIO/ ESTRICTAMENTE PERSONAL/22 DE NOVIEMBRE DE 2018)



¿NARCOPROCURADORES?


El 2 de octubre de 2008 El Universal debía de haber publicado una investigación del reportero Francisco Gómez, donde revelaba que Miguel Colorado González y Fernando Rivera Hernández, coordinador general técnico y director general adjunto de la Subprocuraduría de Investigaciones Especializadas en Delincuencia Organizada, la entonces SIEDO, estaban en la nómina del Cártel del Pacífico. En la víspera se le pidió –quien esto escribe era el director editorial- que buscara la reacción de la PGR antes de publicarse la información. Alertado de lo que venía, el entonces procurador Eduardo Medina Mora le habló al presidente y director general de El Universal, Juan Francisco Ealy Ortiz, para pedirle que detuviera la publicación y le permitiera ver el expediente. Ealy Ortiz accedió.

Durante un mes, pese a las objeciones de la Dirección Editorial, Medina Mora y la entonces jefa de la SIEDO, Maricela Morales, revisaron meticulosamente el expediente. Morales tomó notas sobre cada página, dato y testimonio, porque Medina Mora había acordado con Ealy Ortiz un periodo de gracia de un mes para, explicó, preparar el caso y presentárselo al presidente Felipe Calderón, que no sabía el grado de infiltración del narcotráfico en la PGR. Al mes, el vocero de Medina Mora, Fernando Castillo, le preguntó a uno de los editores del diario –hoy subdirector-, Carlos Benavides, con qué nombre podrían bautizar el caso. “Operación Limpieza”, respondió.

“Operación Limpieza” fue. La publicación originó una purga en la SIEDO y el cese del director editorial ante las presiones de Medina Mora. El procurador quedó como un campeón contra la corrupción y Morales como una heroína, entregando expedientes de manera subrepticia a la Corte Federal del Distrito Sur de Texas sobre gobernadores tamaulipecos y políticos priistas, que dio también al equipo de transición del presidente electo Enrique Peña Nieto. Medina Mora se convirtió en embajador en el Reino Unido en la última parte del gobierno de Calderón, después embajador peñista en Washington y en la actualidad, ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Morales, que lo relevó en la PGR, fue al consulado en Milán.

La “Operación Limpieza” se convirtió en uno de los capítulos más públicos y menos explorados de los 47 meses de guerra contra el narcotráfico de Calderón, y fue la infiltración más grande en la historia en el corazón de la PGR, justo en las oficinas que combaten a los cárteles de las drogas, con el agravante que se le escondió la profundidad y gravedad de esa infiltración al presidente Calderón para que Medina Mora no quedara atrapado en la vorágine de la corrupción de sus subalternos. Tras publicarse en El Universal detalles del expediente, 25 funcionarios y agentes vinculados a la SIEDO, el pecebre de la protección institucional de los cárteles, fueron detenidos. Todos aquellos que fueron capturados fueron exonerados años después por falta de pruebas, pero ni Medina Mora ni Morales rindieron cuentas por ello.

Los dos fueron protegidos por el gobierno de Peña Nieto, quien esta semana está viviendo días aciagos por acusaciones en la Corte Federal de Brooklyn, donde se juzga a Joaquín El Chapo Guzmán, de haber recibido más de 100 millones de pesos para proteger a Guzmán y a los líderes del Cártel del Pacífico. Aún no se presentan las evidencias en Nueva York, pero este lunes en la Ciudad de México, Gerardo Garay, quien era el zar contra las drogas en aquellos años y cuyo equipo trabajó por años para desmantelar al Cártel del Pacífico, aseguró en una entrevista en Foro TV que durante el gobierno de Calderón se protegió a esa organización criminal.

Garay detalló cómo Medina Mora y Morales tejieron una red de protección en torno al Cártel del Pacífico, que encabezaban en ese momento los hermanos Ismael y Jesús Zambada –este último, capturado por Garay en 2008 y hoy testigo de la Fiscalía en Brooklyn-, así como El Chapo Guzmán. Para ello, dijo, utilizaron la “Operación Limpieza” –ajustada tras el acceso que les dio Ealy Ortiz— para desarticular “los esfuerzos que se venían haciendo contra las estructuras criminales”, y descarrilar las investigaciones que se seguía en contra de los integrantes de ese cártel.

La información que aportó Garay, que es de primera mano, reconstruye cómo en dos ocasiones que estuvo a minutos de detener a El Chapo Guzmán, filtraciones de la PGR impidieron su captura y confirmó que Édgar Enrique Bayardo, un ex policía de caminos a quien detuvo por servir a los intereses de Zambada, fue convertido por Morales en testigo protegido y perdonado de todos sus delitos. El Cártel del Pacífico no lo exoneró de nada y lo mandó asesinar a finales de aquél mismo 2008.

Otro caso paradigmático de cómo operaba la PGR en ese entonces, fue cuando se decomisó el mayor cargamento de cocaína en la historia en el puerto de Manzanillo, cuyo administrador era Ardelio Vargas, hijo de un cercano colaborador de Medina Mora del mismo nombre, propiedad del Cártel del Pacífico, sin que hubiera detenidos, ni investigación contra los funcionarios en el puerto. Otro cargamento de droga importante en Altamira, en Tamaulipas, donde no intervino la PGR, produjo decenas de detenidos.

Medina Mora y Morales nunca habìan sido señalados tan directamente por nadie como ahora por Garay. No habrá consecuencias para ellos en lo que resta del gobierno, pero en la siguiente administración las cosas pueden cambiar. No sólo por lo que puede aportar Garay, sino por cómo lo que surja en Brooklyn, podrá ir construyendo un juicio en México para que los hoy señalados se defiendan y aporten su verdad. La “Operación Limpieza”, revivirá pero bajo otros referentes.

rrivapalacio@ejecentral.com.mx
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(EJE CENTRAL/ RAYMUNDO RIVA PALACIO/ ESTRICTAMENTE PERSONAL/ 21 DE NOVIEMBRE DE 2018)

CONFIESA EL ‘REY’ ZAMBADA SOBORNOS A GENARO GARCÍA LUNA Y A FUNCIONARIO DE AMLO



 (RIODOCE/21 DE NOVIEMBRE 2018)

REVELA EL ‘REY’ MÁS SOBORNOS Y ASESINATOS DEL CÁRTEL DE SINALOA




 (RIODOCE/ 19 DE NOVIEMBRE 2018)

QUEMAN DOS CAMIONETAS EN NAVOLATO


Dos camionetas fueron encontradas calcinadas y abandonadas en una brecha que comunica del Taste El Fresno a unas granjas avícolas de la comunidad de La Cofradía de la Loma municipio de Navolato.

Las autoridades informaron que los vehículos fueron incendiados de manera intencional durante la madrugada de este viernes, pero aunque se rumoró que hubo personas privadas de la libertad, aún se desconoce si esta versión fue confirmada.


Las unidades son una camioneta Toyota FJ Cruiser y una Jeep Cherokee, ambas de modelo reciente, las cuales quedaron totalmente calcinadas y alrededor de las 6:30  horas fueron localizadas por los pobladores.

También se dijo que este tipo de unidades es utilizado por los marinos que realizan operativos en aquel municipio, pero dicha versión no ha sido confirmada.

(RIODOCE/ REDACCION/ 23 NOVIEMBRE, 2018)

“H” BELTRÁN LEYVA SUFRIÓ INFARTO AL SABER QUE TESTIFICARÍA CONTRA EL CHAPO EN NY: BALAREZO


Eduardo Balerazo, abogado de Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, declaró que el narcotraficante Héctor Beltrán Leyva, el H, sufrió el infarto que causó su muerte luego de que le anunciaran que sería extraditado para testificar en el juicio contra el Chapo Guzmán en Nueva York, Estados Unidos.

“Fuentes me cuentan que Héctor Beltrán Leyva falleció cuando le notificaron que sería extraditado para presentarse en la corte de Nueva York y testificar en juicio contra de El Chapo. Me dicen que lo iban a llevar al aeropuerto cuando le dio el supuesto infarto”, reveló en su cuenta de Twitter el abogado del ex líder del Cártel de Sinaloa.

BALAREZO LAW
@balarezolaw
 Fuentes me cuentan que Héctor Beltrán Leyva falleció cuando le notificaron que iba ser extraditado para presentarse en la corte de NY para testificar en contra del Chapo. Me dicen que lo iban a llevar al aeropuerto cuando le dio el supuesto infarto. @EPN #ElChapo @balarezolaw
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Beltrán Leyva falleció el pasado 18 de noviembre, en el Centro Médico López Mateos, ubicado en la ciudad de Toluca, Estado de México. Alias “El H” o “El Ingeniero”, de 56 años de edad, era requerido por la Corte Federal del Distrito de Columbia, en Washington, tras ser detenido por elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Procuraduría General de la República (PGR), en San Miguel de Allende, Guanajuato, en octubre de 2014.

“El H” sufrió de un infarto dentro de su celda en el Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) No. 1, mejor conocido como “El Altiplano”, ubicado en Almoloya de Juárez, Estado de México, donde se encontraba recluido desde el 2 de marzo de 2016, según informó la Secretaría de Gobernación (Segob), a través de un comunicado firmado por la Comisión Nacional de Seguridad (CNS) y el Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social.

A las 15:07 horas del domingo pasado, el encargado de la seguridad del penal reportó que Beltrán Leyva presentaba dolores intensos en el lado izquierdo del pecho, por lo que médicos del penal federal de máxima seguridad le brindaron los primeros auxilios conforme a los protocolos.

Sin embargo, al notar que “El H” no se recuperaba, las autoridades carcelarias decidieron trasladarlo al hospital, donde murió en el área de urgencias. Tras el fallecimiento de Beltrán Leyva, las autoridades federales informaron a los familiares del capo sinaloense, para que efectúen los trámites de entrega del cuerpo y se les den a conocer los resultados oficiales de su muerte.

Los doctores del nosocomio reportaron el deceso del reo con número de expediente 3889-AJ-16, mientras que la Secretaría de Gobernación afirmó que Beltrán Leyva recibió la atención médica que requirió, además de que el personal del nosocomio, así como del penal federal, “agotaron todos los recursos clínicos a su alcance para poder restablecerlo”.

El 12 abril 2017, el Juez Décimo de Distrito de Amparo en Materia Penal en la Ciudad de México, Patricio Leopoldo Vargas Alarcón, concedió el amparo 1121/2016 al capo sinaloense, que dejó sin efecto el acuerdo por el cual la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) lo cedió en extradición a Estados Unidos, el 26 de septiembre del año pasado.

La autoridad judicial explicó que el amparo otorgado al quejoso no se traducía en la libertad del supuesto líder criminal, ya que no había un pronunciamiento de fondo respecto de la procedencia o improcedencia de la petición de extradición formulada por EU, país que lo reclamaba por tráfico de drogas y operaciones con recursos de operación ilícita.

Además, el juez ordenó que se realizara un peritaje para identificar al acusado y así poder determinar si era la misma persona que reclamaban las autoridades estadunidenses, además de continuar o no con el trámite correspondiente al procedimiento de extradición.

Otros miembros del cártel de los Beltrán Leyva han sido abatidos, están encarcelados en México o fueron extraditados a Estados Unidos, como el caso de Alfredo “El Mochomo” Beltrán Leyva, quien a principios de abril del 2017 fue condenado a cadena perpetua por un juez estadounidense.

A mediados de septiembre del 2016, elementos de la Policía Federal (PF) detuvieron en Hermosillo, Sonora, a Clara Elena Laborín Archuleta, alias “La Señora”, jefa de la plaza en Acapulco, Guerrero, para la organización criminal que lleva los apellidos de su esposo, “El H”.

Información oficial indica que Héctor Beltrán Leyva y su hermano Arturo, alias “El Barbas”, iniciaron a su compadre Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, alias “El Chapo”, en el negocio del tráfico de cocaína. Los tres son primos y nacieron en la región montañosa de Badiraguato, Sinaloa. Durante décadas, hasta 2008, fueron aliados.

Sin embargo, “El Chapo” traicionó a sus familiares, según la información otorgada por las propias autoridades. “El Barbas” fue abatido por infantes de la Marina en diciembre de 2009 en Cuernavaca, Morelos, por lo que Héctor tomó el relevo y mantuvo una cruenta guerra contra su ex aliado, el ex líder del Cártel de Sinaloa, ahora enjuiciado en EU.

“El H” -sobre quien pesaban 29 averiguaciones previas del orden federal- lideraba, hasta su detención, la organización del grupo criminal que llevaba sus apellidos y cuya actividad principal era el trasiego de droga desde Sudamérica hasta Estados Unidos y Europa. Después, lo sucedió su esposa, alias “La Señora”.

(SEMANARIO ZETA/ DESTACADOS  CARLOS ÁLVAREZ /JUEVES, 22 NOVIEMBRE, 2018 02:15 PM)

¿TREN MAYA? ¿REFINERÍA DOS BOCAS? ¿TRANSÍSTMICO? ¿SÍ O NO? A VOTAR: SÁBADO Y DOMINGO, LA CONSULTA


A un día del ejercicio ciudadano hay sentimientos encontrados en los diversos ámbitos involucrados, entre ellos el sector empresarial, que por un lado aboga por el Tren Maya, pero que también cuestiona esta consulta al considerarla innecesaria.
Las mesas de votación se instalarán en los mismos puntos en donde fueron colocadas para la consulta del Nuevo Aeropuerto Internacional de México.  Los resultados no se harán públicos la noche del 25 de noviembre, último día de la consulta, porque se trata de 10 votaciones en una sola boleta, por lo que el conteo final se daría a conocer hasta la mañana del 26 de noviembre.
A un día de la consulta López Obrador ha compartido en sus redes sociales videos donde defiende la construcción del Tren Maya y señala los lugares donde transitará. “Como es de dominio público, yo estoy a favor del Tren Maya, reiteró hoy.

Mérida, Yucatán/Ciudad de México, 23 de noviembre (EFE/SinEmbargo).– Las y los mexicanos participarán este sábado y el domingo en una consulta sobre 10 iniciativas, entre las que destacan tres grandes proyectos de infraestructura, prioritarias para el Gobierno entrante del izquierdista Andrés Manuel López Obrador.

El Tren Maya, el Tren Transístmico y la Refinería de Dos Bocas encabezan la boleta que incluye otras propuestas de tipo social y ambiental y que serán consideradas en todo el país pero con especial interés en la región sur-sureste, donde esos tres proyectos serán, al parecer, echados a andar.

Las mesas de votación se instalarán en los mismos puntos en donde fueron colocadas para la consulta del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM).  Los resultados no se harán públicos la noche del 25 de noviembre, último día de la consulta, porque se trata de 10 votaciones en una sola boleta, por lo que el conteo final se daría a conocer hasta la mañana del 26 de noviembre.

A un día del ejercicio ciudadano hay sentimientos encontrados en los diversos ámbitos involucrados, entre ellos el sector empresarial, que por un lado aboga por el Tren Maya, pero que también cuestiona esta consulta al considerarla innecesaria.

También objeta su financiamiento, en caso de ser desviado este de los recursos para la promoción turística del país a nivel internacional.

El presidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur), José Manuel López Campos, originario de Mérida,  Yucatán, afirmó que el tren sí impulsará la economía y lo consideró rentable, por lo que él y sus agremiados consideran innecesaria la consulta que abarcará todo el país.

A su vez, agrupaciones indígenas de la zona maya se han mostrado en favor por los beneficios, sobre todo económicos y de oportunidad laboral que el tren dará a la región, pero también en contra por no haber sido objeto de una consulta previa específica a sus pueblos.

En tanto, la Refinería de Dos Bocas, en el estado de Tabasco, ha hallado respuesta favorable de la iniciativa privada y los paisanos del futuro Presidente por la percepción de que resarcirá fuentes laborales perdidas a raíz de la reforma energética, que terminó con el monopolio del sector por parte de la empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), principal motor económico de la zona.

Pero ha sido objetada, sobre todo en días recientes, por ambientalistas que criticaron y denunciaron ante instancias del ramo el desmonte de un terreno, propiedad de Pemex y que sería empleado para dicha refinería.

Con esa objeción viene implícita otra a la consulta, al considerarla innecesaria por lo hecho en esa superficie que evidencia que la decisión está ya tomada, independientemente de lo que opinen los ciudadanos.

Un poco más al norte a orillas del Golfo de México, el puerto de Coatzacoalcos, en  Veracruz, será uno de los dos puntos de salida y llegada del otro proyecto de infraestructura del próximo gobierno, el Tren Transístmico, que tendrá su otro extremo en el Océano Pacífico, en el puerto y petrolero de Salina Cruz, Oaxaca.

Este proyecto, que será el que quizá requiera menos presupuesto de las iniciativas de infraestructura con poco más de 49.2 millones de dólares (el Tren Maya necesitará 363.5 millones), prevé enlazar ambos océanos por vía férrea para el transporte de carga y mercancía -petróleo incluido-, lo que facilitaría las exportaciones.

Especialistas han considerado que, con el tiempo, este ferrocarril pueda vincularse con el Tren Maya. De suceder esto, la economía de todo el sur mexicano resultaría previsiblemente vinculada y dinamizada.

Los tres proyectos referidos buscan rescatar a la región del ancestral en que ha permanecido desde la época posrevolucionaria (1917), sin inversiones que generen un cambio en la economía y sobre todo en la vida de sus habitantes.

Salvo la promoción del proyecto del puerto de Cancún en el Gobierno de Luis Echeverría (1970-1976) -que con el tiempo se convirtió en el principal balneario de Latinoamérica-, la región ha evidenciado un rezago paradójico respecto al resto del país, pues ha sido su principal abastecedor de petróleo, energía eléctrica y divisas por turismo.

La apuesta de López Obrador, que asumirá la Presidencia el 1 de diciembre, parece ser buscar un equilibrio con la zona de los más pobres, desprovistos de la dinámica de desarrollo en el centro y norte del país.

Todo ello a fin de beneficiar a unos 24 millones de gobernados en siete estados, casi 20 por ciento de la población mexicana.

AMLO ANUNCIA CONSULTA

La semana pasada, López Obrador anunció que el próximo 24 y 25 de noviembre se realizará la consulta ciudadana para definir la construcción del Tren Maya, el proyecto del Istmo de Tehuantepec, la nueva refinería en Tabasco y la aplicación de 10 programas sociales.

El morenista detalló que esta nueva consulta será financiada por los senadores de su partido y que el proceso será el mismo que en la votación para decidir el futuro del NAIM, cuya obra fue cancelada en Texcoco.

Los 10 proyectos que el nuevo Gobierno someterá a consulta son los siguientes:

1.- Construir el Tren Maya que conectará los estados de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, lo que fomentará la economía y el turismo.

2.- Conectar por medio de un tren los océanos Pacífico y Atlántico para desarrollar el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca y reactivar la economía en la región.

3.- Construir una refinería en Dos Bocas, Tabasco, para producir gasolina con el petróleo extraído por Petróleos Mexicanos (Pemex).

4.- Plantar árboles frutales y maderables en un millón de hectáreas, creando 400 mil empleos permanentes.

5.- Aumentar al doble la pensión a todos los adultos mayores de 68 años (desde los 65 años en regiones indígenas).

6.- Otorgar becas y capacitación laboral a 2.6 millones de jóvenes que hoy no tienen oportunidades de estudiar ni de trabajar.

7.- Becar a todos los estudiantes de las escuelas públicas de nivel medio superior del país.

8.- Pensionar a un millón de personas que viven con alguna discapacidad.

9.- Garantizar atención médica y medicinas a toda la población que no cuenta con servicios de salud.

10.- Proveer cobertura gratuita de internet en carreteras, plazas públicas, centros de salud y escuelas en todo el país.

El tabasqueño ha asegurado que defenderá todos sus proyectos independientemente de lo que decida la gente, debido a que forman parte de los compromisos que hizo durante su pasada campaña presidencial.

Y en ese sentido se pronunció hoy el morenista. En sus redes sociales compartió una serie de videos donde expone el impacto turístico que la construcción del Tren Maya traerá a  cinco estados de la República: Quintana Roo, Yucatán, Campeche, Tabasco y Chiapas.

El primer video que publicó estuvo acompañado del mensaje: “Como es de dominio público, yo estoy a favor del Tren Maya; a lo largo del día les compartiré tres mensajes sobre este proyecto”.



En un segundo video se muestra la ruta que recorrerá el Tren Maya. La grabación muestra los sitios turísticos por los cuales pasará el Tren, mismo que iniciará su recorrido desde Cancún y se prevé que transite por Tulum, Bacalar, Calakmul y Palenque, en el tramo de ida.

En la ruta de regreso abarcará lugares emblemáticos de Campeche y Yucatán, incluida la zona arqueológica de Chichen Itzá, terminando el recorrido en Quintana Roo.


(SIN EMBARGO/ REDACCIÓN / 23 DE NOVIEMBRE 2018)