ZETA
Investigaciones
Las primeras
indagatorias de la PGJE exponen que el intento de asalto a mano armada al
negocio Proagro del Noroeste, S.A de C.V., registrado el 8 de agosto en La Paz,
denotó la presencia de células del crimen organizado dedicadas al robo.
Uno de
los detenidos, de nombre Luis Antonio Ruiz Valenzuela “El Luisón”, Martín
Aboytes Zavala “El Emo”, Julio César
Rodríguez Rosas “El Flaco” y Óscar Galván Trujillo “El Choco” o “La Mosca”,
explicaron el modus operandi de la banda procedente de Sinaloa
La captura de cuatro
asaltantes el 8 de agosto de 2013, exhibió una realidad que autoridades
estatales y federales en Baja California Sur se han negado a reconocer
públicamente: el crimen organizado también está inmiscuido en la comisión de
delitos del fuero común que resulta ser un lucrativo negocio.
Desde que
secretarios, directores y delegados federales tomaron protesta, circunscriben
incidentes de violencia en el terreno de “casos aislados” y “hechos
focalizados”, descartando apresuradamente la presencia y operación de cárteles
de narcotráfico en la entidad.
Sin embargo, de
acuerdo a las primeras indagatorias de la Procuraduría General de Justicia del
Estado (PGJE), el intento de asalto a
mano armada registrado al negocio Proagro del Noroeste, S.A de C.V. en La Paz,
denotó la presencia de células del crimen organizado en el atraco, las cuales
utilizaron armas de fuego para someter y amagar a los encargados del comercio.
El caso inició
cuando cerca de las 10:30 am se activó la señal de alarma en el Centro de
Control, Comando y Cómputo, conocido como “C-4”.
La unidad SP-93 de
la Dirección de Seguridad Pública, Policía Preventiva y Tránsito Municipal de
La Paz, recibió un reporte vía radio sobre un supuesto asalto en Avenida
Forjadores y Calle Punta Chivato, en la colonia Tabachines, donde describieron
que “hombres armados había ingresado a un almacén y permanecía adentro”.
La patrulla -la más
cercana a la zona del atraco- se desplazó en un tiempo récord de cuatro minutos
hasta el sitio; los tripulantes alcanzaron a ver cuando cuatro personas salían
corriendo, y casi enseguida, una mujer que los apuntaba con el dedo y gritaba
“son ellos”.
Según uno de los
oficiales que participó en la captura, observaron el siguiente escenario:
1. Una persona que
portaba una mochila escolar de color negro con rojo, y vestía camisa verde o
azul turquesa con rayas blancas, gorra beige con cuadros y pantalón color azul.
2. Una persona que
traía una mochila color negro con rojo, y vestía camisa negra con gorra negra y
rojo, y pantalón negro.
3. Una persona con
pantalón azul y camisa gris a rayas.
4. Una persona
pantalón gris con camisa blanca a rayas.
Al notar la
presencia policiaca, los cuatro sujetos corrieron y brincaron una barda, salvo
el último, que por su grado de obesidad no pudo, siendo detenido en el lugar y
sujeto a una revisión corporal.
Los agentes de la
Policía Municipal de La Paz encontraron en la parte de su cintura una bolsa de
color rojo de material sintético tipo lona, la cual traía en su interior una
pistola tipo revólver con cachas de madera de color café y la leyenda del
fabricante del arma, Howard Arms Co. Chicago, USA.
El sujeto, que más
tarde fue identificado como Luis Antonio Ruiz Valenzuela “El Luisón”, llevaba
consigo cuatro teléfonos celulares y 4 mil 590 pesos en efectivo.
A escasos metros de
la barda y tras la corretiza, quedaron tiradas en el suelo las dos mochilas de
los prófugos y una bolsa de plástico color blanco, lo cual fue colocado dentro
de un sobre manila como evidencia para después iniciar una cadena de custodia.
EL OPERATIVO
Los captores de “El
Luisón” inmediatamente solicitaron la presencia de refuerzos, ya que
los otros tres
sujetos habían logrado brincar la barda del negocio y trataban de darse a la
fuga, hasta donde llegaron agentes de la Policía Municipal y Ministerial del
Estado para iniciar un fuerte operativo.
Detrás del negocio
-sobre la calle Coyote-, agentes de la patrulla X-04 lograron detener a otro de
los asaltantes cuando huía. Según uno de los oficiales policiacos, el segundo
detenido iba corriendo en dirección opuesta a la negociación, y al ver que era perseguido
por una patrulla, luego de unos minutos optó por levantar las manos y darse la
vuelta para enseguida tirarse al piso boca abajo.
El detenido, Martín
Aboytes Zavala “El Emo”, fue trasladado al negocio Proagro del Noroeste, S.A.
de C.V., donde fue plenamente identificado por uno de los empleados del negocio
como uno de los asaltantes.
En tanto eso sucedía
afuera del establecimiento, sobre la Avenida Forjadores -a la altura de la
colonia La Fuente-, las unidades 147 y 089 de la Policía Ministerial del
Estado, y en pleno operativo de búsqueda, observaron a distancia a dos personas
correr a toda velocidad, tratando de escapar del lugar.
De acuerdo con los
policías, ellos inmediatamente se bajaron y se observó en la corretiza que uno
de los dos sujetos tiró algo al piso y siguió corriendo. En la revisión
identificaron que en el piso estaba tirada una pistola, por lo que uno se quedó
cuidando el arma de fuego y los otros siguieron la carrera hasta que lograron
darle alcance primero al que fue identificado como Julio César Rodríguez Rosas
“El Flaco”, cuando se metió entre unos camiones de boteo estacionados sobre la
calle Espíritu Santo, entre Coyote y Punta Chivatos, quien portaba un llavero y
un juego de llaves de una camioneta pick-up color dorado, línea Silverado,
marca Chevrolet y placas UC70366 del Estado de Sinaloa.
El tercer detenido
-y responsable de haber arrojado el arma al piso- dijo a sus captores que
pretendía llegar a la camioneta que habían dejado en el estacionamiento público
de la Tienda Ley Express Progreso, localizada cerca del negocio asaltado y con
la cual planeó darse a la fuga. Se trataba de un revólver calibre 38 especial,
cachas de color hueso, marca Smith and Wesson y matricula 445307.
Finalmente, el
cuarto sujeto, identificado como Óscar Galván Trujillo “El Choco” o “La Mosca”,
pretendió esconderse entre las ramas de un lote baldío sobre la misma cuadra
donde fue detenido “El Flaco”, sin embargo, fue visto y detenido por los
agentes.
LAS
CONFESIONES
Una vez capturados y
concentrados afuera del negocio para que fueran identificados por las propias
víctimas, tres de los detenidos cantaron y señalaron a “La Mosca” como el jefe
de la banda de asaltantes.
Los detenidos
expusieron que habían sido contratados en el Estado de Sinaloa y arribaron a
Baja California Sur el primero de agosto pasado, es decir, una semana antes del
atraco, hospedándose en las habitaciones 61,70 y 130 del Hotel Oasis,
localizado sobre Avenida Las Garzas en La Paz.
El trabajo -según
confesaron- consistía en cometer un asalto y robar una serie de productos
agroquímicos en varios negocios agrícolas del estado, por lo cual recibirían
como pago entre 15 y 20 mil pesos cada uno.
El líder de la banda
terminó por confesar que trabajaba para un mafioso de la ciudad de Guasave,
quien lo enviaba a robar productos de agroquímicos para su utilización en
sembradíos de marihuana que tiene en ese municipio del centro de Sinaloa.
“¿Quién es el mafioso?”,
le preguntaron sus captores. Al principio opuso resistencia, pero al final el
detenido, Óscar Galván Trujillo “El Choco” o “La Mosca”, terminó por confesar
que era para “un bato muy pesado”, y gente de Fausto Isidro Meza López “El
Chapo Isidro”, quien tiene su zona de
influencia en ese punto de Sinaloa.
El jefe de la banda
dijo que cerca de donde había sido capturado logró enterrar dos teléfonos
celulares y dinero en efectivo. En su teléfono tenía un directorio de contactos
a quienes también proveía de agroquímicos robados.
“¿Todos son
mafiosos?”, le preguntaron, a lo que el detenido respondió que “sí”, y agregó
sin necesidad de presionarlo que todos eran gente de “El Chapito Isidro”, y
hacían pedidos y compraban productos robados por dos razones.
La primera, que “el
producto era muy caro, entre 5 y 10 mil pesos el litro en el mercado”, y
segunda, que el Gobierno Federal “ahorita estaba fiscalizando la lista de
quienes estaban comprando los productos agroquímicos, y eso era un riesgo para
todos aquellos que se estaban dedicando a sembrar marihuana”.
Los captores no se
quedaron con la duda y preguntaron, “¿por qué vienen hasta acá?”. El líder
respondió que porque era un estado tranquilo y pensaron que era fácil cometer
ilícitos, ya que además tenían la intención de que una vez cometido el atraco
-y otros más que planeaban-, regresarían a Sinaloa para entregar el producto
robado a los narcotraficantes.
Uno de los
trabajadores de Proagro del Noroeste, S.A de C.V. recordó el rostro de “El
Choco” o “La Mosca” como la persona que un día antes del asalto llegó
solicitando una cotización de una serie de productos agroquímicos.
“A mí se me hizo
raro porque eran muchos, y con un valor alto o caro, los cuales no es muy común
que sean pedidos por los agricultores del estado, tan es así que todo ese tipo
de compras deben ser sobre pedidos, los cuales son utilizados para que los
sembradíos resistan plagas, aguanten sequías, aumenten las cosechas a base de
extractos, fomenten un cultivo sano, verde y fuerte, mejore el sabor y el olor,
acelere la producción de raíces de la planta y estimuladores a base de
aminoácidos, vitaminas y hormonas vegetales”, explicó.
El trabajador agregó
que incluso al momento del asalto “lo primero que pidieron fue entregar todos
los productos que tuviéramos en base a la cotización que habían solicitado un
día antes”, pero “les dijimos que no teníamos el producto en existencia y se
tenía que pagar por adelantado, fue cuando nos amagaron y exigieron la entrega
hasta que salieron corriendo cuando se activó la alarma, después de quitarnos
dinero y celulares”.
A un metro de la
barda posterior del negocio, la Policía encontró tirada en el piso una gorra de
color negro con la letra “T”, dos mochilas, una bolsa de plástico, y una
pistola sobre la calle Espíritu Santo, así como dinero y teléfonos
semi-enterrados en un lote baldío.
Al cierre de esta
edición, los detenidos habían recibido auto de formal prisión, acusados del
delito de robo con violencia y portación de arma de fuego, quienes no tendrán
derecho a fianza, derivado en que fueron detenidos en flagrancia, por lo que
-según el Código Penal- podrían pasar de 8 a 10 años en la cárcel.
Los detenidos
NOMBRE: ÓSCAR GALVÁN TRUJILLO
Apodo: “El Choco” o
“La Mosca”
Fecha de Nacimiento:
22 de julio de 1975
Edad: 38 años
Origen: Corerepe,
Guasave, Sinaloa
Domicilio: Calle 5
de Diciembre y Avenida California, Ejido “Rancho California” en Guasave,
Sinaloa
NOMBRE: LUIS ANTONIO RUIZ VALENZUELA
Apodo: “El Luisón”
Fecha de Nacimiento:
24 de diciembre de 1987
Edad: 25 años
Origen: Guasave,
Sinaloa
Domicilio: Calle 15
entre Avenida Baquetis y Agua Calientita, Juan José Ríos, Sinaloa
NOMBRE:
MARTÍN ABOYTES ZAVALA
Apodo: “El Emo”
Fecha de Nacimiento:
4 de junio de 1995
Edad: 18 años
Origen: Culiacán,
Sinaloa
Domicilio: San Luz,
entre Vailon y Huinolo, Colonia Las Flores, Culiacán, Sinaloa
Nombre: Julio César
Rodríguez Rosas
Apodo: “El Flaco”
Fecha de Nacimiento:
14 de julio de 1994
Edad: 19 años
Origen: Guasave,
Sinaloa
Domicilio: Emiliano
Zapata y Benito Juárez, Ejido Figueroa de Guasave, Sinaloa
(SEMANARIO
ZETA/ ZETA Investigaciones/ Agosto 19, 2013 12:01 PM)
Domicilio: Calle 15 entre Avenida Baquetis y Agua Calientita, Juan José Ríos, Sinaloa
Nombre: Martín Aboytes Zavala
Apodo: “El Emo”
Fecha de Nacimiento: 4 de junio de 1995
Edad: 18 años
Origen: Culiacán, Sinaloa
Domicilio: San Luz, entre Vailon y Huinolo, Colonia Las Flores, Culiacán, Sinaloa
Nombre: Julio César Rodríguez Rosas
Apodo: “El Flaco”
Fecha de Nacimiento: 14 de julio de 1994
Edad: 19 años
Origen: Guasave, Sinaloa
Domicilio: Emiliano Zapata y Benito Juárez, Ejido Figueroa de Guasave, Sinaloa
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