TORTURA EN SINALOA
La PGJE lo acusó en 2011 de ser líder de
gatilleros para Los Mazatlecos, el cártel que en ese tiempo, de acuerdo con el
Gobierno de Sinaloa, era el de mayor peligro para el Estado. En marzo de 2016,
un juez federal falló a su favor, luego de que se comprobó que para inculparlo
la Policía Ministerial del Estado lo torturó más de 12 horas
A Crescencio Meza Meza lo
acusaron de ser jefe de gatilleros del Cártel de Loz Mazatlecos, el grupo
armado que fue catalogado como el brazo ejecutor del Cártel de Los Beltrán
Leyva en Sinaloa, pero 5 años más salió
libre. Un juez federal no encontró prueba alguna para declararlo culpable, sólo
su declaración ministerial que se obtuvo con tortura.
El 10 de agosto de 2011, la
Policía Ministerial de Sinaloa presentó a Meza Meza ante medios de
comunicación, ahí se dijo que él, antes de ser gatillero del grupo criminal,
había sido policía ministerial por 14 años, desde abril de 1996 hasta octubre
del 2009.
Crecencio Meza Meza fue
presentado el 10 de agosto de 2011 por la Policía Ministerial de Sinaloa como
el líder gatillero de la organización 'Los Mazatlecos', pero en marzo de 2016
salió libre porque el juez comprobó que sus cargos no tenían pruebas
suficientes, sólo una declaración que se obtuvo con tortura.
“Yo no contesté nada porque
venía espantado, entonces llegaron a la Dirección de Policía Ministerial, me
metieron a los baños, me empezaron a echar agua, me ponían trapos en la cara, a
veces, como soy hipertenso, a veces como que perdía el conocimiento y ya me
dejaban, pero al ratito volvían otra vez y otra vez… fueron varias veces”, dijo
en entrevista para Noroeste.
Ese mismo día fue llevado a
los juzgados federales por portación de armas de uso exclusivo del Ejército,
Armada y Fuerza Aérea, que, aunque menor en la escala de delitos, fue
suficiente para llevarlo a la prisión de presos federales en Villa Aldama,
Veracruz mientras era juzgado.
“La cosa es que cuando
llegaron conmigo todavía se miraba el sol, no supe cuanto tiempo pasó, fue
mucho tiempo porque ya era muy noche cuando me sacaron de aquí, me llevaron a
la PGR”, expresó.
Tres años más tarde, en 2014,
fue trasladado al penal federal de Hermosillo, donde continuó con el juicio por
portación de arma exclusiva de fuerzas federales, así como por delincuencia
organizada, luego de que la Procuraduría de Sinaloa lo acusó de ser parte del
Cártel de Los Mazatlecos.
En el expediente judicial,
del cual Noroeste tiene copia, se detalla una serie de inconsistencias en la
investigación de la Procuraduría, la principal es la tortura del grupo de la
Policía Ministerial que lo detuvo para después presentarlo ante el Ministerio
Público Federal.
“En las relatadas
condiciones, si en el caso que nos ocupa, como ya se dijo, quedó plenamente
acreditado que el inculpado fue detenido en el interior de su domicilio y
posteriormente sometido a tortura, como se demuestra con las lesiones
presentadas oportunamente advertidas por el fiscal de la federación y
documentadas en el dictamen médico”, establece el expediente.
Crecencio Meza Meza detalló
en entrevista para Noroeste cómo fue tratado por los policías ministeriales que
lo capturaron en su casa, cuando estaba junto a su familia.
“En el ejido Maquipo, Sinaloa
de Leyva, de ahí me volaron en un helicóptero, me trajeron a la ciudad de
Culiacán, desde allí una persona, cuando me bajaron del avión, al quererme
subir a una unidad de ellos me pegó un golpe bien duro en la parte de aquí de
la espalda, me dijo ’vas a ver hijo de tu chingada madre, vas a ver lo que te
espera, hijo de tu puta madre’”, recordó.
Meza Meza fue asfixiado en
múltiples ocasiones con bolsas de plástico y vendas en su cara, lo golpearon
con barrotes y tablas en su espalda, piernas y glúteos hasta que cayera al
suelo o se hiciera del baño sobre su ropa por el dolor.
También lo trataron de ahogar
en tinas con agua o acostándolo y echándole el agua en su cara. Además, lo
electrocutaron con máquinas de choque, poniéndoselas en sus genitales y las
yemas de sus dedos.
Los policías ministeriales
que lo golpeaban amenazaron con matarlo si no daba información de Los
Mazatlecos, pero como insistió en que no sabía sobre eso siguieron torturándolo
hasta antes de presentarlo en el Ministerio Público federal.
“De hecho cuando me metieron
a las celdas de ellos, unos elementos llegaron a la celda y me dice ‘esta es la
arma que te vamos a poner’, ‘¿Y eso’, le digo yo, ‘es injusto eso, esa arma no
la conozco’, ‘no dice, así nos están ordenando’”, expresó Meza Meza.
“Está mal, le dije, que estén
ordenando eso, esa arma no es de mi pertenencia, esa arma a mí me sacaron de mi
casa y yo no tengo ninguna arma, hasta ahorita voy sabiendo para qué me
trajeron, para sembrarme esa arma, ‘pues yo no sé, allá te defiendes’, me
dijo”.
El 15 de mayo de 2011 año la
Procuraduría de Sinaloa capturó a Geovanny Lizárraga Ontiveros, a quien acusó
de ser el líder del Cártel, quien estando preso habría dado detalle de la
estructura de la organización.
Marco Antonio Higuera Gómez,
Procurador General de Justicia, presentó en mayo de 2011 la estructura, con
fotografías y nombres, de la organización 'Los Mazatlecos', la cual en un
periodo de tres años disminuyó tras el asesinato de los líderes por elementos
de la Policía Ministerial del Estado y el Ejército.
La Procuraduría de Justicia
dio a conocer después que Fausto Isidro Meza Flores, el “Chapo Isidro”, y Juan
Pablo Osuna Sánchez, ‘El 100’, eran los otros líderes de ‘Los Mazatlecos’,
también llamados ‘Los Tortilleros’ y que éste tenía conexión con el Cártel de
Los Beltrán Leyva para operar en distintas áreas del Estado.
La estructura de la
organización se dio a conocer por la Procuraduría de Justicia, que de manera
inédita la hizo pública y la presentó a medios de comunicación a través de
Marco Antonio Higuera Gómez, Procurador de Justicia de Sinaloa.
El Departamento de Estado de
Estados Unidos calificó en enero de 2013 a la organización como cártel,
atribuyendo que las las actividades principales son la producción de drogas
como marihuana, heroína, cocaína y metanfetamina, teniendo entre sus mayores
compradores a grupos criminales de Estados Unidos.
En esa lista que difundió la
Procuraduría de Sinaloa se detallaron nombres y rostros en fotografías, pero
ninguna de esas imágenes era la de Meza Meza.
Cuando fue detenido, dijo,
fue torturado más de 12 horas por policías ministeriales, de acuerdo a su
expediente judicial, luego fue llevado ante el Ministerio Público federal y ahí
se le acusó de posición de arma de uso exclusivo de fuerzas federales.
Durante ese tiempo, Meza Meza estuvo
desaparecido para su familia, que hizo una denuncia ante la Comisión Estatal de
Derechos Humanos, organismo que inició una investigación que el 11 de diciembre
de 2012 culminó con una recomendación hacia la Procuraduría General de
Justicia.
Fuente:
Comisión Estatal de Derechos Humanos
El organismo que comprobó con
exámenes médicos que se aplicó distintos tipos de tortura, principalmente con
métodos físicos, es decir, golpes y contusiones que eran únicamente visibles en
las áreas donde los recibió.
“Violaron en perjuicio del
señor N1 el derecho humano a la integridad y seguridad personal derivado de la
tortura a que fue sometido por parte de dichos servidores públicos”, señaló el
organismo.
“Así como también se violentó
su derecho a la protección de la salud, derivado de la omisión del médico
adscrito a la Dirección de Policía Ministerial del Estado en esta ciudad al
dictaminar que el hoy agraviado no presentaba lesiones sobre su superficie corporal”.
El 10 de agosto de 2011, la
Policía Ministerial lo presentó ante medios de comunicación y ahí se dio que
Meza Meza había sido policía ministerial durante 14 años.
Su salida de la corporación,
de acuerdo al dictamen médico que se incluyó en el expediente, fue por estar
inhabilitado para portar un arma de fuego, dado a problemas de hipertensión a
causa de estrés postraumático, que le ha provocado, incluso, un ataque al
corazón estando preso.
Sin embargo, la Policía
Ministerial del Estado detalló en su reporte que Meza Meza fue detenido luego
de que se le vio bajando de una camioneta en el poblado Maquipo, del Municipio
de Sinaloa, con un arma tipo AK-47, conocida también como ‘Cuerno de Chivo’.
La acusación, pese las
denuncias por tortura ante la Comisión de Derechos Humanos y el Ministerio
Público federal, procedió y el Juzgado ordenó que fuera enviado a prisión
mientras obtenía su juicio.
La Procuraduría de Justicia
defendió su acusación con el argumento de que Meza Meza formaba parte de la organización
delictiva de Los Mazatlecos, que en 2011 fue la de mayor presencia mediática
manejada por el Gobierno de Sinaloa, al señalar que era la causante del
incremento de asesinatos por la rivalidad que tenía con el Cártel de Sinaloa,
liderada por Joaquín “El Chapo” Guzmán.
El 3 de marzo del 2016, fue
liberado del penal federal de Hermosillo, tras ganar un juicio en el que se
demostró que la única prueba para culparlo era su declaración ministerial, la
cual se firmó bajo tortura.
Sin embargo, apenas Crescencio
Meza Meza fue exonerado por sus cargos y minutos más tarde volvió a ser
detenido, ahora con la acusación de ser uno de los implicados en el asesinato
de César Valenzuela Gaxiola, entonces presidente de la Asociación de
Agricultores del Río Culiacán.
Crescencio Meza Meza salió
libre el 3 de marzo de 2016, pero minutos más tarde fue detenido de nueva
cuenta, debido a que la Procuraduría General de Justicia de Sinaloa lo acusó de
ser uno de los asesinos de César Valenzuela Gaxiola, ex líder de la Asociación
de Agricultores del Río Culiacán.
La muerte de Valenzuela
Gaxiola fue por asfixia, sólo esa causa, luego de que lo despojaron de su
camioneta en la que viajaba en el tramo de la carretera Benito Juárez, a tres
kilómetros de la Caseta Las Brisas.
Según la versión del
Ministerio Público, dos vehículos intentaron cerrarle el paso en la carretera y
luego los tripulantes comenzaron a disparar, lo que provocó una persecución que
terminó en la caseta de cobro.
Los hombres bajaron a
Valenzuela Gaxiola de su camioneta para subirlo a otra y llevarlo al poblado
llamado La Laguna, en el Municipio de Salvador Alvarado, donde fue asesinado.
Por ese caso, el 13 de
octubre de 2012 la Procuraduría de Justicia presentó a Jesús Obed López
Sánchez, a quien acusaron del asesinato por haber confesado ese y otros
delitos. Lo mismo sucedió el 17 de marzo de 2013 con Daniel Josefat Sánchez
Gaxiola.
En la versión del Ministerio
Público, en el asesinato participaron tres personas, los dos antes mencionados
y un último implicado: Crecencio Meza Meza, quien se encuentra en el Penal de
Culiacán ala espera de un nuevo juicio.
Este reportaje fue realizado
como parte de la Beca Mike O’Connor, del International Center for Journalists
(ICFJ) y de la Iniciativa para el Periodismo de Investigación en las Américas,
que ICFJ tiene en alianza con Connectas.
Como Crescencio Meza Meza hay
casos similares, que a la fecha siguen sin tener una condena, continúe leyendo
mañana el caso de Víctor Manuel Fuentes Aboytes y Guadalupe Caro Castro.
Conozca su historia.
(NOROESTE/ MARCOS VIZCARRA/ 30 DE AGOSTO
2016)