martes, 30 de agosto de 2016

CRECENCIO Y LOS ‘CULPABLES’ EN LA GUERRA CONTRA EL NARCO

TORTURA EN SINALOA



La PGJE lo acusó en 2011 de ser líder de gatilleros para Los Mazatlecos, el cártel que en ese tiempo, de acuerdo con el Gobierno de Sinaloa, era el de mayor peligro para el Estado. En marzo de 2016, un juez federal falló a su favor, luego de que se comprobó que para inculparlo la Policía Ministerial del Estado lo torturó más de 12 horas

A Crescencio Meza Meza lo acusaron de ser jefe de gatilleros del Cártel de Loz Mazatlecos, el grupo armado que fue catalogado como el brazo ejecutor del Cártel de Los Beltrán Leyva en Sinaloa, pero  5 años más salió libre. Un juez federal no encontró prueba alguna para declararlo culpable, sólo su declaración ministerial que se obtuvo con tortura.

El 10 de agosto de 2011, la Policía Ministerial de Sinaloa presentó a Meza Meza ante medios de comunicación, ahí se dijo que él, antes de ser gatillero del grupo criminal, había sido policía ministerial por 14 años, desde abril de 1996 hasta octubre del 2009.


Crecencio Meza Meza fue presentado el 10 de agosto de 2011 por la Policía Ministerial de Sinaloa como el líder gatillero de la organización 'Los Mazatlecos', pero en marzo de 2016 salió libre porque el juez comprobó que sus cargos no tenían pruebas suficientes, sólo una declaración que se obtuvo con tortura.

“Yo no contesté nada porque venía espantado, entonces llegaron a la Dirección de Policía Ministerial, me metieron a los baños, me empezaron a echar agua, me ponían trapos en la cara, a veces, como soy hipertenso, a veces como que perdía el conocimiento y ya me dejaban, pero al ratito volvían otra vez y otra vez… fueron varias veces”, dijo en entrevista para Noroeste.

Ese mismo día fue llevado a los juzgados federales por portación de armas de uso exclusivo del Ejército, Armada y Fuerza Aérea, que, aunque menor en la escala de delitos, fue suficiente para llevarlo a la prisión de presos federales en Villa Aldama, Veracruz mientras era juzgado.

“La cosa es que cuando llegaron conmigo todavía se miraba el sol, no supe cuanto tiempo pasó, fue mucho tiempo porque ya era muy noche cuando me sacaron de aquí, me llevaron a la PGR”, expresó.

Tres años más tarde, en 2014, fue trasladado al penal federal de Hermosillo, donde continuó con el juicio por portación de arma exclusiva de fuerzas federales, así como por delincuencia organizada, luego de que la Procuraduría de Sinaloa lo acusó de ser parte del Cártel de Los Mazatlecos.

En el expediente judicial, del cual Noroeste tiene copia, se detalla una serie de inconsistencias en la investigación de la Procuraduría, la principal es la tortura del grupo de la Policía Ministerial que lo detuvo para después presentarlo ante el Ministerio Público Federal.

“En las relatadas condiciones, si en el caso que nos ocupa, como ya se dijo, quedó plenamente acreditado que el inculpado fue detenido en el interior de su domicilio y posteriormente sometido a tortura, como se demuestra con las lesiones presentadas oportunamente advertidas por el fiscal de la federación y documentadas en el dictamen médico”, establece el expediente.

Crecencio Meza Meza detalló en entrevista para Noroeste cómo fue tratado por los policías ministeriales que lo capturaron en su casa, cuando estaba junto a su familia.


“En el ejido Maquipo, Sinaloa de Leyva, de ahí me volaron en un helicóptero, me trajeron a la ciudad de Culiacán, desde allí una persona, cuando me bajaron del avión, al quererme subir a una unidad de ellos me pegó un golpe bien duro en la parte de aquí de la espalda, me dijo ’vas a ver hijo de tu chingada madre, vas a ver lo que te espera, hijo de tu puta madre’”, recordó.

Meza Meza fue asfixiado en múltiples ocasiones con bolsas de plástico y vendas en su cara, lo golpearon con barrotes y tablas en su espalda, piernas y glúteos hasta que cayera al suelo o se hiciera del baño sobre su ropa por el dolor.

También lo trataron de ahogar en tinas con agua o acostándolo y echándole el agua en su cara. Además, lo electrocutaron con máquinas de choque, poniéndoselas en sus genitales y las yemas de sus dedos.

Los policías ministeriales que lo golpeaban amenazaron con matarlo si no daba información de Los Mazatlecos, pero como insistió en que no sabía sobre eso siguieron torturándolo hasta antes de presentarlo en el Ministerio Público federal.

“De hecho cuando me metieron a las celdas de ellos, unos elementos llegaron a la celda y me dice ‘esta es la arma que te vamos a poner’, ‘¿Y eso’, le digo yo, ‘es injusto eso, esa arma no la conozco’, ‘no dice, así nos están ordenando’”, expresó Meza Meza.

“Está mal, le dije, que estén ordenando eso, esa arma no es de mi pertenencia, esa arma a mí me sacaron de mi casa y yo no tengo ninguna arma, hasta ahorita voy sabiendo para qué me trajeron, para sembrarme esa arma, ‘pues yo no sé, allá te defiendes’, me dijo”.

El 15 de mayo de 2011 año la Procuraduría de Sinaloa capturó a Geovanny Lizárraga Ontiveros, a quien acusó de ser el líder del Cártel, quien estando preso habría dado detalle de la estructura de la organización.

Marco Antonio Higuera Gómez, Procurador General de Justicia, presentó en mayo de 2011 la estructura, con fotografías y nombres, de la organización 'Los Mazatlecos', la cual en un periodo de tres años disminuyó tras el asesinato de los líderes por elementos de la Policía Ministerial del Estado y el Ejército.

La Procuraduría de Justicia dio a conocer después que Fausto Isidro Meza Flores, el “Chapo Isidro”, y Juan Pablo Osuna Sánchez, ‘El 100’, eran los otros líderes de ‘Los Mazatlecos’, también llamados ‘Los Tortilleros’ y que éste tenía conexión con el Cártel de Los Beltrán Leyva para operar en distintas áreas del Estado.

La estructura de la organización se dio a conocer por la Procuraduría de Justicia, que de manera inédita la hizo pública y la presentó a medios de comunicación a través de Marco Antonio Higuera Gómez, Procurador de Justicia de Sinaloa.

El Departamento de Estado de Estados Unidos calificó en enero de 2013 a la organización como cártel, atribuyendo que las las actividades principales son la producción de drogas como marihuana, heroína, cocaína y metanfetamina, teniendo entre sus mayores compradores a grupos criminales de Estados Unidos.

En esa lista que difundió la Procuraduría de Sinaloa se detallaron nombres y rostros en fotografías, pero ninguna de esas imágenes era la de Meza Meza.

Cuando fue detenido, dijo, fue torturado más de 12 horas por policías ministeriales, de acuerdo a su expediente judicial, luego fue llevado ante el Ministerio Público federal y ahí se le acusó de posición de arma de uso exclusivo de fuerzas federales.

Durante ese tiempo, Meza Meza estuvo desaparecido para su familia, que hizo una denuncia ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos, organismo que inició una investigación que el 11 de diciembre de 2012 culminó con una recomendación hacia la Procuraduría General de Justicia.

Fuente: Comisión Estatal de Derechos Humanos

El organismo que comprobó con exámenes médicos que se aplicó distintos tipos de tortura, principalmente con métodos físicos, es decir, golpes y contusiones que eran únicamente visibles en las áreas donde los recibió.

“Violaron en perjuicio del señor N1 el derecho humano a la integridad y seguridad personal derivado de la tortura a que fue sometido por parte de dichos servidores públicos”, señaló el organismo.

“Así como también se violentó su derecho a la protección de la salud, derivado de la omisión del médico adscrito a la Dirección de Policía Ministerial del Estado en esta ciudad al dictaminar que el hoy agraviado no presentaba lesiones sobre su superficie corporal”.

El 10 de agosto de 2011, la Policía Ministerial lo presentó ante medios de comunicación y ahí se dio que Meza Meza había sido policía ministerial durante 14 años.

Su salida de la corporación, de acuerdo al dictamen médico que se incluyó en el expediente, fue por estar inhabilitado para portar un arma de fuego, dado a problemas de hipertensión a causa de estrés postraumático, que le ha provocado, incluso, un ataque al corazón estando preso.

Sin embargo, la Policía Ministerial del Estado detalló en su reporte que Meza Meza fue detenido luego de que se le vio bajando de una camioneta en el poblado Maquipo, del Municipio de Sinaloa, con un arma tipo AK-47, conocida también como ‘Cuerno de Chivo’.

La acusación, pese las denuncias por tortura ante la Comisión de Derechos Humanos y el Ministerio Público federal, procedió y el Juzgado ordenó que fuera enviado a prisión mientras obtenía su juicio.

La Procuraduría de Justicia defendió su acusación con el argumento de que Meza Meza formaba parte de la organización delictiva de Los Mazatlecos, que en 2011 fue la de mayor presencia mediática manejada por el Gobierno de Sinaloa, al señalar que era la causante del incremento de asesinatos por la rivalidad que tenía con el Cártel de Sinaloa, liderada por Joaquín “El Chapo” Guzmán.

El 3 de marzo del 2016, fue liberado del penal federal de Hermosillo, tras ganar un juicio en el que se demostró que la única prueba para culparlo era su declaración ministerial, la cual se firmó bajo tortura.

Sin embargo, apenas Crescencio Meza Meza fue exonerado por sus cargos y minutos más tarde volvió a ser detenido, ahora con la acusación de ser uno de los implicados en el asesinato de César Valenzuela Gaxiola, entonces presidente de la Asociación de Agricultores del Río Culiacán.

Crescencio Meza Meza salió libre el 3 de marzo de 2016, pero minutos más tarde fue detenido de nueva cuenta, debido a que la Procuraduría General de Justicia de Sinaloa lo acusó de ser uno de los asesinos de César Valenzuela Gaxiola, ex líder de la Asociación de Agricultores del Río Culiacán.

La muerte de Valenzuela Gaxiola fue por asfixia, sólo esa causa, luego de que lo despojaron de su camioneta en la que viajaba en el tramo de la carretera Benito Juárez, a tres kilómetros de la Caseta Las Brisas.

Según la versión del Ministerio Público, dos vehículos intentaron cerrarle el paso en la carretera y luego los tripulantes comenzaron a disparar, lo que provocó una persecución que terminó en la caseta de cobro.

Los hombres bajaron a Valenzuela Gaxiola de su camioneta para subirlo a otra y llevarlo al poblado llamado La Laguna, en el Municipio de Salvador Alvarado, donde fue asesinado.

Por ese caso, el 13 de octubre de 2012 la Procuraduría de Justicia presentó a Jesús Obed López Sánchez, a quien acusaron del asesinato por haber confesado ese y otros delitos. Lo mismo sucedió el 17 de marzo de 2013 con Daniel Josefat Sánchez Gaxiola.

En la versión del Ministerio Público, en el asesinato participaron tres personas, los dos antes mencionados y un último implicado: Crecencio Meza Meza, quien se encuentra en el Penal de Culiacán ala espera de un nuevo juicio.

Este reportaje fue realizado como parte de la Beca Mike O’Connor, del International Center for Journalists (ICFJ) y de la Iniciativa para el Periodismo de Investigación en las Américas, que ICFJ tiene en alianza con Connectas.

Como Crescencio Meza Meza hay casos similares, que a la fecha siguen sin tener una condena, continúe leyendo mañana el caso de Víctor Manuel Fuentes Aboytes y Guadalupe Caro Castro. Conozca su historia.


(NOROESTE/ MARCOS VIZCARRA/ 30 DE AGOSTO 2016)

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