LA LECHE
La Oficina Antidrogas de
Estados Unidos (DEA) investiga el levantón de los hijos de Joaquín el Chapo
Guzmán, ocurrido el pasado 15 de agosto en Puerto Vallarta, asegurando
además no haber tenido nada que ver en
cuanto a las negociaciones para la liberación de los muchachos, que, según
trascendió esta semana, fueron tres: Jesús Alfredo, Iván Archivaldo, y César
Guzmán Salazar.
“Cómo todos saben, la DEA
tiene oficinas en varias partes de México, y trabaja muy de cerca con las
autoridades mexicanas para acabar con el tráfico de drogas hacia Estados
Unidos, y dada la sensibilidad en el caso de este levantón, no podemos comentar
más porque se podría estropear la investigación que se lleva a cabo”, dijo
Melvin Patterson, vocero de la DEA en Washington.
La PGR absorbió la
investigación sobre el levantón de los hermanos Alfredo e Iván Archivaldo
Guzmán Salazar, apenas tres días de haber sido secuestrados, pero hasta el
cierre de esta edición no habían dado información en torno a los avances de la
investigación.
LA DEA Y EL CHAPO
La negación fue tajante: la
DEA no tuvo nada que ver con la liberación de los hijos del Chapo. Lo que sí
tiene meses construyendo la DEA es un caso “robustecido” para que una vez
arrestados Iván Archivaldo, el Chapito y Alfredo el Alfredillo, sean
extraditados a Estados Unidos, según la averiguación previa 3:14-CR-0658-DMS.
“El acusado, junto a varias
otras personas que pertenecen al Cártel de Sinaloa, importaron varias toneladas
de cocaína de vía terrestre, marítima y aérea, y éstas primero eran ocultadas
en casas de seguridad de Culiacán, Tijuana y Mexicali, para posteriormente ser
introducidas a territorio estadunidense”, se lee en el documento acusatorio
contra Iván Archivaldo, al cual Ríodoce tuvo acceso.
El archivo, el cual se
mantuvo clasificado hasta hace apenas dos meses, acusa también a Ismael Zambada
García, Ismael Zambada Imperial el Mayito Gordo, e Ismael Zambada Sicarios el
Mayito Flaco, y se encuentra radicado en el Distrito Sur de California.
El coordinador de todas las
transacciones y operaciones era Ismael el Mayo Zambada, pero era apoyado en
cuestiones de logística por sus hijos, que se encargaban que el dinero que se
adquiría a través de la venta de la droga, llegara de regreso a Sinaloa, y también
realizan labores de lavado de dinero para esa organización”, explica la
acusación.
Iván Archivaldo, en tanto,
también se encargaba de que grandes cantidades de químicos para producir
metanfetaminas, llegaran de Asia y de otros países a México para la producción
de esas drogas, y a su vez exportarlas a Estados Unidos.
La DEA dijo que de César
Guzmán Salazar hasta el momento no se tiene ninguna averiguación abierta en su
contra, pero que investigarían más a fondo el caso.
TRES, Y
NO DOS LOS CHAPITOS
Ni la DEA en Estados Unidos
ni la PGR en México pudieron confirmar oficialmente la noticia —ofrecida por
Carlos Loret de Mola el jueves pasado en su noticiero Al despertar, de
Televisa— que además de Iván Archivaldo y Alfredo Guzmán Loera, también César
el Cesarillo, el menor de los hermanos, estaba entre los levantados.
“No vamos a comentar más
sobre esa situación”, dijo el vocero de la DEA.
Un cuarto hijo de el Chapo,
Ovidio Guzmán López, quien supuestamente es el más introvertido de todos,
también habría estado en Puerto Vallarta la noche del levantón, pero
aparentemente se fue al hotel antes que los sicarios del Mencho, líder del
Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) llegaran, confirmaron fuentes de
Ríodoce.
Respecto al reforzamiento en
la seguridad de los hijos del Chapo Guzmán, actualmente preso en el Cefereso
número 9 de Ciudad Juárez, varios pistoleros y “halcones”, designados a la
seguridad del cártel en las inmediaciones de las colonias Díaz Ordaz, el
Palmito, Ruiz Cortines, Pemex, entre otras, habrían sido reasignados a la
seguridad de los hijos, mientras que otros tantos fueron enviados a La Tuna
Badiraguato a proteger la casa de doña Consuelo Loera, madre del capo.
“Esta semana los movieron
(para que sirvieran de escolta personal de los hijos del Chapo, y a otros los
enviaron a La Tuna)”, dijo gente que en su momento perteneció a Francisco
Torres el Cincuenta, asesinado en la colonia El Vallado de Culiacán, en agosto
de 2013.
Esta información no fue
corroborada por la DEA, pero según gente de San José del Barranco, en
Badiraguato, Joaquín Guzmán envió más gente para proteger a su familia que se
encuentra en La Tuna, y así enfrentar a la gente de los Beltrán Leyva, con
quienes mantiene una guerra.
(RIODOCE/ Miguel Ángel Vega /22 agosto, 2016)
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