La exigencia de los trabajadores de
Petróleos Mexicanos (Pemex) es la misma en Oaxaca, en la Ciudad de México, y el
resto del país: que Carlos Romero Deschamps, denunciado penalmente por
“enriquecimiento ilícito”, deje las riendas del sindicato y que enfrente la
justicia.
Ciudad de México, 14 de
septiembre (SinEmbargo).- Petroleros de todo el país se reunieron hoy en Salina
Cruz, Oaxaca, para continuar con la lucha contra Carlos Romero Deschamps,
miembro del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y usado con frecuencia
como símbolo de la corrupción en México.
Entre los puntos que
debatieron los adheridos al Sindicato de Trabajadores Petroleros de la
República Mexicana (STPRM) se encuentra la convocatoria a elecciones
seccionales, en las que se aplique “voto libre secreto y directo”. El objetivo
está en derrocar a Romero Deschamps.
También se exigió que Enrique
Peña Nieto, Presidente de México, “cese de inmediato el ilegal respaldo al
grupo que encabeza Deschamps, tanto desde la estructura de Pemex como desde la
dirección general de registro de asociaciones de la Secretaría del Trabajo”.
Romero Deschamps lleva casi
tres décadas al frente el sindicato petrolero sin ser votado.
Ayer, integrantes del STPRM
se concentraron afuera de la casa de transición, en la colonia Roma, en Ciudad
de México, y pidieron lo mismo: que Romero Deschamps se vaya.
Petroleros, hoy, en Salina Cruz. Fotos
de Flavio Sosa en Twitter
El equipo de López Obrador
recibió un planteamiento para garantizar la autonomía de los sindicatos. Los
petroleros dijeron que buscan que se logre alcanzar la democracia en todos los
sindicatos de México.
Los trabajadores de Petróleos
Mexicanos (Pemex), empresa cuya producción ha ido en picada, ya no quieren a
Romero Deschamps como su líder sindical. A la par del Sindicato de Trabajadores
Petroleros de la República Mexicana (STPTM) de 36 secciones en el país, han
formado diversos grupos de petroleros disidentes con el objetivo de recuperar
la industria petrolera, como lo ha prometido el Presidente electo Andrés Manuel
López Obrador.
Le exigen, antes de que huya
del país, el encarcelamiento del Senador priista denunciado penalmente por
“enriquecimiento ilícito” y otros presuntos delitos como el Pemexgate, así como
un proceso democrático dentro del sindicato.
En julio, SinEmbargo informó
que sólo por cuatro conceptos y según los pocos datos que él mismo ha deseado
compartir, el Senador de la República por el Partido Revolucionario
Institucional (PRI) ha recibido en su cuenta del sindicato unos mil 400
millones de pesos sin que nadie, absolutamente nadie, lo cuestione o le pida la
más mínima factura de gasto.
Nacido en Tamaulipas y
ayudante en el sindicato de Joaquín Hernández Galicia, “La Quina” (Q.E.P.D), en
1997 se convirtió en dirigente. Su vida de lujo -relojes Rolex o su vestimenta
de Hermenegildo Zegna- no la ocultó, pero sí logró que Pemex pusiera bajo reserva
los contratos colectivos del sindicato porque su contenido era “peligroso” para
el país. En 2007, el Instituto Nacional de Acceso a la Información y Protección
de Datos Personales (INAI, en esa época IFAI), resolvió que debían convertirse
en información pública.
Así ha ocurrido desde
entonces. Esos documentos pueden encontrarse hoy en la página pública de Pemex.
Pero están a medias. Con argucias legales, el dirigente logró a partir de 2011,
esconder el contenido de las cláusulas y los acuerdos en los que están
especificadas las cantidades que por varios conceptos, recibe de manera
directa, en un afluente hacia su cuenta en el sindicato.
Por ejemplo, el lector o
investigador que recurra a esa información que se supone abierta a los
ciudadanos, no podrá ver la cláusula 251 BIS en la que Pemex se compromete a
darle dinero al dirigente para los gastos de las festividades del 1 de mayo y
el 18 de marzo. Y se trata de cantidades con seis ceros.
Su reinado es tan grande que
en la última década, jamás prosperaron las denuncias ante la Procuraduría
General de la República de instituciones como la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos, la Alianza Nacional Democrática de Trabajadores Petroleros,
la Gran Alianza Nacional Petrolera, la Unión Nacional para el Desarrollo Social
de Trabajadores de la Industria Petrolera y el movimiento Petroleros Activos en
Evolución por un México Nuevo, entre otros.
Y es tan fuerte que seguirá
hasta 2024, según aprobaron las 36 secciones del sindicato en diciembre pasado.
Ese año habrá cumplido 31 años en la silla principal de una organización que
garantizó votos y hasta trianguló dinero para campañas a favor del Partido
Revolucionario Institucional (PRI) en el escándalo conocido como “Pemexgate”.
Ese año, AMLO habrá concluido su mandato.
Con tales características,
Romero Deschamps se convirtió en uno de los pilares del sistema sostenido en el
pasado por gobiernos emanados del PRI y Acción Nacional. Pero si el virtual
Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, cumple con las
palabras dichas el 27 de mayo en Veracruz, este reinado está por caer.
(SIN EMBARGO/ REDACCIÓN / 14 DE SEPTIEMBRE 2018)