Distrito Federal—
Solicitado por el Instituto Federal Electoral (IFE), un estudio de la empresa
Deloitte sobre la estructura del organismo revela un desorden administrativo
que causa impacto en el costo de operación, duplicidad de funciones,
ineficiencia en el funcionamiento de áreas claves como la dirección ejecutiva
de prerrogativas, importantes recursos destinados a la supervisión del
instituto –con efecto muy reducido– y la necesidad no sólo de compactar áreas,
sino de desaparecer otras que se consideran inoperantes.
El informe de la
empresa –realizado a un costo de 16 millones de pesos– tiene días en poder de
los consejeros, pero el resultado es tan adverso que determinaron considerarlo
confidencial, aunque la empresa sostiene que comenzar a aplicar los cambios
permitiría al IFE ahorrar poco más de 2 mil millones de pesos en seis años.
El documento
considera incluso que hay demasiado personal en la jerarquía de mando del
organismo, al punto de sugerir desaparecer un nivel en órganos centrales
prácticamente en lo inmediato: 2014.
Las sugerencias de
Deloitte para hacer eficiente la operación del IFE enfrentan en algunos casos
objeciones legales, ya que, entre otras cosas, se cuestiona la permanencia de
la dirección ejecutiva de organización electoral, cuando sus funciones son temporales,
sólo que ésta tiene su sustento en la legislación electoral vigente.
El estudio plantea
la necesidad de fusionar esa dirección ejecutiva con la de capacitación
electoral y educación cívica, pues en ambos casos hay tareas temporales que no
son reconocidas administrativamente.
Se asume que ello
implica cambios legales, pero recomienda crear una sola estructura que
compagine ambas, con el consiguiente ahorro de recursos y la mayor eficiencia
operativa, dada la necesidad de una función integral (de hecho, en periodo
electoral las comisiones de consejeros que corresponden a ambas áreas se
fusionan).
Más adelante el
documento apunta que la dirección ejecutiva de prerrogativas y partidos
políticos representa un alto costo para el instituto, en buena medida por
ineficiencia en el área de pautado de spots, pero igualmente por la exigencia
legal de monitorearlos. Por las características de esta área, el cumplimiento
de las modificaciones sugeridas tendría cabal cumplimiento en 2018.
En otros casos, para
Deloitte hay áreas que carecen de razón de ser, y plantea al IFE desaparecerlas
a partir de enero: la dirección del secretariado y del Centro para el
Desarrollo Democrático. En 2013, ambas ejercieron 44.4 y 40.2 millones de
pesos, respectivamente .
Otro foco de
atención es la imperiosa necesidad de hacer más eficiente la coordinación entre
áreas centrales y los órganos desconcentrados, amén de que en la asignación de
recursos para estos últimos refleja diferencias importantes que deben
corregirse.
En vísperas de la
conclusión de la gestión de Leonardo Valdés al frente del IFE, el estudio sobre
la estructura del instituto también alerta sobre la multiplicación de áreas
administrativas en áreas sustantivas. Además de la duplicidad, en algunas hay
falta de rumbo y escaso control.
Sugiere consolidar
áreas para mejor aprovechamiento de recursos humanos y administrativos, así
como impulsar un mayor aprovechamiento de tecnologías de la información.
Por ello, propone
integrar una sola área de administración de recursos humanos adscrita a una
única dirección ejecutiva. Ambas medidas permitirían al IFE desempeñarse con
cerca de 25 por ciento menos en sus estructuras de soporte, con un ahorro de
alrededor de 2 mil millones de pesos en seis años.
En otros rubros,
Deloitte también advierte sobre ineficiencia en materia de comunicación, debido
a que sus capacidades no son suficientes y su distribución en la estructura
organizacional del IFE no es correcta. Por ello, plantea que se reordenen las
funciones de difusión y al mismo tiempo se consolide la comunicación
organizacional dentro del organismo electoral.
(EL DIARIO,
EDICION JUAREZ / La Jornada | 2013-10-28 | 22:26)
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