El homicida seguía trabajando en Seguridad Pública Municipal como si nada hubiera pasado.
ENSENADA.- A sangre fría, sin
ningún miramiento, el agente municipal Bryan Iván Escobar Carrillo
disparó y dio muerte al oficial de Marina, asignado al grupo de Búsqueda
y Rescate de la Armada de Mé-xico, Marcelo Flores González, para
robarse el pick up que estaba ofertando para su venta; los hechos
ocurrieron el pasado 13 de septiembre y el cuerpo del marino fue
encontrado en El Salitral con dos disparos en el rostro.
Los primeros datos que re-veló la Procuraduría General de Justicia
del Estado (PGJE) indican que anteayer fueron informados que un sujeto a
bordo del pick up robado al oficial de Marina estaba cargando gasolina,
por lo que los agentes ministeriales encargados del caso se aprestaron a
localizarlo, encontrándolo todavía en la bomba de la gasolinera
Servicio Cortez, ubicada sobre la avenida del mismo nombre, siendo
detenido y al revisar la unidad motriz le encontraron dos armas de
fuego, una calibre .38 tipo escuadra y otra del mismo calibre pero
revólver, igual a la que fue utilizada para matar al hombre.
El agente municipal, quien había ingresado a la Secretaría de Seguridad Pública Municipal el 2 de marzo del 2012 luego de haber pasado múltiples exámenes psicológicos y de confianza, al verse acorralado reveló que las armas las había comprado en Tijuana y que había matado al segundo comandante auxiliar del grupo de Búsqueda y Rescate de la Armada de México con el revólver calibre .30 especial asegurado.
Escobar Carrillo, quien había sido en su momento Marino, declaró que el pasado 11 de septiembre vio que una persona estaba vendiendo un pick up Frontier color arena en una página electrónica, por lo que se contactó con el dueño de la unidad motriz y acordaron verse el 13 del mismo mes en la Macro Plaza; ahí el agente municipal le pidió al oficial de la Marina ir al Salitral para “calar” la suspensión del pick up, a lo cual accedió Flores González.
Ya estando en el camino de terracería el agente municipal, quien iba manejando, detuvo su marcha y se bajó para verificar la suspensión, siendo seguido por el hoy occiso, sin que éste se diera cuenta que el policía ya había sacado un arma de fuego de una bolsa de tela, “cuando ambos estuvieron abajo del vehículo el policía municipal le disparó a quemarropa en dos ocasiones, una en la cabeza y otra en la mandíbula; por el mismo grosor del calibre en ese momento cayó muerto”.
Desde el 13 de septiembre la PGJE siguió investigando y el oficial, ahora detenido, siguió acudiendo a trabajar a la Secretaría de Seguridad Pública Municipal como si nada pasara con pick up nuevo.
El director de Seguridad Pública Municipal, Alfredo Rosales Green, presente en la rueda de prensa donde fue revelado el esclarecimiento del homicidio del oficial de Marina, fue el primero en aceptar que el detenido era un agente municipal en activo: “Como en Ensenada todo se sabe quiero decirles de una vez que el detenido es policía, asignado primero a Ojos Negros y luego en noviembre del 2012 se le mandó a El Sauzal”.
Sobre la posibilidad de que este asesinato haya sido en contubernio con otro policía municipal, la subprocuradora de Justicia Lidia Gallegos Aguilar negó que esto sea posible, porque al menos las primeras investigaciones y declaraciones hechas por el detenido revelan que lo mató para quedarse con su pick up y que lo hizo él solo.
No era el arma de cargo con la que disparó al Marino y las pertenencias las tomó el policía municipal y las fue a tirar a un costado de la carretera que conduce a la Cuesta del Tigre, siendo éstos dos celulares y una cartera.
(EL MEXICANO/ Fernando ESCOBEDO CAMACHO /28 de Septiembre 2013)
El agente municipal, quien había ingresado a la Secretaría de Seguridad Pública Municipal el 2 de marzo del 2012 luego de haber pasado múltiples exámenes psicológicos y de confianza, al verse acorralado reveló que las armas las había comprado en Tijuana y que había matado al segundo comandante auxiliar del grupo de Búsqueda y Rescate de la Armada de México con el revólver calibre .30 especial asegurado.
Escobar Carrillo, quien había sido en su momento Marino, declaró que el pasado 11 de septiembre vio que una persona estaba vendiendo un pick up Frontier color arena en una página electrónica, por lo que se contactó con el dueño de la unidad motriz y acordaron verse el 13 del mismo mes en la Macro Plaza; ahí el agente municipal le pidió al oficial de la Marina ir al Salitral para “calar” la suspensión del pick up, a lo cual accedió Flores González.
Ya estando en el camino de terracería el agente municipal, quien iba manejando, detuvo su marcha y se bajó para verificar la suspensión, siendo seguido por el hoy occiso, sin que éste se diera cuenta que el policía ya había sacado un arma de fuego de una bolsa de tela, “cuando ambos estuvieron abajo del vehículo el policía municipal le disparó a quemarropa en dos ocasiones, una en la cabeza y otra en la mandíbula; por el mismo grosor del calibre en ese momento cayó muerto”.
Desde el 13 de septiembre la PGJE siguió investigando y el oficial, ahora detenido, siguió acudiendo a trabajar a la Secretaría de Seguridad Pública Municipal como si nada pasara con pick up nuevo.
El director de Seguridad Pública Municipal, Alfredo Rosales Green, presente en la rueda de prensa donde fue revelado el esclarecimiento del homicidio del oficial de Marina, fue el primero en aceptar que el detenido era un agente municipal en activo: “Como en Ensenada todo se sabe quiero decirles de una vez que el detenido es policía, asignado primero a Ojos Negros y luego en noviembre del 2012 se le mandó a El Sauzal”.
Sobre la posibilidad de que este asesinato haya sido en contubernio con otro policía municipal, la subprocuradora de Justicia Lidia Gallegos Aguilar negó que esto sea posible, porque al menos las primeras investigaciones y declaraciones hechas por el detenido revelan que lo mató para quedarse con su pick up y que lo hizo él solo.
No era el arma de cargo con la que disparó al Marino y las pertenencias las tomó el policía municipal y las fue a tirar a un costado de la carretera que conduce a la Cuesta del Tigre, siendo éstos dos celulares y una cartera.
(EL MEXICANO/ Fernando ESCOBEDO CAMACHO /28 de Septiembre 2013)
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