viernes, 31 de mayo de 2013

EL POZO

Agencias

Guadalupe, Nuevo León.- Allá por el año de 1965 había en el amplio patio de una escuela primaria en Guadalupe, Nuevo León, una antigua noria. Nadie sabía quién la instaló en aquel sitio, pero ya estaba ahí cuando llegaron los primeros vecinos al sector.

Cuando la conocí, a principios de los años 70, ya casi no tenía la bardita perimetral que no permitía que uno se cayera con todo y cubeta al pozo, sólo unos cuantos ladrillos quedaban al descubierto.

En alguna ocasión me mandaron a traer agua a ese lugar, pero como cada vez se volvía más peligroso, optaron por comprarle el agua a don Chente, quien la acarreaba hasta las casas vecinas de otro pozo ubicado a unos 50 metros del lugar.

Este robusto señor de manos callosas por el duro trabajo que realizó de bracero en los campos agrícolas en los Estados Unidos, era un hombre tranquilo y de buen corazón.

Contaba el viejo don Vicente en esa época con algunos 65 años, más o menos, sin embargo, no le aflojaba a su labor de cargar dos cubetas de lámina, que colgaban de un grueso madero acomodado en sus hombros.

Algunas noches, cuando el cansancio lo vencía, se sentaba en la banqueta de las casas y platicaba a los muchachos y chiquillos historias de terror de las que él tenía memoria.

Como el caso del hombre sin cabeza que veía al pie de la antigua noria, de cómo lo había confundido con otra persona cuando estaba agachado simulando sacar agua del pozo. El problema empezó cuando el individuo aquél se enderezó y con la clara luz de la luna advirtió que sobre los hombros no tenía cabeza.

Según decía, aventó los botes y salió corriendo de ahí y no regresó por ellos hasta el día siguiente, cuando el sol de la mañana iluminó el paraje.

La población creció y la modernidad llegó a la colonia, se instaló la red de agua potable, el drenaje y la luz mercurial con su brillo ambarino iluminó las calles y avenidas. Entonces ya no fue negocio traer agua de la noria, don Chente quién sabe a dónde iría, pero el pozo permanecía siempre en su lugar.

En algunas ocasiones la gente que vivía en una callecita aledaña aseguraba ver la sombra de una persona entrar a ese sitio y no volver a salir.

Incluso, decían que en las noches de luna llena escuchaban el llanto de un niño salir de las oscuras profundidades. Algunos se aventuraron a ir pensando que accidentalmente un niño había caído al fondo y necesitaba ayuda, mas cuando llegaban, se daban cuenta que el espejo de agua estaba en total quietud. Asustados regresaban a sus casas y de inmediato ponían una vela al santo de su devoción y rezaban fervorosamente por el descanso de aquella alma en pena.

Doña Petra, otra vecina del sector, juraba que en la madrugada observaba que en el añoso árbol de mezquite que estaba a unos 7 metros de la noria, se paraban a cuchichear un par de brujas. Ahí estaban platicando y riéndose quién sabe de qué hechicerías, pero decía que del miedo que le daba, cerraba las ventanas de su casa a piedra y lodo y se metía a la cama en medio de oraciones.

En aquellos años la primaria no contaba con malla ciclónica en todo el perímetro, incluso, existía en el patio un puente que cruzaba un arroyo y que permitía el paso de la gente en época de lluvias. Cerca de ahí estaba el viejo pozo, por eso, muchos de los que cruzaban en la noche observaban unas luces extrañas que subían y bajaban acompasadamente.

Los años pasaron y la noria perdió totalmente la bardita, quedó sólo el pozo en medio de una lomita y un zacatal. Entonces se volvió un peligro para la multitud de chiquillos que curiosos iban en busca de los “mostros” que guardaba en su oscuro y húmedo interior. La dirección de la escuela mandó construir entonces una especie de losa (o lápida como dirían los alumnos) para que cubriera el boquete.

El tiempo acabó por cubrirla completamente de tierra y olvido, pues su historia se perdió con las nuevas generaciones.

Sólo algunas personas saben dónde estuvo ubicada, y cuentan que aún hoy, puede verse la sombra de una persona salir de la tierra y encaminarse por los pasillos de la escuela hasta donde está la otra noria.
 
(ZOCALO/ Agencias/ 05/04/2013 - 04:00 AM)
 

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