- Hundió al ayuntamiento en el desprestigio
- Funcionarios ya hacen lo que quieren
- Agua potable para Cabo San Lucas, nunca
San
José del Cabo, B.C.S.- Definitivamente el priista Antonio Agúndez
Montaño, alcalde de Los Cabos, no pudo enderezar el barco y ha
ratificado al actual ayuntamiento de Los Cabos como el peor gobierno
municipal en la historia reciente, que rebasa en ineficiciencia incluso
al de Loreto.
A pesar de contar con buena recaudación vía impuestos, derechos y
participaciones, el alcalde Antonio Agúndez junto con su tesorero
municipal Gerardo Manríquez Amador han centralizado todas la decisiones,
lo que convierte al gobierno municipal en un verdadero elefante blanco,
donde los funcionarios hacen lo que les viene en gana.
Desde el primer año de su gobierno se le recomendaron cambios en los mandos medios, situación que no fue tomada en cuenta y solo se hicieron algunas modificaciones cosméticas que no solucionaron el problema de inmovilidad que existe actualmente. Aunque lo ideal hubiera sido cambiar de alcalde.
Desde el primer año de su gobierno se le recomendaron cambios en los mandos medios, situación que no fue tomada en cuenta y solo se hicieron algunas modificaciones cosméticas que no solucionaron el problema de inmovilidad que existe actualmente. Aunque lo ideal hubiera sido cambiar de alcalde.
Como ejemplo está la oficina de comunicación social, que está a cargo
de un improvisado de nombre Javier Ruíz Almanza, que luego se supo que
se trataba de un recomendado por la regidora Anel Marrón. Este director
es uno de los responsables de la mala imagen de la administración
municipal, a pesar de contar con un millonario presupuesto.
Otra oficina que brilla en deficiencias, es el Instituto de la Mujer
que es manejado por una inexperta y poco conocedora en esos menesteres
de nombre Dominga Zumaya Alucano, conocida en el mundo de las invasiones
con el nombre clave de “LA CHONA”. En esa oficina todo el presupuesto
es gastado únicamente en salarios, pues ningún programa está
funcionando.
El actual gobierno municipal no realiza obra pública. No hay nada que
lo distinga de las demás administraciones, salvo el grado de ineptitud,
apatía y desdén a la ciudadanía.
Del agua potable ya ni siquiera vale la pena tocar el tema.
Pregúntenle a los residentes de Cabo San Lucas para que conozcan la
imagen que tienen del alcalde.
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