Verdades y mentiras que enganchan incautos
Existe toda una gama de personajes extraños que condenan, defienden y
se valen de las “ciencias ocultas” para ganar jugosas cantidades a
costa de quienes creen en sus poderes. Brujos, hechiceros, santeros y charlatanes, aunque usted no lo crea, existen y lo están esperando…
La brujería es una práctica que desde la antigüedad ha venido
adaptándose a las nuevas generaciones. Se trata de un oficio que captura
la imaginación y posee infinidad de adeptos en nuestros días; desde
empresarios, políticos, narcotraficantes, profesionistas y ejecutivos,
hasta personas de a pie.
En Culiacán se trata de una práctica constante cuyas evidencias se hallan entre las criptas de los panteones locales.
Leopoldo Tostado, encargado del Panteón Civil de Culiacán, camina
sobre las criptas que para él se han vuelto elementos comunes;
acostumbrado a la rareza del paisaje relata despreocupado a Ríodoce los hallazgos de figuras extrañas y restos de animales que son una constante en dicho mausoleo:
“Pues sí me ha tocado ver muchas cosas: monitos enterrados con
alfileres en las cabeceras de las tumbas, frascos con orines y sangre,
algunos con franjitas de cabello, pedazos de ropa; aquí en la entrada
del panteón una vez dejaron una cabeza de un cochi en un plato con
monedas alrededor, un cuerpo de un pollo sin cabeza y cosas por el
estilo, la gente dice que son cosas de brujería”.
El contexto influye: psicólogos
Luis Eduardo Vásquez Perea, psicólogo y docente de la Universidad
Autónoma de Sinaloa, considera que estas prácticas representan un escape
a la angustia social que se vive en el día a día:
“Sobre todo en Sinaloa que hemos vivido la guerra del narcotráfico y
eso crea un miedo en la población, y dependiendo a veces del grado de
educación, de la cuestión familiar, de la crianza, pueden de alguna
manera u otra impulsar a ciertos individuos a ser presa fácil de esta
especie de sectas o grupos que realizan algunas actividades de esta
naturaleza”, explicó.
Vásquez Perea considera que en cierto modo las instituciones, los
organismos de control y administración, así como la sociedad en general,
son en parte responsables de que sigan ocurriendo estas prácticas ya
que no se han generado las condiciones para evitarlo.
“Obviamente también ahí hay un descuido por parte de nosotros como
sociedad: dígase escuelas, empresas, Gobierno, familias, instituciones,
de brindar otro tipo de alternativas, de esparcimiento, de diversión, de
convivencia a la población, hay que recordar que a mayor educación,
menor práctica de este tipo de actividades”, detalló.
Por su parte Luis Román Molina, psicólogo clínico de la iniciativa
privada, explicó que las personas al unirse a estos grupos o a estas
prácticas, normalmente impulsadas por el deseo de pertenecer a ellas, se
dejan manipular y corren el riesgo de ser explotadas por charlatanes.
“Les prometen que van a poder hablar con sus difuntos, sin embargo,
lo único que están haciendo es perturbar una elaboración sana de duelo y
por tanto prolongan el dolor y no logran formar nuevos vínculos
afectuosos con otras personas”, señaló.
Román Molina coincide con Vásquez Perea en el factor educación y es que comentó que este influye visiblemente, aun cuando no se trata de una regla establecida.
Hacen daño los brujos negros
Raquel González Hernández, psicóloga y trabajadora de una conocida boutique esotérica de Culiacán, señala que estas prácticas lamentablemente
son comunes y al mismo tiempo se vuelven autodestructivas para quienes
incurren en ellas, razón por la cual hasta el local donde ella labora
llegan muchas personas afectadas buscando su ayuda.
“Lo que nosotros hacemos es metafísica aplicada, no es brujería, no
es magia; nosotros creemos y aceptamos que después de Dios, lo único más
fuerte que existe es el cerebro”, detalló.
González explicó que las curaciones que se realizan en esta
boutique esotérica son mediante técnicas de aromaterapia, reflexión,
oraciones y meditación: “estas permiten curar las dolencias físicas y
espirituales”, mencionó.
La experta en temas metafísicos comentó que hay muchas personas que
se anuncian en los periódicos o en otros medios de comunicación
ostentando cosas imposibles: prometen hacer regresar al amor perdido,
sin embargo, esto no es real:
“Solo son charlatanes que lamentablemente dañan la reputación del
trabajo metafísico —aseguró—, eso no existe, aunque tú por mucha fuerza
que tengas o por muchas velas que estés quemando para ofrecerlas a
algunas deidades, no es cierto, además el amor no se hace a la fuerza.
Se supone que si existen magias, si existen cosas, y hay quien las
persigue para hacerlas, pero no aplican la frase de “con la voluntad de
Dios y sin dañar a nadie”… porque sí dañan a los demás”, agregó.
Asegurando ser expertos en magia blanca, roja y negra, prometen
respuestas a las personas necesitadas de apoyo, señalan que con el
nombre y apellido de él o ella regresará al lugar donde se encuentre y
sin importar con quien esté, esto incluso en lapsos cortos de 180
minutos.
Contactos con el más allá
Muchas personas también recurren a estas prácticas con la finalidad
de entablar contacto con familiares o personas queridas fallecidas, sin
embargo, esto resulta sumamente difícil y no cualquiera puede lograr
este tipo de contacto, consideró Raquel González:
“Pero si hay veces que uno no se comunica con los del más acá,
imagínate a la inversa, para eso se necesita mucho estudio, mucha
preparación y yo creo que la mejor comunicación que puedes tener con un
espíritu es la oración para que lo dejes descansar en paz y sobre todo
acercarse a Dios, pero de eso a que yo quiera que fulanito se levante y
me diga dónde quedó el dinero o que me diga quién lo mató y dónde lo
mató, pues yo siento que ahí estaríamos pensando en cosas que no son
realidad”.
Dijo además que nadie puede lograr determinar la fecha de muerte de
otras personas o prologar la vida de las mismas, todo esto es parte de
la misma charlatanería.
Fraudes de televisión
Un adivinador que ofrece sus servicios en televisión invierte
alrededor de 80 mil a 100 mil pesos mensuales en tiempo aire de 26
minutos diarios, esto de acuerdo con lo expuesto por un ejecutivo de una
televisora local.
“Las personas que se hacen pasar por astrólogos compran los espacios
de 26 minutos diarios, invirtiendo alrededor de 80 a 100 mil pesos
mensuales; debe ser un negocio redituable porqué siguen invirtiendo”,
opinó.
“Compran los espacios por temporadas porque, según me han comentado,
se van a otros estados a seguir trabajando. Hace poco vino uno
pidiéndome que le fiara, me dijo que le había ido muy mal pero que en
cuanto se alivianara me pagaba todo. Yo le dije: “Ai’ta cabrón, no que
tienes el don de la buena suerte. Él agarró sus cosas enojado y se fue”,
comentó el ejecutivo.
Verdad o mentira se trata de un negocio en el que se mueve dinero,
uno que engancha y del que los psicólogos aseguran, es muy difícil
escapar.
(RIODOCE/
Manuel Aceves / noviembre 3, 2013)
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