miércoles, 6 de noviembre de 2013

¿ CHOQUE DE BARCOS EN PICHILINGUE,BCS ?

2 - 1 terminal de pichilingueABCdario

API-BCS

  • ¿Choque de barcos?
  • ¿U otras colisiones?
A Carlos Alberto García, por su pasado onomástico. ¡Felicidades campeón!

Ayer –en medio de las borrascas que ha provocado la homologación del IVA– una de las notas más destacadas que aparecieron en los principales cintillos de primera plana de los diarios locales, que le restó importancia a la nota de la tormenta tropical “Sonia”, fue el choque de dos buques (Santa Marcela y Kinaros) en los atracaderos del muelle de la API en Pichilingue. A decir de la nota, fue un “simulacro de gabinete”.

Menos mal, porque lo que preocupa –¡y vaya que preocupa!– en los alrededores de la empresa (API), no son las “colisiones” de buques sino los veneros de recursos que salen a borbotones pretextando “obra social”. Desde siempre la API ha financiado campañas políticas y abultado numerosas cuentas bancarias personales bajo el pretexto de hacer “obra social” sin transparentar ni rendirle cuentas a nadie. Lo de la “colisión” de buques fue, como bien dice la nota de Aracely Hernández, de El Sudcaliforniano, un “simulacro de gabinete”.
Lo que  no es un simulacro –ni nunca ha sido– es la “ordeña” constante de recursos que salen de la empresa bajo cualquier pretexto o capricho, así se trate de construir una plaza pública en una apartada comunidad, la remodelación de alguna oficina pública o cubrir los gastos de un crucero por el Caribe. Lo curioso es que el destino final de los recursos –que tampoco son poca cosa– nadie los conoce, nadie los investiga y al parecer a nadie le importan. Quinientos millones de pesos al año que así como entran a la empresa salen sin rendirle cuentas a nadie.

Ya es hora de que el Congreso del Estado –más ocupados en entregar “medallitas” que legislar en favor de los intereses de los sudcalifornianos– se aplique en el tema y ponga orden en ese barril sin fondo en que se ha convertido la API. El inicio adelantado de las campañas políticas y el “fondeo” de recursos comienzan a dar pie a historias de nuevo cuño de escandalosos atracos en la Administración Portuaria Integral.

Lo que pasa o dejar de pasar al interior de la empresa que se ha convertido, como ocurre en aquella célebre zarzuela española, de que ya “todo Madrid lo sabe”, no es ningún secreto para nadie. Y es que, a casi tres años de “tarascones” y “ordeñadas” constantes, sin freno de ningún tipo ni límites de tiempo, nada ni nadie podrá contener los escándalos que se avecinan.

Hasta hoy, en medio de borrascas y aguas alebrestadas, la API ha corrido con suerte y con el viento a favor. Lo que no se sabe es si correrá con mejores mares en las semanas y meses por venir cuando las aguas nuevamente se alebresten por los “tiempos” políticos que corren a la par de campañas de linchamiento político que sólo ofuscan cualquier punto de acuerdo o negociación.

Por lo pronto, la API sigue construyendo “obra pública” dándole de vez en cuando una que otra “remozadita” a los atracaderos sin reparar en los riesgos de que buque insignia API-BCS quede sin amarras y sin timón, en un mar embravecido por tormentas políticas en las que sólo les quedará la manida excusa, más no la justificación, de gritar desde proa “Soy el responsable del timón, más no de la tormenta”. ¡Que tal!

Para cualquier comentario, duda o aclaración, diríjase a abcdario_@hotmail.com

SOBRE EL CABRESTO
 
Un abrazo a José Carlos Cota Osuna y Carlos Buchelli, amigos entrañables……Salud.

  (COLECTIVO PERICU/ Columna ABCdario de Victor Octavio García/ )

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