Felipe Larios
La comunidad Concaac de Punta Chueca estará conectada a partir de la mitad de
este año con una carretera pavimentada.
El regidor étnico de la comunidad Concaac de Punta
Chueca, Sonora.
Hermosillo • La comunidad Concaac de Punta Chueca tendrá que
enfrentar la modernización y luchar para preservar las tradiciones como son la
lengua, las actividades de pesca y la convivencia con el medio natural, refirió
David Morales Astorga, regidor étnico en el cabildo de Hermosillo.
La comunidad Concaac está compuesta por unos dos mil individuos en dos
asentamientos: El Desemboque y Punta Chueca, sitio este último donde a partir de
mediados de año estará conectado mediante una carretera pavimentada con el
"mundo civilizado".
La comunidad de Punta Chueca está ubicada frente a la Isla del Tiburón que
desde 1978 fue declarada patrimonio de la tribu, que explota la cacería
cinegética y la conservación de especies endémicas tanto de la isla como de la
zona del Canal del Infiernillo, donde los biólogos han identificado más de 400
especies nativas del lugar.
Morales Astorga, quien además de ser regidor es miembro del gobierno
tradicional de esta etnia cuyos origen milenarios no están cabalmente
establecidos, reconoció que hay diálogo con el gobierno estatal pero que la
comunidad aún vive en situaciones muy precarias.
"Primero tenemos que fortalecer nuestra identidad, nuestras costumbres y
conservar nuestra autonomía, vamos a enfrentar la modernidad pero la gente
nativa está consiente que lo principal es conservar la identidad y la
autonomía", comenta Morales Astorga.
Ubicada a unos 140 kilómetros al norponiente de la capital del estado, el
territorio de la comunidad Concaac de Punta Chueca ha sido utilizado, por mar y
tierra, por bandas de narcotraficantes que navegan en lanchas rápidas desde el
Canal del Infiernillo hasta el Golfo de Santa Clara con cargas de drogas.
Y en su paso por esos lugares, los traficantes han dejado la semilla de la
adicción entre mujeres, niños y adultos que se han aficionado a fumar marihuana
y cristal y aspirar cocaína, generando un grave problema de salud pública.
Morales Astorga reconoce que las comunidades Concaac enfrentan problemas de
uso de drogas y refiere que con la llegada de la carretera el asunto se pudiera
salir de control.
Pero añade que gobierno tradicional está muy atento a la llegada de la
carretera y con ello el contacto directo con la modernidad.
"Somos una etnia ligada a las tradiciones, vivimos frente a la Isla del
Tiburón y nos dedicamos a la pesca, la artesanía y la conservación de la
naturaleza, somos hijos del sol y conservaremos nuestra autonomía e identidad",
dijo finalmente en su lengua.
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