Entre 2007 y 2012 la captura de menores de edad por delitos contra la delincuencia organizada creció en un 100 por ciento, de 806 a mil 604 en todo el país
Ante las bajas penalidades que autoridades de México y Estados Unidos imponen a menores de edad, cada vez es más frecuente que los cárteles y las 47 células delictivas oficialmente contabilizadas, usen a los adolescentes de clase baja, media y media alta en crímenes de delincuencia organizada. En Baja California informan que el reclutamiento ha repuntado en los últimos 18 meses. En los centros de atención para adolescentes bajacalifornianos hay 69 internos por homicidio y 287 presos por robo, en total 417 adolescentes presos
Rosario Mosso Castro/ Cristian Torres Cruz
“…para poder mantenerme me puse a trabajar como tirador de globos de
cristal y esto lo hago desde que tenía como seis o siete años de edad”,
declaró el 10 de marzo de 2013 “El Morro”, adolescente de 16 años
detenido tras su participación en el asesinato del hijo del dueño del
Bar Ruta 6, ubicado en la calle sexta de Tijuana.
En su versión ministerial detalló que entre los años 2004 y 2007:
“…le trabajaba a un muchacho que le decían ‘El Güero’ o ‘El Díler’, él
está detenido en la Penitenciaria por Robo con Violencia…por vender
globos de cristal, chiva y mota me pagaba 10 pesos por cada globo de
cristal que vendía en cincuenta pesos y de cada seis veintes de
marihuana que vendiera me quedaba con un veinte”, aseguró que en dos
horas de “trabajo” podía reunir de mil a 2 mil pesos.
Ya en 2008 con apenas 11 ó 12 años: “…comencé a comprar cristal por
mi cuenta con mi propio dinero e inclusive cruzaba a Estados Unidos 1.6
Gramos de Cristal y llegue a cruzar hasta 7 gramos de Cristal y de 4 a7
onzas de marihuana me los ocultaba en mi cuerpo…yo me ganaba como
seiscientos dólares cada dos o tres días, que era el tiempo en que
recolectaba el dinero”.
Como este mozalbete de nombre Antonio nació en San Diego, California
allá asistía a la escuela: “….esto lo hice como un año, pero dejé de
hacerlo por que salí mal en la Escuela Sweetwater (2900 Highland Ave
National City, CA 91950, Estados Unidos) porque me querían matar porque
no les estaba pagando piso; allá se mueven por barrios”.
Para el año 2009, cuando la pugna interna del CAF estaba a toda saña,
se reintegró a la venta de droga al menudeo. Con Julián, un amigo que
vendía nieves y comida china, decidió vender cristal en la colonia
Obrera Tercera Sección:
“…vendía hasta 8 mil pesos de droga y “a mí solo
me tocaban mil 300 pesos”, por eso cambió de patrón. Desde 2010,
Rosendo Campos Zepeda “El Chendo” (capturado 22 de diciembre de 2012) le
entregaba paquetes, él hacia sus bolsitas de dosis, y les ponía menos
droga para ganar más.
En su confesión ministerial el joven criminal llamado “Antonio”
explicó que había iniciado su carrera de asesino a los 15 años en una
célula del cártel de Sinaloa. Crudo el dato: confesó que a partir de
marzo de 2012 había participado en 9 homicidios en calidad de puntero.
Según él, al principio sus cómplices mataron a gente del cártel
Arellano Félix y después de la pugna sangrienta, entre dos células
sinaloenses, la de “El Chapito” y “El Atlante”.
Antonio había visitado “los separos” en tres ocasiones: primero, por
posesión de marihuana, cuatro días y regresó a la calle; la segunda vez
lo que le decomisaron fue cristal, otra vez 96 horas y salió a
delinquir; la tercera ocasión portaba un arma corta, algunos movimientos
legales y de nuevo retornó a la calle en menos de una semana.
Las autoridades apenas y voltearon a verlo, formaba parte de los 130 a
150 menores de edad detenidos al mes en Tijuana por estar implicados
en algún tipo de delito.
“Tony” es uno entre cientos de casos de jóvenes reclutados por el crimen organizado en Baja California.
Cuando fue capturado por homicidio, “El Morro” vivía en casa de sus
abuelos en la colonia Obrera Tercera sección de Tijuana, con su pareja,
una muchachita de apenas 14 años quien actualmente tiene cuatro meses y
medio de embarazo, la madre de esta niña también residía en el inmueble y
formaba parte de las bocas que mantenía el joven de 16 años, vendiendo
droga.
Los niños perdidos, números
En Baja California casi 70 menores de edad están bajo tratamiento en centros para adolescentes por el delito de homicidio.
Los adolescentes son carne de cañón, traficantes y matones
desechables, una tropa de descartables cuyo reclutamiento le reditúa
dinero y ahorro en recursos a los cárteles y sus 47 células delictivas
en Baja California, pero el fenómeno de la utilización de niños no ha
logrado sensibilizar a las autoridades locales, “todos los grupos
reclutan niños” y tienen su pequeño ejército de menores de edad, dicen
fríamente en la Secretarías de Seguridad del Estado y la Municipal de
Tijuana.
En los Centros de Diagnóstico para Adolescentes
(Mexicali-Tijuana-Ensenada) y el Centro de Ejecución de Medidas para
Adolescentes (Mexicali) un total de 417 menores entre los 14 y 18 años
se encuentra internos por haber sido comprobada su participación en
algún delito:
* 287 están por robo.
* 69 por homicidio.
* 21 por violación.
* 20 por delitos contra la salud.
* 9 por robo de vehículo.
* 7 por secuestro.
* 2 por violación a la Ley Federal de armas de Fuego.
* 2 por allanamiento en propiedad ajena.
* 34 son reincidentes.
Pero no todos los menores detenidos como presuntos
infractores-delincuentes llegan a los centros de readaptación, aunque sí
son capturados por las policías preventivas.
En Tijuana en los primeros tres meses del 2013, la Policía Municipal
arrestó y presentó a 378 muchachitos. Las sospechas: tres de ellos en
asesinatos, 89 en algún tipo de robo y 99 en posesión de droga. Y en el
mismo municipio, solo en el primer mes del presente año, la Procuraduría
del Estado inició proceso contra 22 menores por delitos contra la
salud, 11 resultaron reincidentes y 21 adictos.
México: Crecen 100 por ciento participaciones de adolescentes en crimen organizado
En informe solicitado el 25 de febrero de 2013 por una fuente no
citada, a la Procuraduría General de la República (PGR) a través del
Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos
Personales (IFAI) la procuraduría informó que entre 2007 y 2012 la
captura de menores de edad por delitos contra la delincuencia organizada
creció en un 100 por ciento, de 806 a mil 604 en todo el país.
En 2007 Baja California ocupaba el quinto lugar en menores de edad
presos por delitos federales, pero en 2012 ya estaba en el tercero, solo
por debajo de Nuevo león y el Distrito Federal. Y por encima de
Jalisco, Guanajuato y Chihuahua, que seis años atrás lo superaban.
Conforme a las estadísticas expuestas por la PGR los menores detenidos como probables responsables en Caja California fueron:
* Por violaciones al Código Penal Federal; 12 en 2006; 57 en 2007; 84
en 2008; 97 en 2009; 218 en 2010; 165 en 2011; 132 en 2012; y 6 en
enero de 2013.
* Por violaciones a Ley General de Salud: 71 en 2009; 2 en 2012 y 1
en enero de 2013. La PGR no tiene nada registrado en 2006, 2007, 2008,
2010 y 2011.
* Por lesiones, homicidios y violaciones graves: nada en 2006; 11 en
2007; 31 en 2008; 58 en 2009; 37 en 2010; 22 en 2011; 39 en 2012 y 5 en
enero de 2013.
* Y por delitos previstos en la Ley Federal contra la Delincuencia
Organizada; cero en 2006; 68 en 2007; 115 en 2008; 229 en 2009; 256 en
2010; 189 en 2011; 172 en 2011 y 12 en enero de 2013.
Los menores son integrados a la operatividad criminal porque no son
los primeros sospechosos para la policía, no son punibles cuando tienen
menos de 12 años, y para los adolescentes, las sanciones son
considerablemente menores, sacarlos de los centros de atención es más
fácil y más barato.
Las tareas delictivas que se les asignan a los muchachitos: “puntean”
en los homicidios, son los que realizan la entrega final de la droga,
roban, cuidan a los plagiados, y también matan. Para ejemplificar la
cifra negra vale remitirse a lo explicado por “El Morro”, cuando lo
detuvieron por la muerte en el bar de la calle Sexta, el 10 de marzo de
2013, ya había participado en 9 asesinatos en total impunidad, y llevaba
menos de dos años colaborando con los homicidios.
Otra labor que apuntalan los menores es el trasiego a Estados Unidos.
Cruzan droga a Estados Unidos
Jóvenes de 14 a 17 años, de clase media, cada vez son más utilizados
por los cárteles de la droga y por narcomenudistas para transportar
droga en pequeñas cantidades hacia Estados Unidos.
Todos están expuestos a ser reclutados, estudiantes de preparatoria,
de clase media o alta, hijos de profesionales que tienen pasaporte o son
mexicoamericanos. Y jóvenes abandonados producto de hogares destruidos o
problemáticos.
Con la promesa de dinero rápido -200 dólares por cruzar marihuana o
hasta 2 mil dólares para drogas duras– o bajo amenazas, los cargan
usualmente con uno o dos kilos de droga y les dicen que en caso de ser
detenidos pueden salir bajo fianza y en casos extremos pasar entre 3 y 4
meses en prisión como pena máxima.
Sobre la forma en que son contactados los jóvenes, el coordinador de
Vinculación de la Dirección de Seguridad Pública Municipal en Mexicali,
Vicente Valenzuela, indicó que en sus colonias, con los amigos, para los
residentes de colonias periféricas y los hijos de clase media, es
principalmente por las redes sociales.
“Al momento en que las redes sociales se vuelven el periódico de toda
la comunidad y al momento que te condicionan a que si no accedes al
pasar o al verte en un lugar te puede exhibir las fotografías, los
videos y bueno también ellos utilizan seudónimos, empiezan a generar una
personalidad”.
Se refirió específicamente con el reclutamiento de los trasegadores a
Estados Unidos: “Lo importante cuando se citan con estas personas, te
suben al vehículo, te compran un teléfono desechable que lo encuentran
en cualquier punto feliz (Oxxo) y te dicen que no lo puedes apagar hasta
que no estés del lado americano”.
— ¿Se ha detectado esta situación con cocaína o heroína?
“El negocio va a ser metanfetamina y cocaína, ya la goma la pasan en
otros procesos y la marihuana es muy raro que se arriesguen de esa
manera y los que han sido detenidos como gancho llevan marihuana y
cantidades muy pequeñas que no representan una pérdida significativa
para uno que va iniciando o que se dedica al pase de otro tipo de
drogas”.
Mencionó que este proceso se vuelve parte de la economía del delito;
cualquier persona independiente puede comprar la droga en otros estados
del país y distribuirla con facilidad, muchos de ellos con capacidad
menor a los 40 mil dólares, pero que de la misma ganancia van generando
capital.
“Anualmente el promedio es de 105 a 140 jóvenes detenidos, la primera
vez que tuvimos acceso a esta información de parte de las autoridades
de California había más de 100 jóvenes porque eran hijos de
profesionales, hijos de médicos, abogados de gente que no te daba el
perfil para pensar que estaban relacionados con narcotráfico”.
El secretario de Seguridad Pública del Estado, Daniel de la Rosa
confirmó el aumento de la utilización de los jóvenes para pasar estas
pequeñas cantidades de droga a Estados Unidos, que los reclutan por
medio de redes sociales pero incluso se han topado con avisos en
periódicos de la localidad los cuales al momento de detectarlos son
retirados.
En la Secretaría han encontrado que los adolescentes trasiegan
también drogas duras por pagos que van desde los mil a 2 mil dólares y
advirtió que la mano del cártel de Sinaloa se encuentra detrás de la
mayoría de las operaciones de esta índole.
Explotación impune
Los narcotraficantes han sabido sacar ventaja de la tolerancia
incluida en las leyes de menores en México y en Estados Unidos. La
impunidad llega al punto que ni los traficantes ni los familiares que
los reclutan o usan, son procesados como corruptores de menores.
“Artículo 6.- Las niñas y niños a quienes se les atribuya una
conducta tipificada como delito por las leyes estatales, quedan exentos
de responsabilidad conforme a lo dispuesto por esta Ley, sin perjuicio
de las responsabilidades civiles a las que haya lugar”, instruye la Ley
de Justicia para Adolescentes de Baja California.
La medida de tratamiento interno es la más grave, consiste en la
privación de la libertad y la duración de esta medida en ningún caso
podrá excederse de diez años. Además, solo se puede imponer a quienes
tengan o hayan tenido, al momento de realizar la conducta, una edad de
entre catorce años cumplidos y dieciocho años no cumplidos, y siempre
que se trate de alguna de las conductas tipificadas como delitos
calificados como graves: los homicidios, las lesiones contra menores e
incapaces, el secuestro, la violación, el robo con violencia, de
vehículo, pornografía infantil y terrorismo.
El coordinador de Vinculación de la Dirección de Seguridad Pública
Municipal en Mexicali, Vicente Valenzuela señaló que desde hace tres
meses se detectó de manera preocupante la utilización de menores en las
filas del narcotráfico, en especial para cruzar a Estados Unidos.
“La forma de operación de estos grupos es muy similar al que se
estuvo operando en 2007 en Tijuana con jóvenes de preparatorias privadas
y públicas donde seleccionaban a jóvenes con pasaporte o
mexicoamericanos y los presionaban con algunas fotografías de situación
incómoda, los chantajeaban, otros a través de la amenaza directa y la
amenaza hacia un familiar”.
Desde hace 18 meses se han estado agudizando los cruces peatonales
por las garitas Mexicali-Caléxico; se observa a los menores entre 15 y
17 años, y, “es la hora que son detenidos, la parte de migración es
generar alguna conciliación porque son menores, porque es un tema de
justicia, donde los condicionan a los padres de familia para que sigan
un proceso, pero no son remitidos a Consulado”. Indicó Valenzuela que
ante la falta de severidad en las penas en Estados Unidos, esta práctica
es cada vez más común, “no queda un antecedente en los consulados
mexicanos, lo cual es despreocupación, este fenómeno lo puedes ver en
las ciudades fronterizas, pero básicamente Mexicali sigue este modelo”.
El subdirector de la policía municipal de Mexicali, Alejandro Lora,
afirmó que parte de la estrategia de las organizaciones delictivas es
involucrar a los menores en el consumo. Se centran en jóvenes de 14 a 17
años, los cuales en su mayoría consumen marihuana y de ahí avanzan a
drogas más fuertes como el cristal, cuyo precio de 50 pesos la dosis,
los lleva a una adicción.
Alberto Capella, secretario de seguridad pública municipal en
Tijuana, agregó: “Es un problema que lleva mucho tiempo, pero hace mes y
medio detectamos un repunte, a través de información recibida de
detenidos, dijeron que se estaban usando menores de edad particularmente
para entregar droga”.
— ¿Los criminales detectados, usan a menores de 12 años, que no son punibles?
“A mí me da la impresión de que cada vez va sofisticándose más la
operatividad de los delincuentes, el caso de Víctor Manuel García “El
Sargento”, que fue asesinado (17 de abril de 2013) con su hija de 9 años
a la que usaba para entregar droga”.
Lo hacen para despistar: “No es que la policía baje la guardia cuando
ve una familia, pero no es lo mismo si ves a cuatro tipos con
características raras, la reacción mental del policía es diferente,
nosotros lo que estamos haciendo es mandar un mensaje con todos estos
sucesos, se está dando a conocer un modus operandi distinto”.
— ¿Qué tan frecuente es que quienes los usen para delinquir sean los padres?
“Híjole, yo podría asegurar que tiro por viaje. Donde encontramos un
chamaco con problemas hay cierto nivel de permisibilidad del papá, saben
que están mal y no hacen nada y son beneficiarios de las actividades
ilícitas del hijo, que a veces gana más que el papá, es ante de la
descomposición que se está viviendo en ciertas regiones menos
favorecidas por la ausencia de oportunidades”.
Para el Secretario de Gobierno, Francisco García Burgos, existe un
problema en cuanto a las leyes ya que en algunos casos tienden a ser muy
permisivas ante jóvenes que ya cuentan con un perfil delictivo alto,
“el problema que enfrentamos es que hay cuestiones de Ley que protegen a
los menores de edad, no siempre con razón, me viene a la mente en el
caso del joven de 13 años que tenía varios asesinatos, lo dejan salir
porque es menor de edad y a los días aparece muerto”.
Se trata de Jorge Armando Moreno Leos, de 13 años, zacatecano. Lo
detuvieron el 4 de febrero junto a 15 personas presuntamente de Los
Zetas. Lo acusaron de haber participado al menos en diez ejecuciones,
pero por su edad fue liberado –mas nunca protegido– y lo asesinaron el
28 de febrero junto con 4 presuntos delincuentes.
Finalmente, García Burgos afirmó que la legislación de México y
Estados Unidos debe reconsiderar el trato hacia los menores, partiendo
primeramente en su protección pero también en la comunidad.
(SEMANARIO ZETA/ ZETA Investigaciones/mayo 19, 2013)
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