lunes, 20 de mayo de 2013

EXTORSIONADORES ATERRORIZAN BCS

Post-FeatureExtorsionadores-aterrorizan-BCS

Desde Chihuahua, Tamaulipas, Guerrero, Michoacán y Chiapas, realizan las llamadas

Por encima de la media nacional, las extorsiones telefónicas aterran a la población sudcaliforniana. 
En Comondú, delincuentes exigen hasta 500 mil pesos a través de secuestros virtuales
Inés García Ramos
Gerardo Zúñiga Pacheco
Con una población inferior a 70 mil personas distribuidas en más de 12 mil kilómetros, Comondú es un municipio tranquilo, con menor actividad económica que La Paz o Los Cabos. Sin embargo, desde hace meses, se ha convertido en blanco de criminales que, a través de llamadas telefónicas, extorsionan a la sociedad.

“Vete a un hotel”, la joven obedeció. Ahí permaneció, esperando instrucciones del hombre que minutos antes había marcado a su teléfono celular para amenazarla, también a su familia. Desde ahí, llamó al número registrado y confirmó al desconocido su ubicación.

 Una segunda instrucción, la víctima apagaría el aparato telefónico.

Ese sábado 4 de mayo, tras recibir la llamada de los delincuentes, la familia de la joven no lograba localizarla, ni en su casa o con amigas, tampoco los lugares que frecuentaba.

Entonces, llamaron a cuanto conocido tenían. Esperaban vender una de sus parcelas para conseguir el monto total. Fue entonces que Venustiano Pérez Sánchez, presidente municipal de Comondú, se enteró del caso.

“Hablé con el papá de la joven, le expliqué que estos casos no eran secuestros reales, sino de extorsión, porque encajaba con la forma en que operan. Incluso hablé directamente con el procurador (Gamill Arreola Leal), ya la Policía Ministerial se movilizó y la buscaron en cada hotel de la zona, la encontraron y no pagaron el rescate”, relata el alcalde, para quien, mientras la ciudadanía no denuncia, será más difícil detener este tipo de prácticas. Pero comprende a las víctimas: “No saben qué hacer en ese tipo de situaciones, se aprovechan del miedo y la incertidumbre.

“El problema es que el ciudadano no denuncia, le gana el miedo y, como son amenazas psicológicas, le sacan toda la información al familiar, le dan algunos nombres y de esa forma, se aprovechan para asustar. Y con ese miedo, sacarle provecho a la información que reciben”, agrega.

Por ello, el Ayuntamiento de Comondú ha realizado campañas de difusión para alertar a la población. Lo mismo ocurre en Loreto y Mulegé, donde las comunidades son más pequeñas y vulnerables.

“Tenemos conocimiento de gente que ya ha pagado, es que somos un estado y, sobre todo, un municipio muy fértil para esas situaciones, porque la gente da mucha información y creen que corren riesgo”, explicó Pérez.

Ante la alza de este delito, el alcalde del centro de Baja California Sur, solicita mayor intervención del Gobierno Federal para localizar a los extorsionadores y detenerlos.

Autoridades minimizan el problema

“Afortunadamente, el problema no es tan grave, estamos en el momento preciso de darle a conocer a las personas cómo operan y cómo trabajan (estas bandas)”, afirma el secretario de Seguridad Pública del Estado (SSPE), Adonaí Carreón Estrada.

Sin embargo, el “Semáforo Delictivo Nacional 2012”, diagnóstico relacionado por la consultoría RRS y Asociados, de Monterrey, Nuevo León ubica a Baja California Sur por encima de la media nacional cuando de extorsión se trata.

La información mostrada en su sitio de internet y contrastada, confirma que de acuerdo a una tasa calculada por cada 100 mil habitantes, en el Estado de la Península, este delito se ubica en el 12.89 por ciento, cuando la media nacional es de 6.55 puntos porcentuales.

La entidad se encuentra debajo solamente del Distrito Federal, Morelos, Quintana Roo y Guanajuato.

En 2012, la SSPE reportó ante el Secretariado Ejecutivo Nacional, 78 extorsiones en Baja California Sur. Ese año se registró el incremento del delito de extorsiones telefónicas en periodo vacacional de diciembre-enero, por lo que las autoridades esperan que las denuncias no aumenten en los siguientes meses.

Por separado, la SSPE reportó 91 casos de extorsión mediante denuncias anónimas en 2012, pero no existen cálculos sobre el número de casos sin denunciar.

De acuerdo a cifras reportadas este año, nueve denuncias por extorsión se realizaron en enero de 2013.

En Baja California Sur, el objetivo de las autoridades es reducir el miedo que las víctimas sienten al recibir la primera llamada. Esperan que con la información necesaria, los ciudadanos podrán defenderse y denunciar el hecho antes de sufrir un menoscabo patrimonial, “que es la finalidad de la extorsión telefónica”, agrega Carreón Estrada.

El titular de la SSPE explica que cuando las víctimas se encuentran asustadas y ofuscadas, es el momento perfecto para que los delincuentes logren su cometido y obtengan depósitos de dinero mediante engaños y secuestros virtuales.

“Ellos (los delincuentes) buscan la información en las diferentes fuentes de la misma. Por ejemplo, del directorio telefónico, sacan la dirección, sacan el nombre y le marcan”, señala.

La forma más común de extorsión ocurre cuando el delincuente se hace pasar por algún familiar. “Tío, papá, prima”, es como suele iniciar la llamada, en muchas ocasiones, las víctimas comienzan dan información, complementan el nombre y dan pormenores de la familia.

El secretario de Seguridad Pública considera a las bandas como “expertos en sacar información”, en gran medida porque los ciudadanos “no están acostumbrados a reservarse la información…la gente es buena, accesible, amable y, dentro de esta amabilidad, dan información y es ahí donde empieza el problema”.

Las instrucciones para la ciudadanía  inician con guardar la calma ante las amenazas y no mostrar miedo. Escuchar con atención la información que ofrecen, tratar de anota y recordar la mayoría de los datos que la persona les esté dando.

Una vez que el extorsionador dio la información necesaria, terminar la llamada y comunicarse a los números 066 o 089 para denunciar el hecho. Entonces, intentar comunicarse con los familiares amenazados o personas cercanas a ellos para corroborar la localización de los amenazados.

Delincuentes bajo el amparo de la tecnología

Si las autoridades han logrado localizar las claves Lada más comunes desde donde tienen lugar las comunicaciones, es por la insistencia hacia la ciudadanía de instalar identificador de llamadas en sus aparatos telefónicos.

Desde Chihuahua, Chihuahua; Tampico, Tamaulipas; Guerrero, Michoacán y Chiapas, se realizan el mayor número de extorsiones. Por ello, se recomienda a la ciudadanía que de recibir llamadas de las siguientes claves Lada, eviten responder: 614, 833, 762, 353 y 918.

El titular de la SSPE comparte la forma más común de extorsión en la entidad. Ubican a un familiar, mediante amenazas, si la víctima tiene dinero, le ordenan refugiarse en un hotel; de lo contrario, debe permanecer en un centro comercial.

En cualquiera de los dos casos, la persona debe apagar su teléfono y encenderlo nuevamente a una hora precisa para recibir una segunda llamada con mayores instrucciones.

Durante ese lapso, se comunican, generalmente, con la mamá, el papá o el responsable (la mayoría de las víctimas son menores, jóvenes y hasta personas de la tercera edad). Una vez que la víctima tiene el aparato apagado, los familiares no logran comunicarse con ella para corroborar su paradero.

Cuando la víctima enciende su teléfono, los delincuentes triangulan una conferencia telefónica y le hacen creer al familiar que la víctima, en efecto, se encuentra secuestrada y bajo resguardo de los criminales.

“Ahí viene el pánico, porque no saben qué hacer, ése es el momento preciso en que debe intervenir la autoridad, para que la familia se comunique con las autoridades y levantar la denuncia en el Ministerio Público. De esa forma, permiten a las autoridades el acceso para ayudarlos”, detalla el secretario de Seguridad Pública.

La SSPE no tiene un perfil preciso de las víctimas, no es uniforme ni hay algún patrón escogido por las bandas. “Le pueden hablar a una persona por el simple hecho de que tenga teléfono”, afirma.

Desde 15 mil hasta 500 mil pesos, son las cantidades solicitadas por los extorsionadores. La mayoría de los casos oscila entre los 20 mil y 30 mil pesos, y es precisamente el promedio del monto que ha sido depositado.

Aunque afirma que en todo Baja California Sur hay presencia de extorsión, refiere que los dos municipios con mayor incidencia son Comondú y La Paz.

Desde enero de 2013, la Policía Municipal de la Capital del Estado ha intervenido en cinco casos denunciados, las víctimas fueron localizadas antes de que los depósitos monetarios se hicieran. Sin embargo, han sido diez las denuncias reportadas en el C4.

José Noé López, director de Seguridad Pública de La Paz, comparte uno de los casos más recientes, ocurrido el 6 de mayo. “Un hombre denunció que se comunicaron con él para solicitarle 30 mil pesos de rescate para uno de sus familiares”.

Agrega: “Él ya estaba listo para depositar el dinero, a pesar de haber hecho la denuncia, pero localizamos a su familiar antes”. Se facilitó la búsqueda porque la persona no había sido sustraída a un hotel o algún otro inmueble. José Noé López admite que los casos atendidos “no son tan elaborados”.

De acuerdo al titular de Seguridad Pública, la Policía Municipal ha logrado detener el proceso de extorsión con la pronta localización de las víctimas, pero “podría haber otros casos que ha atendido la Policía Ministerial o la SSPE”.

En una modalidad distinta a las más comunes, la Policía Municipal fue informada de una llamada que alertaba de un dispositivo explosivo a unas cuadras de la Dirección de Seguridad Pública.

“Era una caja con un celular para que recibieran la llamada y otros dispositivos dentro, localizada en un negocio de venta inmobiliaria, ahí el asunto fue investigado por la Secretaría de la Defensa Nacional, pero fue una falsa alarma”, remite.

José Noé López agrega detalles de los perfiles de las víctimas que han atendido: “Son familias muy modestas, a una le estaban solicitando 150 mil pesos, imposibles de recolectar, pero por el miedo ya habían movilizado a toda la familia para juntar el dinero”.

A la par de los trípticos con información y campañas de difusión para alertar a la ciudadanía sobre la alarmante presencia de extorsión telefónica en la entidad, se han realizado otros programas con la finalidad de reducir el delito.

En octubre de 2012, se inició la prueba piloto de un inhibidor de frecuencia de radio en el Centro de Reinserción Social de La Paz. El programa, presentado por ejecutivos de la empresa Alcatel Lucent, tiene como propósito bloquear o anular de manera permanente las señales de telefonía celular, de radiocomunicaciones o de transmisión de datos o imagen.

A pesar que de que las claves Lada registradas provienen de otros puntos de la República Mexicana, las autoridades confían que este tipo de medidas ayuden a inhibir un delito que se encuentra por encima de la media nacional.


No hay comentarios:

Publicar un comentario