lunes, 20 de mayo de 2013

A LA CAZA DEL "DOS LETRAS"


Policías de todos los niveles, apoyados por el ejército, baten la zona norte en busca de las células que atacaron a Jesús Carrasco, aunque el jefe policiaco se haya abierto oto frente ante la corporación de Guasave.

Luis Fernando Nájera
Batamote, Guasave.- En cuanto el cielo pardea, la gente sella sus casas, aunque saben que ninguna barrera detendrá al sicariato del cártel de Guasave ni a la policía que los caza. Aquí hay una guerra donde la población civil quedó atrapada en el fuego cruzado, sin plan gubernamental que la socorra.

Por eso la gente enmudeció.

En esa cacería de la autoridad estatal, los habitantes de las sindicaturas de Juan José Ríos hasta Batamote, como las policías preventivas y representantes municipales son sospechosos de ser parte de La Mochomera y de servir al jefe del cártel de Guasave, Fausto Isidro Meza Flores el Chapo Isidro, y a sus lugartenientes, los hermanos Ignacio y Jesús González, dicen ministeriales, que participan en estas operaciones y traen las espaldas pegadas a los muros.

“Nombre bato, ¿de quién confías aquí?”, justifican.

Según informes de los operativos de la Policía Ministerial del Estado y de las Bases de Operaciones Mixtas Urbanas (BOMU), estos territorios son el origen del cártel de Guasave y por ello, meses atrás, eran impenetrable para el Gobierno. Pero desde la semana pasada prácticamente han sido sitiados por las fuerzas del orden, convirtiendo al “corazón agrícola de Sinaloa” en una nueva zona de miedo.

Y para ese rescate de la plaza a punta de armas, del allanamiento bárbaro, de quema de fincas en Las Parritas y en el ejido Batamote, de obtener información a base de tortura y amenaza, de ejecuciones sumarias si se niegan a delatar a cómplices reales e imaginarios, existe una justificación, un agravio: el atentado a la vida del jefe interino de la Policía Municipal, Jesús Carrasco Ruiz, el 9 de mayo, frente al poblado Adolfo Ruiz Cortines, del que salió ileso.

Jesús Antonio Aguilar Íñiguez, director de la Policía Ministerial del Estado, y quien encabezó la toma de tres sindicaturas de Guasave, ofreció atrapar a los responsables del ataque en “unas horas”, pero ha pasado una semana de ello y a nadie ha presentado, excepto vendedores de drogas al menudeo, algunos tipos armados. Pero nada más.

Para él, la autoría del atentado en contra de su subordinado y protegido está definida, pero se negó a revelarla.

Sin embargo, el viernes arribaron a Los Mochis cientos de policías federales con una consigna: dar y acabar con alguien que se hace llamar Dos Letras.

Mientras, el autor del ataque reaparece en las redes y advierte que seguirá su ataque a Carrasco Ruiz, y el del 9 de mayo fue el primero, como prueba de que su amenaza es seria.

Te escapaste por piernas, porque había policías”, escribió en su nueva cuenta de Facebook un día después de la balacera, pues la anterior, Mochomera Mochis, el Gobierno la hackeó, según denuncia.

Prometió que habría ataques hasta acabar con Carrasco Ruiz y aseguró que del segundo atentado no saldría con vida.

En su nuevo comentario, el Dos Letras reitera que Carrasco Ruiz es su objetivo porque cobra piso y vende plaza. El trabajo de ellos es atrapar sicarios o vendedores de droga y a todo aquel que falte al Bando de Policía y Gobierno, y el de nosotros es no dejarnos, pero aparte de ese jale también vende plaza y cobra piso, dice, por eso se lo va a llevar la …erga (sic).

Tras el atentado y los señalamientos ofensivos de Carrasco Ruiz a la Policía Preventiva de Guasave, la Policía Ministerial del Estado atrapó a cuatro de los elementos preventivos, imputándoles posesión de drogas y armas.

Filemón Rodríguez Gaxiola, coordinador de turno; José Miguel Leyva Camacho, Ramón Antonio Terrazas López y Emiliano López Saracho, pagaron una fianza de 40 mil pesos cada uno para defenderse en libertad de los cargos de narcomenudeo.

Tras estos hechos registrados dos días después de la emboscada, los policías de Guasave fijaron su postura: enfrentarían a balazos a Carrasco Ruiz y a sus agentes, si pretenden detenerlos, y cuando circule por Guasave no tendría apoyo de nadie, porque la cabeza de este es la que tiene precio y no la de ellos.

“Nosotros no robamos, no vendemos plaza, no asesinamos, no quemamos casas, no asaltamos, no cargamos con drogas y armas para fabricar culpables, como tú lo haces, Carrasco”, señalaron.

Miguel España, el jefe de Policía en Guasave y militar en retiro, trató de calmar los ánimos de sus subordinados, pero no lo consiguió pues la rabia contra el jefe de Policía de Ahome se contagió entre las filas.

El alcalde interino, Miguel Ángel Robles Santillanes, reconoció que la Policía de Guasave mantiene rencor contra Carrasco Ruiz, su escolta y agentes subordinados, “pero no considero que el nivel de confrontación sea una bomba de tiempo”.

En Ahome, el alcalde Zenén Aarón Xóchihua Enciso reconoció las fricciones entre sus policías y las de Guasave a raíz de las incursiones de su jefe de agentes, Jesús Carrasco Ruiz, y anunció que se trabaja para limar esas asperezas y malos entendidos.


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