lunes, 20 de mayo de 2013

LA PRINCESA BENÍTEZ

Había una vez un poderoso reino llamado Profeco, cuyo amo y señor era el temible rey Humberto Benítez Treviño.

El monarca era conocido por ser sumamente estricto con todos, excepto con la niña de sus ojos: la princesa Benítez, o Lady Profeco como la llamaban sus súbditos.

Cierto día la princesa Benítez acudió a un restaurante y como no le dieron de inmediato mesa, hizo berrinche y comenzó a patalear como la niña consentida que era. En el punto máximo de su drama, llamó a la guardia real de su padre: “¡Guardias! ¡Clausuren ese changarro!”. Y, pa’ pronto, los achichincles del rey cerraron el restaurante porque la niña lo pidió.

El escándalo fue mayúsculo. Los juglares recorrieron los reinos cercanos contando la historia del berrinche de la princesa y, sobre todo, de cómo la guardia real había procedido con total autoritarismo contra el pequeño restaurante.

Las protestas contra el rey comenzaron a crecer y crecer y crecer, al grado que llegaron a oídos del mismísimo Señor, quien luego de pensárselo unos días, ¡pum!, lanzó un rayo desde el cielo -en realidad fue desde Los Pinos- y tumbó Humberto Benítez del trono.

Hoy el rey ya no es rey y la princesa no es princesa. De hecho dicen que, como castigo, su papá la puso a trabajar como sirvienta, para que aprenda a ser humilde. ¡Naaah! ¡No es cierto! Como eran millonarios se fueron a vivir a Miami.

¡Salud, Granier!

¿Supiste lo que le pasó a Andrés Granier por andar de borracho?

Resulta que el ex gobernador de Tabasco llegó el otro día, o mejor dicho, la otra madrugada a su casa. Abrió la puerta tratando de no hacer ruido y cuando iba entrando, ¡ándale!, ahí estaba su esposa esperándolo:

-Cariño mío -le dijo Granier a la señora- Te prometo que voy a amarte.

-¿A Marte? Por mí vete a Júpiter, Saturno o el Sol, pero déjame dormir, ¡baboso!

SIN D’ESAS PERO CON D’ESOS

Como sabes, Angelina Jolie es una de las actrices de Hollywood más guapas y mejor pagadas. La señora no cobra menos de 20 millones de dólares por película. Y aunque es todo un símbolo sexual, en realidad tiene los pies muy fríos, tan fríos que cuando me los echaba encima en la madrugada, me despertaba.

Pero, bueno, no se trata de contarte sobre una más de mis conquistas, sino de hablarte de lo que Angelina acaba de hacer.

Resulta que la actriz decidió extirparse ¡los dos senos! ¿Por qué? Pues porque un estudio reveló que tenía 85% de probabilidades de, algún día, desarrollar cáncer de mama.

Ojo: Angelina Jolie no estaba enferma de cáncer. Se quitó los pechos, según dijo, precisamente para evitar, de una vez por todas, que sus hijos tuvieran que vivir lo que ella vivió con su madre, quien sí murió de cáncer.

Se trata de una medida preventiva y sumamente drástica. Habrá quienes digan que es una exageración, habrá quienes le reconozcan haber tomado una decisión extrema para evitar un sufrimiento mayor.

Sea como sea, lo que la actriz de “Tomb Rider” hizo nos obliga, otra vez, a recordar que nadie, n-a-d-i-e, está exento de desarrollar esa enfermedad. Y, te lo digo a ti lectora, también te zarandea para que entiendas: el cáncer de mama se puede prevenir. Te tienes que explorar, tienes que acudir al ginecólogo, debes de cuidarte, necesitas quererte.

Yo le aplaudo a Angelina Jolie porque para quitarse los senos, se necesitan muchos huevos. 
 
(ZOCALO/ columna Comedia Política de Dan T/ 20 de Mayo 2013) 

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