lunes, 20 de mayo de 2013

COINCIDENCIAS Y DIFERENCIAS

Agueda Barojas Ontiveros

La que terminó fue una semana de muchas emociones y la que empieza será igual o peor.

Hubo desde coincidencias hasta diferencias, pero nadie se salvó del escándalo, ni panistas, ni priistas.

Ni funcionarios ni ex funcionarios. Desde lo social hasta lo policiaco estuvo plagado de escándalos, así que vayamos por partes en este recorrido semanal en donde quedó claro algo: todos son iguales.

Después de mucho cantarla, por fin el fiscal de hierro cumplió el sueño anhelado por muchos: inhabilitó a César Lizárraga Hernández. Ya se lo echó, pues. Le traía ganas desde hace mucho.

La inhabilitación como ya lo saben es por el caso del asfalto perdido, que no estaba perdido pero nadie lo ha visto.

Las 205.1 toneladas de  asfalto donadas por PEMEX al Ayuntamiento de Guaymas,  están bajo resguardo de la empresa OPOSON. Por lo menos en papel.

Así lo dejó claro la administración panista durante la entrega-recepción y así lo afirmó el representante de la empresa cuando compareció en Contraloría y hace día cuando envió a los medios una carta explicando la situación.

Esto que para los afectados pudiera representar una victoria, puede que no lo sea así.

Si bien es cierto, Héctor Hernández García omitió esta información durante la conferencia de prensa a fin de que el golpe fuera mortal, también lo es que lo más importante jurídicamente hablando es que se demuestre que el asfalto está bajo resguardo que la empresa dice tenerlo.

Pero no solo eso, aun cuando el asfalto físicamente si se encuentre donde dicen que está, administrativamente hablando hay responsabilidad.
 
Y es que no puede ser que por no tener dinero, dejes con un particular  205.1 toneladas. No creo que la normatividad lo permita.
No puede ser que no hayan tenido capacidad para aplicar por completo las 400 toneladas de asfalto donadas.

Queda claro que Héctor Hernández está actuando con la viscera, el Contralor no puede negar su personalidad  vengativa, se le nota. Como dijo Juan Gabriel, lo que se ve no se pregunta.

Al Contralor se le nota lo visceral y eso no ayuda al proceso.

Héctor Hernández es maquiavélico, mentiroso y su pasado no le ayuda a que tenga una buena imagen, la imagen que requiere un fiscal para que imparta un proceso serio y justo.

Para desgracia del ex alcalde César Lizárraga Hernández, las debilidades de su juzgador no lo fortalecen. Ambos se ganaron la mala fama a pulso.

Ninguno de los dos goza de buena fama, la diferencia es que ahora Héctor Hernández está del otro lado  y el ex alcalde es un simple mortal.

César Lizárraga dice estar muy tranquilo y asegura que ganará el caso en el Tribunal Contencioso Administrativo. Solo el tiempo lo dirá.

Las posibilidades de ganarlo o perderlo son las mismas. Dicen que el asfalto donado lo resguardó OPOSON, ahora habrá que demostrarlo  y aun así dudo que se salven de alguna responsabilidad administrativa. Quién sabe si de la penal.

Fue una irresponsabilidad no haber administrado correctamente esa donación, pero que tampoco se azote PEMEX. Del otro saqueo también debería ocuparse.

¿Guaymas seguro?

La semana que terminó dejó dos grandes escándalos en Seguridad Pública. El primero tuvo que ver con la presunta violación de una menor de 6 años de edad.

La noticia difundida por la dirección de Seguridad Pública sobre la detención de tres menores y su madre por haber participado en la violación de la menor, causó indignación no solamente entre los guaymenses, también entre los altos mandos de la Procuraduría General de Estado (PGJE)

Mientras el jefe policiaco Francisco Vidaurrazaga aseguraba que si había violación, la vocera de la PGJE, Tatiana Gómez Unger, decía que no.

Fue tan reprobable la forma en la que Seguridad Pública difundió los hechos, que la vocera estaba que no la calentaba ni el sol.

Y es que en el boletín oficial de Seguridad Pública se daban detalles grotescos que no había necesidad de manejarlos.

El caso sigue siendo extraño, lo que queda claro es que alguien mintió.

Ahhh pero más tardaron ellos en pelearse por este hecho que en contentarse de nuevo, porque esta diferencia se les olvidó el sábado cuando los policías municipales mataron a un vecino de la colonia San Vicente.

Y es que en esta acción participó también la Policía Estatal Investigadora (PEI) si hubiese sido solo la municipal, quizá otra fuera la historia.

Curiosamente en este homicidio también hay dos versiones completamente distintas. La familia del occiso cuenta una historia distinta a la que contó la Procuraduría.

Acusan abuso de autoridad al entrar a la vivienda sin orden de cateo.

El fallecido era un pájaro de cuentas, sí, pero el 16 de abril pasado la policía municipal lo tuvo en sus manos por el robo de un vehículo y según la versión que manejaron en el boletín de prensa de ese día, “El Pemo”, estaba en Cereso.

Un mes y dos días después lo matan. Pues qué no estaba en el Cereso? ¿Por qué estaba libre? ¿Quién no hizo su trabajo bien? ¿La Municipal o la PGJE?

Tardaron seis horas en enviar el boletín de prensa donde explicaron qué había sucedido. En este caso, a diferencia del de la niña violada o presuntamente violada, no se pusieron de acuerdo.

¿A quién le cree usted?

Gobierno usurero

Vaya que hay inconformidad contra este gobierno. Los comerciantes de Guaymas los llaman usureros y utilizan las redes sociales para descargar su rabia por el cobro por anuncio publicitario, un impuesto que nunca se había cobrado en Guaymas, un impuesto nuevo, pues.

¿Pues qué no este gobierno está en contra de los impuestos? ¿Qué no se amparó el alcalde para no pagar el COMUN? ¿Qué no está de lado de los que menos tienen Otto Claussen?

¿Acaso no sabe Otto Claussen la situación económica de los comerciantes de Guaymas?

¿Qué no ha sido él quien ha dicho una y otra vez que las familias sonorenses ya no aguantan tantos cobros, tanta carga tributaria?

Según el director de Control Urbano este cobro, para no llamarle por su nombre, o sea, impuesto, porque ya tiene paternidad y es de los panistas, ya estaba contemplado en la Ley de Ingresos, aunque no aclaró si en la del 2013.

El funcionario aseguró que nunca se había cobrado por lo tanto el gobierno priista que se espanta de los impuestos estatales ya enseñó el cobre.

Los comerciantes ya no ven lo duro sino lo tupido. Estamos en la época del piojillo, entre los gasolinazos, el COMU, el predial y el impuesto por metro cuadrado de anuncio publicitario o barda pintada, los quieren sepultar.

Definitivamente este gobierno también salió más cobrón que bonito.


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