Manuel Garibay
Espinoza “El Meño” obtuvo un amparo que deja sin efecto un auto de formal
prisión por delincuencia organizada, acopio de armas y delitos contra la salud.
José Luis exige a las autoridades penitenciarias su libertad, tras ser absuelto
de un homicidio por el juez de Ciudad Guadalupe Victoria. Y Gerardo también
pretende abandonar el penal de máxima seguridad de Guasave, donde se encuentra
desde marzo de 2012
A ocho meses del
homicidio de José Manuel Garibay Félix “El Gordo”, los miembros de su banda de
narcotraficantes y secuestradores, tanto presos como libres, buscan
reorganizarse. Los que andan sueltos se reagrupan, y los encarcelados dan pasos
hacia su posible libertad.
Manuel Garibay
Espinoza “El Meño” o “Don Manuel”, padre del fallecido, es el fundador del
grupo criminal que incluye a varios de sus hermanos y familiares directos. Él
ganó un juicio de amparo que anula un auto de formal prisión dictado en su
contra por delincuencia organizada, delitos contra la salud y acopio de armas.
“El Meño” continúa
confinado en el Centro Federal de Readaptación Social Número 3 “Noreste” en
Matamoros, Tamaulipas; en tanto, sus hermanos José Luis y Gerardo están presos
en penales de Baja California y Sinaloa, buscando la forma de librar las
sentencias condenatorias y procesos que pesan en su contra.
Mientras eso ocurre
tras las rejas, en el Valle de Mexicali los miembros del clan gozan de
libertad, trafican drogas y con migrantes. Autoridades señalan a Luis Alfredo
Garibay Félix “El Güicho”, sobrino de “Don Manuel”, como el cabecilla, junto
con Francisco Javier Campos Barraza “El Cachetes”.
Para los
investigadores, estos primos operan en diversos ejidos del Valle desde mediados
de 2012. Los Garibay sostienen disputas con otras células del Cártel de
Sinaloa, lo que ha generado derramamiento de sangre en distintos puntos de la
entidad; aunque de acuerdo a personal ministerial, a partir de la ejecución de
José Manuel “El Gordo” Garibay (perpetrada el 19 de febrero de 2013) en la zona
rural de Zapopan, Jalisco, “El Güicho” y su gente se desterraron.
Presumiblemente,
Luis Alfredo Garibay Félix, de nacionalidad norteamericana, dirige la
reorganización de la célula del otro lado de la frontera, a donde fue deportado
a finales de 2012, tras su exoneración por el delito de portación de arma de
fuego de uso exclusivo del Ejército y Fuerzas Armadas.
En los archivos de
las corporaciones policiales, destacan como presuntos socios criminales de Los
Garibay: “El Cubano”, Francisco Rosas, Isidro Peña, Crescenciano Chávez,
Raymundo Rivera, Ramón Guillén, Óscar Canchola, José Morales, Miguel Torres,
Mauro Vega, Carlos Patiño, Amado Campos y Abelardo Hernández. Todos se
encuentran libres.
En los mapas
criminales, la zona de influencia del grupo, también dedicado al secuestro,
tiene como puntos de operación los ejidos Hermosillo, Querétaro, Saltillo,
Xalapa, Veracruz 1 y 2; Guadalupe Victoria (en tres zonas), Nuevo León, Bonfil,
Puebla, Chiapas II, Quintana Roo y Elías.
¿CERCA DE LA LIBERTAD?
Manuel Garibay
Espinoza “El Meño”, fundador de la banda, ha ganado pequeñas batallas legales,
que sumadas, van carcomiendo las imputaciones que inicialmente le formularon la
Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) Baja California por diversos homicidios, y la Subprocuraduría
Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) por delitos
del orden federal.
Acusado de formar
parte del Cártel de Sinaloa, sembrar marihuana intercalada entre milpas en el
Rancho Los Garibay, en el Ejido Pescaderos, así como de ocultar armas de fuego
en un compartimiento construido ex profeso en un sótano, en las inmediaciones
del mencionado predio, Manuel obtuvo un amparo que deja sin efecto el proceso
por esas imputaciones.
En el juicio de
garantías 423/2013, el Juez Cuarto de Distrito en la ciudad de Toluca, consideró
que el juez de la causa que dictó el auto de formal prisión en contra de
Garibay Espinoza, el 22 de octubre de 2012, no analizó correctamente los
elementos de los delitos atribuidos al quejoso. Sin expresar razones
contundentes, y como si el presunto narcotraficante no estuviera consciente de
los motivos por los que se le procesa, el Juez de Garantías señala en su
resolución que “es necesario que dicho sujeto activo conozca, en forma clara y
específica, cuáles son las conductas ilícitas que se le imputan, determinar con
precisión sus elementos constitutivos…”.
La protección
federal concedida al “Meño” es para los siguientes efectos:
1. Que el
Juez Segundo de Distrito en Materia de Procesos Penales Federales en el Estado
de México, deje insubsistente el acto reclamado (formal prisión).
2. Con libertad de jurisdicción, dicte nueva
resolución, la cual puede ser en igual sentido que la anterior, o en sentido
diverso.
3. En la
nueva resolución se deberá precisar la totalidad de los medios de prueba y cómo
se enlazan entre sí para acreditar el delito de delincuencia organizada, con la
finalidad de cometer delitos contra la salud.
4. De la
misma manera, en cuanto al injusto de Contra la Salud, en la modalidad de
siembra de marihuana.
5. Por lo que
se refiere al ilícito de acopio de armas, precisar los medios que prueben la
acción consistente en poseerlas (conducta realizada).
Al conocer del
otorgamiento del amparo a “El Meño”, el Agente del Ministerio Público Federal
adscrito al Juzgado protector interpuso el recurso de revisión, con la
finalidad de que un Tribunal Colegiado en Materia Penal del Segundo Circuito
conozca del caso y revoque la resolución que favorece al presunto delincuente.
El “paquetón” del “Meño”
Manuel Garibay
Espinoza, a quien indistintamente se le identifica como José Cruz Barriga
Arias, Alfonso Espinoza Dueñas, Alfonso Esparza Dueñas, “El Meño” o “Don
Manuel”, cuenta con antecedentes penales por haber estado detenido cinco años
en prisiones estadounidenses de San Diego, California, y Oregon, por el delito
de conspiración.
Al ser detenido por
última ocasión, “El Meño” declaró el 25 de junio de 2010 ante el fiscal
investigador, ser casado y dedicarse a la siembra de ajonjolí, sorgo y trigo
para los animales. Confesó que “eventualmente” transporta cocaína del país de
Panamá hacia Mazatlán, Sinaloa, teniendo como patrón a Ismael “El Mayo”
Zambada, al “Vicentillo” Zambada, a Gonzalo Inzunza Inzunza “El Macho Prieto” y
a “Manuelillo” Torres.
Posteriormente, al
rendir su declaración preparatoria ante un juez, Garibay señaló no estar de
acuerdo con algunas cosas de las antes mencionadas, ya que “nunca he matado ni
mucho menos he ordenado matar a persona alguna, ya que de las personas que se
mencionan, nunca he trabajado con ellos”.
Reconoció que a
algunos narcotraficantes que le citó el Ministerio Público “los conozco, pero
son plebillos de 12 o 13 años, cuando yo trabajaba, ya que yo trabajaba desde
1992 para Ismael Higuera Guerrero”.
Al pretender interrogarlo
el Ministerio Público Federal, Manuel Garibay respondió constantemente que no
contestaría hasta que estuviera presente su defensor particular. A la pregunta
“que nos diga el declarante si tiene conocimiento de la operación del grupo que
comanda ‘El Mayo’ Zambada”, el inculpado volvió a disculparse ante la necesidad
de asesoría de su abogado, “porque es un paquetón ese expediente que me
tienen”.
Absolución y exigencia
Por su parte, José
Luis Garibay Espinoza, hermano de Manuel e internado en el Centro de
Reinserción Social “El Hongo” en Tecate, Baja California, promovió a finales de abril de 2013 un amparo
ante el Juzgado Decimoquinto de Distrito con residencia en Mexicali,
solicitando se le proteja de las autoridades penitenciarias que no le conceden
su libertad.
José Luis reclama
que los directivos del reclusorio se niegan a dar cumplimiento a una sentencia
absolutoria dictada por el Juzgado Mixto de Primera Instancia Penal de
Guadalupe Victoria, Valle de Mexicali, que lo exoneró del delito de homicidio
calificado, y por ello “debería estar libre”.
Sin embargo,
funcionarios del penal del “Hongo” refieren al interno que cuenta con otros
procesos penales pendientes en su contra, de ahí que no le otorguen su
libertad.
La urgencia de José
Luis Garibay por salir de la penitenciaría, era para ganarle tiempo a la
posible apelación que podría interponer el Agente del Ministerio Público en
contra de la sentencia absolutoria. Finalmente la impugnación llegó.
El amparo fluyó con
lentitud judicial. El 8 de agosto de 2013, la juez federal mexicalense, María
Elizabeth Acevedo Gaxiola, resolvió declararse incompetente por razón de
jurisdicción territorial a favor de su similar de Tijuana que estuviese de
turno, correspondiéndole conocer del asunto al Juzgado Sexto de Distrito. El
amparo fue negado al quejoso.
DE NUEVO A MÁXIMA SEGURIDAD
Actualmente, Gerardo
Garibay Espinoza se encuentra internado en el Centro Federal de Readaptación
Social Número 8 “Norponiente”, en Guasave, Sinaloa a donde fue trasladado en marzo
de 2012, procedente del Centro de Reinserción Social “El Hongo II”, por
solicitud expresa de autoridades de Baja California al Gobierno Federal.
El subsecretario del
Sistema Estatal Penitenciario, con residencia en Mexicali, argumentó entonces
que el reclusorio de Tecate se encontraba a su máxima capacidad y no contaba
con la infraestructura ni el nivel de seguridad necesario para la reclusión de
Gerardo.
En el penal federal sinaloense de máxima seguridad
no solo se admitió a Garibay; también al militar Asunción Hernández Gallardo,
pues ambos fueron calificados como reos peligrosos que ponían en riesgo la
estabilidad del “Hongo II”.
El oficio describió
a Gerardo Garibay Espinoza como un “interno líder que pretende organizar un
disturbio en su centro de reclusión, de quien se tiene información en el
sentido de que continúa operando en ciudad Valle del municipio de Mexicali,
Baja California, mediante células criminales operadas por sus familiares”.
En su solicitud,
autoridades penitenciarias estatales señalaron que debía ponderarse “la
existencia de hechos que indudablemente ponen en peligro bienes jurídicos
relevantes como la vida, la seguridad, la paz y la integridad de los internos
en los centros de reclusión, que orilla a los titulares a decretar el traslado
de los reos como una medida urgente y necesaria para salvaguardar el orden y
garantizar la seguridad del centro”.
Gerardo Garibay
compurga dos sentencias condenatorias y cuenta con una causa penal vigente:
- El Juez Quinto de
Distrito con sede en Uruapan, Michoacán, le condenó a la pena de 15 años seis
meses de prisión por el delito de portación de arma de fuego de uso exclusivo
del Ejército, Armada y Fuerza Aérea Nacional.
- En el Juzgado
Tercero de lo Penal de Mexicali, fue sentenciado a permanecer 20 años nueve
meses en reclusión, por su plena responsabilidad en la comisión del delito de
secuestro agravado.
- Actualmente se le procesa en el Juzgado
Cuarto de lo Penal de Mexicali por su probable participación en el delito de
homicidio calificado.
EL REPLIEGUE DE LOS GARIBAY
Desde 2012, diversos
hechos violentos dieron cuenta de los enfrentamientos entre los grupos
criminales de la organización de Joaquín “El Chapo” Guzmán (Los Chentes, Los
Zavala, Los Gilillos y Los Garibay) que operan en Mexicali.
La excarcelación de
Manuel Garibay Félix en junio de 2012, trajo un nuevo empuje al grupo
delictivo, que se replegó a partir de febrero del presente año, cuando este
joven fue asesinado.
Ahora, los sigilosos
pasos judiciales de los cabecillas de la banda de secuestradores más temida en
la frontera, hacen visualizar a las autoridades la reestructuración de Los
Garibay, misma que se aceleraría con la liberación de alguno de sus fundadores.
SENTENCIAN 50 AÑOS A ESCOLTA DE GARIBAY
Acusado de haber
participado en el asesinato de un joven y una niña en el Valle de Mexicali en
2012, José Luis Mora López se presentó el jueves 21de noviembre de 2013 en la
Sala Cuatro del Nuevo Sistema de Justicia Penal (NSJP), donde se efectuó la
Audiencia de Individualización de la Pena, acordándose en su contra la máxima
sentencia de 50 años de cárcel, y 98 mil 498 pesos de multa para reparación del
daño.
Mora López fue
detenido en septiembre de 2012 junto a Luis Alfredo Garibay Félix -considerado
uno de los cabecillas activos de la banda de Los Garibay, con acciones
delictivas en el Valle de Mexicali-, acusados de participar en un robo de armas
en la estación de Seguridad pública Municipal en el Ejido Nuevo León, durante
la primera semana de enero del año pasado; sin embargo, la Procuraduría General
de Justicia del Estado no le fincó responsabilidad local y fueron traslados a
la Ciudad de México para enfrentar cargos federales, de entrada, por dinero y
cartuchos que les encontraron en posesión.
En la capital del
país, Garibay fue liberado bajo fianza con reservas de Ley, y deportado hacia
Estados Unidos para responder por una multa. José Luis Mora López quedó preso,
acusado de su participación en un doble asesinato ocurrido el Valle de
Mexicali, el 26 de agosto de 2012.
Esa noche, un
comando armado irrumpió en un domicilio donde se efectuaba un convivio
familiar. De uno de los vehículos se bajó un hombre armado, quien empezó a
disparar contra los presentes. En la escena quedó muerto el joven Uriel
Mariscal Pérez, y resultaron heridos Gilberto Carranza -hermano del ex líder
del SNTE y ex diputado local Gregorio Carranza- y Alfredo Bañuelos. La hija de
este último, Dana Jazmín Bañuelos, de apenas tres años, también resultó herida
y posteriormente falleció.
(SEMANARIO ZETA/ ZETA INVESTIGACIONES/ 16 de Diciembre 2013)
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