CHIHUAHUA,
Chih., (proceso.com.mx).- Diez días después de permanecer en la
funeraria, los cuerpos de los hermanos Julia Sophia y Diego Tarango
Holguín, de siete y 11 años, respectivamente, fueron trasladados a la
clínica Christus Mugerza Del Parque para que su madre, Adriana Holguín
Rodríguez, quien se recupera en ese nosocomio, les diera el último
adiós.
El matrimonio formado por Adriana Holguín y Héctor Tarango
Cereceres acudió el pasado sábado 5, junto con sus dos hijos, al evento
Demolition Show, en esta ciudad, donde nueve personas perdieron la vida y
80 más resultaron heridas, luego de que el conductor de una camioneta
“monster truck” que pasaba por encima de varios autos, listos para ser
convertidos en chatarra, perdió el control e impactó contra los
espectadores.
Tras el accidente, Adriana Holguín, de 31 años de
edad, resultó con heridas graves en la cadera y la columna, por lo que
de inmediato fue intervenida en la clínica Christus Mugerza Del Parque,
donde permanece en terapia intensiva.
Los hijos del matrimonio murieron en el lugar de los hechos, y Héctor Tarango resultó con heridas leves.
Los cuerpos de los hermanos fueron identificados por tíos, debido a que sus padres se encontraban hospitalizados.
Héctor
Tarango esperaba que su esposa fuera dada de alta para llevarla a la
funeraria a despedirse de los dos pequeños, pero como su recuperación va
muy lenta decidió trasladar los cadáveres hasta el nosocomio, donde
finalmente la madre dio el último adiós a sus hijos, quienes serán
sepultados mañana.
En medio de un dispositivo de seguridad de la
Fiscalía General del Estado, la carroza salió con los cuerpos de la
funeraria Nuevo Amanecer, para llevarlos a la clínica.
Diego y
Julia Sophia nacieron en Carolina del Norte, Estados Unidos, igual que
su mamá, pero su lugar de residencia estaba en esta ciudad.
Las
otras víctimas mortales del accidente son: Mariana Bernardina Chávez, de
53 años de edad; Héctor Renova Ortiz, de 31, y su hijo José Ángel
Renova Piña, de 12; Paulina Santos Luna, de seis; María Cristina Baca
Gámez, de 47; Guadalupe Chávez Sáenz, de 50, y Lilia Acosta Armendáriz,
de 50 años de edad.
José Ángel Renova Piña se acababa de graduar
de la secundaria. El adolescente fue despedido con la banda de guerra de
su secundaria, la 3065, y con sus compañeros del Pentatlón.
Ángeles
Piña Rodríguez, su madre, despidió a José Ángel y a su esposo con un
brazo quebrado y una rodilla lastimada, mientras que su otro hijo, Joel
Antonio, de ocho años de edad, se debate entre la vida y la muerte en
terapia intensiva.
/15 de octubre de 2013)
No hay comentarios:
Publicar un comentario