México, DF.- El desastre de Acapulco no fue la lluvia, sino la oleada de corrupción y negligencia gubernamental y empresarial.
De acuerdo con distintos testimonios recabados entre autoridades, ex
funcionarios, constructores y actores sociales de la región, varios
factores se combinaron: desde la compra de favores oficiales hasta la
construcción en zonas de riesgo.
Además, se tolera la invasión de manglares y no se construyó la infraestructura pluvial necesaria para soportar la demanda que provocó el “boom” inmobiliario que se dio en el puerto entre 2003 y 2008.
En ese lustro, las alcaldías estuvieron encabezadas por los perredistas Alberto López Rosas y Félix Salgado Macedonio.
En esta expansión desmedida de la mancha urbana participaron y se beneficiaron empresas como ARA, GEO, Homex, Grupo Evi e Inveraca, que edificaron tanto viviendas de interés social como complejos habitacionales de lujo.
Durante esos gobiernos municipales, se otorgaron licencias para la construcción de los desarrollos Villas de Tulipanes, Misión de Mar, Costa Dorada, La Marquesa, Las Gaviotas, Las Garzas, La Ceiba, Campestre La Laguna, La Ceiba, Miramar y La Palma... ahora afectados por las inundaciones.
Dichos desarrollos fueron construidos sobre Llano Largo, una zona en la que antes se sembraban cocoteros y a la cual se le cambió el uso de suelo por medio de prácticas de corrupción, de acuerdo con los testimonios recabados. Según el Plan Director de la Zona Metropolitana de Acapulco de 1998, elaborado después del desastre del huracán “Paulina”, debía evitarse la construcción habitacional.
“La premisa número uno de este Plan Director Urbano es la de preservar el equilibrio ecológico de toda la zona de estudio”, indica el documento, elaborado en 1998.
Construyen sobre manglares
De igual forma, se permitieron edificaciones residenciales como Campestre Laguna en la zona conocida como Canal Meándrico, un entramado de ríos y manglares que conecta la Laguna de Tres Palos con la Laguna Negra de Puerto Marqués.
El conjunto Diamante Lakes invadió una porción de los manglares. Estas construcciones se hicieron sin la adecuada infraestructura pluvial.
Por ejemplo, el Canal Geo recibía el agua pluvial de cuatro desarrollos de esa inmobiliaria. Pero, según las fuentes, se conectaron al mismo canal de manera irregular conjuntos de ARA y Homex y la plaza comercial Sendero.
(ZOCALO/ Reforma / 15/10/2013 - 04:03 AM)
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