miércoles, 12 de junio de 2013

PROYECTO MARS ON3E PODRÍA SIGNIFICAR ABANDONAR LA TIERRA


La Jornada
Ámsterdam.- El desarrollo del proyecto holandés Mars One significa hoy para algunas voces la cuenta regresiva a las puertas de cambiar de planeta para la raza humana y una manera de enfrentar futuros daños ecológicos.

Sin embargo, las condiciones poco favorables de la atmósfera del planeta rojo crea dudas sobre el éxito de esa misión, prevista su inicio para 2023.

Amparados en los problemas de nuestro planeta azul, y en las potencialidades futuristas, apareció el proyecto Mars One (Marte Uno) que precisamente prevé el viaje sin retorno hacia Marte, con la novedad de que miles de personas aspiran a ser elegidos.

Convocado por un millonario holandés y con el visto bueno de especialistas de primer rango, pese a opiniones contrarias de voces autorizadas, hasta el momento cerca de 80 mil personas de todo el mundo se anotaron para ser colones en el planeta rojo.

La organización sin fines de lucro Mars One dejó las solicitudes abiertas desde el pasado 22 de abril. El proyecto apunta a un futuro fuera de la Tierra para el 2023, con viajes más seguidos de astronautas.

Hasta hace pocos días, se habían inscrito 78 mil personas, con previsión de una cifra aún mucho más abultada hasta el próximo 31 de agosto cuando se cierran las listas.

La creencia es en 2023 tener una llegada de los primeros cuatro colonos a Marte, a un costo de seis mil millones de dólares. Esta organización tiene sede en Holanda y planea pagar la mayor parte del programa.

La empresa holandesa Mars One está liderada por el investigador y millonario Bas Lansdorp, quien pretende vender los derechos de explotación de un reality show para financiar su proyecto.

Este plan cuenta con la confianza del doctor Gerard´t Hooft, ganador del Premio Nobel de Física en 1999.

Sin embargo, sobre el particular dudan científicos del Instituto Nacional de Técnica Aerospacial estadounidense, de la Agencia Espacial Europea y del Observatorio Astronómico de Almadén de la Plata, Sevilla, España.

Un astronauta sin el traje espacial no duraría más de 20 segundos sin perder el conocimiento y moriría al cabo de un minuto, como lo explica el director del Observatorio Astronómico de Almadén de la Plata, Miguel Gilate.


(ZOCALO/ La Jornada/ 12/06/2013 - 05:07 PM)

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