domingo, 29 de diciembre de 2013

SUFREN ARGENTINOS POR LOS CORTES DE LUZ



Buenos Aires, Arg.- Miles de argentinos sufren penurias y complicaciones en su vida cotidiana debido a reiterados cortes de energía eléctrica en los hogares y comercios, en medio de una histórica ola de calor que afecta Buenos Aires y gran parte del país.

Personas que bajan y suben escaleras en edificios de 20 o 30 pisos, hombres y mujeres cargando baldes llenos de agua para paliar la urgencia, grupos reunidos en las veredas como antaño, abanicos improvisados y muchas quejas, conforman una postal de la ciudad de Buenos Aires, en un tórrido inicio del verano.

Con picos de 37 y 38 grados centígrados y temperaturas que no dan respiro ni de noche ya que no bajan de los 28 o 29 grados, desde hace más de 15 días, los argentinos marcaron récords de demanda de energía, con un pico de 24 mil megavatios el lunes 23 de diciembre, según las autoridades.

“Argentina atraviesa la mayor ola de calor histórica de los últimos 43 años batiendo todos los récords de consumo eléctrico, y como en cualquier sistema energético del mundo ante una situación similar surgen, a partir de solicitudes extremas del servicio, inconvenientes en el mismo”, dijo el ministro de Planificación Federal, Julio de Vido.

El Servicio Meteorológico Nacional renovó por quinto día consecutivo la alerta roja por las altas temperaturas en Buenos Aires, que conforma junto a su periferia el mayor conglomerado urbano del país con casi 13 millones de habitantes.

SOLIDARIDAD ENTRE VECINOS

En un pasillo de una casa baja de varios departamentos en planta en el barrio porteño de Boeso, Carlos Moreno, un boliviano de 55 años, le muestra a su vecina, madre de una hija de 9 años, cómo conectar un cable externo con un alargue hasta la luz común para que “al menos pueda conectar la heladera (frigorífico)”.

A diferencia de otros que dependen de tanques de agua que se alimentan con bombas eléctricas, en estas casas el corte de energía que se prolonga por 20 horas no afectó el suministro de agua corriente.

Lo más grave fue tirar leche y unas carnes que estaban en el congelador esperando la cena de Año Nuevo, cuenta Moreno, jubilado por un serio problema en la columna vertebral.

 (ZOCALO/ AFP / 29/12/2013 - 04:00 AM)

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