domingo, 29 de diciembre de 2013

DRAMÁTICO TRIUNFO




Las Vegas— Chris Weidman defendió su título de peso medio de la UFC cuando Anderson Silva se fracturó la pierna izquierda con una patada en el segundo episodio, poniendo fin a la UFC 168 con una terrible lesión la noche del sábado.

Weidman (11-0) celebró en silencio su victoria mientras el personal médico atendía a Silva (33-6), cuya espinilla derecha se dobló de manera impactante cuando daba una patada a la pierna izquierda de Weidman al minuto 1:16 del asalto.

Weidman, quien se ganó su cinturón con una sorpresiva victoria sobre el campeón de tiempo atrás en julio, también dominó el primer round de la revancha.

“Sí me enfoqué en atajar las patadas”, dijo Weidman. “Pensé que si lo detenía con la rodilla lo lastimaría mucho. Fue una locura”.

La lesión de Silva ensombreció el que debió haber sido el cartel más importante del año de la UFC, recordando a todos los seguidores del deporte en rápido crecimiento sobre la brutalidad que a menudo subyace al mismo. Pese a que la lesión se produjo demasiado rápido para que la notaran a simple vista quienes se dieron cita en el MGM Grand Garden, miles de seguidores exclamaron con fuerza cuando la repetición fue mostrada en las pantallas gigantes del lugar.

Silva salió del octágono con una férula en la pierna. Weidman hizo un reconocimiento al ex campeón lesionado, a quien calificó del mejor púgil en la historia del deporte.

El reinado de siete años de Silva en la cima de la división de peso medio terminó hace casi seis meses cuando Weidman derrotó al campeón con un gancho izquierdo en la UFC 162.

Weidman, el ex luchador de Hofstra, puso fin de manera determinante al poderío de Silva, quien no utilizó ninguno de los movimientos y posturas que pudieron haber contribuido a su primera derrota. La lesión de Silva en la revancha podría poner fin a la carrera en la MMA del brasileño de 38 años.

Miles de aficionados brasileños –incluyendo a Ronaldo– corearon, cantaron y ondearon banderas para apoyar a Silva y a los púgiles brasileños que se enfrentaron en combates de respaldo.

Antes del evento principal, Rousey (8-0) recibió la mayor prueba de su carrera en ascenso.

Rousey nunca había llegado al segundo asalto de una pelea de artes marciales mixtas luego de siete victorias al hilo en el primer episodio, pero Tate puso a prueba a la campeona con sus golpes y su tenacidad. Pese a que Rousey envió varias veces a Tate (13-5) contra la lona y la castigó, Rousey no pudo ganar sino hasta cuando agotó a su oponente para someterla a su famosa llave de brazo, con la que ha puesto fin a cada una de sus ocho peleas profesionales.

Rousey y Tate tuvieron una pelea digna de su encarecida rivalidad, intercambiando grandes golpes y teniendo dificultades con los puntos fuertes de ambas. Rousey utilizó sus habilidades de judo para derribar a Tate en varias ocasiones, pero Tate conectó varios golpes a la cabeza de Rousey, particularmente durante un emocionante tercer episodio en el que puso a prueba el mentón de Rousey. Al término de la pelea, Rousey se negó a estrechar la mano de Tate.

(EL DIARIO DE CHIHUAHUA/ Associated Press | 2013-12-28 | 23:32)

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