martes, 16 de abril de 2013

EL OTRO FILO DE LA LEY ANTILAVADO



Javier Valdez/ Riodoce
Apuran operaciones de blanqueo de dinero “inversionistas” locales, mientras los notarios públicos entran en pánico porque tienen que denunciar ante Hacienda operaciones “sospechosas”…

ESPANTO

Esa es la palabra usada por los notarios públicos de Sinaloa para describir la sensación que les genera tener que convertirse en “policías” y reportar operaciones “sospechosas” de mucho dinero y de dudosa procedencia, tal como lo marca la Ley Federal para la Prevención e Identificación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita, coloquialmente conocida como ley contra el lavado de dinero.

Datos de la Secretaría de Economía (SE) señalan que del 16 de junio al 13 de septiembre de 2012 se registraron 935 solicitudes de inscripción de razón social para la constitución de sociedades mercantiles y 208 avisos de que estas nuevas empresas ya estaban funcionando, lo que hace un total de mil 143. Del 17 de septiembre al 31 de diciembre de ese año, las solicitudes fueron de 766 y los avisos sumaron 163, que suman 939.

Pero de enero a abril de 2013 la incidencia se disparó: mil 255 solicitudes de registro y 106 avisos de operaciones de nuevas sociedades mercantiles, con un total de mil 361. En total, de septiembre de 2012 a la fecha, son 2 mil 956 solicitudes y 587 avisos, sumando 3 mil 463 movimientos de nuevas firmas empresariales.

Jesús Ramón Sánchez Cabrera, encargado de la delegación de la SE en Sinaloa, explicó que muchos empresarios que recibieron el permiso no han avisado que ya usan su razón social, cuyo plazo es de 180 días naturales, “y si no cumplen con avisar, son sancionados”.

Un experto en la materia advirtió que quienes se dedican al lavado de dinero están apurando operaciones de este tipo, antes de que empiece a aplicarse esta nueva ley: “Desde finales del año pasado y lo que va de 2013 están constituyendo sociedades anónimas, apurando trámites legales, acudiendo a los notarios públicos para realizar operaciones fuertes, de grandes montos y propiedades, antes de que entre en vigor esta ley”.

Esta nueva disposición legal, impulsada por el gobierno de Felipe Calderón y aprobada durante el 2012, el último de su mandato, entrará en vigor en julio de este año y obliga a empleados de instituciones bancarias, prestamistas, profesionistas y empresas del ramo financiero, joyerías, vendedores de vehículos, firmas de blindaje automotriz y demás, a avisar a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público de operaciones dudosas, presuntamente vinculadas con el crimen organizado en sus diferentes modalidades.

—Las consecuencias cuando entre en vigor las vamos a sufrir principalmente los notarios públicos.

—¿Por qué?

—Porque con nosotros vienen a hacer trámites de compra-venta, pagos, permutas, gente no de dudosa reputación, sino que se dedica a lo que es propio de esas actividades, que ganan “fácil” el dinero, que conocemos nosotros como gomeros, como… narcotraficantes. Y obviamente cuando viene una persona de esas, la ley nos obliga a preguntarle cuál es el origen de ese dinero, nos prohíbe ciertas operaciones en efectivo, obliga al pago a través de cheque o traspaso, de una manera que quede huella, que quede antecedente, porque así identifican, ubican, cuando hay operaciones de 800 mil, o un millón de pesos, y si no se reportan, pues luego luego contra el notario.

Francisco Javier Gaxiola Beltrán, presidente del Colegio de Notarios Públicos de Culiacán, manifestó que estas disposiciones legales son positivas para el combate al lavado de dinero, que haya más control en algunas operaciones y el Gobierno capte más recursos fiscales, pero lamentablemente están obligando a los notarios a convertirse en policías, cuando su función es darle certeza y seguridad jurídica a los bienes y trámites que realizan los solicitantes.

“Nos están obligando a que le preguntemos a las partes, sobre todo al que está comprando, cuál es el origen del dinero, a qué se dedica usted, y te van a decir que ese dinero proviene de la ganadería, si es que contestan, pero no es nuestra función. Nosotros tenemos como función darle certeza y seguridad al acto jurídico, los bienes”.

—¿Entonces qué van a hacer, ampararse, pedir que la modifiquen?

—Estamos ante un dilema todo el país y muy serio, porque nos están comprometiendo, nos exponen mucho a que realicemos funciones de investigación. Pues modificarla es una posibilidad, a pesar de que no entra en vigor. Ojalá no la dejen llegar hasta esa fecha porque va a causar muchos problemas.

“Sí se puede hacer algo porque no es un hecho consumado, vamos dándole una matizada y se le relegue al notario de esa función que nos imponen, porque andamos con ese problemón encima”, sostuvo.



La otra opción, agregó, es ampararse contra la ley, contra los que la aprobaron, el procedimiento legislativo que se siguió y su publicación en el Diario Oficial de la Federación.

LA LEY

La Ley Federal para la Prevención e Identificación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita, que estuvo dos años discutiéndose en el Congreso de la Unión y fue aprobada durante el último año del gobierno de Calderón, fue publicada en el Diario Oficial de la Federación del 17 de octubre del 2012 y empezará su vigencia el 7 de julio de 2013.

El objetivo de esta ley es la creación de una gran base de datos nacional para identificar la utilización de recursos de procedencia ilícita y de esa forma prevenir y combatir esta actividad, normalmente ligada a los grupos de delincuencia organizada, sobre todo los del tráfico de drogas.

Versiones de especialistas en la materia, que pidieron mantenerse en el anonimato, señalan que ha habido intentos del Gobierno por combatir el lavado de dinero, pero de manera aislada y sin coordinación entre las instituciones involucradas. En cambio, con esta nueva disposición se crea un sistema de “inteligencia”, con información de todo el país, para identificar las operaciones con dinero que proviene de actividades delictivas.

Una innovación importante, quizá la que más llama la atención, es que ahora las obligaciones de proporcionar información de actividades sospechosas no compete solo a los bancos, sino que involucra a notarios públicos, corredores de bienes raíces, casinos, vendedores de automóviles, instaladores de equipo de blindaje y comerciantes en el ramo de joyería, metales preciosos y obras de arte.

“Todos ellos deben informar a la Secretaría de Hacienda de las operaciones en las que intervengan y que rebasen determinados montos. Estos empresarios y profesionistas tendrán que ser la ventana de información gubernamental para detectar a los que lavan dinero”.

La obligación de informar está en función de los montos y estos se calculan de acuerdo con el salario mínimo vigente en el Distrito Federal.

Así, será objeto de aviso a Hacienda el caso de tarjetas de servicios o crédito cuando el gasto mensual acumulado sea igual o superior a mil 285 veces el salario mínimo del Distrito Federal, que ascienden a unos 83 mil 200 pesos. En intermediación en la transmisión de propiedad de bienes raíces, se deberá informar de operaciones cuyo valor exceda o sea equivalente a 8 mil 25 veces el salario mínimo, es decir 513 mil 600 pesos.

En el comercio de joyas, metales preciosos, piedras o relojes será objeto de aviso cuando la transacción en efectivo sea equivalente o supere mil 605 veces el salario mínimo, que corresponden a cerca de 103 mil pesos. Tratándose de obras de arte la obligación de avisar se da a partir 4 mil 815 salarios mínimos, es decir 308 mil 160 pesos.

Para el caso de vehículos aéreos, marítimos o terrestres, la obligación de informar se actualiza en operaciones que sean iguales o excedan los 410 mil pesos. En cuanto al blindaje, considerado también un servicio vulnerable, tienen que informarse e identificarse al cliente cuando las operaciones pasen los 4 mil 815 salarios mínimos, que corresponden a 308 mil pesos.

Los notarios deben informar a la autoridad hacendaria de operaciones de inmuebles efectuadas ante ellos por el equivalente a 16 mil o más veces el salario mínimo, que significa 1 millón 25 mil pesos, y en el caso de constitución o modificación de sociedades mercantiles cuando el capital exceda de 514 mil pesos.

Hasta las asociaciones y sociedades que no tengan fines de lucro tendrán la obligación de avisar a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, e identificar al donante, cuando la cantidad sea equivalente o superior a 3 mil 210 veces el salario, que significan 205 mil pesos.

Los empresarios y profesionistas del ramo deben informar sobre estas operaciones y confirmar la identidad de los clientes a través de documentos oficiales, y “tendrán que solicitar al cliente o usuario la información sobre su actividad u ocupación, basándose entre otros en los avisos de inscripción y actualización de actividades presentados para efectos del Registro Federal de Contribuyentes”.

Además, la ley señala que cuando los comerciantes o prestadores de servicios proporcionen esta información a hacienda, no será considerado como trasgresión del secreto profesional, legal o bancario. La información recabada debe conservarse durante cinco años y si el cliente se niega a proporcionar información, el profesionista o empresario podrá negarse a dar sus servicios, sin responsabilidad legal alguna.

En cuanto al uso de efectivo, la ley prohíbe operaciones de compra de inmueble por un valor de 513 mil pesos o más, y la adquisición de vehículos, joyas, relojes, blindaje, apuestas y obras de arte por 205 mil pesos.

MAYOR CONTROL

Con esta ley, quienes se dedican a la delincuencia organizada deberán tener mayor cuidado en sus operaciones y seguramente buscarán nuevas medidas para evadir los mecanismos de control impuestos por el Gobierno federal, ya que una vez que se tengan datos suficientes, hacienda reportará movimientos “sospechosos” a la Procuraduría General de la República (PGR), advirtió un profesionista del ramo financiero de esta entidad.

“Los de la delincuencia organizada van a tener dificultades, van a tener que proceder de otra manera, con más audacia y complejidad, y por otro lado el Gobierno tendrá un impacto positivo en las finanzas públicas, a través de captaciones fiscales”, dijo.


—¿Cómo se prepara ante este escenario la delincuencia organizada, en este caso los narcotraficantes?

—Desde finales del año pasado y lo que va de 2013 están constituyendo sociedades anónimas, apurando trámites legales, acudiendo a los notarios públicos para realizar operaciones fuertes, de grandes montos y propiedades, antes de que entre en vigor esta ley. Además, están capitalizando sus empresas, se dan de alta, reportan ventas diarias de miles de pesos al menudeo… en suma, están amarrando, regularizando todo, porque ya viene la nueva ley.

“Están lavando y van a seguir haciéndolo, pero será todo más sofisticado e implicará de alguna manera un ingreso para el Gobierno mexicano. Antes lo hacían a través de las gasolinerías, ahora le metieron muchos recursos, realizaron operaciones importantes en el negocio de bienes raíces, lo inmobiliario, y también en la agricultura”, manifestó.

Muy probablemente, advirtió, el Gobierno federal no llevará a cabo una cacería, pero sí mayor control y captación de recursos, lo que dinamizará la economía nacional.

“Estamos hablando de una ley que tendrá características de inteligencia y esa información, esa base de datos, la van a usar cuando les convenga, cuando quieran golpear a un grupo de la delincuencia o empresarial”.

“NOS VAN A MATAR”

“Si alguien llega con un costal de dinero, no le podemos preguntar de dónde viene ese dinero, cómo lo obtuvo, porque eso nos expone, nos ubica en una situación en la que nuestra vida está en riesgo”, señaló un notario culichi, quien pidió que no se diera a conocer su nombre por temor a represalias.

“Los notarios —aseguró— no podemos establecer el control sobre las personas que delinquen o los recursos de procedencia ilícita, porque no somos policías, eso lo toca al Gobierno federal”.

Dijo que la medida contra el lavado de dinero es positiva y le pega en el patrimonio a quienes se dedican a la delincuencia organizada, que es donde más les duele, pero ni los profesionistas del ramo financiero ni los notarios son investigadores al servicio de la autoridad.

“Si esto se aplica vamos a volver a los tiempos de antes y va a provocar una disminución del trabajo de las notarías, porque la gente va a optar por no registrar sus propiedades, no usar su nombre, no van a reportar transacciones y muchos de los acuerdos que tengan sobre bienes serán de palabra, sin documentos de por medio”, comentó.

Señaló que aunque todavía no hay un reglamento que norme la aplicación de la ley, está claro que a los notarios les va a tocar fungir de “balcones”, informantes del Gobierno y “ponederos”. Lamentó que una profesión tan noble como el notario público, que da certeza jurídica, la estén desvirtuando al otorgarle otras obligaciones, y si estas no son cumplidas, van a ser copartícipes de un delito.


“Vamos a terminar vendiendo mandarinas, como dijo uno de los notarios. Porque en una de esas te niegas a dar un servicio, un trámite, les preguntas sobre el origen del dinero y se molestan, en el estado en que vivimos, que sabemos qué tipo de estado es, te matan. Si yo pregunto, me van a matar”.

Afirmó que el gremio tiene miedo de esta nueva ley, aunque no descartó que quienes se dedican al lavado de dinero busquen otras opciones y lo sigan haciendo. Dijo que el Gobierno quiere todo en “charola de plata”, pero se olvidan de que “el día que se acabe la corrupción en la autoridad, los servidores públicos, la gente va a confiar en ellos y esto va a cambiar. De otra manera, no”.

(RIODOCE.COM.MX/ Javier Valdez/ abril 14, 2013)

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