martes, 7 de mayo de 2013

CARTA ABIERTA A LÓPEZ CABALLERO



Cartas al Director / Dossier Politico
 
Buen día, Alejandro:

Primero que nada, quiero decirte que soy un hombre que no alberga rencores. Por lo mismo, he decidido enviarte esta misiva abierta para darte santo y seña de una serie de irregularidades cometidas en mi contra a raíz de una supuesta conducción punible. Dado que no me has dado el derecho constitucional de audiencia, que he solicitado por diversas vías, decidí recurrir a esta vía, para darte a conocer mis razones personales en torno a este atropello del que fui objeto.

Para empezar, te diré que los retenes inconstitucionales que instalas cada fin de semana en Hermosillo, con un afán recaudatorio, solo sirven de pretexto para el verdadero negocio, en que se está convirtiendo el fenómeno de “la mordida” en nuestra ciudad Capital. Negocio que requiere la complicidad de muchos y creo que he logrado evidenciar la forma tan burda en que opera esa especie de mafia que está detrás del negocio.

Empezaré por narrarte que fue el pasado 23 de Noviembre de 2012 cuando tuve la desgracia de toparme con uno de tus retenes en el cruce de Periférico Norte y Reforma. Después de realizarme la prueba del alcoholímetro, un señor que dijo llamarse Luis Aguilar y que después supe que era tu coordinador de Médicos Legistas, Jesús Armando Aguilar Ibarra (mismo de quien también supe fungió como asesor de la Secretaría de Hacienda estatal, cuando tú eras el titular, en la Dirección de Recursos Humanos, con una percepción de $480,000.00 pesos mensuales) me indicó que la prueba marcaba un valor ligeramente superior al límite legal establecido. Dado que estaba completamente seguro de que había alguna irregularidad, le solicité al personaje en cuestión una segunda prueba, la cual me negó y de ahí se desprendieron una serie de irregularidades, las cuales te voy a enumerar a continuación:

1.      Después de poco más de cinco meses, me di cuenta que la prueba del alcoholímetro no está reconocida legalmente como válida de acuerdo al artículo 81 de la Ley de Tránsito para el Estado de Sonora, misma que solo reconoce el contenido alcohólico en sangre.

2.      Además, la prueba del alcoholímetro no está firmada por quien me sometió a ella, tu coordinador de médicos legistas, quien al parecer le ordenó a uno de sus subalternos, el Dr. Victor Manuel Miranda Chávez, que la firmara y de paso llenara un certificado médico, en menos de dos minutos, sin haber tenido este último personaje ningún contacto físico con un servidor. Para mayores detalles, puedes consultar el oficio que enviaron ambos médicos al Secretario del Ayuntamiento, de fecha 16 de Enero del presente y revisar, aparte, en qué consiste el llenado del certificado médico.

3.      El agente de policía y el oficial a cargo del operativo (Julio Salinas y Francisco Javier Galaviz, respectivamente), recurrieron a la mentira para justificar el atropello, argumentando que me negué rotundamente a entregar las llaves de mi carro. Sin embargo, puedes darle lectura a los documentos que ellos mismos generaron y te darás cuenta que esa versión cae por su propia cuenta. Prueba del alcoholímetro a las 23:46 horas, certificado médico a las 23:48 horas, Multa a las 23:50 horas e inventario a las 23:54 Horas, en qué momento me negué a entregar las llaves.

4.      El Juez Calificador de la comandancia el Cortijo, refiere en un documento en poder de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, que en un principio había decidido no privarme de la libertad dado que observó una actitud muy tranquila de mi parte, pero después argumenta que me puse muy violento y tuvo que retenerme por 10 horas. Omite decir que recibió una llamada telefónica, la cual motivó el cambio de juicio, confesándome en aquel momento que estaba en riesgo su chamba.

5.      La Directora de Asuntos Internos, a quien le hice llegar todas esta inconsistencias, me informó hace algunos días que no había prosperado mi denuncia en contra del abuso de autoridad de que fui objeto, no obstante que ella pudo en todo momento, darle certeza a mis dichos si hubiese requerido todo el material de audio y video generado la noche del 23 de Noviembre y madrugada de 24 del mismo mes de 2012, dada la atribución que le confiere el artículo 86 fracción VI del Reglamento de Servicio de Carrera Policial del Municipio de Hermosillo, para obtener tales evidencias, mismas que hubiesen puesto de manifiesto la llamada recibida por el juez calificador y la realización de otras dos pruebas del alcoholímetro realizadas por el médico legista de la comandancia el Cortijo, mismas que “olvidó” haberme realizado según consta en el expediente de la Dirección de Asuntos Internos.

Con todo lo anterior, y dejando de lado otro cúmulo de irregularidades, quiero solicitarte, Alejandro, tengas a bien otorgarme mi derecho a audiencia para mostrarte personalmente todos estos documentos. No creo conveniente que se dejen pasar este tipo de atropellos y, menos, que la Dirección de Asuntos Internos esté jugando el papel de tapadera de todas las irregularidades denunciadas.

Quiero reconocer, por si es molestia lo que tienes en contra mía, que he externado personalmente que tu llegada a la alcaldía se debió a todos los apoyos que durante prácticamente tres años estuviste dando a los hermosillenses de escasos recursos y he dicho también que este negocio de los fines de semana, podrían constituir la forma de recuperar lo invertido. En tus manos está demostrarme lo contrario y frenar este atropello del que estoy siendo objeto.

Sin más que agregar y esperando una respuesta concreta, quedo a tus órdenes,

Isabel Dorado Auz

(DOSSIER POLITICO/ Cartas al Director / 2013-05-07)

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