Arteaga, Coahuila.- Recuerdo muy bien a mi abuela, que con sabiduría decía: “Cuando hay un niño chiquito en la casa, si éste no está bautizado al finalizar el día, que todos tengan cuidado”. Fuente sedeturcoahuila.gob.mx
En la Villa de Arteaga, los vecinos asustados aseguran que cuando una
mujer recién ha parido, por la desolada Acequia de las Casas, a La
Llorona han oído. Hablan de lamentos, gritos de dolor y llanto, que con
sobrada razón les hacen dar brincos de espanto.
Esto pasa en las noches, cuando todo es quietud y calma y la acequia susurrante lleva el agua a esa hora.
Triste y doloroso, a lo largo de la acequia, baja el llanto y una mujer que a la neblina asemeja, desde la calle de Zaragoza, pasando por Román Cepeda y hasta la Alameda.
Esto pasa en las noches, cuando todo es quietud y calma y la acequia susurrante lleva el agua a esa hora.
Triste y doloroso, a lo largo de la acequia, baja el llanto y una mujer que a la neblina asemeja, desde la calle de Zaragoza, pasando por Román Cepeda y hasta la Alameda.
(ZOCALO/ Relatos y Leyendas /06/10/2013 - 02:23 PM)
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