El comunicador habló en el Hay Festival Xalapa de la importancia
de establecer una especie de frente común que permita atacar al
problema.
Xalapa • Para el periodista estadunidense Carl
Bernstein, uno de los dilemas más grandes que se producen cuando se
asesina a un periodista es que se convierte en una forma de intimidación
a toda la sociedad, “porque eso significa que si protestas estás en
riesgo”.
Al participar en una charla con Guillermo Osorno, director de la
revista Gatopardo, en el contexto de la tercera edición del Hay Festival
Xalapa, el periodista –quien junto con Bob Woodward descubrió el caso
Watergate, que produjo la renuncia de Richard Nixon a la presidencia de
Estados Unidos- habló de la importancia de establecer una especie de
frente común que permita atacar al problema, sobre todo cuando las
muertes están vinculadas con el trabajo periodístico en torno al
narcotráfico.
“De alguna manera, si hubiera una forma en que la gente de buena
voluntad que se dedica al periodismo, en el gobierno, las iglesias o las
organizaciones de la sociedad civil tuvieran la manera de formar algún
tipo de movimiento de protesta unificada, podría ser el camino, pero es
muy fácil que yo lo diga cuando no vivo aquí”, reconoció.
Es una tarea que debe asumirse, de tal manera que se protejan los
periodistas y a sus familiares y que, al mismo tiempo, se comprometan
con esa causa. “Eso sí lo esperaría”, aseguró Bernstein, quien sin
embargo reconoció que se trata de un problema, con diferentes actores,
que afecta a otras partes del mundo.
“Hoy tenemos culturas y sociedades que están menos interesadas en la
verdad. Tenemos en línea miles de sitios web, en donde millones de
personas buscan no aprender lo que está ocurriendo, ni el contexto, sino
reforzar lo que ya creen.
“Hay muchos más reporteros en prisión hoy día que en cualquier otro
momento de la historia. Exponencialmente se asesina a más reporteros no
en el campo de batalla, sino por las fuerzas gubernamentales o por
cárteles.”
Desde su perspectiva, cuando se tiene un ambiente así no se puede
tener un gobierno libre, no se puede gozar de la libertad, “o la
seguridad de saber que uno puede ejercer sus derechos o creencias sin el
peligro de que te disparen en la nuca”.
(MILENIO/ Jesús Alejo Santiago/ 6 Octubre 2013 - 2:18pm)
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