viernes, 18 de enero de 2013

INSEGURIDAD NACIONAL



Investigaciones Zeta
Durante esta semana, la violencia provocada por las bandas del crimen organizado aterrorizó varios estados del país, principalmente Coahuila, donde por varios días se efectuaron ataques a distintos bares.

Los hechos se suscitaron el viernes cuatro de enero en el municipio de Torreón. Según información proporcionada por las autoridades en el primer caso, un grupo de hombres armados disparó contra clientes del bar, denominado “Bar Leonardos”,  matando a tres individuos.

De acuerdo a testigos, los matones arribaron al sitio en dos automóviles, de los cuales descendieron para más tarde ingresar y atacar contra los parroquianos.

Un par de días después, en otro atentado, al menos nueve personas murieron y otra decena de ellas, resultaron heridas cuando nuevamente un comando armado entró a dos bares en distintas horas de la madrugada del domingo seis de enero.

En estos ataques, los bares que irrumpieron los delincuentes fueron los llamados, Futuro y Tornados.

En el primer atentado murieron dos personas, las cuales presentaban heridas de bala en todo el cuerpo.

Mientras que en el segundo sitio fallecieron siete personas, además de que otras cuatro resultaron heridas, entre ellas una mujer.

Estos hechos obligaron a que las autoridades activaran el Código Rojo, provocando la movilización de efectivos de las diferentes corporaciones policiacas.

Con esto, son cinco los bares que han sido atacados por el crimen organizado en las últimas semanas y del 2010 a la fecha suman más de 10 destacando el caso del ataque al “Bar Ferrie”, donde fallecieron una decena de personas. Además del atentado al “Bar Juanes”, que arrojó ocho muertos y 19 heridos, así como el ataque en el “Bar Quinta Italia Inn”, donde asesinaron a 17 personas y otras 18  resultaron heridas, algunas de ellas de gravedad.

Apenas pasaron unos días y la ola de violencia se extendió por el territorio lagunero alcanzando un retén militar, el cual fue atacado por un grupo armado que utilizó armas de alto calibre que incluyeron granadas.

El cerco militar estaba ubicado bajo un puente en una de las avenidas principales de la ciudad, sobre el periférico Raúl López Sánchez.

Tras el atentado, policías y militares realizaron una persecución sin tener éxito alguno. Afortunadamente no se reportaron víctimas fatales.

(SEMANARIO ZETA/ ZETA Investigaciones/ Enero 14, 2013)

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