viernes, 18 de enero de 2013

"COCOA" CALDERÓN Y LA REBELIÓN DEL PAN



Un grupo de panistas vinculados directamente al ex Presidente Felipe Calderón Hinojosa, llevó a la mesa del Consejo Político del Partido Acción Nacional (PAN) un tema: la relación con el actual Presidente Enrique Peña Nieto y el gobierno del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Lo que los senadores alegaban, o alegan, es que Gustavo Madero Muñoz “se ha entregado” a Los Pinos. Nadie dudaría, si sabe el A-B-C, es decir, los básicos de la política mexicana, quiénes reclamaban a Madero Muñoz que haya apoyado el Pacto por México.

A la cabeza, por supuesto, Luisa María Calderón Hinojosa y, bueno, los otros: Ernesto Cordero Arroyo, Javier Lozano Alarcón, etcétera. Curioso reclamo.

Porque es imposible olvidar que el gran validador de la elección presidencial de 2012, y el más optimista de que Enrique Peña Nieto, por encima de la panista Josefina Vázquez Mota y de Andrés Manuel López Obrador llegara a la Presidencia, fue Felipe Calderón Hinojosa.

Ni siquiera habíamos digerido la elección, para cuando Calderón ya había solicitado una cadena nacional para levantarle la mano a Peña Nieto.

Ni siquiera el Tribunal Federal Electoral (Trife) había validado el proceso para cuando Calderón ya aplaudía, con el costal de denuncias a cuestas, que hubiera llegado el priista.
¿Cómo entonces los calderonistas le reclaman a Madero que en un acto congruente con la línea del partido haya decidido apoyar el Pacto por México? ¿Pues en qué se ha convertido el PAN? ¿En otro partido de tribus como el Partido de la Revolución Democrática (PRD)? ¿Quién es “Cocoa” Calderón, la nueva Dolores Padierna Luna de Acción Nacional? ¿Ahora también administra ambulantes la hermana de Felipe Calderón?

Lo cierto es que Madero Muñoz, o cualquiera que llegue a la Presidencia Nacional del PAN debe considerar que los calderonistas son muchos y están en posiciones importantes. Felipe Calderón no habrá podido con el crimen organizado; Felipe Calderón no habrá lidiado con la pobreza y con la corrupción.

Pero una cosa sí hizo muy bien, de acuerdo con sus principios: colocar a sus amigos, a sus incondicionales y a sus familiares en posiciones de refuego. Por bien de la democracia, el PAN debe ponerse de pie y defender los principios de Manuel Gómez Morín.

El PAN es un partido que representa ideas, por lo menos ideas nobles. Es necesario que sobreviva, moderado y democrático, y que le dé la vuelta al periodo oscuro –y ahí están las cifras– que significó la influencia de Felipe Calderón Hinojosa.

Son muchos los mexicanos que consideran al PAN una opción política viable, a pesar de los 12 años de errores garrafales. Por ellos, el PAN debe sacudirse de intereses particulares y levantar las miras.

La hermana del ex Presidente es la última autorizada para encabezar una rebelión. Se hubiera levantado, mejor, cuando su hermano llevaba al partido a la ruina.

Este contenido ha sido publicado originalmente por SINEMBARGO.MX en la siguiente dirección: http://www.sinembargo.mx/opinion/18-01-2013/11993.
(Sin embargo.mx / Redacción /  enero 18 de 2013 - 0:00)

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