Culiacán creció sin drenaje pluvial: experto
El Tres Ríos debe ser sometido a una rigurosa revisión ante los problemas de inundaciones provocados en esa zona por el huracán Manuel
durante la semana pasada, y para evitar que esto siga sucediendo se
debe legislar en materia de drenaje pluvial, afirmó Rodolfo Ruiz Cortez.
El ex catedrático de la Facultad de Ingeniería, con maestría en
hidráulica y egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México
(UNAM), dijo que eventos como este, de las lluvias fuertes e
inundaciones, deben obligar a las autoridades a realizar un inventario
de las zonas de conflicto por el agua pluvial, y por lo tanto de sus
soluciones.
“Estamos en un área con gran incidencia de tormentas pluviales,
ciclónicas o no, y esto debería obligar a las autoridades e
instituciones relacionadas a realizar un inventario de lugares o zona de
conflicto por agua pluvial, como encharcamientos, desbordamientos,
taponamientos, insuficiencia conductiva, y hay que buscar soluciones
factibles”, dijo.
La Facultad de Ingeniería de la UAS, colegios de ingenieros y
abogados, añadió, deben elaborar y presentar una iniciativa de
legislación de drenaje pluvial que obligue a las empresas inmobiliarias a
incluir proyectos en la materia y que las autoridades verifiquen si son
viables y si se llevan a cabo.
“Hay que entender que este problema es creciente, porque cada vez se
agrega más agua a los arroyos por la urbanización y eso aumentó el agua
por escurrir. Ya debieron haberse resuelto una serie de problemas añejos
de drenaje pluvial, y no los resuelven y si siguen así los nuevos
problemas van a tener que esperar también”.
Entre estos casos están el cruce de Xicoténcatl y Buelna, la avenida
Aquiles Serdán, los malecones y todo el Infonavit Humaya. Recordó que le
tocó participar en un proyecto para atender la venida de agua en la
Serdán y propuso que en cada esquina fueran colocadas rejillas y estas
estuvieran interconectadas a través de un ducto que desembocara en el
río Tamazula, pero ninguna autoridad municipal la realizó.
Ruiz Cortez señaló que se debe obligar a los fraccionadores a
invertir y destinar espacios para atender este problema, en lugar de que
solo se preocupen por construir casas.
“Hay que obligar a los fraccionadores a que destinen el área
suficiente para el drenaje pluvial, no para hoy sino para un futuro
desarrollo. Ellos diseñan pensando que a un lado no va haber casas y al
poco tiempo hacen fraccionamientos y la cuenca que antes era monte y el
agua se filtraba, ahora ya la pavimentaron, como en Santa Fe”.
Aseguró que si antes llegaba a las zonas inundables alrededor del 30
por ciento del agua de lluvia, ahora es cerca del 60 por ciento.
—¿Hay problemas estructurales en cuanto a drenaje pluvial en Culiacán?
—Desgraciadamente, el drenaje pluvial se deja al último… hay
esfuerzos muy puntuales, de poner una rejilla y se acabó. Se tiene que
realizar un inventario, es lo primero, y de ahí ver cuáles son los más
críticos, cuáles se pueden resolver con poca inversión y cuáles hay que
ir resolviendo poco a poco, porque agua vamos a tener todos los años.
—Pero estamos hablando de un problema histórico que tiene la ciudad…
—Pero no es exclusivo de Culiacán, el DF también tiene sus problemas y
no los ven hasta que pasan. Debiera haber una legislación y debe ser
bien explícita en cuanto a los arroyos, que haya capacidad para una
avenida que se presente cada diez o quince años. Que esté bien
especificado.
—¿Todos los ríos regresan a su cauce?
—El especialista en hidráulica señaló que el agua de los ríos no
necesariamente regresan a su cauce ante este tipo de fenómenos como el
huracán Manuel. Todo depende, aseguró, de que los cauces nuevos se hagan
correctamente y sin importar qué tanto se invierte.
“Lo que pasa es que hay que hacer las cosas bien. Hemos visto que hay
ríos navegables, que los modifican, pero cuestan… la Isla Musala no es
problema, si cambian el cauce del río puede hacerse un corte, pero no
puedes hacerlo chico, sino mínimamente con el grosor que se tenía
anteriormente, si no se desborda.
“Si haces una modificación bien hecha, no debe haber problemas y si no, el agua se va a venir por dónde está más fácil”.
—Y el Tres Ríos en general, ¿es viable?
—Hay muchos problemas de otra índole… no podría opinar. No sé si lo
revisaron bien (el río) en cuanto al gasto máximo del diseño, las
secciones apropiadas para ese gasto. El proyecto del río (Tamazula)
llegó de México y eso no se revisó aquí, lo hizo un despacho de allá.
—¿Pero ya es hora de revisar el Tres Ríos?
—Sí, claro que debe revisarse. Porque todo esto es modificable y
cambiante, el río no es el mismo río ni las cuencas, además están los
arroyos, la forestación y hasta el calentamiento global han modificado
las cantidades de agua, aunque no tengo información para comparar
precipitaciones pluviales, pero se debe ver con información más amplia,
no de coyuntura, y si a partir de esto se ven problemas, entonces hay
que ver qué está pasando, hay que verlo con números.
“Aquí lo que se debe buscar es solicitar a la autoridad que se revise
estrictamente. Por ejemplo los dragados, fueron bocaditos por
bocaditos, en lugar de cerrar las compuertas y meterse con buldózer.
Muchas veces hemos visto los ríos sin agua, meten un buldózer y hacen un
mejor cauce, pero nunca lo han hecho. Ahí están las dragas en otras
ocasiones, un bocado por aquí y otro por allá, y me pregunto qué control
llevan de la sección que están cavando ahí.
“Pero todo lo hacen en función de presupuestos y si la obra cuesta
caro, pues menos. Y todavía menos si no se ve, si no se ve bonita”.
—No es muy confiable, ¿no?
—Pues no.
—Pareciera que hay resistencia a reconocer errores y a corregir.
—Sí, es que llegan con una idea de lo que van a hacer y no se mueven.
Dicen voy a hacer esto y esto y esto, se resisten a situaciones que
ellos no han pensado… y te dicen: esto no está en mi presupuesto y si la
obra requiere menos dinero, pues menos, y si no se ve bonita o no se
ve, pues menos.
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