lunes, 25 de marzo de 2013

JÓVENES ‘LEVANTADOS’ EN JJR: LA OTRA HISTORIA



Testigo “hunde” a desaparecidos de Juan José Ríos: los acusa de delincuentes

Luis Fernando Nájera/Riodoce
Los Mochis.- Las tres familias residentes de Juan José Ríos con hijos desaparecidos se quedaron estupefactas, atónitas, desconcertadas, pasmadas con la explicación que reveló en conferencia de prensa el procurador general de Justicia, Marco Antonio Higuera Gómez: los muchachos desaparecieron a manos de un grupo armado que los privó de la libertad cuando estaban ejecutando un plan para secuestrar a un agricultor.

Con ello, la Procuraduría exoneró de toda culpa a la Policía Municipal de Ahome, señalada por las familias, por versión del mismo testigo, de ser la responsable de haberse llevado a los tres muchachos el 31 de enero de este año, en un operativo de la corporación. Desde entonces, el paradero de Irving Jared Blanco Rodelo y de los primos Efrén Ulises Valenzuela Muro y Luis Carlos Acosta Muro, es desconocido.

Según el procurador, el testigo se retractó de su primera versión, que fue ratificada en una segunda comparecencia, cuando habló por tercera ocasión con los investigadores. En el inicio declaró que policías habían detenido a los tres muchachos y que a manos de los gendarmes desaparecieron.

Pero después arreglo la declaración y afirmó que en lugar de policías fue un grupo armado de desconocidos y que en lugar de dos patrullas fueron dos camionetas los que se llevaron a los tres jóvenes.

Estos llegaron al lugar, porque instantes antes habían tratado de despojar una camioneta Jeep Cherokee a una mujer.

La camioneta sería utilizada para el secuestro de un agricultor.

El testigo refirió que fue contratado por un estudiante de Medicina para unirse al grupo de secuestradores. Los investigadores localizaron al estudiante y este confirmó el plan de secuestro y los demás hechos, además de que la libró del grupo armado porque se encontraba abajo del auto y alcanzó a escapar, lo mismo que el que lo delató, después de ocultar el arma.

Higuera Gómez dijo en esa comparecencia ante reporteros que la investigación para localizar con vida a Efrén Ulises Valenzuela Muro, de 22 años de edad; Luis Carlos Acosta Muro, de 23 e Irving Jared Blanco Rodelo, de 21 años, continúa, pero ahora tiene otro sentido.

El procurador no mostró evidencia de su dicho.

Hecha público la declaración oficial y sin ser notificadas oficialmente del nuevo derrotero de las pesquisas, la familia de los tres jóvenes desaparecidos no emitieron declaración alguna y optaron por callar. Ahora temen por sus vidas.

En un paréntesis de su lucha por encontrar sanos y salvos a sus hijos, las madres exigieron que la averiguación fuera traída a esta ciudad pues desconocían las actuaciones e ignoraban lo que la institución realizaba para aclarar los hechos, cualquiera que hubiese ocurrido. No les hicieron caso, y en respuesta, la dependencia dibujó a los ahora desaparecidos como delincuentes.

Incluso, se habían movilizado hasta en tres ocasiones para obligar una reacción de la autoridad, a la que consideraban pasiva, pues 37 días después de los hechos, el avance era nulo.

Hablaron, dialogaron, gritaron y hasta lloraron buscando una respuesta, pero hasta entonces no la tenían.

Solo supieron que sus hijos estaban delinquiendo, cuando la Procuraduría lo publicó en los diarios.

Y ahora ya no tienen a nadie a quién recurrir.

Jesús Carrasco Ruiz, el jefe de la Policía de Ahome, dijo este fin de semana que la investigación los limpia de toda sospecha, en el caso de Juan José Ríos. Y reclamó a la familia una disculpa pública por las imputaciones vertidas, y a los medios de comunicación mayor espacio para publicar los resultados de las investigaciones.

“Siempre lo dijimos, nos apegamos al resultado de la investigación. Y ahí está: nosotros no tuvimos nada qué ver en esos hechos ni en ningún otro en donde se levante a la gente. Nosotros no tenemos nada qué ver. Estamos limpios”, dijo.

Afirmó que hasta ahora, en todos los casos en donde se involucra a la Policía en casos de privaciones de la libertad, ningún ofendido los ha visitado para hablar con ellos, y en el caso de los jóvenes de Juan José Ríos no hay excepción. “Nunca se han acercado con nosotros”.

Es la misma historia, la misma trama, el mismo argumento, que el mismo protagonista utilizó para dispensar a la misma acusada de privar de la libertad a Victorino Solís Luna, un líder pesquero de El Colorado que desapareció en medio de otro operativo policial en noviembre del 2012 y que más tarde fue encontrado muerto en Choix.

En ese caso, la Procuraduría General de Justicia creyó en una narcomenudista que sobrevivió sin un rasguño a una masacre en donde se dispararon más de 500 balazos.

Ambos casos tienen un final similar: Policía Municipal inocente; inmolados, delincuentes.

Enero: desaparecen tres jóvenes.

Marzo: exoneran a policías.

(RIODOCE.COM.MX/ Luis Fernando Nájera/  marzo 24, 2013)

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