Testigo “hunde” a desaparecidos de Juan José Ríos: los
acusa de delincuentes
Luis Fernando Nájera/Riodoce
Los Mochis.- Las
tres familias residentes de Juan José Ríos con hijos desaparecidos se quedaron
estupefactas, atónitas, desconcertadas, pasmadas con la explicación que reveló
en conferencia de prensa el procurador general de Justicia, Marco Antonio
Higuera Gómez: los muchachos desaparecieron a manos de un grupo armado que los privó
de la libertad cuando estaban ejecutando un plan para secuestrar a un
agricultor.
Con ello, la
Procuraduría exoneró de toda culpa a la Policía Municipal de Ahome, señalada
por las familias, por versión del mismo testigo, de ser la responsable de haberse
llevado a los tres muchachos el 31 de enero de este año, en un operativo de la
corporación. Desde entonces, el paradero de Irving Jared Blanco Rodelo y de los
primos Efrén Ulises Valenzuela Muro y Luis Carlos Acosta Muro, es desconocido.
Según el procurador,
el testigo se retractó de su primera versión, que fue ratificada en una segunda
comparecencia, cuando habló por tercera ocasión con los investigadores. En el
inicio declaró que policías habían detenido a los tres muchachos y que a manos
de los gendarmes desaparecieron.
Pero después arreglo
la declaración y afirmó que en lugar de policías fue un grupo armado de
desconocidos y que en lugar de dos patrullas fueron dos camionetas los que se
llevaron a los tres jóvenes.
Estos llegaron al
lugar, porque instantes antes habían tratado de despojar una camioneta Jeep
Cherokee a una mujer.
La camioneta sería
utilizada para el secuestro de un agricultor.
El testigo refirió
que fue contratado por un estudiante de Medicina para unirse al grupo de
secuestradores. Los investigadores localizaron al estudiante y este confirmó el
plan de secuestro y los demás hechos, además de que la libró del grupo armado
porque se encontraba abajo del auto y alcanzó a escapar, lo mismo que el que lo
delató, después de ocultar el arma.
Higuera Gómez dijo
en esa comparecencia ante reporteros que la investigación para localizar con
vida a Efrén Ulises Valenzuela Muro, de 22 años de edad; Luis Carlos Acosta
Muro, de 23 e Irving Jared Blanco Rodelo, de 21 años, continúa, pero ahora
tiene otro sentido.
El procurador no
mostró evidencia de su dicho.
Hecha público la
declaración oficial y sin ser notificadas oficialmente del nuevo derrotero de
las pesquisas, la familia de los tres jóvenes desaparecidos no emitieron
declaración alguna y optaron por callar. Ahora temen por sus vidas.
En un paréntesis de
su lucha por encontrar sanos y salvos a sus hijos, las madres exigieron que la
averiguación fuera traída a esta ciudad pues desconocían las actuaciones e ignoraban
lo que la institución realizaba para aclarar los hechos, cualquiera que hubiese
ocurrido. No les hicieron caso, y en respuesta, la dependencia dibujó a los
ahora desaparecidos como delincuentes.
Incluso, se habían
movilizado hasta en tres ocasiones para obligar una reacción de la autoridad, a
la que consideraban pasiva, pues 37 días después de los hechos, el avance era
nulo.
Hablaron,
dialogaron, gritaron y hasta lloraron buscando una respuesta, pero hasta
entonces no la tenían.
Solo supieron que sus
hijos estaban delinquiendo, cuando la Procuraduría lo publicó en los diarios.
Y ahora ya no tienen
a nadie a quién recurrir.
Jesús Carrasco Ruiz,
el jefe de la Policía de Ahome, dijo este fin de semana que la investigación
los limpia de toda sospecha, en el caso de Juan José Ríos. Y reclamó a la
familia una disculpa pública por las imputaciones vertidas, y a los medios de
comunicación mayor espacio para publicar los resultados de las investigaciones.
“Siempre lo dijimos,
nos apegamos al resultado de la investigación. Y ahí está: nosotros no tuvimos
nada qué ver en esos hechos ni en ningún otro en donde se levante a la gente.
Nosotros no tenemos nada qué ver. Estamos limpios”, dijo.
Afirmó que hasta
ahora, en todos los casos en donde se involucra a la Policía en casos de
privaciones de la libertad, ningún ofendido los ha visitado para hablar con
ellos, y en el caso de los jóvenes de Juan José Ríos no hay excepción. “Nunca
se han acercado con nosotros”.
Es la misma
historia, la misma trama, el mismo argumento, que el mismo protagonista utilizó
para dispensar a la misma acusada de privar de la libertad a Victorino Solís
Luna, un líder pesquero de El Colorado que desapareció en medio de otro
operativo policial en noviembre del 2012 y que más tarde fue encontrado muerto
en Choix.
En ese caso, la
Procuraduría General de Justicia creyó en una narcomenudista que sobrevivió sin
un rasguño a una masacre en donde se dispararon más de 500 balazos.
Ambos casos tienen
un final similar: Policía Municipal inocente; inmolados, delincuentes.
Enero: desaparecen
tres jóvenes.
Marzo: exoneran a
policías.
(RIODOCE.COM.MX/ Luis Fernando Nájera/ marzo 24, 2013)
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