Patricia Mayorga/Proceso
CHIHUAHUA, Chih.
(proceso.com.mx).- La familia de Cecilia Jazmín Corrales Chavarría vive un
doble viacrucis: la ausencia de la joven de 17 años que desapareció el 21 de
febrero de 2007 y las constantes amenazas que supuestamente les hace su ex
novio Samuel Isidro Duarte Contreras, preso por el secuestro de la adolescente.
Duarte promovió un
amparo el pasado 28 de febrero contra la sentencia que lo mantiene tras las
rejas en el Cereso número 2, ubicado en esta capital.
“Estamos muy
alarmados no sólo de pensar que se le dé el amparo y salga libre, sino también
porque las amenazas de muerte que nos han hecho él y su familia puedan hacerse
realidad”, dijo una de las hermanas de Cecilia Jazmín.
La organización
Justicia para Nuestras Hijas, que coadyuva en el caso, continúa buscando el
cuerpo de Cecilia Jazmín debido a que Samuel Isidro confesó que la mató pero
después presuntamente se retractó.
Las autoridades no
han podido fincarle cargos al detenido por homicidio, ya que no han encontrado
los restos de la joven, quien estaba embarazada cuando desapareció, según la
causa penal 120/2007.
La hermana de
Cecilia Jazmín dijo que “estamos cansados de que los asesinos y secuestradores
estén en las calles, exigimos a las autoridades no conceder el amparo a Samuel,
es un asesino confeso, hay más de tres testimonios que lo demuestran, además de
pruebas y testigos”.
La coordinadora de
Justicia para Nuestras Hijas, Norma Ledezma Ortega, explicó que la estrategia
de Samuel y sus abogados ha sido torturar a la familia afectada, que ha tenido
que huir del estado ante las amenazas de muerte. Incluso, agregó, el detenido
les ha hecho llamadas para advertirles que desistan de los señalamientos en su
contra.
“Samuel Isidro es el
autor de la desaparición y privación de la vida de Cecilia Jazmín. La situación
se ha convertido en un daño constante a la familia, pues cada vez que llega un
amparo contra una resolución todo revive de nuevo. El último amparo es contra
la sentencia de 45 años que impusieron
los magistrados, de una condena de 25 que le había dado un juez”, acusó Ledezma
Ortega.
Según la activista,
el presunto asesino tiene toda la protección de la ley, a pesar de que se
“comprobó” su culpabilidad y de que no ha podido ser procesado por homicidio.
“Cuando Samuel
Isidro fue extraditado de Estados Unidos, la policía fue por él a Ciudad
Juárez; confesó que privó de la vida a Cecilia y dejó su cuerpo por el ejido de
Sacramento, en varios costales. Alegó que la mató porque le dio miedo la
paternidad, que él le propuso abortar pero ella se negó”.
Sin embargo, aseguró
Ledezma, durante el proceso penal dijo que no era cierto lo que confesó y que
Cecilia Jazmín se había ido con otro hombre, lo cual “era imposible porque ella
había comprado vitaminas y cosas para el cuarto del bebé, su familia la
apoyaba”.
Las autoridades
policiales buscaron el cuerpo de la joven pero no lo han encontrado. Según la
familia de la víctima, existe un cómplice de Duarte Contreras que le ayudó a
mover el cuerpo de lugar.
Norma Ledezma
cuestionó si es válido para las víctimas que se sigan interponiendo amparos
cuyo único fin, aseveró, es desgastar más a la familia.
“Utilizan la ley
como amenazas veladas, hay hostigamiento de la familia, se burlan de la familia
de Cecilia, es una situación inhumana. Este es un caso paradigmático de cómo se
pueden utilizar los recursos legales para delincuente confesos sin tortura. Hay
acceso a las leyes, pero no a la justicia para las víctimas”.
El 21 de febrero del
2007, Cecilia Jazmín Chavarría Corrales, quien tenía 17 años en ese entonces,
desapareció de su domicilio.
Ese día salió con su
novio Samuel Isidro Duarte, quien la buscó para hablar sobre los problemas que
tenían porque ella esperaba un bebé de él.
El juicio oral
inició en julio del 2008 y los abogados de Duarte Contreras promovieron un
amparo contra el auto de vinculación a proceso. El juicio se fue hasta la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, instancia que negó el amparo. Luego el
proceso reinició 9 de marzo del 2009. El 31 de marzo de ese mismo año se dictó
condena contra Samuel Isidro Duarte Contreras como penalmente responsable del
delito de secuestro.
El 27 de octubre del
2009 lo sentenciaron a 25 años de prisión, pero la parte afectada presentó una
apelación por considerar que eran pocos años. Por su parte, la defensa de
Samuel Isidro consideró exagerada la condena. El caso fue llevado a un tribunal
de casación.
El 21 de julio del
2010, el juez de Distrito del Centro Auxiliar de la Sexta Región negó el amparo
solicitado, pero el defensor interpuso un recurso de revisión.
El tribunal de
casación emitió la sentencia de reemplazo dentro del expediente C 5/2010 al
considerar penalmente responsable a Duarte Contreras por el delito de secuestro
y le dio 45 años de prisión, motivo por el cual fue recluido en el penal.
La investigación aún
está abierta, ya que el cadáver de Cecilia Jazmín no ha aparecido.
(PROCESO/ Patricia Mayorga/ 24 de marzo de 2013)
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