lunes, 25 de marzo de 2013

EJECUCIÓN BAJO SOSPECHA



Afirma fiscal que se encontraron casquillos diferentes a las armas utilizadas

Cayetano Osuna/ Riodoce
“A los soldados los mataron los malandros”, se afirmaba desde el martes 19 de marzo en algunos corrillos policiacos de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal (Sspytm) de Mazatlán.

El mismo día, en otros círculos de la misma corporación policiaca se mantenía la primera versión de que los agentes municipales habían atendido un reporte del presunto levantón de una mujer por parte de dos sujetos y que estos se dieron a la fuga en una camioneta Voyager color arena, por lo que fueron perseguidos desde la salida al sur del puerto, hasta la colonia 12 de Mayo, donde la supuesta persecución culminó en choque y muerte de dos personas.

También una versión policiaca extraoficial no confirmada apuntaba en el sentido de que la mujer había sido levantada por vender y/o comprar drogas en una supuesta tiendita de la colonia 20 de Noviembre.

“El novio y/o amigo de la mujer levantada fue el que reportó el hecho a la Policía Municipal, pensando que se trataba de miembros de un grupo armado y se instrumentó la persecución con los resultados ya conocidos”, dijo.

La misma fuente enfatizó que avisados del levantón, los policías vieron la camioneta Voyager estacionada en la tienda de autoservicio Aurrerá ubicada en Libramiento Colosio y avenida Munich, y desde ese momento les habían ordenado detenerse, pero el conductor del vehículo no hizo caso.

En lugar de pararse, continúa, el vehículo Voyager enfiló hacia la salida sur, por el Libramiento Colosio, en la gasolinera que está frente a la empresa Pepsi Cola. Giró a la derecha y dio al paso superior hacia la avenida Gabriel Leyva Solano.

Encarrilada, agrega, la camioneta Voyager tomó derecho toda la avenida Gabriel Leyva Solano con rumbo al centro de la ciudad, pero al llegar a la calle Obrero Mundial intentó dar vuelta hacia la avenida Juan Pablo II, chocando con el local de venta de cerveza donde habría ocurrido el supuesto enfrentamiento.

Agentes municipales cuentan que al lugar de los hechos, entre otras autoridades, llegaron elementos del Ejército y entre ellos, uno al parecer con grado de coronel, que portaba chaleco antibalas, había hecho un comentario favorable a la acción de los policías en el sentido de “eso mis polis”.

La situación se tornó tensa cuando descubrieron que los dos civiles muertos eran los militares Nínive Fermín Ramírez y Mario Aquino Quiñones, que ese día estaban francos y que aparentemente intentaban dar vuelta para llegar hasta la entrada trasera de las instalaciones de la Tercera Región Militar, ubicada aproximadamente a mil 700 metros de distancia de donde ocurrieron los hechos.

Impacto fulminante

En la esquina donde se estampó la camioneta Voyager color arena en la que viajaban los militares, está un letrero donde se lee “Depósito Tecate Six, 12 de Mayo, prohibida la venta de cerveza a menores de edad y uniformados”.

Ahí en el lugar de la tragedia, entre ruinas, un niño vecino de la colonia 12 de Mayo, encontró un diente huérfano de su dueño, que anduvo mostrando orgulloso a sus compañeros como evidencia del encontronazo del vehículo.

Otro de los adolescentes, sorprendido del hallazgo de la pieza dental, comentó a su compañero: “Venían muy recio y no tuvieron tiempo de nada”.

Las paredes del depósito, con su red de agujeros, de ráfagas de armas de alto poder, mudas testigos de la balacera, cuentan una historia cruenta, que parece coincidir con la conjetura del menor de edad que dijo “no tuvieron tiempo de nada”.

Un vecino de la calle Obrero Mundial contó que serían aproximadamente las dos de la madrugada cuando estaba despierto esperando oír el ruido del carro de su hijo noctámbulo que todavía no llegaba a casa, cuando escuchó el estruendo del choque de un vehículo y en automático gritó: “¡Mi’jo!”, pensando que era su muchacho el que había chocado contra algún muro.

Quiso salir a investigar, pero luego de la colisión, escuchó rugir las armas y decidió esperarse pecho a tierra para protegerse de las balas perdidas.

“Con el impacto del choque, dijo, las personas seguramente ya estaban muertas, pero sus atacantes en vez de tratar de revisar el carro y con cuidado mirar si había alguien con vida, para llevarlo ante la justicia, siguieron disparando esas armas R-15 que usan y también pistolas”.

“Lo que no es creíble es que a la mujer que supuestamente los militares llevaban secuestrada no le haya pasado nada”, sostuvo cuando supo del diente encontrado por el infante de la 12 de Mayo.

EL OTRO MÓVIL

“Pónganse los chaleco antibalas porque podría haber represalias”, afirman policías municipales que les dijo el comandante Jesús Alejandro García Medrado, días antes de presentar su renuncia como titular de la Sspytm.

La “alerta máxima” que puso focos rojos en la corporación policiaca, aseguran, fue dada desde antes del miércoles 20 de marzo. El alcalde Alejandro Higuera Osuna declaró a los medios de comunicación que los móviles de la muerte de los dos militares habría sido por “cuestiones sentimentales”.

El diario Noroeste consignó la teoría de Higuera Osuna: “Puede haber una línea de investigación, respecto a cuestiones sentimentales, creo que por ahí va el tema”.

“El presidente municipal —enfatizó el diario— dejó entrever que es posible que la mujer haya tenido algún tipo de relación con una de las víctimas y uno de los agresores”.

“Hay una testigo muy importante, que es la mujer, que creo que ella sabe todo, porque al final ella fue actora”, recalcó.

“Creo que en eso se debe estar basando la Procuraduría y el juez, las declaraciones que haga la mujer esta, que a nosotros nos denunciaron que fue levantada”, explicó el primer munícipe.

En coincidencia y apoyo con la teoría de los móviles pasionales circuló la versión de que los militares se habrían llevado a la mujer y fueron observados por una persona que avisó a un Policía Municipal presuntamente involucrado sentimentalmente con la fémina, lo que habría originado la tragedia del 18 de marzo.
CAMBIO DE VERSIÓN

Desde el lunes 18 de marzo, tanto las autoridades estatales como municipales sostenían que los dos militares portaban armas y que los policías municipales habían repelido la agresión de aquellos provocando un enfrentamiento.

Por su parte el general de división Moisés García Melo, comandante de la Tercera Región Militar, rechazó que los soldados portaban armas, pero que acataría el resultado de las investigaciones.

El viernes 22 de marzo, el procurador Marco Antonio Higuera Gómez, rectificando su primera versión, dijo que no hubo persecución y los militares no dispararon.

Añadió que más policías podrían estar involucrados. En el lugar de los hechos se encontraron casquillos que no corresponden a las armas de los siete policías y tampoco a la pistola que portaban los soldados.

“Dentro del vehículo no aseguramos casquillos, los cristales estaban subidos, es decir, no había cristales bajados que pudieran indicarnos a nosotros que hubieran disparado”, aseveró.

El fiscal sinaloense confirmó que los soldados viajaban junto con una mujer, pero que se desconoce la relación que tenía con ellos.

“Ella pidió no disparar, le ordenan tirarse al piso y se vienen un cúmulo de disparos”, dijo.

CRONOLOGÍA

— 19 de marzo. Dos mueren asesinados Nínive Fermín Ramírez y Mario Aquino Ramírez, militares acusados de secuestrar una mujer y andar armados y provocar una presunta persecución policiaca que terminó en choque y supuesto enfrentamiento entre los presuntos plagiarios y los policías.

— 20 de marzo. La fiscalía del estado confirma que soldados privaron de la libertad a la mujer y que iban armados. El general Moisés Melo García refuta dicha versión.

— 21 de marzo. Por el doble homicidio de dos militares son consignados ante el juez primero de Culiacán los agentes municipales Ricardo Amado Lagunes, Edmundo de Jesús Madrid Carrillo, Francisco Efrén Rodríguez Cervantes y Ernesto Manuel Loyola Llanes. Dejan en libertad a tres preventivos.

— 22 de marzo. Renuncia Jesús Alejandro García Medrano, titular de la Sspytm, y el jefe operativo Jesús Eduardo Paredes Galindo, y en su lugar quedaron Pablo Andrés Hernández Lizárraga y Felipe Zárate Alemán. El mismo día el procurador Marco Antonio Higuera Gómez, rectifica su primera versión afirmando que no hubo persecución y los policías no dispararon.

(RIODOCE.COM.MX/ Cayetano Osuna/ marzo 24, 2013)

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